martes, 22 de abril de 2014

Y por fin... vacaciones

Puede que además de ser una ilusa y una descerebrada también sea una mal pensada, porque me ha dado la impresión que estabais deseando que tuviera un viaje horrible para hacer una entrada contando desventuras y vosotros poder reíros conmigo (no de mi, espero) y con mis calamidades. Pues bien… habéis ganado, ha sido un horror.

El viaje de ida en tren fue tan malo, tan malo, que al llegar a la estación salí corriendo a la taquilla para intentar cambiar el viaje de vuelta y poder ir en un compartimento para nosotros solos, dispuesta a pagar la diferencia, que era considerable. Pero a la vuelta el tren iba completo y no pude cambiarlo. El tren salía a las 22:30, los niños cenan, no voy a decir que tranquilamente porque estaban los dos bastante excitados. Hacemos el primer viaje al baño, que estaba tres vagones más allá, como para unas prisas. Hacemos una parada en la cafetería y volvemos a nuestros asientos. No ponen peli y el asiento no es que se recline mucho, la verdad

Parrulín no quiere dormirse, Xoubiña tampoco, se levanta en innumerables ocasiones a saludar al resto de los pasajeros, se sienta en regazos ajenos y mantiene largas conversaciones con desconocidos. Cada vez que la rescato y me la llevo en brazos a mi asiento le hace pum, pum en la cabeza del pasajero de delante, que además es calvo. El revisor me dice que a partir de las 12 queda en penumbra el vagón y deposito todas mis esperanzas en la penumbra. A las 12 baja un poco la luz, un poquito de nada. Es difícil dormirse así. Parrulín sigue excitado, Xoubiña también, el uno charla sin parar, la otra continúa visitando pasajeros y haciendo pum, pum en la cabeza del calvo cada vez que la rescato. Hacemos varios viajes al baño, duermo un total de tres horas con la niña despertándose a cada rato, de mal humor y pidiendo teta constantemente.

La estancia allí, estupenda, la niña ha aprendido a decir un montón de cosas nuevas, a saber: Muy mal, Tato! A callar, Tato! Se ha roto, Tato!, (le llama Tato al hermano). Si este ha sido su aprendizaje imaginaos la semanita que me han dado los dos. A la niña le están saliendo los colmillos, no quiere teta, le duele mucho a la pobre. Con ibuprofeno y paracetamol a dosis máximas no se le quita, lo está pasando fatal, y yo con ella. No poder consolar con teta es difícil! Pobrecita mía, espero que se le pase pronto. Incluso hicimos el domingo un viaje a urgencias.

Hemos visto las procesiones, que en mi pueblo son muy chiquititas, un par de imágenes dan la vueltecita y vuelven a meterse en la iglesia. Aun así, a mí me gustan. Este año dejaron momentos memorables. Como Parrulín preguntando cuando llegaban las carrozas y que por qué los cucuruchos no lanzaban caramelos, mientras Xoubiña bailaba salerosa con la banda municipal y cantaba cumpleaños feliz con cada vela que veía.

He tenido que vaciar la casa de mi madre, no completamente, pero la hemos puesto a la venta, he embalado todo lo que había de valor y todas las fotos y objetos personales que no quería que quedaran a la vista ante visitas de desconocidos. Nadie debería vaciar sola la casa de una madre.

El viaje de vuelta ha sido peor aún que el de ida y además me he ido directamente a currar al llegar. Hemos cenado y hemos hecho varios viajes al cuarto de baño, tres vagones más allá, como para unas prisas. He dormido un cuarto de hora, desde la 1 que conseguí dormir a Xoubiña por fin hasta la 1:15 que se despertó y empezó a armar tal escándalo que tuve que sacarla, la duermo en la cafetería, me voy al asiento, se despierta y llora, así eternamente, aunque en esta ocasión además tenemos acompañamiento a sus lloros con los maullidos de un gato facturado.. Desesperadita de la vida, a las 4 la puse en el carrito y la paseé por la cafetería cerrada hasta que se durmió casi a las 5. El inconveniente era que no podía volver a mi asiento y dejarla allí en la cafetería sola, así que he pasado la noche sentada en una silla charlando con dos chicas insomnes, muy majas, pero preferiría haber estado durmiendo la verdad.

Y por fin… vacaciones. Si, mis vacaciones empiezan hoy. Mis vacaciones son ponerme a currar, porque es el único momento en el que descanso de los niños. Eso sí, mejor tener mucho trabajo que si no, me quedo dormida.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

viernes, 18 de abril de 2014

Tan, tan, tachán!

 Las figuritas de nuestra boda! 

Ayer hizo 16 años desde nuestro primer beso! Hoy hace cuatro años de nuestra boda! Feliz aniversario mi amor! Yo estoy en Galicia y tú acabas de salir de una guardia, pero seguro que te habrás acordado un instante al menos, o eso o te lo habrá soplado tu madre, que sí se acuerda, jeje.

Hoy hace cuatro años que me esperabas en el altar, yo entraba cogida del brazo de mi hermano, Parrulín, chiquito, iba delante de nosotros. A mitad del pasillo te descubre, junto a tu madre, en el altar, y se pone a gritar de alegría. Papá! Yaya! Sale corriendo, tropieza, se cae, pierde las flores, se vuelve a levantar como un rayo y sigue corriendo Papá! Yaya!

Ama sin reclamar nada,
Porque el amor es desinteresado.
Ama sin calcular las desventajas,
Porque amar es sacrificarse.
Ama sin poner condiciones,
Porque el amor es darse.
Ama sin exclusividades,
Porque amar es compartir.
Ama sin fecha y sin tiempo,
Porque el amor es eterno.
Simplemente ama...
Ama, cree y sonríe
Ama... porque el amor es la llave de la vida
Cree... porque la fe es la llave de la esperanza
Sonríe... que la sonrisa es la llave de la amistad 

Feliz aniversario mi amor!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.


lunes, 14 de abril de 2014

Vamos, que nos vamos



Miña terra galega
donde el cielo es siempre gris
Miña terra galega
es duro estar lejos de ti.

Vamos, que nos vamos! Calentando motores! Mañana por la noche cojo mis churumbeles y me voy a miña terra galega a pasar la semana santa! Ole! Ay qué ganitas que tengo! Mi santo no viene, es lo malo, con una guardia el jueves y otra el domingo, a tomar por saco la semana santa. Yo me voy, sí o sí, y mi hermano y su novia estarán allí, así que espero que sea más llevadera la semana que la última vez que me fui yo sola, me salió todo mal, los niños se portaron de pena, el viaje fue horroroso, se me rompió la maleta, de todo me pasó. Esta vez va a salir todo a pedir de boca, una semana idílica. Ilusa! Descerebrada! Dice mi voz interior.

Lo primero, comprar una maleta, que la última vez se me rompió por el camino (y la penúltima vez también). Me he comprado una maleta de cuatro ruedas y estoy encantada con ella, a ver si resiste el viaje y estaré más encantada todavía. Iba yo de la tienda a casa, empujando el carrito con una mano y empujando la maleta con la otra, e iba pensando Qué chollo! Con esto me voy yo al fin del mundo! Ilusa! Descerebrada! Insiste mi voz interior.

A Parrulín también le ha encantado la maleta, es rígida y morada, dice que el morado es ahora su color favorito y yo digo que es como para no perderla de vista! Y a Xoubiña ya es que es pasión por ella, lleva todo el fin de semana metiéndola del hall al salón y viceversa, igual hasta me ayuda alguno de los dos a llevarla por la estación! Ilusa! Descerebrada! Protesta mi voz interior.

Lo segundo, llenarla, lo dejo para esta tarde, aunque antes tengo que ir a la biblioteca a devolver unos libros y sacar otros, que la lectura es imprescindible en esta familia. Parrulín anda todo preocupado por si no tiene libros para leer allí. Está maquinando los libros y los juguetes que va a meter en la maleta. Ya hemos llegado a un acuerdo. Le doy una mochilita para él y la llena con lo que quiera, en la maleta sólo va ropa. Es asombroso cómo gestiona él solito este tema. Ya lo hemos hecho otras veces y es curioso ver lo que elige llevarse, el equilibrio que logra entre los juguetes y la lectura. Espero que de verdad no tenga que meter nada más en la maleta. Ilusa! Descerebrada! Señala mi voz interior.

Lo tercero, el viaje en sí. Nos vamos en tren, de noche, pero sentados. Porque coger un compartimento era carísimo y compartir literas con desconocidos como que no me apetece. A ver cómo se portan. Xoubiña no tiene billete, sólo seguro, por lo que irá en mis brazos todo el camino. No sé cómo lo llevarán (o lo llearemos), aunque supongo que tarde o temprano se dormirán (y me dormiré). Ahora que lo pienso, pero si ya me he ido yo con los dos toda la noche en bus! Esto tiene que ser más fácil! Que cuando me iba a bajar del bus Parrulín empezó a vomitar, tuve que dejarle la niña a un desconocido y nos bajamos los últimos y sacamos las maletas de milagro, porque el bus continuaba el camino. Fue horroroso aquel viaje. Este será mejor. ¿Y la vuelta? Estupenda también, en tren, de noche, sentados, y al llegar inmediatamente a currar y el niño al cole. Espero que sea un buen viaje. Ilusa! Descerebrada! Indica mi voz interior.

Lo cuarto, el tiempo. Pues ya lo he consultado, unos días lloverá un poquito y otros días lloverá un mogollón. Es su línea, vamos. Tenemos unas estupendas botas de chapotear Parrulín y yo, imprescindibles, y Xoubiña tiene un plástico de lluvia para el carrito. Pero yo no me fío mucho del hombre del tiempo y sigo pensando que igual nos sorprende un hermoso sol y un tiempo fabuloso. Ilusa! Descerebrada! Anuncia mi voz interior.

Ilusa! Descerebrada! Bueno, pues sí, así soy yo. Y así de pesada es mi voz interior, que mira que insiste e insiste pero para cabezota yo, e insisto e insisto en que todo va a salir bien, que el viaje va a ser estupendo, que los niños se van a portar super super bien como santos que (no) son y que además vamos a tener buen tiempo! Próximas noticias in itinere.


Mamá de Parrulín y de Xoubiña
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
Y feliz semana santa!

martes, 8 de abril de 2014

Semana de curso

La empresa me ha mandado a un curso. Y yo, encantada.  Todo lo que sea aprender me parece bien, todo dinero gastado en formación es dinero invertido. Además me está resultando muy interesante y estoy aprendiendo muchas cosas.

La semana pasada me llega un mail de mi jefa. Puedes hacer este curso? Yooooo? Sí, sí, sí! Eh... Espera un momento que incluye una tarde. Localizo canguro y te lo confirmo. Localizado y confirmado. A los pocos días me llega otro mail. Mira, que no puedes hacer el curso. "Los de arriba" (un ente maravilloso) lo han echado para atrás porque no estaba contemplando en los presupuestos del 2014. Ooooh! Bueno, pues he visto que te regalan un libro con la asistencia. Voy, y me lo compro.

Tres días después, otro mail. Que sí puedes hacer el curso que te lo han firmado. Yujuuu! Localizo canguro de nuevo. El día antes me llama la canguro, que le ha surgido algo y no puede. Vaya! Que no cunda el pánico. Acabo pidiendo el favor a una amiga de mi madre y solucionado. Qué complicada es a veces la logística de una madre!

Llega el día del curso, en la calle Serrano, de lo mejorcito de Madrid. El curso incluye un almuerzo de trabajo, con las ganas que tenía yo de ver tiendas (que no me puedo permitir) en el descanso de la comida! Pero nos llevan a un restaurante de lo mejorcito de Madrid y oye, que me quiten lo bailao.

El primer día de curso termina con la ponente haciendo énfasis en la autoconfianza. Y yo, que he pasado un buen día, en un curso muy interesante, en una zona muy bonita de Madrid, me voy al metro para ir a recoger a los niños con la autoconfianza bien alta.

Metro Colón, seis de la tarde, hay un asegurata de tamaño 2x2 en las escaleras. Me imagino que es porque Génova está cerca. Cuando quedan unos pocos escalones piso algo, me resbala el pie, visualizo a cámara lenta el guarrazo que me voy a dar, intento recuperar el paso pero no lo consigo y zas! Me caigo todo lo larga que soy, que no es mucho, en el pasillo del metro y mis apuntes y libros del curso caen un par de metros más lejos que yo.

El asegurata de tamaño 2x2 acude corriendo y dispuesto a levantarme como si fuera una grúa, otra chica acude corriendo a recoger mis cosas y quieren levantarme entre los dos. Esperad, esperad, no me levanteis que voy a hacer una evaluación de daños. Me duele la rodilla y el codo de un lado y el tobillo del otro, pero las lesiones no parecen graves. No me he hecho nada, les digo a la concurrencia. Seguro? Te duele algo? El ego. El qué? Jajaja! Por poner un punto de humor en el asunto, pero que no lo han entendido y sólo me faltaba tener que explicar el chiste. Nada, nada, que ya me levanto yo sola, gracias.

Renqueando me levanto, doy las gracias al público allí congregado y me voy poniendo cara de aquí no ha pasado nada pero deseando quedarme un ratito en el suelo llorando un poco y lamiendo mis heridas. Ya en el andén, para consolarme, voy pensando que menos mal que no me he roto nada, con mi marido de guardia, como para tener que irme corriendo a urgencias con dos churumbeles al hombro.

Recojo a los niños y me voy a casa otra vez en el metro. Parrulín me anima a correr para alcanzarlo. Correr yo? Quita, quita, ya vendrá otro. Correr hoy? Quita, quita, ya vendrá otro. Mira cariño no voy a correr porque he bajado las escaleras muy mal, me he caído y me he hecho daño. "Y dónde te has hecho daño?" En la rodilla, en el codo, en el tobillo y en la autoestima. "Eso te ha pasado por no tener cuidado" Di que sí, hijo, tú anímame. Esta vez no bajo rodando las escaleras peeero me empieza a doler una muela del juicio que me está saliendo.

Llego a casa, cada vez más coja, cada vez peor la muela peeero antes de nada los baños, la cena y dormir a los niños que mañana tengo que levantarlos más pronto de lo normal porque mi santo está de guardia y tengo que llevarlos yo al cole.

Cumplidas todas mis obligaciones maternales me dispongo a buscar mis necesidades medicinales. Seguro que con un ibuprofeno soluciono a la vez muela, rodilla y dolores varios, porque lo peor ha sido la rodilla. Vaya! Caducado en marzo. Bueno pues... paracetamol. Vaya! Caducado en febrero. En casa del herrero...

Aunque estaba dispuesta a tomarme el ibuprofeno caducado preferí esperar a que me llamara mi santo, por eso de lo incómodo que sería tener que irme corriendo a urgencias con dos churumbeles al hombro. Cuando me llama me recomienda tomarme el dalsy de la niña y me dice la dosis adecuada a mi tamaño. Me lo tomo, espero un ratito, ceno y me duermo.

Hoy por la mañana mis dolores múltiples se mantienen. Imagino que es buena señal que no hayan aumentado. El que no se consuela es porque no quiere. Dejo a los niños cada uno en su sitio y me voy a mi curso cojeando.

Antes de entrar voy a una farmacia y pido un espidifen, que recuerdo maravilloso para la muela y espero que haga algo también en todo lo demás. Sabor melocotón o sabor menta? Perdone? A que me he equivocado! No, que lo han hecho de sabores porque no estaba muy bueno. Ah, pues... melocotón por favor, como la mermelada. Es compatible con la lactancia? Juraría que si, pero vamos, por si acaso. La dependienta me dice que no, que si doy teta ajo y agua, con palabras más amables que estamos en la calle Serrano y eso se nota, que sólo paracetamol. Ah... Y cuánto dices que cuesta? 8€  Ah... Y el paracetamol de toda la vida? 2€  Adjudicado!

Y aquí está doña penas aguantando como puede sus dolores múltiples, deseando que estuviera mi madre para desahogarme y llorar un poco. Porque nadie consuela mejor que una madre, para qué nos vamos a engañar.

Y digo yo que si empezó así la semana... a ver cómo termina! Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

miércoles, 2 de abril de 2014

Un pato azul??!!





Huy, pero qué le ha pasado a mi pato???!!! Que se ha vuelto azul!!!!
Voy a investigar a ver qué le ha ocurrido al pobre, que se me ha salido de la gama cromática del blog…

Pato! Qué te ha pasado? No me contesta.
Pato! Pato, cariño... Pato, ven…

Hoy es el Día Mundial de la Conciencia sobre el Autismo.

Y yo, que no sé nada del autismo me pregunto… Pues no sé lo que me pregunto porque no conozco a nadie con autismo, no hay ninguno a mi alrededor, ni familiares, ni amigos, ni conocidos de conocidos… No. Tampoco conozco las características de un autista, ni su forma de pensar, ni su relación con el entorno… No. Me confieso una auténtica ignorante en lo que al autismo se refiere.

Sin embargo, hace muchos años que leo el blog de madrereciente, es quizá el primero que empecé a leer. Hasta que un día, de repente, desapareció, no escribía, no lo cerraba… Recuerdo haber pensado mucho en ella sin conocerla, haberme preocupado por ella, si estaría bien, si estaría bien su hijo y la pequeña que venía en camino…

Madre reciente es madre de un niño que tiene trastorno generalizado del desarrollo. Por ella, y por todos los demás, por la concienciación sobre este tema que afecta a 50.000 menores en España, que son muchísimos.

Hablando sobre los falsos mitos dice Madre reciente: Una de esas creencias, la que más duele, es la de que las personas con autismo no sienten, no aman, no sufren, desean estar aisladas en su propio mundo. Nada más falso. Por distintos que sean todos los individuos que están dentro del espectro autista, todos sienten, aman y sufren si se les condena a estar aislados.

Y yo, que no sé nada del autismo me pregunto… ¿cómo va a haber un ser humano que no sienta, que no ame, que no sufra? Es imposible. Es la última de las cuestiones que me plantearía.

Y yo, que no sé nada del autismo me pregunto… ¿cómo voy a unirme al Día Mundial de la Conciencia sobre el Autismo si no sé nada del autismo? Nada mejor que recurrir a los expertos. Nada mejor que dejaros esta imagen de Leonardo Caracol.


Y yo, que no sé nada del autismo me pregunto… ¿Qué tal si hoy te pintas también tú de azul?

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.