miércoles, 23 de julio de 2014

Los bichos de los huevos o los huevos de los bichos



Esto es como lo del huevo o la gallina pero la versión de la familia Parrulín y con los bichos palo de los huevos, los huevos de los bichos palo y el señor de los huevos como protagonistas.

Recordaréis que el Ratoncito Pérez, o el Señor Perez en mi caso, tuvo la malvada, rebuscada y truculenta idea de traer como regalo una granja escuela de bichos palo y había que pedir por Internet el envío de los huevos de los bichos.

El día 9 de junio, casualmente el día de su cumpleaños, salió de la India un paquete de huevos de bichos palo en dirección a la casa de la abuela de Parrulín. Todos los días me preguntaba emocionado cuándo iban a llegar los dichosos huevos. Ponía que podían tardar hasta 15 días en llegar y los días iban pasando.

Pasaron los 15 días, Parrulín me preguntaba emocionado cuándo iban a llegar los dichosos huevos y yo me preguntaba si serían días naturales o días hábiles, y siguieron pasando los días. Pasaron los días naturales, los hábiles y alguno más antes de que me decidiera a mandar un mail al señor proveedor de los huevos para avisar que no había llegado el envío. El señor de los huevos me respondió enseguida, me enviaba un nuevo paquete y sus más sinceras disculpas.

El envío era a casa de mi madre porque al tener portero físico es más útil para los envíos de paquetes, si viene un mensajero puede dejar lo que haga falta. Es majo el portero, y estaba avisado de que lo estábamos esperando. Hace unos días me llama, que han llegado los huevos! Yo estaba trabajando pero Parrulín todavía no habría salido de casa a esa hora. Llamo a mi santo corriendo, pásame a Parrulín, y le cuento que ya han llegado los huevos de los bichos, emocionado el chiquillo.

Esa misma tarde compramos la hiedra que es lo que se supone que comen los bichos palo y preparamos el hábitat en su habitación, le buscamos un buen sitio, cerca de la ventana, ponemos la planta dentro y preparamos una especie de camita para los huevos de los bichos con la tapa de un bote de café y un poquito de papel de cocina. Yo que sé, eso decían las instrucciones, y yo obedezco, se supone que era para aislarlos de la humedad.

Cuando abrimos el paquete de huevos encontramos en una especie de tubo de ensayo pequeñito con una hojita seca y unos cuantos bichos palo metidos. Habían nacido, habían crecido como un centímetro más o menos, y habían palmado al no tener más que una hoja ya pocha como comida. Parrulín disgustadísimo y yo me pregunto si no será que están asfixiados, o desmayados, o haciéndose el muerto o algo así y los coloco en su camita por si reviven pero no se mueven. Los miro, los remiro, los refresco con un flush flush de agua, ¿les hago el boca a boca? mejor no, el resto intento todo lo que se me ocurre, pero no se mueven.

Envío otro mail al señor proveedor de los huevos, mire que me han llegado los huevos, pero ya habían nacido, ya habían crecido un centímetro y ya se habían muerto. Me imagino que se trata del primer envío perdido que por fin ha llegado y que en unos días llegará el segundo envío porque a estos segundos bichos de los huevos no les ha dado tiempo a venir desde la India.

Muy amable el señor de los huevos, que pobrecitos, dice, que él también cree que debe de ser el primer envío, y que si no me llegara el segundo envío que me vuelva a poner en contacto con él. Pasaron los días, no muchos, una semana o así y me llama de nuevo el portero de casa de mi madre, que te han llegado más huevos! Jajaja, ya lo sé, ya, es que estaban muertos. Esta tarde me paso a recogerlos, muchas gracias.

Ayer llegamos a casa, abro el paquete y veo los huevitos perfectos, chiquitillos, redonditos, como tiene que ser. Vale, pues voy a meterlos en el hábitat, voy a retirar primero los cadáveres anteriores. Saco la camita con los cadáveres y coño! Que se mueve uno! Parrulín, corre, mira, que hay uno que está vivo! Moviendo las antenitas, pobre bicho, rodeado de cadáveres de sus congéneres, todavía con ganas de mover las antenitas y sin haber comido desde que salió de la India el 9 de junio!

Con un pincelito que venía en el paquete específicamente para ello, cojo al bicho palo más muerto que vivo y lo dejo en la planta, por si acaso no tenía fuerzas el pobre para subir solito a la hiedra y dejo los huevitos nuevos en la camita, a esperar a ver si salen.

Se ve que sí salen algunos, la prueba está en el envío anterior, y se ve que deben de ser más resistentes de lo que parecen porque llevaba el pobre bicho un mes entero sin comer y movía las antenitas. Nos queda esperar a ver cómo evolucionan, llevarlos a Galicia porque no los vas a dejar solos en Madrid, pobrecitos, y convencer a Parrulín para dejarlos allí en libertad cuando tengamos que volvernos.

Y ahora cantamos: Y aquí se acaba la historia, de los bichos de los huevos, que vinieron desde la India, hasta España en avión, bom, bom, bom, bom, chuchuá, chuchuá.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña, granjera de bichos palo.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

4 comentarios:

  1. :)
    Me encanta leer cómo a Parrulín le fascina tanto los animales.
    Espero q con esta segunda tanda tengáis más suerte.
    ya nos contaréis.

    y ese superviviente de la primera tanda merece foto y nombre :D

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  2. Jajajajajaja! Menuda odisea huevil!!
    Yo también tuve de esos en casa, no veas como se reproducen, y lo que crecen! Lo que no veo claro es la liberación en Galicia... Ya nos contarás!
    Muas!

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  3. Uf.!!! Menuda odisea!!! Cuando leo estas cosas, me alegro de tener en casa tres chicas... con lo asquerosa que soy yo para los bichos!!!! Espero que a ninguna de las tres le dé por coger bichos... que todo es posible....
    Besotes!!!

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  4. Jajajaaaa casi me hago pis encima! Lo q me he reido con los bichos muertos y con la resurreccion! Nota mental: prohibido meter granjas de bichos en casa.

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