martes, 31 de mayo de 2011

Sueños

El sábado por la noche nos acostamos, cada uno en su cama y yo el domingo… amanecí en otra! Aclarando primero que Parrulín duerme en nuestra habitación por oírle mejor si se despierta, porque a veces duerme en nuestra cama y porque pide varios biberones de leche durante la noche. Y que su habitación (o su futura habitación) la usamos de cuarto de la plancha, por lo que su cama (o futura cama) está llena de ropa para planchar. Pues bien, resulta que me despierto en otra habitación y en otra cama porque me dá el sol en los ojos. (Lo primero que pienso es que menos mal que la otra habitación no es de la casa del vecino) Luego miro al suelo y estaba toda la ropa tirada por los suelos. Imagino que fui al baño y a la vuelta decidí tirar toda la ropa al suelo y dormir allí. No sé por qué extraño motivo porque cuando mi santo me molesta roncando o tosiendo o algo me voy al salón, he dormido más de una vez en el sofá, pero siempre sabiendo cómo había llegado hasta allí.
Me he acordado de varios episodios de sonambulismo cuando era pequeña. No muchos. Una vez fui a despertar a mi madre porque había un elefante rosa debajo de mi cama, y no era una pesadilla, porque estaba dormida aún.
Otra vez, y creo que esta fue la peor, me desperté en el despacho de mi padre leyendo la biblia. Debía de tener unos 10 años y el susto y el disgusto fueron grandísimos. Creí que eso era lo que decían “la llamada” y que Dios me estaba llamando para ser monja. Pero yo no quería! Pasé una temporada de angustia por eso. ¿Qué pasa si “te llama” y no vas? Luego se me fue olvidando y hoy me rio.
Íbamos a un campamento de inglés en verano en el que dormíamos en un gran edificio y una vez también aparecí en una cama que no era la mía, pero esto tiene más lógica porque el pasillo era inmenso y cuando fui al baño me podía haber confundido de habitación. Recuerdo que me despertó el grito de la chica de la litera de arriba, que de repente miró, vió a alguien en una cama que debía estar vacía y se llevó un susto horroroso!
De adulto sólo recuerdo una vez ya nacido Parrulín que me estaba vistiendo como con prisas y mi santo me preguntó dónde iba. ¿Cómo que a dónde voy? Pues a comprar una cuna, que se ha roto! Creo que tardó un rato en convencerme de que era un sueño.
Sonambulismos aparte, esta noche he soñado con un bebé de apenas unos días, que era mío y mamaba. Ha sido tan vivido que cuando me he despertado me dolían los pechos. Quizá ya me dolían y por eso lo soñé, quizá me dolían por el sueño sólo. Seguramente es obsesión, pero me encantaría que fuera premonición.
¿Y tú qué sueñas?
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

lunes, 30 de mayo de 2011

Sábado de cocina y paracetamol

El fin de semana empezó mal, hacía varios días que tosía y cuando recogí a Parrulín de la guarde no quiso merendar, andaba bastante ñoño y tenía ojitos de fiebre. Estaban a oscuras en su clase, porque había cine. Le ha encantado eso de apagar la luz para ver una peli! Por la noche hicimos cine y vimos Movida bajo el mar (porque la peli del cole tenía peces, tiburones y no sé que más y no era Nemo). Le gustó mucho. Efectivamente le empezó a subir la fiebre. Así que paracetamol y empezamos de nuevo con los aerosoles. Pobrecito mío, ya lo tiene como algo súper normal, “la medicina del humito” y no protesta ni se quita la mascarilla. Recuerdo las primeras veces que teníamos que ponerle otra mascarilla a Pocoyo y a mí también. Parecíamos extraterrestres todos.
Papá me dijo que nada de llevarle a clase de música, que ahí se mueve mucho y que a cocina tampoco. Al final, negociando, aceptó cocina siempre y cuando no tuviera fiebre por la mañana o se le hubiera bajado con el paracetamol.
Mi santo se levantó a las 8 para irse a trabajar, Parrulín le oyó y ya no hubo forma de que se quedara en la cama. Así que medicina, desayuno y a la calle. Aprovecho para ir a la tintorería a llevar los trajes de la comunión y una bolsa enorme de ropa para dar que la recogen allí mismo. Pero… tintorería cerrada por evento familiar. Otro que está de comunión, pensé! Y vuelta a casa con la bolsa que tanto pesaba. Volvimos a salir y al pasar por la peluquería quiso cortarse el pelo, pues perfecto. Salió más guapo aún que de costumbre y ya nos fuimos a clase de cocina. Cerquita de allí hay una tienda hábitat, y como nos sobraba tiempo entramos. Salimos de allí con un súper autobús londinense rojo, de dos pisos, con pasajeros, de madera, precioso, grandísimo… Pero en fin, como estaba malito, pues soy más facilona aún y la verdad es que mola un montón el autobús.
En la clase de cocina del baby deli estábamos solitos con la profe, que es encantadora. Hicimos una tarta! Cortando fruta y rellenando un vol au vent o volován. Estaba súper buena, pero el pequeñajo se negó a comerla, para variar. No me acordaba yo de los volovanes, están muy ricos y pegan tanto para dulce como para salado, caliente y frio. Una pena que el niño se negara. Cuando la profe le preguntaba decía que no le gustaba ni el plátano, ni las fresas, ni las cerezas… ¿Esta te gusta? “No” y lo come todos los días! Eso sí, lo de mezclar miel con zumo de limón para echárselo por encima a la tarta le encantó y pringó absolutamente todo, su tarta tenía al final más miel que frutas! Pero no importa, se la comió su santa madre! Y estaba riquísima!
La encantadora profe se llama Valentina, y aprovechando que estábamos solos estuve hablando con ella y del grupo de madres que tanta envidia me da del baby deli de Pozuelo. Es la misma Valentina de la que tan bien hablan mamá sin complejos  y mamá contra corriente  . Esta ha sido la segunda clase de cocina y aunque no he conseguido que se lo comiera tampoco, hemos disfrutado mucho y he aprendido de Valentina. El primer día quería Parrulín cortar sin ayuda, pero no sabe y además el cuchillo de madera corta muy poquito, Valentina me recomendó que le dijera “Sé que sabes hacerlo solo, pero es que me encaaanta ayudarte” para que el niño no se sienta mal cuando no sabe hacer algo y la verdad, que en estos quince días la he utilizado varias veces.
También es bloguera, y aunque en principio no me sonaba, resulta que yo he pasado muchas veces por su blog! cReCeR jUnToS cOn ArTe y no quería dejar pasar la oportunidad de recomendároslo, empezó hace poquito, pero está lleno de entradas muy interesantes, herramientas para solucionar problemas cotidianos y cuentos y juegos para compartir con los pequeños. Me ha encantado! Me lo he leído entero de cabo a rabo. He puesto un enlace también en mi lista de blogs. Recomienda por ejemplo esa frase que tanto he usado, enseña juegos para quitar el pañal, cómo llevar un duelo, los celos…
Nos fuimos a casa con las dos tartas pringosísimas y el autobús grandísimo, comió poquito al llegar a casa porque le estaba empezando la fiebre otra vez, medicina y a la camita. Dormimos juntitos una siesta larguísima que nos vino genial a los dos para reponer fuerzas y cuando se despertó nos fuimos al parque, jugamos un rato tranquilitos y enseguida empezamos con la rutina baño-cena-aerosoles-cuento-camita. Eso sí, la cena con cine incluido! Vimos El espantatiburones, (porque la peli del cole tenía peces, tiburones y no sé que más y no era Nemo). Está bien la peli, pero eso de que le doble la voz el portero de Aquí no hay quien viva, se me hace un poco extraño. Al niño le daba igual, claro. Le gustó la peli. Si apagamos la luz, dice que es cine, y se queda tranquilito viendo la peli, mientras que con la luz encendida al rato ya está entreteniéndose con cualquier otra cosa. Me preguntaba “¿En este cine se puede hablar?” Claro, mi amor, lo que quieras. Ja, ja! Y no paraba!
Lo malo fue cuando llegó mi santo, que le dio un poco de ventolín para la tos que le aceleró de tal forma que no se durmió hasta la 1. Teníais que haberlo visto en plan el exorcista “ulululú, ulululú” a gritos, corriendo por toda la casa. Digo, qué haces? Y me responde “Es que soy un pavo con prisa” Ja, ja, ja! Nos partíamos de risa los dos. Pero costó bastante relajarlo.
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

viernes, 27 de mayo de 2011

Planes para dos

Este sábado volvemos a quedarnos solitos Parrulín y yo, mi santo está de guardia todo el día. Lo bueno es que viene a dormir, lo malo, que curra de 10 a 10 y saldrá agotado y cuando llegue el niño ya estará dormido. Buuu…. La verdad es que no nos podemos quejar pues la última fue el 19 de marzo (a mala leche, coincidiendo con el día del padre).
En fin, que según la hora a la que se levante Parrulín iremos o no a clase de música en el BabyDeli, que es a las 11, yo cruzaré los dedos para no ir, porque eso significará que ha dormido hasta tarde y a mí me hace mucha falta. Iremos casi seguro a clase de cocina que es en el mismo sitio a las 12:15. Está encantado con sus clases de cocina, me lo pide todos los días. Hemos hecho un trato y dice que se va a comer lo que cocine, pero no lo tengo yo muy claro. De momento, por ser la segunda clase, creo que entraré con él, pero dentro de poco ya podré tener 45 minutos para mí solita los sábados por la mañana. Yuju!!!
Después ya veremos si me apetece hacer la comida o bien me lo llevo a un burger como hicimos en la última guardia, que fue la primera (y única) vez que lo llevé, le encantó y se comió los nuggets fenomenal. Y a casita a dormir la siesta que ya estaremos agotados los dos.
Por la tarde me temo que lloverá, pero siempre podemos ir al parque de bolas que hay cerca de casa, que también me lo pide muy a menudo. Le encanta. A mí me gusta verlo disfrutar y cansarse, mientras yo temo por su vida y por su cuello y tengo que entrar a rescatarlo cada vez que se queda atascado. Lo fenomenal de este parque es que si el niño es pequeño la mamá o el papá pueden entrar con él. En el parque del pueblo se supone que no podían entrar pero… Parrulín se quedaba atascado en la segunda plataforma, subía a la primera, subía a la segunda y ahí se quedaba, porque no era capaz de subir a la tercera donde empezaba el tobogán y le daba miedo bajar a la primera. Así que mirando de reojo al dueño por si me echaba la bronca, tenía que entrar reptando en el castillo y conseguir llegar a la plataforma a salvar al niño. ¿Qué cuantas veces me ocurrió? Pues… unas 10 o 12. Cada tarde. El segundo de los problemas que se nos presentaba era que una vez arriba el niño tiraba unas pelotas por el tobogán, pero de bajar ni hablar, y ahí ya no podía yo llegar de ninguna de las maneras y me pasaba la tarde intentando convencerlo para que se tirara o diciéndole a otro niño que convenciera al mío.
En el parque de bolas de aquí también tengo que entrar a veces a rescatarlo, que tiene las mismas o parecidas plataformas y le ocurre lo mismo. Pero digamos que el acceso para padres es más sencillo y ya no tengo que reptar como en el otro. No sé si le pesa el culo o si tiene poca fuerza en los brazos, o si es un cagao, o si todo junto. Pero llega un momento en el que no va ni para delante ni para atrás. Y siguiendo las órdenes de nuestro querido amigo de Drew, el tal Murphy (mira, como la cerveza!) el lugar en el que se atasque el niño ocupará siempre la posición más inaccesible para los padres. En este parque el segundo piso también es accesible para padres, así que no hay problema. Menos mal que a veces hay niños un poco mayores que él que intentan ayudarlo. Hay niños buenísimos, otros que pasan, pero la mayoría intenta ayudarlo. Eso sí, lo intentan una vez y si no pueden ya se olvidan del niño totalmente el resto de la tarde, pero lo que importa es la intención.
Y después alargaremos el post baño, que es mi momento preferido del día, cuando después de bañar lo llevo a nuestra cama para vestirlo y nos abrazamos, nos damos besos, nos damos caricias, saltamos, jugamos… Le he enseñado a jugar al baloncesto con una pelota de peluche y hay que hacer canasta en su cuna, la desproporción es tan grande que acierta siempre y se pone contentísimo, “canasta, tres puntos colega” y chocamos las manos. Como mamá es un poco tramposilla cada vez que mete canasta él se lleva tres puntos pero yo me llevo tres besos! Cualquier excusa es buena para que me dé besos. Es un niño muy cariñoso, pero siempre quiero más. Y si yo fallo al intentar canasta (que es realmente difícil fallar incluso a propósito) se muere de risa y se pone muy contento.
Pensando en los planes ya me he quedado agotada, espero que a él le ocurra lo mismo y se duerma prontito… Ya os contaré cómo salió.
Y hoy por ser viernes tenemos el recopilatorio de un par de frases de Parrulín:
Estaba llenando la bañera y él sacó la manguera de la ducha para dejarla en el suelo. En un par de minutos que tardé en darme cuenta estaba inundado el baño. “Parrulín, estoy muy enfadada” y me responde “Ya lo veo, pues yo no. Menos mal!” y yo no sabía si reírme o ahogarlo.
Se empeñaba en hacer no se qué, que ya no recuerdo, pero eso que le dices mil veces que no. “Parrulín, cuando mamá dice que no , es que no” y me responde “Pues cuando papá dice que no, es que si” y como ví que tenía razón pues ahí si que me eché unas risas.
El lunes más. Buen fin de semana!
Sean buen@s y felices!

jueves, 26 de mayo de 2011

Talento y sentimiento

De la mano de Annie he recibido un nuevo premio! Lo primero pedir disculpas por no haberme enterado, pero he estado casi ausente esta última semana.
Me gusta el nombre de este premio, Talento y Sentimiento.

Como todas las manzanas, este premio conlleva responder a unas preguntas-trampa para conocernos un poco mejor:
1-¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de físicamente de ti?
Pues la verdad es que soy una de esas chicas “del montón” aunque me suena fatal esa expresión. Pero soy alegre y optimista, así que creo que la gente se siente a gusto conmigo por mi carácter. No tengo algo que sea lo que más me gusta. Sí tengo lo que no me gusta y es un dedo del pie! Ja, ja! Es más grande que el del otro pie, me rompe todas las medias, los zapatos, todo! Mil veces he pensado en cortármelo!
2-¿Eres de ahorrar o de gastar?
Uf! De gastar, seguro! Soy compradora compulsiva en muchas ocasiones. Mi hijo me pide un regalo casi todos los días, salió a mí.
3-¿A qué te dedicas o te has dedicado profesionalmente?
Pues soy arquitecta y la verdad que nunca me he dedicado a ninguna otra cosa salvo dar clases particulares durante la carrera o así. Estuve un par de años en un estudio pequeñito de becaria mientras terminaba la carrera, luego otro par de años de becaria en una gran empresa mientras hacía el proyecto fin de carrera y me cogieron de arquitecta cuando terminé la carrera, hace ya seis años (creo, ya pierdo la cuenta)
¿Ya no hay más preguntas? Pues no era tan complicado esta vez!
Le concedo este premio a…. tan, ta, ta, chan! MAMA DE UN BEBOTE!
Toma ya reina! Por ser mi seguidora number one, por su talento y por saber que cada vez que publica una entrada me voy a echar unas risas con ella. MUA!
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cicatrices de batalla

Empiezo contando que ni me he leído ningún libro de Harry Potter ni he visto una peli ni nada, pero sé por haber visto anuncios que tiene una cicatriz. Parrulín también, aunque no tan grande (gracias a Dios). En la comunión del sábado, mientras jugaban en el castillo inflable, más de uno se llevó un coscorrón. Al terminar algún primo mío me dice que mi hijo también se ha llevado un golpe, que tiene un arañazo, miro a ver y el supuesto arañazo es una cicatriz que tiene de una brecha. Un poco más arriba de la ceja derecha. Y comentan varios primos “Anda, como Harry Potter!”
En honor a MdB y para que se tranquilice un poco, os contaré cómo fue el “día del golpe grandísimo”.
Tenía Parrulín unos dos años y medio. Estábamos en casa de mi madre por la tarde. Yo estaba sentada en una silla y Parrulín no recuerdo qué hacía, pero vino hacia mí andando, no corriendo, y antes de llegar tropieza con sus propios pies y se cae dándose con la cabeza contra la silla de madera en la que yo estaba sentada, justo entre mis piernas. Suena PA! Y yo digo OSTIAAAAA! Le cojo en brazos, me lo llevo al baño corriendo y aprieto fuerte con una toalla en la frente durante varios minutos.
Yo voy siempre descalza en casa, en unos minutos y pensando ya lo peor le doy a mi madre la toalla “no dejes de apretar en ningún momento, ni levantes para ver qué se ha hecho” y me calzo rápidamente para salir corriendo al hospital. Vuelvo al baño y como habían pasado ya más de diez minutos me atrevo a levantar la toalla, ver si sangra, y si se ha dado en el ojo o qué porque había sido todo tan rápido que no lo había visto en realidad. En fin, que ya no sangra y tiene un corte feo encima de la ceja. Pero como ya no sangra no sé qué hacer, si llevármelo o no. Así que llamo a mi marido que estaba trabajando.
Todo seguido y sin respirar le digo “Mira cariño, Parrulín se ha caído y se ha dado un golpe que no sé si estoy siendo una madre histérica porque he apretado varios minutos con la toalla y ya no sangra pero creo que necesita puntos. No ha vomitado ni se ha desmayado. ¿Qué hago?” y mi santo esposo me dice con toda la tranquilidad del mundo “Estaba esperando una llamada de estas en cualquier momento, todos los niños se hacen brechas, vete al hospital por si acaso, te corresponde Tal , nos vemos allí”
Yo sabía la teoría, para cualquier herida taponar unos diez minutos y por aparatoso que sea parará (a no ser claro, que se haya cortado un pie con un hacha y necesite un torniquete, pero no era el caso). Pero me desmayo en cuanto veo sangre, recuerdo haberme desmayado por ver a mi padre hacerse una prueba de azúcar, que sólo es sacar una gotita del dedo. Y sé también que si hay daño cerebral vomitas, te desmayas o tienes convulsiones. Sabía que mi santo me lo iba a preguntar, así que por eso se lo dije todo junto.
Cojo al niño en brazos, apretando con mi barbilla la toalla en la frente del niño, 17 kilos de niño, y salgo corriendo con mi madre a coger un taxi. Bajo al portal y le digo al portero que pare un taxi inmediatamente, muy amable el hombre y algo asustado lo para, nos subimos y vamos al hospital que está a unas tres o cuatro manzanas, pero no íbamos a ir con el niño en brazos. Ha sido todo tan rápido que no le dio ni tiempo a llorar al pobre, sólo sacaba morritos y decía “Mamá, me duele…” mientras yo le decía que íbamos a que le curaran y le daba besos, pero se me caían unos lagrimones…
Aunque ya no sangra yo me empeño en seguir apretando la toalla, no sé por qué, quizá para que no duela o no sé. Llegamos al hospital, me bajo del taxi mientras mi madre paga y entro en urgencias pediátricas. Una enfermera muy amable lo primero que me dice es Mamá, te vas a desmayar? (Qué cara llevaría) Digo ahora mismo no, quizá después. Pasamos a un box y ponemos al niño en la camilla, le mira “esto no es nada”, le abre la herida que ya no sangraba con los dedos y se pone a sangrar otra vez, “voy a avisar al cirujano”, viene el cirujano pero en plan de visita, “a ver qué es este, labio, ceja o barbilla?”, lo mira “esto no es nada”, le abre la herida que ya no sangraba con los dedos y se pone a sangrar otra vez, “ahora vuelvo”.
Yo pensando que como venga otro y le vuelva a abrir la herida le abro yo la cabeza de una patada. Qué manía! Es como cuando dice un médico ¿te duele ahí? y te incrusta el dedo. Si no me dolía antes, ahora ya seguro que me duele ¡capullo!
Total, que vuelve el cirujano acompañado de tres enfermeras. Parrulín está un poco asombrado por todo y no ha llorado nada de nada. De vez en cuando un “Mamá, me duele…” pero nada más. Me preguntan si me quiero quedar mientras le cosen y les digo que si no es imprescindible prefiero esperar fuera, que me voy a desmayar. Ven al niño tranquilo y me dicen que me vaya, que si me necesitan me llaman. Le pusieron anestesia con mascarilla, pero imagino que debía de ser muy poca porque no paró de hablar con todo el mundo y no se le veía atontado ni nada. Tal vez después le pincharon anestesia local, pero no lo sé. Le dieron tres puntos mientras mi adorado niño les contaba el cuento de la ratita presumida que lo acababa de aprender y se lo sabe en plan poesía de la guardería. Las enfermeras encantadas, qué niño más lindo, qué bueno es, qué gracioso, qué bonito cuento… Le tapan la herida con una gasita y esparadrapo y me dicen que si le duele paracetamol e ibuprofeno. Y sale contándome que había una mosca allí (imagino que notaría algún pinchacillo con los puntos y que algo le dijeron de una mosca) y el cirujano se despide chocando la mano y diciéndole “Tres puntos colega!” Y nos vamos.
¿Quién falta? Pues papá, le llamo, le digo que hemos terminado y le han dado tres puntos y me dice que está en un atasco, que nos vemos en casa. Así que nos fuimos para casa. En cuanto le vi me eché a llorar diciéndole que lo sentía mucho, que no había sido mi culpa, que no me había descuidado… Y él súper tranquilo, que estas cosas pasan y que no me preocupe tanto que sólo son unos puntos. Entre que es médico y que ellos son 7 hermanos que las han hecho de todos los colores de pequeños, pues lo ve todo tan normal. Chico, pues será muy normal, pero vamos que ni mis hermanos ni yo nos hicimos una brecha jamás, no sé si éramos muy buenos o si no nos dejaban hacer nada.
Lo rápido que fue todo que a pesar de haber necesitado 3 puntos, no se manchó la ropa de sangre! Yo me quedé más tranquila de ver que al menos sé reaccionar y que si no hay más remedio que hacerlo consigo no desmayarme. Que aunque sabía la teoría luego podía aplicarla sin perder el conocimiento ni los nervios. En fin, como es chico, algo tiene que contar, no me preocupa su cicatriz. El susto me duró varios días y el remordimiento de si podría haber hecho algo también, pero los niños son imprevisibles y… así es la vida!
Ese día es recordado como el “día del golpe grandísimo”, cada vez que le preguntan por su herida dice “tres puntos, colega” muy orgulloso e incluso un par de veces ha comentado “Cuando me dí el golpe grandísimo mamá dijo OSTIAAAA” Cada día se le nota menos la cicatriz, pero supongo que se le notará siempre.
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

martes, 24 de mayo de 2011

Domingo de picnic, cremalleras rotas y elecciones

Amanecimos el domingo y habíamos quedado para comer en el retiro con unos amigos y sus hijos, cuatro niños en total, todos más pequeños que el mío. Parrulín se despierta, lo metemos en cama, intentamos convencerle de que se duerma un ratito más con nosotros, pero no fue posible. Así que nos levantamos, vamos al baño y le veo la cara. Ay Dios mío qué susto! Toda la cara llena de sangre, el pelo, la camisa con la que había dormido… (Si, la de lino blanco que había sobrevivido a una comunión) Casi me da algo al verle la cara. Le limpié todo y le había sangrado la nariz durante la noche, no se había dado cuenta, por lo que se había restregado toda la cara con la sangre. Menos mal que no era nada! Pero vaya susto me llevé!
Por cierto, que esta mañana me lo he encontrado en las mismas condiciones, pero estaba dormido y no lo he querido despertar, que se las apañe su padre cuando se levante. Tengo que comprar un humidificador YA.
“Ni de loca” pensaba lavar y planchar la camisa de lino blanca, así que me da igual, a la tintorería y punto. (Tenía mi madre una asistenta rumana que siempre decía “ni de loca”)
Hacemos juntos los sándwiches, nos vestimos y nos vamos al retiro. Yo llevo un bonito vestido campestre, largo, lleno de flores, y una chaqueta de manga corta. Cambio mi bolso de todos los días por uno tipo mochila que pensé que sería más cómodo porque entre comida, bebida y por-si-acasos llevaba dos bolsas de supermercado. Lo primero, que no perdono pase lo que pase, tomar un café, pues cuando voy a pagar se estropea la cremallera del bolso y ya no cierra. Mala suerte. En fin, qué se le va a hacer, pues ahora además de las dos bolsas, mi mochila en la mano y Parrulín de la mano también.
Los patos, como siempre le encantaron. La bolsa de palomitas y de gusanitos que llevábamos la comieron a medias. Después de acercarnos a los patos por n vez me dice “Vaya día nos están dando los patos, eh mamá?” Como si fueran ellos los que nos llamaban constantemente y no él el que se acercaba todo el rato. Las palomas tenían más hambre que los patos, eso estaba claro, y las tortugas muy aburridas, sólo tomaban el sol y no comían gusanitos ni nada, le decepcionó un poco. Y los peces, pues decía que eran tiburones, que son grandes pero no tanto.
En el retiro entre perseguirle, impedir que se tirara al lago de los patos y demás aventuras me muero de calor, me quito la chaqueta y… se me rompe la cremallera del vestido, entera, toda la espalda abierta de arriba abajo. Será posible qué me pasa hoy con las cremalleras! Vuelta a ponerme la chaqueta y todo el día con ella puesta, asfixiada y muerta de calor! Mal día para las cremalleras.
Comer, comió entre poco y mal, pero claro, entre el millón de gusanitos y que había demasiadas distracciones ya me he dado cuenta que el retiro no es un buen sitio para llevar al niño a comer. Al final, para que durmiera la siesta y porque voto allí cerca nos fuimos a casa de mi madre. Durmió, merendó y fuimos a votar.
Eran las 7:40 y cerraban a las 8:00. Le había explicado por el camino que ir a votar es elegir entre todos quién va a ser el jefe. Tenía preparado la papeleta del censo y los dos votos pero… lo olvidé en el otro bolso. Así que tuve que hacerlo todo desde cero. (Recuerdo: vestido roto, dos bolsas en una mano, bolso roto en la otra y Parrulín de la mano también) Primero se empeña en que coja una papeleta de un partido de esos desconocidos que no sé ni quiénes son, y yo, no, cariño, que a esos no los conozco, vamos a votar a este. Le convenzo y vamos a la mesa. Ponía que allí votaba mi calle del número 73 al 96. Yo vivo en el 78. Hago la cola y luego resulta que sólo eran impares. Bueno, pues a buscar la otra mesa. Llegamos a la otra mesa (7:50) y una cola tremenda. Cuando por fin votamos (por los pelos) Parrulín le cuenta a la Presidenta de la mesa “Esto es para elegir quién es el jefe” y la Presidenta, pues si, guapo, para eso es. Y Parrulín “Pues yo quiero que el jefe sea… papá!” Las risas de toda la mesa fueron considerables, luego me quedé pensando: Ay Dios mío, espero que no crean que es hijo de Gallardón…
Y terminamos el día cambiándome de vestido y saliendo a una terracita, tomando unas cervecitas los papás y patatas fritas el nené, los tres juntos. Para relajarme un poco del fin de semana tan agotador que tenía encima. Un poco de paz, buena compañía y un marido que perseguía al niño cuando se levantaba mientras yo me tomaba mi cerveza fresquita tranquilamente, que bien merecido lo tenía. Qué placer!
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

lunes, 23 de mayo de 2011

De comunión

El sábado fuimos de comunión, ¿cómo iba el niño? pues guapo, guapo, guapísimo. Empecé la mañana con problemas para la peluquería, ingenua de mí pensaba que eso de pedir hora era más de la carnicería que de la peluquería, así que en la mía no podían peinarme, las demás llenas también, me acerqué a la peluquería de los chinos y había más de 20 personas esperando. Uf! Pues nada, se me acaba el tiempo, me voy a tomar un café y me plancho el pelo en casa. Según iba al café pasé por delante de otra peluquería que por fuera está demasiado bien puesta y tiene una pinta de cara terrible. Anda! Está vacía, pues pa’dentro, que me cobren lo que quieran, que un día es un día. Para mi sorpresa el trato fue estupendo, el precio también, y me preguntaron mucho por el niño. Yo no los conocía de nada, pero ante la pregunta de cuántos años tiene ya tu niño, imagino que ellos sí me conocerían a mí, misterios de la vida (o niño famoso). Salgo a tiempo y prueba superada! Visto al niño y nos vamos.
En la iglesia se portó super bien, estuvo muy calladito durante toda la ceremonia, aunque quieto no, pero eso era mucho pedir. Cuando cantaban canciones se ponía en medio del pasillo y bailaba. Estuvo todo el rato entrando y saliendo del confesionario (espero que no sea una premonición) porque decía que era una casita, con la compañía de un niño de su edad e igual de trasto al que su abuela había abandonado en mis manos. ¿Te vas a quedar aquí? Mmmmm, pues sí, claro, si te parece dejo al niño solo y que desmonte el chiringuito. Vale, pues échale un ojo a mi nieto también. Si señora, a sus ordenes! Flipo con la gente, de verdad. Esto de que desconocidos abandonen al niño en mis manos empieza a convertirse en una costumbre.
No teníamos transporte para ir a la celebración, mi hermana y su marido tampoco, así que yo me fui con unos primos y mi hermana con otros. Me fui con los buenos. Tenían una niña de unos 8 años que le dejó a Parrulín su asiento elevador porque a ella en realidad ya no le hace falta que es muy alta para su edad, un encanto la niña. Y mis primos además sabían llegar perfectamente al lugar de la celebración. Mi hermana y otro coche de otros primos llegaron una hora y cuarto más tarde porque el GPS les llevaba a un cementerio, y claro, allí no era, ja, ja. Un poco más y llegan al postre.
Los niños comían todos juntos en una mesa grande, Parrulín comió solito y fenomenal. Se portó genial durante toda la comida. Entre el primer plato y el segundo los niños se empezaron a levantar y a salir corriendo, y el mío y dos niñas permanecían en la mesa. Me acerqué a ellos y les felicité por estar sentados ya que nadie les había dado permiso para levantarse. Al cabo de un ratito vuelvo a mirar y me encuentro al pobre santo de Parrulín solito en la mesa. ¿Qué haces solito? “Pues es que no me has dado permiso para levantarme” Ay, pobrecito mío, si es un santo. Vaya madre que le ha tocado al pobre Parrulín! Me lo comí a besos, le di permiso y hasta le perdoné la carne del segundo plato que ya no quería. Remordimientos de conciencia, no creo ser una madre dura, pero verle sentado solito me partió el alma.
Después del café y justo a tiempo antes de que los niños volvieran locos a todos los adultos de tanto ir de acá para allá, nos avisaron que habían puesto un castillo inflable en el parking, así que me perdí el champan y el orujo y estuve con los niños en el castillo. Lo pasó fenomenal saltando sin parar y cayéndose sin parar. Lo malo es que eran demasiados niños y los mayorcitos muy brutos. Y como eran mayorcitos pues los padres estaban con el orujo y los padres de los pequeños teníamos que llamarles la atención para que no se abrieran la cabeza ni se la abrieran a nuestros hijos. Pero estuvo muy bien y fue muy divertido. Hubo un momento en el que, agotado, se tumbó en el suelo del castillo y decidió que se iba a dormir la siesta allí, pero un pisotón de un primo le convenció de que tumbarse allí no era buena idea.
Volteretas también hubo. (Que si, que sé que lo estabais esperando, si ya nos conocemos) Pero en el césped tumbado, giraba hacia un lado y hacia el otro y decía “Mira mamá, volteretas!” y yo encantada de que la cabeza se quedara en su sitio y no corriera peligro su cuello.
Mi amable primo nos dejó en casa de mi suegra para la merienda familiar de todos los sábados y cuando por fin volvíamos a casa se quedó dormido en el coche. Lo subimos en brazos, le quitamos el pantalón, le pusimos un pañal y con camisa elegante y todo lo metimos en la cama para que no se despertara. Estaba agotado el pobre, había sido un día muy largo y había corrido y saltado muchísimo.
El plan del domingo era ir a comer al retiro de picnic con unos amigos y un montón de niños, pero eso nos da para otra entrada, así que aquí os dejo al niño durmiendo con su camisa blanca de lino que alguna mancha tenía, pero superó la prueba muy bien. Ya veréis como despertó.
Mañana más.
Sean buen@s y felices!
PD Me voy al cole, hoy sí es 23!!! A ver qué pasa.

Lo prometido es deuda

Pues como lo prometido es deuda y tenía que haber publicado esto hace unos días, allá van mis premios y las respuestas a unas preguntas que son la pera.


1º Si pudieras elegir con quien salir, con quien lo harías ¿con tu pareja/marido/novio/churri/ lo que sea, o con tus amigas?
Pues... en realidad eso con niño es difícil, si por fin un día me decidiera a dejarlo a dormir con mi madre, saldría con mi marido, SOLOS, a cenar en un sitio rico, a emborracharnos ligeramente, pasar un buen rato Y DORMIR HASTA LA HORA DE COMER. Alguna vez he salido con mis amigas, pero eso de volver pronto, llegar a casa sin hacer ruido y tener que madrugar al día siguiente… para eso prefiero quedarme, la verdad.
2º Venga va, cuéntanos un secreto, algo que nadie sepa, o muy poca gente, ok?
Shhh… no lo sabe la familia ni lo saben la mayoría de mis amigas, así que no lo contéis, eh? Lo voy a decir bajito por si acaso me oye alguien. Tengo un blog!
3º ¿Alguna vez te has arrepentido de algo? ¿Dinos el que y por qué?
Creo que soy más de arrepentirme de lo que no he hecho que de lo que hice, no hago daño a nadie conscientemente y siempre he sido el prototipo de niña buena. Ahora que soy madre me arrepiento quizá de habérselo hecho pasar mal a mi madre alguna vez en la adolescencia, algún disgusto o una mala contestación… nada grave tampoco.
4º ¿Que es lo mas asqueroso que te has comido y por qué?
Hace muchos, pero muchos años, salía con un chico que era muy especialito para comer, no comía casi de nada. Yo como prácticamente de todo, pero como a todo el mundo hay cosas que no me gustan. Odio los espárragos y las alcachofas. Nos fuimos un fin de semana con su familia a La Rioja y nos pusieron espárragos para aburrir, desayuno, comida y cena. Al chico “especialito” siempre le hacían comida especial, pero a mí me daba vergüenza (y además me parecía de mala educación) decir que no los soportaba. Debí comer unos 40 en dos días. Nunca jamás he vuelto a probarlos!
5º ¿Sientes envidia, o no gastas de eso?, y si es que si, ¿de qué o quién y por qué?
Tengo envidia, de la sana y de la no sana también, depende de cómo me caiga la persona en cuestión. Algo que se está convirtiendo en una obsesión es que me rodean las embarazadas y tengo una envidia (sana) grandísima, a ver cuando me toca a mí! Y cuando veo que tienen muchos hijos pequeños todos seguidos. Me hubiera encantado! Envidia de la mala, de algunos hijos-de-puta que lo tienen todo en esta vida sin habérselo currado, sin agradecer nada y pisando a los demás. Mi madre suele decir que todo el mundo tiene al final lo que merece, pero no estoy de acuerdo para nada.
6º ¿Tienes o has tenido algún vicio del que no te sientes orgullosa?
He tenido y tengo un millón de vicios y se podría decir que casi ninguno es bueno, por lo que no sabría cómo responder a esta pregunta. Pasopalabra.
7º¿Alguna vez te has emborrachado, llegado a casa, puesto el pijama y metido en la cama sin saber cómo?
Uf! Demasiadas. Otra época, la juventud, ya sabes.
Y mi lista de top seguidores, que me comentan mucho y me hace muchísima ilusión son los siguientes:
Para vosotras mi agradecimiento SIEMPRE por vuestros comentarios y este premio, si no lo tenéis ya.
Luego os cuento el fin de semana, que dio para mucho.
Sean buen@s y felices!

jueves, 19 de mayo de 2011

Músicos en el metro

Todos los días vamos en metro y todos los días sucede algo que contar, es una fuente inagotable de anécdotas. Habla con todo el mundo, canta, baila, cede el asiento… En fin, que cada día es una aventura.
Ayer había un músico en el vestíbulo, con un saxofón, era la primera vez que veíamos un músico con saxo. Bueno, para qué quieres más, con lo que le gusta a Parrulín la música ya sabía yo que iba directo. Se acercó a él y el chico le empieza a hablar: Yo te conozco, eres Parrulín (bueno, su nombre real), y sé que tocas el bajo con tu tío. Con una púa. ¿A qué si? Yo flipando y mientras Parrulín intentando que le dejara soplar. Dice el chico: Lo que pasa es que te conozco de otra estación, de un día que estaba yo con una guitarra. Ah! Menos mal, no era un espía, ni vidente, ni nada raro, ya estaba mosqueada. Es sólo que Parrulín ya había estado intentando que le dejara tocar una guitarra eléctrica, estuvo hablando del bajo de mi hermano y se había acordado de él. Pues estuvimos casi 20 minutos tocando el saxofón en el metro. Sopla que te sopla y feliz de la vida el niño. Y venga a pedirme dinero para que le echara!
Cuando acabé mis monedas y conseguimos marcharnos, en el vagón del metro entra un tío con un arpa. Si, un arpa, y no era para tocar ni para pedir dinero ni nada, sólo para transportarla, qué cosa más rara, con lo que ocupa y pesa el arpa. Cualquier día vemos uno con piano de cola. Parrulín alucinado, se le acerca, le pregunta si puede tocar, el otro le dice que sí y casi lo tuve que sacar a rastras cuando llegamos a nuestra parada, no se quería bajar ni loco. Había descubierto la diferencia entre la cuerda más grave “suena como un elefante” y la cuerda más aguda “parece una hormiguita”.
Es increíble cómo le gusta la música. Yo no tengo ni oído, ni cultura musical, ni toco ningún instrumento, ni nada de nada. Recuerdo un día que había dos chicas, un violín y un violonchelo, se le acerca y le dice “Eso es una viola de gamba” y la chica: No, parecido, también tengo una viola, pero esto es un violonchelo. Y le dice el crío: “Pues otro día vienes con la viola”, se da media vuelta y se va. Se morían de risa las dos. Les extrañó muchísimo que un niño tan pequeño supiera de tantos instrumentos.
También le he enseñado que tiene que ceder el sitio a las personas mayores y tengan la edad que tengan le pregunta si se quieren sentar. Normalmente es gente joven, se ríen y le dicen que no. Como vio que hacía reír a la gente empezó de broma a preguntar también a todos los que estaban sentados si querían sentarse en su sitio. Todos se rieron. Y cuando terminó con el último me dice “Mamá, ¿sabes? esto es todo un cuento chino” En la vida le había oído esa expresión! Aprende a una velocidad tremenda, y usa las frases hechas en el momento adecuado, además. ¿Quién te ha enseñado eso? “Pues la abuela” Ah! Es verdad que la abuela a veces usa esa expresión.
Es un niño asombroso, entre lo guapo que es, lo que habla, lo que sabe, lo simpático que es… se queda con todo el mundo, charla con todos, todos se ríen con él. Hasta la gente a la que riñe! Porque si ve alguien que cruza en rojo le echa la bronca “Chico, has cruzado fatal, cuando está en rojo no puedes cruzar, que te pilla un coche” lo hace con una gracia, como si el chico no lo supiera perfectamente y él se lo tuviera que explicar con paciencia. Se ríen también y le suelen decir que no se han dado cuenta aunque sea mentira. “Bueno, pues no lo vuelvas a hacer”
Cada vez con más personas pierdo mi identidad y me convierto en mamá de parrulín, y yo tan orgullosa, tengo un hijo maravilloso. Es lo mejor que me ha pasado nunca y doy gracias a la vida todos los días por ello. Gracias a la vida que me ha dado tanto. Y os dejo con esta hermosa canción: http://www.youtube.com/watch?feature=youtube_gdata_player&v=WyOJ-A5iv5I  Qué grande Mercedes Sosa!
Sean buen@s y felices!

miércoles, 18 de mayo de 2011

De colegios, peras y manzanas

El lunes me pasé por el cole a ver las listas definitivas, que salían el 23. Pero… el lunes no era 23, me adelanté una semana. Estuve hablando con la secretaria y me dijo lo mismo que me había dicho la vez pasada, que los niños que tenían los puntos mal sumados y reclamaran, podían superar al mío y hacer que se quede fuera. De hecho, matemáticamente ya está fuera, aunque hasta el 23 me queda una poquita esperanza. Y yo me pregunto cómo es posible que tan sólo cinco niños tengan 4 puntos. ¿Todos los demás tienen hermanos/alergias/padres separados/antiguos alumnos? Se me hace muy difícil de creer, ciertamente. No sé de dónde saca los puntos la gente. En la jornada de puertas abiertas me dijeron que con 4 puntos entraba seguro, que nunca se habían quedado fuera niños con 4 puntos. Pues este año sí, también es casualidad. En fin, que me queda la pequeñita esperanza hasta el 23 pero no va a entrar.
Espero que al menos le toque el cole nº2. Las únicas ventajas que le veo a este cole es que van alguno de sus amigos de la guardería y que haga el tiempo que haga salen al patio porque es cubierto, mientras que en el otro no podían salir si llovía. Es poca ventaja comparado con el otro. Pero siempre puedo intentarlo el año que viene, no? El que no se consuela es porque no quiere. En realidad todo son ideas preconcebidas, puesto que todo depende de cómo sea el profesor@ que le toque, que puede ser bueno o malo, sin que tenga nada que ver con las directrices generales del centro.
Y en otro orden de cosas, que estoy muy liada y muy estresada, hasta la semana que viene no me podré conectar todo lo que quisiera. No podré comentar ni publicar mucho. Pediros disculpas por esta pequeña parada pero la situación lo requiere. El martes volverá todo a la normalidad. De momento tengo tantas cosas que hacer que a veces tengo que recordarme seguir respirando. Al menos en cuanto salgo de trabajar se me olvida todo! Es un alivio saber desconectar, la verdad.
He recibido dos premios! Bueno, tres! Jezabel y Drew me han concedido el premio tu blog es la pera. Y además Drew me ha concedido también el top seguid@r. Soy muy afortunada! Muchas gracias a las dos! Parece que hace nada que me quejaba de no tener premios y ya tengo cinco! (Que rima!) En cuanto pueda los publico en una entrada aparte, porque el premio pera tiene unas preguntas que son la pera (Me pregunto si no vendrá de ahí también el nombre). Tengo que pensar mucho y no tengo tiempo.
Esto me recuerda que teníamos un profesor al que llamábamos El pera, porque tenía un culo gordo, gordo y una cabeza pequeña. ¿Qué habrá sido de él? Bueno, que no me enrollo más, me voy.
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

lunes, 16 de mayo de 2011

Volteretas, comuniones y conversaciones

Parrulín, desde que era bien pequeño, en sus primeros intentos de ponerse en pie, recuerdo que solía apoyar las manos y la cabeza en el suelo mientras levantaba el culo. Bueno, pues han ido pasando los años (casi dos desde entonces, porque va a hacer tres) y sigue haciéndolo. Cuando le doy cremita después del baño y toca ponérsela en la espalda, suele adoptar esta postura. Porque sabe que le digo que así no puedo y se muere de risa, al final termino echándole así la crema porque más vale echársela de mala forma que no echársela. Bueno, cosas de madre. Y de piel atópica.
Desde hace como un mes gira de pie y dice que es una voltereta. Pero ay amigas, en la cama ha dado una voltereta de verdad. Y se ha quedado alucinado! Lo volvió a repetir, le volvió a salir, y ha alucinado más aún. Está encantado con su nueva capacidad de hacer volteretas. A mí me da un miedo increíble que se parta el cuello. Así estamos, con el niño dando volteretas y la madre intentado impedir que lo haga y que se parta el cuello.
El sábado tenemos una comunión. La abuela le había comprado un pantalón y una camisa de rayas y se lo he tenido que cambiar porque le está saliendo una barriga que le tiraba el botón del medio de la camisa. “Es que claro, tengo que comer más verdura y menos leche”, le dice a la dependienta encima, el renacuajo, y la dependienta muerta de risa. Litros y litros de leche toma, bastante carne, a veces pescado o tortilla, pero lo que es verdura, no hay forma de que la pruebe! Este fin de semana fuimos a un curso de cocina en el Baby Dely, aprendió a hacer guacamole. Le encantó cocinar, lo pasamos genial, pero se negó a probar lo que había cocinado, se comió los nachos sin probar siquiera el guacamole. Repetiremos las clases de cocina porque lo pasó genial y porque son 45 minutos en los que puedo estar tranquilamente tomando un café o viendo las tiendas cercanas, que este sábado era en familia pero normalmente entran solos.
Total, que para la comunión esta inconsciente madre le ha comprado una camisa blanca de lino a juego con un pantalón precioso. De esos de niño monísimo-no te muevas-no te ensucies-cuidado con todo. La comunión es muy cerquita de casa, pero la celebración es a tomar por saco, a 15km de tomar por saco. Nos tendremos que acoplar en el coche de algún familiar, sin silla, cosa que me preocupa bastante, la verdad. Pero no me voy a ir en taxi, que por otro lado tampoco disponen de silla.
Bueno, que la celebración es en el Campo de tiro de no sé dónde. Imagino que tendrá césped y los niños correrán, saltarán, se manchará de verde, se manchará con la comida… Se manchará. Y se manchará. A mí lo que me importa en realidad es que el niño llegue limpio y guapo a la iglesia. Después de saludar a la familia y de que lo vean limpio y guapo, ya me da igual lo que haga con la ropa. No soy de esas madres que no dejan moverse a los chiquillos cuando van “de domingo”. Pero me temo que me voy a pasar toda la comunión pensando “que no haga volteretas, que no haga volteretas, que no se rompa el cuello, que no se rompa el cuello” En fin, capaz que de aquí al sábado se la haya olvidado su nueva habilidad. O capaz que aprenda alguna nueva de sus primos que son algo mayores.
Nota: El miedo a que se parta el cuello haciendo una voltereta viene también con el carnet de madre? Alguna vez un niño se ha roto el cuello haciendo volteretas? Exageramos?
Y hoy (porque el viernes no funcionaba) voy a inaugurar una recopilación de las mejores frases de la semana:
- No sé qué hice o qué se me cayó y me dice “Pero mamá, ¿es que no tienes cabeza?” Sin palabras me quedé. Eso se lo dice el padre y no me gusta nada, ahora encima me toca a mí. Hombres!!!
- Le pregunta el padre qué va a cenar, el niño contesta. Al rato se lo vuelve a preguntar y le dice “¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?” Es verdad que no hace más que imitar comportamientos nuestros, pero nunca deja de sorprenderme este Parrulín.
- “Mamá nunca voy a dejar de quererte” y a mí se me cae la baba. “Y si te pega alguien, yo te defiendo” qué caballero me ha salido el niño! Es que me lo como!
- “Me das un beso de esos fuerte, fuerte, de los que no se borran nunca?” y no le doy uno, que le doy mil.
- “Mamá, tu de joven eras más loca, verdad?” y yo pensando ¿de joven? ¿será posible? Le digo: Ehhh… pues seguramente ¿por qué lo dices? y me dice “porque hay una foto tuya de pequeña bañándose en un cubo y eso sólo lo hacen los locos” ah! Menos mal que era por eso. Habrá sido cosa de la abuela. Esta conversación es repetida, pero me hizo mucha gracia.
- Me mira fijamente y me dice “Eres una mamá de peluche” y después de comérmelo a besos y preguntarle por qué me dice “porque eres suave y blandita” y se me cae la baba. Esta conversación es repetida, pero también me gustó. Porque ya tengo título de blog, que si no, lo usaba.
Mañana más!
Sean buen@s y felices!
PD: Y esperemos que el santo blogger se ponga las pilas y vuelva todo a funcionar correctamente. No he podido entrar en vuestras páginas a daros el premio personalmente, pero veo que os habéis enterado de todas formas. Disculpadme que no es mala educación, sino un millón de problemas con mi blog y con el de los demás. Parece que ya está todo solucionado.
PD2: Hoy salen las listas definitivas de cole. Qué nervios!

jueves, 12 de mayo de 2011

Otro premio-manzana

En esta ocasión he recibido este estupendo premio de parte de dos locas, Madre de un Bebote y Drew. Pero qué cabronazas son las dos, leñe!  ;)



El premio se llama Qué tendrá tu bló caveces me parto…
Y por haber sido agraciada me toca contestar a las siguientes preguntas:
1.- Tics y gestos ajenos que te sacan de quicio
2.- Confiesa: Cuál era tu mote en el colegio/instituto? – Cuál es el mote más cruel que has puesto?
3.- Cuando eras pequeña…qué querías ser de mayor?
4.- Palabrota de cabecera
5.- Prenda de ropa/modelito absurdo que posees/has poseído y no te pondrías ni muerta
6.- Qué te toca las pelotas de tu pareja por mucho que la quieras
7.- Cuál es el regalo más cutre que te han hecho o has hecho…
Aunque algunas de ellas dan para uno o varios post por sí solitas, pero voy a hacer lo que pueda.
1.- Más que tics me ponen nerviosa las coletillas, las que se usan constantemente, al ritmo de más de dos por frase. No soporto la gente que dice “como yo digo” porque ya veo que lo están diciendo, la gente que dice “Me explico?” porque no sé si se creen que soy tonta, la gente que dice “miento” cuando se equivoca porque mentir es otra cosa. No soporto la gente (generalmente mujeres) que tienen que tocarte el brazo para hablarte o creen que no las escuchas. No soporto la gente que no sabe caminar y hablar al mismo tiempo, se paran a cada rato y tardamos un siglo en llegar. Estas dos últimas en ocasiones además son las mismas. Esta pregunta da para varios post.
2.- Tengo un nombre raro, por lo que siempre me han llamado por mi nombre. En casa me llamaban Nuni de pequeña, típico que tu hermanito no sabe decir tu nombre. El nombre más cruel daría también para varias entradas pero me quedo con el profesor de matemáticas de COU, muy bajito, al que llamábamos Epsilon, ya que él mismo nos había explicado que Epsilon era algo “pequeño y despreciable”.
3.- Uff… creo que nunca quise ser nada en concreto, me gustaba más tener la mente abierta. En 3ºBUP me apunté a letras porque quería ser abogada, duré un día (una mañana más bien), tras la primera clase de griego salí corriendo a la directora a decirle que me había equivocado y me fui a ciencias. A mitad de COU decidí por fin que quería ser arquitecta.
4.- No soy muy de palabrotas, pero ante algo como un golpe Mierda me sale solo, el típico día en que todo sale mal y estoy muy, muy cabreada, un Me-cago-en-tó, hoy he estado despotricando contra el blogger De los cojones y desde que soy madre Mecachis… que no sé muy bien qué significa pero es muy de madre. Mecachis en la mar!
5.- Mmmm creo que todo lo que tengo me lo pongo. Si me regalan algo muy horrible lo camuflo entre la ropa que damos a la parroquia cuando hacemos limpieza. Guardo algún bikini de esos de cortinilla, de cuando era joven, y delgada, y mona… Ains, qué tiempos! No sé por qué lo guardo. Por recordarme que hubo una época en la que me quedaba bien aquello, supongo.
6.- Esta pregunta también da para varios, o para un blog entero. Creo que su don de gentes unido a su don de médico. Hace 5 años que viene de vacaciones a mi pueblo y le conoce mucha más gente que a mí. Habla con toooodo el mundo que te encuentras. Es… demasiado sociable, diría yo, y a todo el mundo le cae bien. Que no es que yo sea una seta, pero él se pasa. Si a eso le unes que en seguida saben que es médico tienes que soportar conversaciones de pseudo-desconocidos que vergüenza me dan en plan “Mire usté, que m’ido de putas y m’a salido una verruga en la punta de la…” en la puerta del Mercado. A lo que piensas, “que no la mire, que no la mire, que no la enseñe, que no la enseñe” mientras te apartas para dejar intimidad a la conversación.
7.- A mi me gusta encontrar el “regalo perfecto” y me lo suelo currar bastante. Cuando me regalan algo la rabia que me da es que lo hayan comprado porque les gusta a ellas (generalmente mujeres) y no pensando en lo que me podría gustar a mí. Por ejemplo, una camiseta rosita pastel. ¿Pero, alma de cántaro, cuando me has visto a mí con un color así? ¿Es que alguien no sabe que los pastelitos me repatean? ¿Es que quieres que te la preste? ¿Es que quieres que me vista como tú?
Bueno, espero haber superado la prueba. Ahora los nominados, que no me gusta repetir premios, así que no son todas las que son, pero las que son, son.
A mamá contra corriente, que me encanta http://blog.mamacontracorriente.com/
A Tricius, me parto con ella http://trastadasdemama.blogspot.com/
A mamá de una bruja, con su brujita, http://lamamadeunabruja.blogspot.com/
A mamá mimosa, para animarla también http://mamatemima.blogspot.com/
A la reina, por ser reina, http://latetareina.blogspot.com/
A Sandra, que tiene gracia, http://anda-si-es-mama.blogspot.com/
A mamá reciente, muy maja ella, http://megustasermama.blogspot.com/
A Nereida, una galleguiña hermosa http://laaventurademiembarazo.blogspot.com/
La pelota está ahora en vuestro tejado. Si tenéis que echarle la culpa a alguien, ya sabéis, a Madre de un Bebote y Drew.
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Otras siete

Como he recibido varias veces el mismo premio, me veo en la obligación de contar otras siete cosas, y estas son las últimas, advierto.
1.- Leo libros compulsivamente. Demasiados. Es una de las cosas que más echo de menos desde que soy madre, sentarme a leer un rato (u horas). Así que leo en el metro, pero también durante los transbordos y por la calle. He desarrollado un sexto sentido como los delfines que me impide chocarme con las farolas, la gente, etc. Y también que no me pille un coche, claro.
2.- Soy muy, muy desordenada. Mi mesa es un caos, pero sé perfectamente dónde está todo. “Una mesa desordenada es el reflejo de una mente ordenada” Lo oí, me lo creí y me sirve de excusa.
3.- Me gusta coser. Tengo un millón de planes de cosas para hacer y de cosas empezadas pero no terminadas. He comprado telas para hacer proyectos que aún no he podido realizar, lanas para mantas que no he terminado y mil cosas más.
4.- Me encanta ir de compras y si algo me gusta mucho lo tengo en varios colores. Tengo camisetas y zapatos repetidos a montones. Y cuando compro algo lo estreno inmediatamente. Tachán!!! Hoy estreno gabardina!!!!
5.- Cuando compro un helado me paso mucho tiempo intentando elegir y al final siempre, siempre, gana el de chocolate. Y mira que me lo pienso!
6.- Hablo mucho dormida, muchísimo, a veces me despierto a mí misma. Parrulín lo ha heredado (también me despierta). Mi marido ronca (también me despierta). Parrulín lo ha heredado también (si, si, me despierta, hemos ido al otorrino, se supone que está bien, pero vamos a cambiar de médico). Nuestra habitación debe de ser un guirigay continuo.
7.- Tengo alergia a los mosquitos (y a otras muchas cosas, tomate, melón, pólenes varios…). Parrulín lo ha heredado (solo los mosquitos, menos mal). Nos salen unos ronchones que pican tanto que nos despiertan a ambos. Entre los dos despertamos a mi marido y hasta que no lo persigue y lo mata no paramos.
Al final, sin incluir nunca una foto, me vais a reconocer por la calle. La que endereza cuadros, la que camina leyendo, la que tarda media hora en elegir helado de chocolate…
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

martes, 10 de mayo de 2011

Admitido provisionalmente

Las listas de admitidos en los colegios de la Comunidad de Madrid tenían que haber salido el jueves día 5. Pero… tras llamar varias veces al cole me comentan que no han sumado bien los puntos de proximidad por un problema con el padrón, que las listas no son válidas y que no las pueden publicar, que están esperando a que la Comunidad de Madrid (así, en abstracto, igual Educación o vete tú a saber quién) lo arregle y puedan publicar las listas definitivas. Esto ha pasado, según me comentan, en unos 100 centros de la Comunidad, no en todos, pero en muchos.
Llamo el viernes, lo mismo. Llamo el lunes y me dicen que hartos de esperar las han publicado, aunque no son válidas, y me meten prisa para que vaya y compruebe los puntos de mi hijo por si tengo que reclamarlos. Osea, que tardan tres días más y después me meten prisa!
Me quedo sin comer y voy (no sin comer, comí a las 5 y media). El niño ha sido admitido y sus puntos son los que son. La buena noticia es que no tengo que hacer ningún papeleo. La mala es que cuando los no admitidos por error, pasen a ser admitidos puede que alguno de los admitidos deje de serlo. ¿Me explico? Tengo la impresión de que se queda fuera. Con que suban puntos cuatro niños o aumentan el número de plazas o se queda fuera.
Y yo me pregunto… si al sumar los puntos que faltan a los que tienen errores echan al mío imagino que el cole B ya tendrá unos admitidos provisionales y otros que reclamarán, si además sumamos a los admitidos provisionales en otro cole que dejan de serlo, habrá que modificar también la lista del cole B. ¿Y esto no se convierte en un bucle interminable?
Se me va la pinza. Pero no entiendo el procedimiento. En fin, que el día 23 salen las definitivas. Cruzaremos los dedos hasta entonces.
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

lunes, 9 de mayo de 2011

Sábado pasado por agua

A ver, que soy una inconsciente es algo que ya sabe todo el mundo. Que me lanzo a la piscina sin pensar en si sé nadar o no, también. Que luego, cuando no sé nadar, lo soluciono como puedo, pues también. En este caso no es que me lanzara a una piscina, literalmente hablando, pero casi, casi. El sábado llovía a mares, llover es poco para lo que caía.
Nos despertamos y llovía. Vaya! Nos quedamos sin parque, bueno, pues vamos a la clase de música del Babydeli, que le encanta. Mi santo: ¿Pero cómo os vais a ir con la que cae? Pues chico, con chubasquero y sus “botas de chapotear”. Así, alegremente, porque siempre lo veo todo muy fácil. ¿Y por qué siempre lo veo todo muy fácil? Pues optimista que es una (e inconsciente, también).
El caso es que Parrulín llevaba un chubasquero y sus botas, pero yo llevaba un desastre de gabardina, que si, que es muy mona, y fue muy barata, pero calaba hasta los huesos. Un desastre. También llevaba paraguas, pero esta forma absurda de llevar el paraguas muy bajito e inclinado para proteger al niño hace que se moje el niño y que me moje yo. Total, que no vale para nada. Parrulín feliz, metiéndose en todos los charcos posibles y parándose para chapotear en cada uno de ellos mientras yo me calaba entre la lluvia y las salpicaduras del niño.
Vamos primero a tomar café y, con un poco de sentido común, decidí coger un taxi, ¿Cuál era la dirección? Lo busco en el teléfono, al que le quedaba una ínfima rayita de batería, abre el plano, y veo fugazmente la calle Lagasca, esquina con… y se muere el teléfono! Aggg! Pues nada, que me lo inventé, pensando que al menos me dejaba más cerca que el cercanías, casi acierto, pero no. Dos manzanas más abajo me había quedado. Así que llegamos calados hasta los huesos. Bueno, Parrulín casi seco, entre chubasquero y botas sólo podía mojarse la rodilla. Pero yo… me caía agua hasta de las cejas! Dos manzanas diluviando y con un niño que se mete en cada charco a chapotear!
La clase estuvo genial, como siempre, la única pega es que Parrulín y otra nena descubrieron las cortinas de terciopelo y preferían jugar a cu-cú escondiéndose detrás. Me temo que ya no se le va a olvidar. Lo bueno es que el próximo sábado es el día de la familia, y para celebrarlo hay una clase de cocina en familia a las 12. Hace tiempo que le quería apuntar a cocina, porque le encanta, así que el sábado nos estrenaremos. Y mi santo ha dicho que viene también! Estoy que no me lo creo. Así que mejor no me lo voy a creer, que luego le surge algo y se me fastidia el plan.
A la salida de la clase llovía menos, y me había dado tiempo a secarme y a recuperar el optimismo-inconsciencia que me caracteriza. Así que decido volver en autobús. Llovía menos, pero los charcos de la calle eran grandísimos, entre chapoteando y nadando, conseguimos llegar a la parada. En mitad de la Castellana. Los coches pasaban por ambos lados de la parada y, como había grandísimos charcos, levantaban una gran cantidad de agua cada vez que pasaban. Levantaban olas, y lo digo sin exagerar, de la altura del niño. Así que lo cogí en brazos, junto con el paraguas, mi bolso y su bolsa, para evitar que se me ahogara el pobre. Pero nooo… él quería mojarse! Así que todo el tiempo que tuvimos que esperar al autobús fue una lucha con él.
Llegué a casa totalmente empapada y agotada, con los huesos helados y muerta de frío. Parrulín, gracias a Dios, estaba perfectamente. Yo sólo quería irme a la cama, a dormir y con una buena manta. Pero había que darle de comer. Tres filetes se comió el tío! Tenía hambre! Y un yogur y su biberón antes de la siesta, que ese no lo perdona aunque se comiera la vaca entera! Le llevé a la cama y mientras recogía la mesa se quedó dormido sin cuento ni nada. Durmió dos horas y media. Yo… cuatro, con ayuda de mi santo. Me hacía mucha falta!
Consejos a recordar: No salir de casa si diluvia. No llevar una gabardina si diluvia y ésta no sirve para la lluvia. No llevar el paraguas inclinado si diluvia para que no se moje el niño, que se moja igual, pero yo también. No dejar el móvil sin batería si diluvia y tengo planes de salir. No coger un taxi si diluvia y no sabes bien a dónde vas. No coger un autobús si diluvia y los coches salpican al pasar…
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

viernes, 6 de mayo de 2011

Para pensar

Uno de los blog que he descubierto últimamente y que me encanta es este: http://educandoacuatro.blogspot.com/ En su entrada del día de la madre dice:
Pero sobretodo, te amé lo suficiente... como para decirte NO cuando sabía que me odiarías por ello. Esas fueron las batallas más difíciles de todas.
Me da para pensar todo el fin de semana (o toda una vida)
El lunes más!
Sean buen@s y felices!

Dia de la madre y día de la hija

El domingo era el día de la madre, por si alguna no se ha enterado a estas alturas, aún hay tiempo para reclamar el regalo! Hace más de un mes que en el cole estaban preparando una poesía para mamá. Un día viene Parrulín a casa y me dice “Mamá, tengo un pepeto” No me digas! Y qué es? “Es una poesía, pero es pepeto” Ah, y cómo dice? “El sol, arriba, las nubes, abajo […]” Si es que es más inocente el pobre!
Tenía poco más de año y medio la primera vez, para el día del padre, que tenía un pepeto. Mira que lo pensé veces, y no entendía nada! Al final tuve que preguntarle a su profe, era un secreto! Ahh! Habla a la perfección, pero algunas palabras que de pequeño decía mal, las sigue empleando, porque se acuerda que de pequeño decía pepeto, a nosotros nos gusta, nos da ternura, y nos recuerda el bebé que fue. Desde entonces una tarjeta de felicitación y/o un regalo es un pepeto.
Total, que me levanto el domingo y ni el niño ni el padre me dicen una palabra, buuuu, no se acordaban! Pero bueno! Tuve que decírselo! Parrulín, es domingo, es el día de la madre, ¿tienes un abrazo y una poesía para mí? Tuvimos abrazos, besos y poesía. “El sol, arriba, las nubes, abajo […]” Y va corriendo a decirle a su padre que felicite a mamá, que es el día de la mamá. Respuesta del poco-tacto de mi marido: ¿Otra vez? Así, literal. Menos mal que mamá prevenida (y conocedora de su marido) vale por dos y me había comprado un auto-regalo muy bonito, un colgante de sargadelos (es de imitación, pero lo parece). Desenvuelto haciendo el paripé ¿qué será? Ala, qué bonito! Me encanta!
Lo visto y ala! A la calle! Que como es domingo comemos en casa de la abuela. ¿En casa de la abuela? ¿La abuela? Ay Dios mio, pero si es mi madre! Que se me había olvidado! Vaya hija soy! Y mi hermana embarazadísima! Pero si ella me regaló a mi cuando estaba embarazada! Que se me ha olvidado también! Vaya hermana soy! Recuerdo que es mi día y se me olvida que es el día de las madres o pronto-madres que hay a mi alrededor!
Venga, pues paseíto al Vips para que lo puedan cambiar si no les gusta. El Vips abarrotado de gente. Se ve que muchos lo dejamos hasta el último momento. A mi madre le compré el último libro de…  ahora no me acuerdo, pero sabía que le iba a encantar. Hecho. A mi hermana quería comprarle el Bésame mucho de Carlos Gonzalez. Pero no estaba. Cogí un ramo de flores, por si acaso, si no, a mi madre se lo doy también. La cola para pagar era larguísima. Mientras tanto Parrulín iba y venía por todo el Vips “Mamá, me compras un regalo que he sido muy bueno?” A ver, cariño, hoy es el día de la mamá y tenemos que comprar un regalo a la abuela y a la tía M que va a ser mamá pronto, pronto. “Y a mi también!” Lo dejamos para después, ¿te parece? “Mamá, y qué tal esto?” Y coge un mini-perrito de peluche carísimo. Parrulín, es que es el día de las mamás. “Ah, y qué tal esto?” Y coge unos vestidos de muñeca. Que no, cariño, que hoy no te voy a comprar nada, y además es de niña! (No es que me importe, pero sirve como excusa si lo que pretende comprar es rosa) “Mamá, mira, Hello Kitty, me lo compras, que es muy bonito?” (Otro de niñas?) A ver, es el día de las mamás, no el día de los juguetes, ni de los peluches, ni de Hello Kitty, hombre, pórtate bien, por favor. Así, más de media hora, hasta que me toca pagar. Es entonces cuando Parrulín coge un lápiz relleno de lacasitos, le abre la tapa y tira la mitad al suelo. En fin, pues ya tienes regalo. Señora, cóbreme esto también por favor que el niño ha tirado la mitad al suelo. Ains!
Qué estrés de día de la madre por Dios! De todo el lápiz se comió dos lacasitos, el resto fueron cayendo al suelo en diferentes momentos de la mañana. Al ir a casa de mi madre ví que estaba abierta una librería del barrio, así que le dejé que le fuera dando de comer al niño y ahí sí encontré el libro para mi hermana. Al final tuve el regalo perfecto para las dos. Como había muchas ofertas muy baratas le compré al niño tres cuentos, Te quiero mami y Te quiero papi son dos libros de osos con unas preciosas ilustraciones de cosas que hace el bebé oso con su mamá y con su papá (creo que me gustan más a mí que a él) y le compré también un libro de excavadoras. Le encantó! El de las excavadoras, digo. Me lo hace repetir mañana, tarde y noche, estoy de las excavadoras hasta el moño! Distingue la excavadora, el bulldozer, la apisonadora, la máquina martillo, el camión volcador, la grúa y la hormigonera. Además, cómo se aprovecha el niño “Mamá, cariño, me lees el cuento de la excavadora?” Y como hace muy poco que me llama cariño, y me emocioné la primera vez, pues ahora lo aprovecha todo el rato. Cariño-excavadora. Van unidos los dos conceptos.
Y, como anécdota final, y para sacaros una sonrisa, contaros que ayer le regaló una gran amiga recién venida de México una preciosa camiseta. Le dice que le ha traído un regalo y contesta Parrulín “Que bien, me encantan los regalos!” Lo abre, dice que le gusta mucho la camiseta y salta… “y además está planchada! Ves mamá” Ja, ja, ja!
El lunes más!
Sean buen@s y felices!

jueves, 5 de mayo de 2011

Premios y manzanas

En estos días he recibido varios premios, sois muchas las que me habéis concedido tan grande honor, estoy muy contenta y os doy las gracias a todas! Ahora adornan mi página y quedan preciooosos!
He estado unos días de bajón anímico y físico y he estado desconectada, pero espero que a partir de hoy las cosas vuelvan a la normalidad en todos los sentidos.
María ha sido la primera y me ha concedido el premio “Tu blog me encanta!” y también el “Stylish blogger Award” http://mipequenokoala.blogspot.com/

Desde que ha empezado a circular esta semana he recibido “Tu blog me encanta!” de muchas manos, gracias a todas, pero el “Stylish” sólo me lo ha dado la mamá koala. Este es muy glamuroso, si, pero lleva una manzana envenenada!!!

Tiene la obligación de contar 7 cosas de nosotras mismas. Pues allá van:

- Nunca me acuerdo de la edad que tengo, sé que nací en 1976 y siempre tengo que hacer la cuenta. Soy un desastre.
- Soy pelirroja, pero me encantaría ser morena, ¿o era al revés? Ups, sí, creo que es al revés, qué despiste. Ja, ja, ja!
- Me encanta dormir! Si no duerno, no soy persona. Es algo que llevo fatal. En el embarazo estaba de baja y dormía 18 horas diarias! Asombroso, no? Cada vez que me pregunta mi santo si cenamos algo especial, prefiero dormir. Cada vez que me pregunta qué quiero de regalo es dormir hasta que me despierte, a veces hasta me lo concede!
- Me pone muy, muy nerviosa ver un cuadro torcido, si lo veo tengo que enderezarlo, si no, no puedo dejar de mirarlo. He enderezado cuadros en el médico, en restaurantes, en casa de mis amigos y familia… Si no tengo confianza lo enderezo igual pero con disimulo.
- Me encanta el pescado pero me pongo mala si me lo ponen en el plato con la cabeza, me parece que me mira! No lo puedo comer si me está mirando. Pobre pez! Aún hoy mi marido o mi madre se la quitan por mí. Menos mal que nunca me han puesto la cabeza de una vaca! Ja, ja!
- Me muevo siempre en transporte público. La primera vez que cogí el metro sola con Parrulín y el carrito tenía él apenas 8 días y yo… unas 20 grapas de la cesárea. Pero todo fue bien. Después de eso, ¿cómo no voy a ir en autobús o en avión?
- No pienso mucho las cosas antes de hacerlas. Jamás me paro en los “Y si…” si la decisión está tomada siempre pienso “Los problemas los iremos solucionando según se vayan presentando”. Me llaman atrevida y loca, pero al final todo sale bien.

Parecía difícil, pero lo he conseguido, ya tenéis las 7 cosas!
Y la manzana envenenada del premio Stylish va para…. Trrrr, Trrrr, Trrr (Si, es un redoble de tambores, no sé ponerlo de otra forma ¿qué pasa?)… Se abre el telón para recibir a… Tachán!
Elena, que también me ha concedido el premio “Tu blog me encanta!” http://educandoacuatro.blogspot.com/ lo que me ha permitido conocerla mejor y engancharme a su hermoso blog. Gracias Elena! Te toca contar 7 cosas!
Drew también me lo ha concedido. Es un amor esta chica! http://labusquedadedrew.blogspot.com/ le deseo todo lo mejor y que me cuente otras 7 cosas!
Annie y su adorable pitufo también me premiaron http://lascosasdemipitufo.blogspot.com/ y como quiero conocerla mejor, le ha tocado el Stylish!
Jezabel y su dulce Vega también me lo han concedido, http://vegamidulcedechocolate.blogspot.com/ hace poco que la he conocido, te toca contar 7 cosas!
Sin palabras me quedo siempre con Mamá de un bebote, pero de la risa que me dá leerte. Guapa!!! http://madredeunbebote.blogspot.com/ Te concedo el Stylish, pero no me hagas trampas y le dejes escribir a tu chico!
A Irene, mamá de tres hermosas tortuguitas http://mistortuguitas.blogspot.com/ te toca a ti!
A Trax, que sigue en la lucha. El que la sigue la consigue! http://estrellasenlosojos.blogspot.com/
A Juliete y su pancita, también. http://mon-petit-bebe.blogspot.com/ Cómo me gustaría que su guardería estuviera en Madrid! Ains!
Y las dos últimas, quizá ya tengan los dos premios, pero como no están colgados, por si acaso no los tuvieran nomino a la mama de una bruja http://lamamadeunabruja.blogspot.com/ Para ti los dos, reina!
Y la otra, a Carol, porque me encanta! http://minervaysumundo.blogspot.com/ Para ti los dos también!

Se acabó! Mañana más!
Sean buen@s y felices!