viernes, 30 de marzo de 2012

Huelgas, intendencias y otras vainas

Ayer era día de huelga ¿general? Porque aunque la televisión y la prensa digan noticias contradictorias, según lo interprete el gobierno o los sindicatos, la verdad es que yo salí de casa con dos cosas, con un poco de preocupación y con un poco más de tiempo, por si acaso. (Ah, y la tercera, una bolsa con ropa para dormir en casa de la abuela) A la ida no encontré ningún problema, las calles tranquilas, el bar del chino de abajo donde desayuno tranquilo… (poble chino me pleguntaba el día anterior si abría el bar o no. Tú verás, chino. ¿Tú vas a tlabajal? Si, yo tlabajal, muchos tlabajal, si no tlabajal no coblal. No está el holno pala bollos) el metro lleno pero bien, y llegué con apenas 10 minutos de retraso. Si, fuí a trabajar. Esquirola! Pues así es la vida. Si no vienes, no te molestes en volver. Ah, guay, gracias por avisar, iré, iré, sin duda. Y al llegar estábamos todos, algunos habían venido incluso más pronto de lo habitual. Se ve que eso de ir al paro no nos viene bien a ninguno en estos momentos.
Pero la vuelta… La vuelta fue un horror! Salí con tiempo por si había retrasos y no llegaba a recoger al niño al cole. Porque el niño fue al cole, si. Esquirol! De las tres líneas de metro que tengo que coger, los tres tuvieron más de 10 minutos de espera, iban absolutamente abarrotados, la gente empujando para poder entrar, empujando para poder salir… Un horror, un agobio, un calor, un miedo a un golpe o algo así… Claro, había tanta gente que era imposible ver una barriga y más imposible todavía que te cedieran el sitio. Practicando la respiración todo el camino. En fin, que cuando llegué a mi parada no tenía muy claro si recoger al niño o si desmayarme.
Hoy no hay cole, pero yo sí tengo curro, Parrulín volverá a la guardería. Bendita guardería! Hoy mi santo ha tenido guardia de noche. Así que nos hemos quedado a dormir con la abuela para que lo llevara ella a la guardería, que empieza a las 10:30. Bendita abuela! Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
El domingo mi santo vuelve a tener guardia, de día y de noche. Nos quedaremos el sábado con la abuela para que papá no nos despierte. Bendita abuela! El lunes no hay cole, pero yo sí tengo curro, pero hay guardería. Bendita guardería! Nos quedaremos el domingo con la abuela para que lo lleve ella a la guardería el lunes. Bendita abuela! Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
La abuela ya no recuerda la intendencia necesaria, la pobre se agobia. ¿A qué hora sales de casa? Yo me marcho a las 7:30, no te preocupes que no se despertará hasta más tarde. ¿Y si se despierta? No te preocupes, gritará Quiero leche!!! ¿Y si no le oigo? No te preocupes, gritará más fuerte QUIERO LECHE!!! ¿Y si no le oigo? No te preocupes, se levantará e irá a buscarte. Llámame a las 9 para que me levante. De acuerdo. ¿El uniforme de la guarde le cabe? Si, era crecedero, MUY crecedero, te lo dejo aquí preparado. ¿Qué desayuna, galletas o bizcocho? Dale cualquier cosa, en realidad suele desayunar manzana y pata (jamón serrano, sí, es así de sibarita el niño) pero lo que sea, no te preocupes. ¿Le pongo el estropajo? Hombre, pobre niño, mejor pásale una toallita por la cara, que me lo vas a estropear y el chiquillo es bastante mono. Ja, ja. Noooo… que si le pongo los dibujos del estropajo para desayunar. ¿? Este! Y me lo señala de un cuento. Ah! Bob esponja! ¿El estropajo lo llamas? Ja, ja! El estropajo, o Ana Rosa, lo que encuentres, que lo mismo da. No será lo mismo. Entiende lo mismo de los dos, chillan lo mismo, no te preocupes.
Mi madre, que me llama, desde la guardería y todo bien. Ya había hablado yo con la directora, claro, para pedirle permiso, pero al dejarlo allí mi madre me pasa el teléfono con la profe. ¿A qué hora vienes a recogerlo? A las 5-5:15 como siempre. ¿Le damos de comer? Mujer, si eres tan amable… ¿Y de merendar? Mujer, si eres tan amable… Yo flipo.
Mi madre, que me vuelve a llamar, que se ha quedado un poco triste. ¿Por qué no se queda conmigo? Pues porque toda la mañana es una paliza, por muy mono que sea el niño. No te preocupes que cuando lo recoja vamos a verte. Es que él quería quedarse conmigo! Ya me imagino, y tú con él, pero así es la vida. Es que conmigo se porta muy bien, sobre todo si tú no estás. Tócate los huevos!
Mi madre, que me vuelve a llamar otra vez, que ha visto una camiseta muy chula de un diplodocus, que se la va a comprar. Ay abuela, que ya hasta te sabes el nombre de los dinosaurios! No necesita más ropa, si te hace ilusión, tú misma. ¿Le gustará? Le encantará!
Mi madre, que me vuelve a llamar otra vez, que después de desayunar en casa el niño ha tomado un colacao en el bar y que si compra colacao para casa, que ella no sabía que el niño tomara colacao. A ver mamá, que tú no lo tomas, no compres para un par de noches, yo te traigo de casa. En el cole le dan un colacao con galletas a media mañana, por eso le gusta, que antes no lo había probado. Yo tengo colacao en casa, sí, pero es lo típico, cuando lo tengo no lo quiere, cuando se acaba, lo quiere.
Mi madre… ¿volverá a llamar? Pobre, se merece un altar.
El martes dormimos con la abuela también, pero en el tren, camino de Galicia. Yuju!!! Tres maletas diferentes en cinco días, mola, a que sí? Bueno llamar maleta para dormir en casa de la abuela igual es demasiado, pero su ropa, la mía, su bibe y el pañal, ya ocupan aunque parezca que no. Mi santo no viene porque tiene guardia el sábado santo. Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
Llegaremos el miércoles por la mañana, y disfrutaremos de cierta paz y tranquilidad hasta el domingo por la noche que volvemos a Madrid en un viaje de locos en el autobús. Ay madre la que me espera, que ya me estoy arrepintiendo! Será seguro mi último viaje en autobús por la noche, con más barriga no podré, con un bebé no podré, con un Parrulín y un Parrulinchi crecido ya no podré tampoco. Así que en el pecado de marcharme llevo la penitencia de volver. Pero… tengo tantas ganas de estar allí!
Camareroooo… un albariño para el niño,
una de berberechos que no estén muy hechos,
una de pulpo que siempre hace bulto,
una de calamares para todos los males,
una de pimientos… que estamos lentos!
Uy, me equivoqué, el albariño, uno sólo, es para mí, los berberechos son para el niño, que le vuelven loco, pero no rimaría. Lo malo va a ser beber uno solo! Habrá albariño sin alcohol? Estará bueno? Porque pulpo con coca cola… como que no, debe de estar prohibido por la santa compaña o algo así. Un mosto, quizá, que engaña al paladar. Mira sí, es buena idea.
Patricia Hernández, a Gallardón: "Ni una mujer es menos mujer por no ser madre, ni un hombre más inteligente por ser ministro" Tooooma! Genial Patricia! No puedo más que aplaudirte!
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen finde!
Sean buen@s y felices.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Perlitas de adivinanzas telefónicas

Antes una conversación en el metro porque hila con las siguientes. Parrulín qué quieres cenar? “Mmmm… carne” De acuerdo, y de verduras? “Pues… una verdura que empieza por E” Espárragos! (Que sé que le gustan) “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” Pues es que se nos han acabado cariño, no puede ser. “Pues… una verdura que empieza por Ch” Champiñones! (Que también le gustan) “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” No sé si tenemos, creo que sí. “Bueno, si no hay, una verdura que empieza por I” (Por I? Ah! Ya caigo! Qué bueno! Qué risa! Esta me la sé, que me la sé!) Guisantes! “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” Porque son las únicas tres verduras que come, que si no… Los pasajeros se reían con lo de los guisantes por la i.
El lunes se quedó con mi madre porque estaba malito, la llamo por teléfono para saber cómo está, me lo coge Parrulín “Hola mamá! A que no sabes qué animal es este?” Eh… es que no lo veo, cariño. Un dinosaurio? (Es el que tiene más opciones) “Noooo!” Me puedes dar una pista? “Tiene trompa” (A estas horas de la mañana? Ja, ja, ja) Un elefante! “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” ¿Está la abuela, cariño? “Está en el baño” Ah. Bueno, pues charlamos un poquito.
“A que no sabes qué animal es este?” Eh… es que tampoco lo veo, me puedes dar una pista? “Tiene plumas de colores en la cola” Un loro! “Noooo!” Un tucán? “Noooo!” Y oigo a la abuela: Extiende las plumas para atraer a las pavas. (Pedazo de pista!) Un pavo real! “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” Genial! Dile a la abuela que se ponga, por favor.
“A que no sabes qué animal es este?” Eh…  una pista? “Tiene cuatro patas” (Ostrás se me complica la adivinanza) Un… caballo? “Noooo! Vive en el bosque.” Y oigo a la abuela: Es amigo de la zorra.  (De la zorra animal o de otro tipo de zorra? ja, ja) Un zorro! “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” Dale el teléfono a la abuela, anda, por favor.
“A que no sabes qué animal es este?” Eh… venga, otra pista, es la última eh? “Tiene la cola cortita” (Otra que no es fácil pero me siento inspirada. Digo un cerdito? No, no, mejor…) Un pez! “Siiii, muy bien mamá, lo has adivinado” Oooole!
“A que no sabes qué animal es este?” Pues no, puedes pasarme a la abuela por favor? “Empieza por ja” (Por ja? Ja… ja… jamón?) Jaguar! “Noooo, pero si ese animal no existe! El animal es Haway! Ha-wa-y! Has perdido!” Y me cuelga. Yo muerta de la risa, que ya no podía más.
La llamada era para preguntar si estaba bien el niño, a pesar de no haber conseguido hablar con la abuela doy por hecho que está perfectamente, esperaremos a la hora de comer a ver qué tal.
Es la hora de comer y es la abuela la que me llama. Mira, que ha comido muy poquito, que no quiere. Le digo que no importa, que no lo fuerce, que lo importante es que… “Hola mamá!” Hola cariño! ¿Le puedes dar el teléfono a la abuela por favor? “Siiii” Mamá, que si no come no importa, que lo importante es que… “Hola mamá!” Hola cariño! “A que no sabes qué color es este?” Eh… es que no lo veo. Me puedes dar una pista por favor? “Empieza por O!” (Por O? Por O? Pues es que ahora mismo no se me ocurre ningún color con O) “Venga, di uno mamá!” Eh… (Me parto yo sola menos mal que no hay nadie en la oficina… porque se me ocurre uno y me río más aún…) Omarillo! Ja, ja, ja, ja! “Que no, mamá, que era el rojo!” Ah! Ja, ja, ja! “Has perdido!” Y me cuelga.   
Insistiré. Vuelvo a llamar. Lo coge la abuela, Mama-que-lo-importante-es-que-beba-agua, le suelto así, sin respirar.  Ya mujer, hasta ahí llego. Bueno. Te lo paso? No, no me lo pases más, que tengo que trabajar! Que os veo dentro de un rato. Un beso.
¿Que cómo anda Parrulín? Pues ayer lo mandé al cole con una notita para que le dieran dieta blanda. Les ponen una pegatina de dieta en el baby antes de subir al comedor. Vio que había paella, que le gusta mucho, y se quitó la pegatina el muy…. Se zampó la paella y no tuvo ningún problema. Diagnóstico: curado.
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen miércoles!
Sean buen@s y felices.

lunes, 26 de marzo de 2012

Sueño, y 17 semanas

Sábado por la mañana, vamos a comprar los billetes para irnos a Galicia en Semana Santa. Yuju! Hace justo un año que no vamos, y yo acostumbraba a ir en verano, en cada puente largo… lo echo muchísimo de menos, tengo unas ganas locas de estar ahí, de ver a mi tía, de pasear por el pueblo (y recorrerlo entero en media hora) de acercarme a la punta del muelle a enseñarle a Parrulín los barcos, de ir a la playa si no llueve a jugar con la arena, de chapotear en los charcos si llueve, de comer cositas ricas… Y es que a mí el pulpo en Madrid me sabe diferente, qué le voy a hacer! Esperábamos a ver que decía el médico para coger los billetes, y para variar hemos esperado demasiado, así que hemos tenido que coger lo que había. Pensaba pedirme libre el lunes santo, pero al final no había billetes de ida ni el miércoles ni el jueves, así que me voy el martes por la noche en tren, con Parrulín y mi madre, me pido libre el miércoles, y vuelvo el domingo por la noche en autobús con Parrulín. Llegaré el lunes a las 7 de la mañana, iré a casa a dejar las maletas y el niño, darme una ducha rápida, y a currar! Yuju! Me parece que tengo tantas ganas de ir que se me va la pinza. ¿Cómo se me ocurre viajar toda la noche sentada, embarazada, con niño y además ir luego a currar? En fin, si no lo hago ahora no lo podré hacer nunca, así es la vida. El que algo quiere algo le cuesta. Lo que me va a costar es recuperarme de la paliza, pero bueno.
Llega la noche Parrulín ¿qué quieres cenar? “Tortilla!” Cuando ha sido la última vez… Vale ¿Cuántos huevos? “Tres!” TRES?? Eso es mucho. “Quiero tres!” Bueno vale, me comeré las sobras. Pero no sobró nada de nada, se comió la tortilla entera, dos petisuis y un biberón de leche antes de dormir. En fin, estará creciendo, pienso. Ingenua de mí!
Domingo por la mañana, hora intempestiva, de la hora vieja y de la hora nueva, intempestiva de todas formas, mi santo me despierta porque se tiene que ir de guardia. Me despierta porque enciende todas las luces, varias veces, se choca contra la puerta, contra el armario… Viene a decirme no se qué… Hombres! Si no fuera por lo mucho que le quiero… El niño, que me lo había dejado puesto en modo Murphy, creo, porque nada más cerrar la puerta el padre, chilla, quiero leche!! Me levanto, le doy leche, lo meto en mi cama, que se duerma por favor, que se duerma. Se duerme. Y yo lo intento pero ahora no me sale. Mierda! Claro, tanto jaleo, tanto jaleo… Me levanto, me tomo un cola cao, que siga durmiendo por favor, que siga durmiendo, me vuelvo a la cama, el niño sigue puesto en modo Murphy, es apoyar yo la cabeza en la almohada y despertarse todo feliz “Vamos al salón!” Mierda! Si no fuera por lo mucho que le quiero…
“Vamos al parque?” De acuerdo, pero antes un café en un bar. Parrulín pide una porra. Vaaale. Parrulín pide otra porra. No puede ser. “Es que quiero otra porra por favor!” Vaaale. Un poco de parque, un poco de patinete y volvemos a casa. “Mamá, qué mal me han sentado las porras, me duele la tripa!” Y los tres huevos de ayer, ¿no será eso? Bueno, cariño, enseguida se te pasa, no te preocupes. Se queja y no quiere comer, no lo insisto y dormimos juntos la siesta. Como insiste en que le duele le doy un poco de paracetamol para el dolor. Mando un mensaje a mi santo para que me llame. Nada.
Al despertar le ofrezco comida, no quiere, quiere un poquito de leche, y se la doy. Vomitona al canto! Más concretamente al canto de la mesa, pero también encima del sofá, con manta y funda incluida. Muy bien Parrulín, ahora te vas a sentir mejor, ya lo verás! (Y yo encima haciéndole fiestas, porque le veía cara de asustado con tanto escándalo) Ala, a duchar al niño y ducharme yo, sacar toda la ropa, poner lavadora, y fregarlo todo. Vale, ya está. Si no fuera por lo mucho que le quiero… Llamo a mi santo, no me lo coge.
Parrulín pide agua, de acuerdo, a sorbitos pequeños, eh? Se bebe el vaso entero. Vomitona al canto! Más concretamente al canto de la silla, pero también encima del sofá, con manta nueva incluída, que funda ya no había. Muy bien Parrulín, ahora te vas a sentir mejor, ya lo verás! (Y yo, sigo haciéndole fiestas) Ala, a duchar al niño y ducharme yo, sacar toda la ropa, poner lavadora, y fregarlo todo. Vale, ya está. Si no fuera por lo mucho que le quiero… Llamo a mi santo, no me lo coge.
Ya empiezo a estar un poco preocupada. Me preocupo aún más cuando me dice que le duele el cuello. ¿Dónde? Pero le miro a ver y no tiene el cuello rígido, le duelen los laterales porque tiene los ganglios inflamados. Típico, esto es un virus. Te estás agobiando por estar sola, no te pongas paranoica. Si yo estoy tranquila él estará tranquilo. Ommmmmm…
Parrulín tiene hambre, venga va, pues una manzanita, le corto un cuarto de manzana en trocitos pequeños, que come despacito. Vomitona al canto! Más concretamente al canto de la mecedora, y de otra manta, se salva el sofá. Muy bien Parrulín, ahora te vas a sentir mejor, ya lo verás! (Y yo que sigo haciéndole fiestas, con más moral que el alcoyano) Ala, a duchar al niño y ducharme yo, sacar toda la ropa, poner lavadora, y fregarlo todo. Pongo también un lavaplatos porque ya que estoy… Vale, ya está. Si no fuera por lo mucho que le quiero… Llamo a mi santo, no me lo coge. Pero este está trabajando o se ha ido al exilio? Busco en internet el teléfono de donde está en urgencias y consigo hablar con él.
Cariño, el niño está malo y ya no sé qué hacer. Tiene la tripa blanda aunque muchos ruidos, no tiene fiebre, tiene ganglios en el cuello, su estado general es bueno, está contento y activo, ha vomitado tres o cuatro veces, sólo le duele en el momento del retortijón y vomita escandalosamente, luego se le pasa. ¿Qué hago? Me dice que si no lo veo como para irme a urgencias. A ver, si quieres que lo lleve lo llevo, pero yo no le veo muy malo. Mira a ver si tiene la lengua mojada ¿? Eh… saca la lengua cariño. Si, está mojada. Vale, no se está deshidratando. ¿Está ojeroso y con los ojos hundidos? No cariño, está bien, sólo vomita mucho, te digo que su aspecto general es bueno. ¿Tiene puntos o estrías rojas en la tripa? ¿? Eh… espera que miro a ver. No. Menos mal! ¿? Bueno vale, quieres decirme qué hago? Nada, sigue así hasta que yo llegue, a no ser que lo veas muy hundido y os vais a urgencias. ¿Cuándo llegas? A las once o así. Tócate los huevos! Vaaaale. Pues vaya ayuda!
Pasamos el resto de la tarde entre la mecedora y el sofá, no está especialmente malo ni especialmente mimoso ni apagado, pero yo estoy preocupada. Como no va a ir al cole no le acuesto a su hora, nos quedamos viendo una peli a ver si se duerme o si llega papá, lo que suceda antes. Nos tragamos la peli del arca de noé y dos capítulos de pitufos (si, lo sé, soy una santa) hasta que llega papá.
Llega, y todo son fiestas y juerga. Se pone en modo profesional, saca el fonendo, le ausculta la tripa, le toca el cuello. Tiene la tripa blanda aunque muchos ruidos, no tiene fiebre, tiene ganglios en el cuello, su estado general es bueno, está contento y activo, esto es un virus. Cojonudo! Eso ya lo sabía yo! Papá le da un zumito que el niño bebe despacito y no lo vomita. “Qué bueno es papá que me ha curado!” Qué buena es mamá que lleva una tarde de locos y ha puesto tres lavadoras! Ah, no, no toca. Si cariño, vaya suerte! Dice mi santo ¿Cuánto paracetamol le dábamos? 1,5 Vale, pues dale 1,5. Di que sí, hombre, lo que diga la arquitecta. Se pasa toda la noche con biberones con un poquito de suero, si le damos mucho capaz de beberlo todo de golpe y vomitarlo todo, así que mi santo o yo le ofrecemos a cada rato. Ha vuelto a dormir en su cuna, por tenerlo más cerca, no ha vomitado más y parece que todo va bien, aunque hoy no irá al cole.
Estoy agotada. Juro que para la próxima cojo el fonendo, hago el paripé y me llevo yo las glorias, porque lo que más me ha fastidiado de todo no ha sido el fregar, las lavadoras, sacarlas, ponerlas… sino el “Qué bueno es papá que me ha curado!” Tócate los huevos!
Diecisiete semanas
Tu bebé mide aproximadamente 16 cm. Y pesa unos 155 gramos. Aaaala, dentro de poco se me acaba la regla para medirlo, ja, ja!
La glándula tiroides comienza a funcionar y a fabricar la hormona tiroidea. Genial! Aunque nunca he sabido muy bien para qué servía el tiroides, pero genial que le funcione.
Ya los pulmones comienzan a prepararse practicando movimientos de inhalación y exhalación de líquido amniótico. Mira qué bien! Respirando mi Parrulinchi!
Si pudieras verlo te reirías, lleva sus dedos a la boca, hace muecas y traga el líquido amniótico como un vaso de agua fresca. Además ya tiene sus propias uñitas. Uy! Con lo diminutas que son las uñas de los bebés, ni me imagino unas uñitas de 17 semanas!
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen lunes!
Sean buen@s y felices.
PD Por si alguien tiene el mismo sueño que yo o necesitáis despertaros con marcha Wake me Up!

viernes, 23 de marzo de 2012

Respondiendo preguntas

Parrulín es un niño muy inteligente, está siempre deseando aprender cosas nuevas. A veces es todo un reto para mí. Nunca sé muy bien hasta dónde llegar y si debo o no enseñarle cosas que más tarde le enseñarán en el colegio. Si le ayudo o le perjudico con ello. Desde los dos años y medio conoce todas las letras gracias a un libro del abecedario que nos regalaron los reyes pasados. No sabe juntarlas y no sabe leer más de dos letras seguidas, pero las reconoce. En las últimas notas del cole uno de los temas era Conoce las letras a, i. Y yo me descojono al ver Conseguido. Pero también me preocupa ir demasiado deprisa por si le ocasiona problemas aburrirse en clase.
El caso es que últimamente me ha tomado por un diccionario y me pregunta el significado de palabras, así de sopetón, que no sé cómo responderle porque no son nada fáciles de definir. Me acuerdo de mi padre que siempre me decía Pues coge el diccionario. Qué rabia me daba! Era un pedazo de libro que pesaba un quintal, del año catapún, al que además le faltaban algunas páginas de la letra E. Era buscar una palabra rara y darte una definición del tipo acción y efecto de ---, que tampoco entendías, que tenía que volver a buscar y se creaba un bucle infinito que yo odiaba. Al final negociamos que si tenía que buscar más de tres veces, me lo explicaba él.
En cualquier momento inesperado:
“Mama, qué significa cotidiano?” Esa es fácil. Cotidiano significa que sucede todos los días.
“Mamá, qué significa típico?” La palabra es fácil, definirlo ya no tanto. Típico significa… que se suele usar mucho… o algo así. Por ejemplo, de México son típicos los nachos, de España es típica la tortilla. “La tortilla francesa?” Toma ya! Ja, ja! Eh… si cariño.
“Mamá, qué significa repelente?” Repelente? Repelente de niño repelente o repelente de insectos? Pues… depende. Dime dónde lo has oído para que te lo pueda explicar. (Veo que se lo piensa, que no me lo quiere decir, como si pensara que puede ser del tipo de putacojones y me voy a enfadar) Cariño, es que depende, dime en qué frase lo has oído para poder explicártelo. “Pues… en el cole… un cuento” Ah, dime qué dice por favor. “Dice que había un grúfalo con las rodillas nudosas y largo pelo que era muy repelente” Digo yo, no le explican el significado de las palabras raras cuando le leen los cuentos? Un grúfalo (que dice él) puede ser repelente? Eh… pues significa que nos da un poco de asco acercarnos al búfalo, un poco de miedo y un poco de asco. “Pues a mí no me da miedo el grufalo” Bueno, cariño, es que tú eres un valiente. También hay unas cremas que se llaman repelentes, te la echas y no se acercan los mosquitos ni los bichos, porque no les gusta nada. “Es que a mí no me dan miedo los bichos tampoco” Bueeeno.
“Mamá, qué significa ritual?” Tócate los huevos a ver cómo le explico yo esto! Pues... ritual es la manera de hacer las cosas, siempre igual. Por ejemplo, en la peli de los dinosaurios (de Disney, que le encanta) van a un árbol ritual a buscar novia ¿a que sí? “Si, por eso lo preguntaba” Ya lo sabía yo… “A buscar novia y a darse besos” Toma ya! Eh… eso es. Pues siempre, siempre que van a buscar novia los lémures de la peli van al árbol ritual. Nosotros también tenemos otros rituales. Por ejemplo, cuando nace un niño, lo llevamos a la iglesia y lo bautizamos. “Y tú eres la madrina!” Bueno, no de todos, ja, ja!
Qué ganas tengo de poder decirle Pues coge el diccionario! O qué se dirá en estos tiempos? Conéctate al rae! Googlealo!
Y ahora las preguntas de Anda si es mamá, que comparadas con las de Parrulín son fáciles:
1.- ¿Cuál es tu película favorita?
Ay pues no sé, tengo muchas, no sabría decidir la verdad. Te digo la de mi santo, Amanece que no es poco. Y la de Parrulín que es Dinosaurios (o en su defecto cualquiera de Piecitos, En busca del valle encantado)
2.- ¿Y tu libro?
Jo, pues tampoco sé decirte, leo tanto y tanto que sólo sé decirte si me gusta o no con el que estoy. Ahora mismo estoy leyendo Demian, de Hermann Hesse, que me está gustando, creí que iba a ser más… erudito? profundo? No sé, no me fiaba yo un pelo de Herman n Hesse no sé por qué. Pero me gusta. El libro favorito de mi santo es el libro del Tao, tenemos varias versiones traducidas por diferentes personas en diferentes momentos y alguna versión en chino. El favorito de Parrulín, sin duda, el rey león. También tenemos varias versiones, ninguna en chino, pero sí comprada en los chinos y los personajes se llaman ligeramente diferentes, ja, ja, es bueno!
3.- Pregunta típica ¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta?
Un buen libro, una buena cremita para el sol, y un teléfono vía satélite para cuando estuviera bien morena y bien descansada, que pudiera llamar para que me rescataran.
4.- ¿De quién te gustaría ser una reencarnación?
Uf! Pues la verdad es que no tengo ganas de ser una heroína, ni una descubridora famosa, ni una luchadora por la libertad ni nada de eso, que sólo pretendo ser feliz y en las biografías pocas veces si sabe si fueron felices o no, puesto que es una opinión del escritor y del lector. Así que preferiría volver a ser yo (que más vale malo conocido… ja, ja!)
5.- Si pudieras cambiar algo de ti misma (físico o no) ¿Qué cambiarias?
Físico no me vendrían mal unos centímetros más, no físico no me vendrían mal unos eurillos de más, pero en fin, virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
Como ya había jugado a esto con otras preguntas no lo distribuyo, podéis respirar tranquil@s!
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen fin de semana!
Sean buen@s y felices.