martes, 29 de mayo de 2012

El finde interminable (II)


Este fin de semana en el que pretendía descansar… Ilusa de mí! Ha sido realmente agotador e interminable, creo que para todos. Como la primera parte ya la sabéis sigo por la segunda.
Domingo por la mañana, temprano, muy temprano, demasiado temprano. Parrulín llama a su padre. Ilusa de mí que creo que me libro, pero no, le llama para que le lleve conmigo. Un par de arrumacos pretendiendo que siga durmiendo, ilusa de mí también, pero nada. Me levanto resignada. Mi santo se ofrece pero la verdad es que ya llevaba un rato yo dando vueltas y para eso, mejor levantarme. Más resignada aún le llevo al parque después de desayunar. Nota mental: Debo mandarle un comunicado al papa raruno este que tenemos para que inicie mi proceso de beatificación.
A mediodía se produce el tan temido momento de todos los años. Probarse un bañador del año pasado. Tenía uno que había sido una de esas compras espontáneas/ida de olla de Uy! Que cuesta 3€! Nena, que estamos a final del verano. Que cuesta 3€!! Nena, que te queda enorme. Que cuesta 3€!!! Vaaaale, me lo llevo. Milagrosamente no es que me quepa, sino que además tiene pinta de que me servirá todo el verano. Ole! La pinta es infame, pero es lo que hay. De hecho creí que iba a ser peor.
Después de la siesta preparamos todo para ir a la piscina. La crema de sol caduca todos los años, lo sabíais? No me lo creo, pero no me voy a arriesgar a echársela. Así que salimos rumbo a la piscina previo paso por la farmacia para comprar crema de 50 que es la que utiliza el blanquito de mi niño. Llevo 25€ para la piscina y la crema, pero la crema me cuesta casi 20€! Y eso que escojo la más barata! Tócate los huevos! Así que tengo que volver a casa a por más dinero.
Llegamos por fin a la piscina, embadurno de crema Parrulín, lo que incluye dejarle la cara con pinta de payasete. Que me pregunto yo por qué la crema de 50 cuesta tanto extenderla, coño que parece hormigón armado! Le convenzo para merendar un poco antes de meternos en el agua. Por fin nos metemos, yo primero, no estaba tan fría como esperaba, la verdad. Al principio estaba el valiente muchachito acojonado, bueno, acojonado es poco, las escaleras eran de esas sumergidas en el agua, no de las verticales. “Mamá, es que si las escaleras se han hundido a lo mejor yo también” Pobre. Lleva manguitos y churro, es imposible que se hunda ni aunque lo intente. Pero aún así tardo un tiempo en convencerle para entrar. Al cabo de un rato en el agua, empieza a disfrutar e incluso, sorprendentemente, Parrulín consiente en soltarme una mano! Una! Es todo un avance, sin duda. Salimos cuando empieza a tiritar.
Tomamos algo más de merienda mientras coge calorcito y luego quiere volver a bañarse, como no me apetece nada meterme yo, le llevo a la piscina de niños, juega un montón con una niña bastante más mayor, no había más niños, y se lo pasa pipa. Intento sacarle cuando empieza a tiritar, tengo que sacarle a la fuerza cuando sus labios empiezan a adquirir un curioso color morado porque no le pega con el color del bañador y no me parece que sea un color de tendencia este verano.
Para entrar en calor le visto por completo y nos quedamos un rato más en la toalla. Se me antoja un helado y para mi sorpresa a Parrulín se le antoja también. Quiere un frigopie. Y no sólo lo quiere sino que además se lo come! Asombrada estaba yo. La primera vez que come un helado! Le he dado a probar en múltiples ocasiones pero no ha querido nunca. Vaaale, se deja un poco de helado, pero fenomenal que pruebe cosas nuevas. Lástima que no haga lo mismo con las verduras. Recogemos y nos vamos.
Por el camino noto que la bolsa pesa sospechosamente mucho más que a la ida. Qué raro! De hecho cada paso que doy me pesa más. De hecho no llevo aún la mitad del camino cuando se me empieza a poner la barriga dura. Parrulín lleva el churro y yo todo lo demás, se para en cada esquina y con cada paloma/perro/hormiga/palo/planta/cosa que encuentra por el camino, yo desesperada. Vamos a casa ya por favor! Pero nos lleva muchísimo rato llegar con tanta parada. Mi santo había dicho que a lo mejor se iba a la feria del libro mientras nosotros íbamos a la piscina, que nunca viene porque tiene alergia al sol. Voy por el camino pensando que no se haya ido, que no se haya ido. Queda un tercio del camino y mi impresión es que la niña se me cae, voy agarrándome la barriga lo que queda hasta casa. Parrulín se para a cada rato. Yo respirando e intentando relajarme. A ver mujer, que es psicológico, cómo se te va a caer la niña por favor! Que sí, que juro que se me cae!
Consigo llegar a casa con la niña todavía dentro, menos mal! Mi santo no está, se ha ido a la feria del libro. Aggg. Me siento a llorar un rato o preparo el baño? Venga, el baño, para poder acostarme cuanto antes. Lleno el baño, meto al niño, hago la cena y me siento cinco minutos. Pero eso de sentarme es peor, debe de estar tan abajo que no soporto estar sentada. De hecho he tenido un par de contracciones dolorosas ¿o quizá eran retortijones? Yo que sé. Cada vez estoy más asustada y no consigo relajarme hasta que llega mi santo y se encarga del niño mientras yo voy a acostarme. Con Parrulín nunca me pasó nada de esto, ya no me convence que la gine diga que todo es normal, no me parece nada normal. Ni que todo se vaya a arreglar con la faja del demonio. Ya por fin voy respirando y relajándome y cuando al fin me duermo todo está bien, tranquilo y en su sitio.
Más me vale que me vaya acostumbrando porque aún quedan 99 días!
Vaya fin de semana interminable!
PD Vais a flipar con lo que me ocurrió ayer. Lo mío es que no tiene nombre. Nos fuimos a comprar un par de cosas que necesitábamos al H&M. Salimos con la bolsa y vemos en Callao a dos polis a caballo. Parrulín que se acerca. “Hola poli-poli!” Nunca sabré por qué dice siempre poli-poli. El poli-poli era majo, le pregunta si quiere tocar el caballo. Cómo no va a querer! Si cualquier animal le vale! Menos las hormigas que últimamente le dan miedo y no consigo convencerle que no pican. El poli-poli me dice que mejor le coja yo en brazos para poder acariciarle el cuello al caballo. Si no hay más remedio… Niño en brazos sobre la cadera derecha, bolsa del H&M en la mano izquierda. Parrulín que acaricia al caballo y el caballo que le pega un tremendo mordisco a mi bolsa. Jooooder! Pero si no había comida ahí! Al llegar a casa descubro un mordisco de caballo en un pantalón que además no es de mi talla. Ves? por no probártelo. Total, que tengo que cambiar un pantalón que no me cabe y que además ha sido mordido por un caballo. A quien se lo cuente no se lo cree. Espero que no se fijen mucho en la tienda. Ay qué vida esta!
Nota: Ayer a pesar de ir de compras y del mordisco de caballo, no tuve ningún problema barriguil. Menos mal!
Nota 2: Me imagino que me vais a comentar que descanse, yo lo intento, lo juro, pero hay una confabulación astral que me lo impide siempre.
Nota 3: Repetiremos piscina si el santo me promete esperarnos a la salida para llevarme la bolsa, la piscina en sí no estuvo mal, lo malo fue la vuelta.
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen martes!
Sean buen@s y felices.

lunes, 28 de mayo de 2012

El finde interminable


Este fin de semana en el que pretendía descansar… Ilusa de mí! Ha sido realmente agotador e interminable, creo que para todos.
Empezamos el viernes con el cumpleaños del amigo de Parrulín, estuvo tranquilo dentro de lo que cabe, puesto que sólo nos había invitado a él y a mí, conversación relajada entre los padres, muy agradables. Y entre los niños pues lo normal, primero me peleo por el mismo juguete, luego jugamos juntos, luego jugamos por separado, luego nos peleamos otra vez y vuelta a empezar. Lo raro es que no se cascaran ninguno de los dos. Emocionado estaba Parrulín con el evento, y salió de allí cabreado como una mona. Llega con su regalo, “A. que tenemos un regalo para ti, que es un tiburón! Te lo abro? Venga, si, te lo abro yo!” Parrulín por favor… Llega la hora de la merienda, Parrulín se dedica a abrir las mediasnoches y comerse sólo el lomo ibérico que tenían dentro, dejando el pan bien colocadito como si no lo hubiera tocado. Parrulín por favor… Pide un zumito del que apenas toma un sorbito. Parrulín por favor… Llega la tarta. Su amigo A. sopla las velas y Parrulín tiene que soplarlas también al grito de “Me tocaaaaa!” Parrulín por favor… Yo aviso que al niño no le gusta el dulce, pero el susodicho insiste en que si y que le den un trozo grande de tarta. Obviamente come una cucharada y ya. Parrulín por favor… Y al llegar la hora de recoger, su amigo A. se mete dentro de la caja de los juguetes pero Parrulín se mosquea porque él también quiere meterse y no caben. Termina diciéndole que nunca más va a volver a su casa, el pobre A. apesadumbrado. Parrulín por favor…
Llegamos a casa de mi madre a eso de las 9 con el plan de ver el partido. Llevo todo el día viendo gente del Athletic y saludándolos como si nos conociéramos. Aupa Athletic! Aupa! Cuando fui al cole a buscar a Parrulín me puse una bufanda del Athletic y para qué quieres más, me saludaba  gente del Athletic en los bares, desde los balcones… Qué afición más maja! Me sentía famosa y todo! Parrulín llega llorando todavía enfadado por el cumpleaños de A. y la pelea final con él. Que no quiere ir a casa de la abuela, que no quiere cenar, que no quiere hablar conmigo… Niño en modo nihilista, todo negación. Hasta que coge un cojín del sofá, lo pone en el suelo… y se duerme! Hombre que es viernes! Que se va a levantar a las 8 de la mañana o antes! Aggg! Le dejo dormir así casi una hora, intento despertarlo para que cene pero no hay manera. Termino metiéndolo en la cama sin cenar y resignada al madrugón del sábado.
El partido, pues como me gusta a mí, si hay que perder al menos que sea sin dolor, en menos de 25 minutos ya no había nada que hacer, a la mitad de la segunda parte decido irme a la cama en previsión del madrugón del día siguiente. Enhorabuena a los justos vencedores. Mandaría a los míos al cadalso, pero qué se le va a hacer, habrá que estar con ellos a las duras y a las maduras, no? Algo habrán hecho bien si han llegado hasta la final, pero como yo sólo veo la final…
Antes de las 8 le oigo levantarse, sale silenciosamente de mi habitación y va al baño, se me acerca y me pregunta bajito dónde tiene un calzoncillo limpio, se ve que incluso ha tirado el pañal a la basura! Mira qué aseado mi niño! Luego le oigo que ha ido a despertar a la abuela “Sorpresa!” le dice. Yo duermo o al menos descanso un poco más. Lo siento por la abuela, pero el madrugón en este caso le ha tocado a ella. Y ella feliz, que conste, no hay nada que le guste más que conversar con Parrulín y las salidas que tiene.
Habíamos quedado con mi santo en ir al Museo de Ciencias Naturales, que aunque ya habíamos ido y le había gustado mucho (sobre todo los dinosaurios) como ahora está con la vena de los hombres de Cromagnon, pues quería repetir. Mi santo se libró la vez anterior, esta vez no cuela, majo, al Museo que vas. Visita al museo en plan familia feliz toda la mañana. Bien, pero agotador. Si te interesa ver algo, justo al niño no, y viceversa. Sólo que el adulto se acopla y el niño no. Si no le interesan las piedras, pues no hay nada que hacer, no hay piedras que ver.
Comida, siesta, sacar la lavadora e ir al supermercado me lleva toda la tarde. Y cena, cuento y a dormir. Se acabó el día. Antes de dormir le prometo a Parrulín que si hace bueno iremos a la piscina, que lo está deseando. Confieso que lo hice creyendo que iba a hacer mal tiempo. Ilusa de mí.
Vaya fin de semana interminable! Tanto que dejamos el relato del domingo para otro día y hoy nos plantamos aquí para que no sea el blog interminable también.
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen lunes!
Sean buen@s y felices.
PD Hoy quedan exactamente 100 días para salir de cuentas. Yuju! Otro que parece interminable!

viernes, 25 de mayo de 2012

Varios, y semana 25

Qué bien la conversación del castigo! Qué paciencia! Qué bien que razones tanto con el niño! De ese estilo son los comentarios recibidos en la última entrada. De hecho, también yo me sentía satisfecha del trabajo realizado, para qué nos vamos a engañar. Pero lamento comunicaros que no ha servido de nada. Una noche mi santo llega pronto después de trabajar. Qué milagro! Albricias! Aunque Parrulín estaba ya acostado no se había dormido aún y es un tiempo relajado en el que iniciar conversaciones además de besos y otros arrumacos. Cariño, has hablado con el niño del castigo del cole? Aún no. Pues tira pa´lla. Y la madre tira pa’escuchar detrás de la puerta.
Hola Parrulín ¿qué tal el día? “Bien” Me ha contado mamá que el otro día te castigaron en el cole “Si, por darle patadas a la estantería” Pero tú sabes que eso no se hace, verdad? “Bueno, mamá ya me ha explicado que si estoy enfadado sí puedo hacerlo” Tócate los huevos!
Hoy tiene su primer cumple, de su mejor amigo, que le hacía mucha ilusión que el día de su cumple Parrulín subiera a jugar con él a su casa. Qué mono, no? No será una fiesta, fiesta, somos los únicos invitados. Pero aún así está súper contento por ir a casa de su amigo. Yo me estreno por estos lares. Le hemos comprado un regalo, bueno dos, porque he tenido que comprarle lo mismo a él. Esto de los cumples me va a salir caro, ya lo estoy viendo venir. Y ya le ha contado a su amigo que tiene un regalo y qué es. Tócate los huevos!
Y yo, pues con mucha lástima de no dormir hoy la siesta. Esta noche estaba de guardia mi santo y cuando se va siempre duermo fatal. Soy muy miedosa, por parte de madre esta vez, y tengo pesadillas, sueño que entran en casa… Pero si tienes puerta blindada! Bueno, sí, pero el miedo es libre. Y sumado al agotamiento, a la alergia primaveral, y al cumpleaños del amiguito hoy… tenemos partido! Aupa Athletic!
Semana 25
Tu bebé mide 30 cm y pesa 700 gr aproximadamente – Mide 23 cm y pesa alrededor de 800 gr. Esto según el boletín que lea. Puestos a elegir, mejor 30 cm que 23, no? Je, je, je!!
Puede tragar líquido amniótico y las sustancias que flotan en él. Eso lo sabíamos de la semana pasada pero… qué demonios flota por ahí en el líquido? Algas? Trocitos de pan? Pequeños invertebrados? No entiendo.
Además sus pequeños dientes se están ubicando debajo de las encías. Imagináis que además de patadas en la barriga diera mordiscos? Uy qué susto! Ja, ja! Como en los libros de Crepúsculo!
Te sientes un poco torpe debido a que aún no tienes una imagen exacta de tu nuevo cuerpo. Ten cuidado porque puedes tropezarte con facilidad y golpear tu abdomen. Mira que es optimista el del boletín!
Los asiáticos y los africanos nacen con ojitos marrones o grises y acaban teniéndolos oscuros o negros. Los caucásicos suelen nacer con ojos claros, pero acaban con ojos verdes o marrones. Nuevas investigaciones nos han demostrado que el color de ojo lo determinan varios genes, así que es imposible saber qué ojitos tendrá tu bebé sólo mirando el de los progenitores. En la familia de mi santo los hijos impares tienen los ojos marrones, los hijos pares salieron con ojos azules. Qué curioso! Mi santo es impar. Vaya!
El sentido que más se desarrolla a partir de esta semana es el oído. El niño está muy aislado, pero las ondas sonoras viajan más rápido por el líquido amniótico que por el aire. Empieza a escuchar los primeros sonidos, principalmente tus gorgoteos (Yo gorgoteo?) y los murmullos de tu cuerpo. También percibirá ruidos que él mismo produce, como sus chapoteos (Chapoteos? Yo lo imaginaba flotando, no chapoteando!) en el líquido amniótico o el movimiento de los líquidos producido por las ondas ultrasónicas de las ecografías. (Las ecografías mueven el líquido? Lo que se aprende!) Aunque los ultrasonidos no son percibidos por el oído humano, las ondas agitan el fluido de la bolsa amniótica y el pequeño puede percibir su sonido. Del mundo exterior, podrán llegarle conversaciones, ruidos estridentes y música. Con todo, los soniditos de la mamá siempre serán diferentes del resto, porque viajan a través de los fluidos de los dos cuerpos. Ésta es una de las muchas explicaciones que se da a la especial relación que establecen madres e hijos desde el nacimiento. (Repito, lo que se aprende!)
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen finde!
Sean buen@s y felices.
PD Esta estupenda mujer que escribe, que tiene más moral que el alcoyano, o que uno del mismo Bilbao en este caso, va a ver la final de la copa con mi madre, como en los viejos tiempos. Aupa Athletic! Ay que ya los veo en la gabarra! “Por el río Nervión, bajaba una gabarra, rumbala, rumbala, rum…”
PD II Como pierdan y vea un solo comentario del tipo qué bien que habéis ganado y se haya confundido de equipo… Le escabecho! Que en la otra final me felicitasteis por victoria ajena. Que yo voy con el Bilbao!!!! Aupa Athletic! Athleeeeeetic! RIAU!

martes, 22 de mayo de 2012

Castigado, y más premios


 Ayer cuando fui a recoger a Parrulín al cole lo encontré castigado, sentadito en el suelo al lado de la mesa de la profe. (Los lunes a última hora está la profe de apoyo) ¿Qué ha pasado? La profe me dice que le ha dado patadas a la biblioteca y que eso no se hace. Le llama para salir y habla con él delante de mí. No sería mejor haberlo hablado en el momento? Le dice que está enfadada porque ha tratado mal los libros, que por qué lo ha hecho. Como el niño no contesta, o no sabe, o no quiere contestar, la profe le da la respuesta. Porque te has confundido, verdad? Primero, si quieres razonar con un niño no le des tú la respuesta, segundo, qué respuesta es esa? Y Parrulín dice que si, que se ha confundido. Pobre, qué va a decir! Y no lo vas a hacer más, verdad? No. Ala, nos vamos.
Por el camino voy razonando con él. Parrulín, cuéntame por favor por qué has hecho eso. “Y te enfadas?” Estamos hablando sólo, cariño, quiero que me cuentes qué ha pasado. “Que… me he confundido” Eso no me sirve. Estabas enfadado? Te han quitado algo? Querías hacer algo que no has podido o qué? “No… estaba distraído y le daba patadas a la biblioteca” Eso no puede ser, cariño, si estás distraído se te puede caer un vaso de agua o algo así, pero no se dan patadas distraído. Cuéntame qué ha pasado, por favor. “Que… creí que los cuentos eran un balón y me confundí” (¡!) Hombre, eso no es verdad. Cómo vas a confundir un cuento con un balón? Pero si los cuentos son rectángulos y los balones un círculo! “Mira, una paloma!” Cariño, que estamos hablando, por favor.
Al final, con paciencia infinita (y sorteando palomas) empieza a hablar. “Pues, que yo había cogido un montón de cuentos de la biblioteca… un montón así mamá!” Vamos, media biblioteca, por lo que parece. Y qué pasó? “Pues que había uno que me interesaba mucho y… desapareció!” Pero cómo va a desaparecer! “Bueno, me lo quitaría alguien sin permiso” Eso ya me convence más. Y qué pasó? “Pues que otro libro que también me interesaba, uno de coches, lo iba a leer con M y con J, y empezó a leerlo M y tenía que haber empezado yo!” Pues sí, cariño, si tú lo has cogido tu empiezas a leerlo. Por lo visto. Y por eso te enfadaste? “Es que además yo pedí permiso para coger un libro que tenía P y… no me lo dio!” Claro, cariño, si es que te han pasado muchas cosas, tenías que estar muy enfadado, verdad? “Si, por eso le di patadas a la librería” Claro, si ya sabía yo…
Tenías razón en enfadarte porque te quitaran el libro sin pedir permiso, y tenías razón en enfadarte porque no empezaras tú a leerlo. “Es que no es justo mamá!” Uy, reivindicando justicia a esta edad? Como quinceañero! No, tienes razón que no es justo, hay que pedir permiso para coger las cosas y si tú coges un libro, tú empiezas a leerlo. Pero aunque tengas razón para enfadarte no se puede dar patadas a los libros, sabes que los libros hay que cuidarlos. “Si mamá” Lo vas a volver a hacer? “No” Oye Parrulín, y en casa qué hacemos cuando queremos algo y mamá o papá no nos deja? “Negociamos” Pues esa es la forma de resolverlo, no con patadas, intenta negociar con el niño o con la profe. Lo sabes, verdad? “Es un buen plan, mamá!” Claro que sí.
En fin, aunque me ha costado sacarle las palabras creo que ha entendido la situación, y por lo menos me ha conseguido explicar de verdad lo que había sucedido, que es importante.
Luego lo hablamos con la abuela y le pregunta si llevaba mucho tiempo sentado en el suelo cuando llegué yo. “Pues… unas diez horas o así” Parrulín, que la profe de apoyo sólo viene 45 min, si primero te pasó todo eso con los libros como mucho, mucho, llevabas 10 minutos. “No, doce horas llevaba sentado en el suelo” Bueeeeeno, lo que tú digas.
Ahora seguimos con premios pendientes:

Una terapeuta temprana me ha concedido el premio BLOG ORIGINAL y para recogerlo, además de mencionar quién te lo ha dado, hay que elegir una frase que te defina. Bueno, no es sólo una frase, pero en mi mesa de trabajo está siempre colgado lo siguiente:
La vida es corta, rompe las reglas, perdona rápidamente, besa lentamente, ama de verdad, ríe incontrolablemente y nunca lamentes nada de lo que te hizo sonreír!
 

Mamá de dos canijillos me ha concedido el PREMIO ESPECIAL, aunque se lo quiere dar a Parrulín, porque se parte con sus perlitas. Así que le he trasladado las preguntas a él.
1.- Un libro que me aconsejas. “Uno de Teo” Ultima obsesión, anda que no hay libros en casa!
2.- El juego, juguete o actividad que no falla en tus manitos. “Las construcciones” Cierto que no falla.
3.- Canción infantil. “La del color rojo!” Y esa cual es que no la conozco? “Pues una que me he inventado yo” Ah, me la cantas por favor? “Es que ahora mismo no me apetece.” Vaya! Esto debe de ser la versión infantil de pasapalabra.
4.- Un buen plan. “Pues depende ¿Va a llover?” Ja, ja, con esta contestación me parto.
5.- Una canción (de adultos) “Mi mama me mima, que la pones mucho mamá” Cierto, es La rumba de las madres, de Rosa Zaragoza. Tendríais que oír al niño cantar “Mi abuela parió a mi madre, mi madre me parió a mí, todas paren en mi casa, yo también quiero parir!”
 Rut, que es mamá de dos preciosos niños a los que viste siempre ideal de la muerte, me concede el PREMIO QUESTION IT Acepto también, soy una chica fácil.

1.- Un recuerdo… Cualquiera que me provoque una sonrisa.
2.- Te hace sonreír… Ver a mi hijo y las pataditas de mi niña.
3.- La última vez que lloraste… Mmmm el día en que me convertí en botijo, creo.
4.- Qué libro está en tu mesita de noche… Ahora mismo Tiempo de arena, de Inma Chacón.
5.- Bailarinas o tacones… Prefiero unas sandalias, si tengo que elegir me quedo con las bailarinas.
6.- Qué te saca de quicio… Responder a tanta preguntita, ja, ja!
7.- En este momento, sacarías un billete de avión y te irías a… Uy, no puedo coger un avión, Parrulín no tiene dni todavía.
8.- Rubio o moreno…jejeje Este je, je, je, me ha despistado un poco. Si te refieres a mi pareja es rubio, pero vamos, que con tal de que tenga pelo el color es lo de menos. Nunca he estado con un calvo, pero si tiene otras cualidades…
9.- Un día perfecto… Cualquier día puede convertirse en un día perfecto si se toman los contratiempos con buen humor.
10.- La última vez que reíste a carcajadas… Ayer, con mi santo describiendo cómo le quedaban los últimos pantalones que le había comprado yo y su color indefinido. Ja, ja!

Marta me concede un premio bien raro, no tiene ni nombre ni foto ni ná, o se le ha olvidado ponerlo y claro, no me he enterado, sólo tiene preguntas, vamos, un timo de premio me parece a mí, pero acepto, soy una chica fácil.
1.- Cuál es tu estilo de vestir? Mmmm… arreglada pero informal? Arreglada pero embarazada? Embarazada pero botijo? No sé qué contestar!
2.- Carne o pescado? Pescado.
3.- Color de pelo? Castaño oscuro, con unas viejas mechas de color indefinido, me han dicho que se llaman californianas!
4.- Actividad favorita en tu tiempo libre? Dormir! Y leer!
5.- Estás enganchada a internet o al móvil? Si y si. O tenía que elegir?
6.- Qué harías si fueras rica? Tener un montón de hijos más! Eso para empezar, luego ya haría una lista más detallada.
7.-Cuál es tu destino favorito para viajar? Yo soy recurrente, me gusta volver a casa, a Galicia.
8.- Piso o casa? Vivo en un piso, pero preferiría vivir en una casa, claro.
9.- Cuál es la excusa más rara/graciosa que te han dicho, para librarse de algo? “Es que me hace mucha ilusión que lo hagas tú, mamá!
10.- Donde te gustaría vivir? En Galicia.
11.- Mar o montaña? Mar, pero sin un calor asfixiante. Galicia, por ejemplo, ja, ja!
12.-Tu manía más rara? Enderezar los cuadros torcidos.
 Cocolina me ha otorgado el PREMIO PRIMAVERA. Es tan bonito! Me encantaría montar una mesa así para celebrar… bueno, para celebrar cualquier cosa! Y además no tiene preguntas ni condiciones, ni nada de nada. Gracias Cocolina!

Como soy rencorosa, continúa mi venganza. Concedo el premio BLOG ORIGINAL, el PREMIO ESPECIAL, el PREMIO QUIETION IT, el premio sin nombre de Marta y el PREMIO PRIMAVERA a… (cada una el que no tenga, claro)
Cris, del mundo de Cris
Mama de dos canijillos, de cuando dejamos de ser dos para ser cuatro
Rut, de inspiraciones y mamás
Marta, de entre todas mis cosas
Cocolina, de Buceando en mí
Nenica, de aprendiendo de mis mellizos

Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen martes!
Sean buen@s y felices.