De lunes, y catorce semanas

Sábado por la mañana. ¿Vamos a alguna actividad cultural? Déjate de pamplinas Parrulina, y vete de compras, me dice el angelito malo, anda, llévale a la biblioteca de cuentacuentos que le gusta mucho a Parrulín y hace mucho tiempo que no vas, dice el angelito bueno. El angelito malo le da una patada en los huevos al bueno, que aunque pareciera un accidente yo sé que fue a propósito, y nos vamos Parrulín y yo de compras.

Primera parada, H&M, a ver si ha llegado alguna falda, no han llegado pero me compro un vestido azul muy favorecedor que estreno hoy, me veo hasta guapa! Creo que me lo voy a poner muchísimo! Tachán! Es este:

 Me he comprado también dos pares de medias de embarazada, que siempre vienen bien. Parrulín se ha llevado dos camisetas que no necesita, una de un pitufo y otra de Garfield (que él insiste en que es un tigre por mucho que le digas) a 4 euros! y un montón de calcetines para el cole que sí necesita. Madre mía cómo crecen los pies de los niños! Segunda parada, la fnac, acaba comprando dos cuentos, uno de una granja que es un rollo increíble pero se empeñó y otro El gran oso que se tragó a una mosca, muy divertido. Es este:

 

A la ida, en metro, me cede un señor el asiento. Yuju! Me siento y cojo a Parrulín en brazos. Se enfada. “Es que me quiero sentar yo!” De acuerdo, siéntate tú. Se sienta. Parrulín, ¿has visto ese cartel? “Sii” ¿Y qué significa? “Que hay que dejarle el sitio a las mamás con un bebé en la barriga” Muy bien, pues levántate que tienes que cederme el sitio. Tooma! Parrulín se ríe y se sienta encima de mí sin problemas. A la vuelta, vamos de pie, sólo son dos paradas, pero se acerca a una rubia de ojos azules pinta-de-guiri-que-echa-para-atrás. “Tienes que dejarle el sitio a mí mamá que tiene un bebe en la barriga” Ala, así, con exigencias, la guiri le mira, y le sonríe con esa cara de boba que da el no entender nada de lo que te dicen. “Mamá, es que no te deja el sitio!” Cariño, no te ha entendido nada, nos bajamos en seguida, y con el abrigo no puede ver que tengo un bebé! Ja, ja, qué educadito está este niño, espero que a los 20 no se le olvide! Que yo me levanto pero al primero que levanto siempre es al niño!

Por la tarde me pregunta “Mamá, vamos mañana al teatro a ver otra vez a Lucía la Maga?” Y yo, sin palabras, anonadada, si era infumable! Pero nos conocemos, ay cómo nos conocemos. Cariño, Lucía la Maga era un horror, ¿no será que quieres ver a mi amiga y su hijo? “Si, y jugar en el parque con él” Ah, ya decía yo, respiro más tranquila al comprobar que no le afectó al cerebro el teatro de la semana pasada. Bueno, si quieres busco algo de magia, ¿te parece? Y luego le pregunto a mi amiga si quiere o puede venir.

En eso quedamos, y sacamos entradas para ver Papá quiero ser mago, en La escalera de Jacob, aunque al final fuimos él y yo solos. La obra fenomenal, muy divertida, a partir de los tres años, porque son trucos y chistes, no sigue un hilo, y más pequeños no sé si serían capaces de seguirlo. Es una cueva pequeñita y los niños se sientan delante, aunque estaba muy cerca de él no podía controlarlo del todo. Antes de empezar la función ya había salido al escenario e intentaba cotillear la maleta del mago. Este niño me sale artista, seguro! Consigo que vuelva a su sitio y comienzan. Para uno de los trucos piden un voluntario, sale una niña y a continuación Parrulín, que dice que él también quiere. Al final hacen el truco entre los dos. Meten cinco trozos de papel higiénico en una bolsa y salen cinco pañuelos de colores. Parrulín loco!

Antes de marcharnos se lleva una carta del mago que encuentra por el suelo. Se pasa toda la tarde pidiéndonos a mamá o a papá que nos agachemos y dice “Pero mamá ¿qué tienes en la oreja?” Y saca la carta mágica, un dinosaurio, un cubo, un pato, o cualquier cosa que se le ocurra. Está encantado con esto de la magia.

Un ratito un poco largo que estaba muy callado y voy a ver qué hace. Pobrecito mío, está en el baño, ha cogido varios trozos de papel higiénico y los ha metido en una bolsa, dice abracadabra y mete la mano, no encuentra más que papel, coge más papel y lo sigue intentando… A riesgo de que termine con todo el rollo de papel me voy a avisar a mi santo. Mira a tu hijo, pobrecito mío, y nos quedamos los dos en la puerta viendo cómo lo intenta. Nos ve y dice “Mamá enséñame cómo lo hace el mago, que a mí no me sale!” Ay pobrecito mío!

Catorce semanas

La verdad es que cómo pasa el tiempo! Ya son catorce semanas! He aumentado de peso 200gr. Toooma! Está fenomenal! Por ahora va bien, va muy bien, el tema del peso.

Parrulinchi mide unos 9 cm, pesa alrededor de 30 gr y con ese dato me he quedado loca! Este mes es crucial para el desarrollo del sistema nervioso y corazón del bebé, el ácido fólico debe ser parte importante de la dieta, así que a ver si procuro no olvidarme de tomarlo, que para eso soy un poco desastre la verdad. Sus riñones ya funcionan, hace pis en el líquido amniótico, esto da un poco de asquito, la verdad. Podría empezar a salir calostro de mi pecho, podría, pero de momento yo no lo veo. Y ya es posible identificar sus huellas dactilares! Ala, ya podría hacerle el DNI.

Mamá de Parrulín y Parrulinchi.

Otro día más. Buen lunes!

Sean buen@s y felices.