jueves, 24 de septiembre de 2015

Iba caperucita por el bosque conduciendo un Ferrari, tralará, tralará…


La educación, ese derecho fundamental de los niños que cada vez está más torcido, y cada vez más retorcido, la educación que este año ha comenzado con un gasto de 450 eurazos en libros! Sí, que yo sigo erre que erre con lo mío, que me ha dolido. La educación a cada uno según sus capacidades, esa es la educación que nuestros hijos merecen, y a la que tienen derecho legal.
Y como no es fácil conducir un Ferrari hoy vengo a contar cómo afrontamos este curso la adaptación curricular de Parrulín, mi querido Ferrari, a la que tiene derecho legal, que nunca me cansaré de repetirlo.
Lo poco, poquísimo, escasísimo, insuficiente y decepcionante que le adaptaron el año pasado fue avanzar un libro de una especie de pasatiempos matemáticos que le encantan, Dale al coco se llama. Su profesora del año pasado me dijo que como le gustaba tanto hacer eso y se le daba tan bien le comprara el Dale al coco 2 para que pudiera hacer algo que le gustara cuando terminara las tareas, una especie de entretenimiento-premio-aprendizaje.
Este año Dale al coco 2 estaba en el listado de libros, pero necesitaba preguntarle primero a su nueva profesora para saber qué íbamos a hacer. Ayer hablo por fin con ella y me dice que le vuelva a comprar el Dale al coco 2. Repite libro entonces? Sí, el Ferrari repite libro, alucinante. Según su profesora no debe avanzar tanto en la materia que cada año tengamos el mismo problema, ella entiende que haberle dejado hacer el cuadernillo 2 el año pasado no fue una medida muy acertada por parte de la profesora anterior, me dice que ha hablado con ella y le ha dicho que sólo hizo aproximadamente la mitad y que en esa mitad le hará unos ejercicios especiales para él, para que no se aburra. Bueno, vale, aceptamos barco, aunque sea muy, muy difícil aceptar barco siendo un Ferrari. Acordamos tener una tutoría cuando ya tengan el horario completo y conozca más al niño para hablar más detalladamente de cómo tiene pensado abordar su adaptación curricular.
Parrulín se muestra decepcionado por tener que repetir el Dale al coco 2, le pregunto si es verdad que hizo sólo la mitad y me cuenta que no. Cuando la profesora le veía, él hacía el cuadernillo 2 por el principio, pero que como era tan fácil que le aburría en cuanto podía hacía las páginas del final que eran un poco más complicadas y le divertían más. Y menos mal que es un niño de buen conformar, porque la verdad es que tener que repetir el libro debe de ser aburridísimo. Hala, otro curso perdido para el pobre chiquillo! Que nos sobran los genios, señores, podemos derrocharlos! Para qué nos vamos a preocupar por ellos! #NoPisoteesLasAACC
Y todo esto lo hablaremos con calma cuando tengamos la tutoría. Es difícil el equilibrio entre tener la mejor educación posible para tu hijo, a la que tiene derecho legal aunque este derecho quede en manos de la libre interpretación del profesor que le toque cada año, y la convivencia con el colegio donde pasa muchas horas al cabo del año. Como madre iría como una loba a defender sus derechos y sin embargo debo disfrazarme de caperucita porque es la única forma en la que puedo ganar algo y es más lo que tengo que perder. Iba caperucita por el bosque conduciendo un Ferrari, tralará, tralará…
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

1 comentario:

  1. La verdad es q tiene q ser frustrante, para tí pero sobre todo para él.

    Quizá me meto donde no me llaman...pero ¿no os habéis planteado cambiarle de colegio? me parece increible q en Madrid no haya un colegio en el q tu hijo pueda avanzar.

    No sé... se me ocurre q les plantees q le hagan exámenes a tu hijo para demostrarles q es una pérdida de tiempo q esté en ese curso. Ya te lo comenté en otro post q escribiste sobre las AACC de Parrulín, mi madre cuando ejercía, presentó a algún niño y le saltaron de curso.
    ¡Lo q me maravilla es q tu hijo siga queriendo ir al cole!

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