lunes, 7 de septiembre de 2015

Es el fin de una larguísima etapa


Hace seis años, en el mes de julio, comenzamos a llevar a Parrulín a la guardería. No teníamos experiencia en guarderías, ni de amigos ni conocidos, primero miramos alguna cerca de casa, la impresión fue de “aparcamiento de niños en espacio reducido” y luego miramos una cerca de casa de mi madre, la impresión fue de “gran familia con buenas instalaciones y mejor trato” y nos decidimos sin dudarlo.
Hasta que cumplió un año Parrulín fue cuidado por su abuela, no podía estar en mejores manos, pero cumplió un año, estaba en ese momento en el que todavía no andan pero quieren estar todo el rato de pie, además llegó el verano y mi madre se quería marchar a Galicia y decidimos dejarlo en la guardería. Con el corazón encogido, lágrimas en los ojos y total indiferencia por parte del chiquillo, afrontamos ese primer día.
Desde entonces han pasado algo más de seis años en los que nos ha sucedido casi de todo y siempre hemos encontrado ayuda y apoyo en la guardería. Desde el horario especial que han llevado los dos, entrando a la hora de comer, hasta estar siempre accesibles para cualquier imprevisto o necesidad especial. Se dieron cuenta de las capacidades de Parrulín y lo adelantaron de clase cuando lo sugerí, también se dieron cuenta de las capacidades de Xoubiña y la adelantaron de clase sin que lo pidiera.
El verano en el que mi madre estuvo ingresada y nos dieron el terrible diagnóstico y pocas esperanzas de vida, le dieron su primera quimio y la enviaron a casa, semicomatosa, más muerta que viva. Parrulín no tuvo vacaciones, yo lo recogía, estaba con él, le llevaba a dormir con su padre y volvía a casa de mi madre, a quedarme con ella poniendo el despertador cada hora para comprobar si seguía respirando. Qué época más terrible aquella! Y cada vez que iba a recogerle, con el corazón hecho trizas y fingiendo una sonrisa, encontraba una directora preguntándome cómo estaba yo, si había comido, ofreciéndome cada día un bocadillo y un abrazo.
Le pedí ayuda a su profesora sobre cómo explicarle a Parrulín lo que iba a suceder, me encontraba totalmente perdida, preocupada y desorientada. Ella habló con un psicólogo especializado y estuvo contándome que debía hablarlo con naturalidad, no mentirle, dejar que lo viviera a su manera, dejar que se expresara, resolver sus dudas, acompañarle pero sobre todo, no transmitirle mi propio drama, él debía elaborar su propio duelo. Es sin duda lo más difícil que he hecho nunca y sus consejos me ayudaron infinitamente.
Empezó Parrulín el cole pero cada vez que era no lectivo lo llevaba de nuevo a la guardería, también las vacaciones de semana santa, de navidad y las de verano mientras nosotros trabajábamos. Las últimas navidades de mi madre, mientras ella se moría, Parrulín estaba en la guardería también, y yo me sentía tranquila al saber que él estaba a salvo.
Pasaron aquellas terribles navidades de su muerte, a finales del mes de enero tenía que incorporarme a trabajar y tuve que dejar a Xoubiña con apenas cuatro meses, tampoco tuve nunca ningún problema, ni con su horario especial ni con dejarle biberones de leche materna, todo facilidades. Cada día un cómo estás, un abrazo, un no llores más.
Apenas quince días más tarde me despiden del trabajo y deja de ir a la guardería. Después de ganar el juicio me mandan un burofax un viernes para que me incorpore el lunes, Xoubiña tenía ya algo más de un año. De nuevo ningún problema para incorporarse a la guarde a toda prisa, de nuevo ningún problema para dejar a los dos aquellos días en los que no hay colegio y las vacaciones mientras nosotros trabajamos.
Y ha terminado esta etapa, mañana Xoubiña comienza el cole de mayores. Salgo de la guardería igual que entré, con el corazón encogido, lágrimas en los ojos y total indiferencia por parte del Xoubiña, a ella no le da pena, está emocionada con el cole de mayores y Parrulín... un poco harto ya de la guarde, el pobre, ya es muy mayor para eso.
Se acaban seis largos años de guardería, si ha habido algún problemilla o desacuerdo en todos estos años, francamente no me acuerdo. No tengo más que buenas palabras de la guardería. Y sé que no es un adiós, que es un hasta luego, que seguimos teniendo las puertas abiertas los días sin cole y las vacaciones, pero me da pena despedirme. Se cierra un largo capítulo que ha sido muy importante en mi vida y en la de mis hijos.
Una buena guardería es un tesoro, y hemos tenido mucha suerte en la elección. Una buena guardería es un segundo hogar para los niños y una segunda familia también. Los echaremos de menos. Y sé que en el cole va a estar bien, que es un cole estupendo, ya hemos pasado por ello, Xoubiña está muy contenta, ha jugado a menudo en las instalaciones, y recuerdo que el resumen de Parrulín del primer día fue “Lo he pasado chupi lerendi!”
Este adiós a la guardería tiene también un importante aspecto emocional, se acabó esta etapa, se acabaron los bebés. Ayer los veía dormir y pensaba lo increíble que me parece haberlos criado a los dos, ya no me quedan bebés. Parrulín fue criado durante la mejor etapa de mi vida, con mucha alegría, acompañada por mi madre, Xoubiña en cambio fue criada en la peor etapa de mi vida, la más triste, la más sola, la más difícil, y los dos han salido adelante.
No quiero otro bebé, me siento totalmente incapaz de criar un hijo más, me imagino con un bebé en brazos y no sabría qué hacer con tres hijos. Sí, saldría adelante también, supongo, pero mi pena de dejar de tener de bebés no incluye el anhelo de volver a empezar. Siento que mi familia está completa, y los niños crecen, como debe de ser. Y por un lado me da mucha pena, por otro lado me da cierto alivio y, en el fondo, en el fondo, lo que me parece increíble es haber logrado tener unos hijos tan alegres, buenos y cariñosos.
Cerramos un capítulo, quién sabe qué nos deparará el siguiente.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

6 comentarios:

  1. Ay mi niña.... esta nueva etapa será maravillosa también, seguro. Un beso fuerte.

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  2. Me he emocionado al leerte, tienes los niños que te mereces, "buenos alegres y cariñosos". Un beso y animo con esta nueva etapa.

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  3. a mi me pasa que cada vez que dicen lo buena (tierna, linda, alegre) que es mi hija, pienso que eso es mérito de ella solita, que yo no creo haber hecho tanto...
    en mi caso es una y no sé si realmente será así si es que tengo otro hijo.
    en tu caso con dos si tienes que creertelo jeje que dos niños hermosos como los tuyos no puede ser coincidencia!

    Espero este nuevo capítulo de muchas historias para contar.

    besos Parrullina,

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  4. HOla. ya lo dices tu que conseguir una buena guardería es todo un tesoro. Mi experiencia fue nefasta. No temgo dudas que el capítulo siguiente qye vais ya a empezar será muy enriquecedor para todos y estará lleno de momentos mágicos... seguimos en contacto

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  5. Esos niños tienen tanto de su madre!!
    Será una nueva etapa llena de historias que contar.
    Un beso

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  6. QUE BONITO RECORDAR Y AGRADECER TODOS LOS APOYOS QUE HAS TENIDO EN ESA GUARDERÍA!
    AHORA VIENE OTRA ETAPA, IGUAL DE IMPORTANTE, Y QUE ADEMÁS ELLOS YA PODRÁN RECORDAR EN EL FUTURO!
    OJALA ESTE LLENA DE MOMENTOS FELICES
    BESOS

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