Perlitas habituales

Aunque yo esté de capa caída Parrulín os podéis imaginar que sigue con sus perlitas y haciéndome reír a pesar de todo. Por eso, para no olvidarme, y para añadir alguna de la pequeña Xoubiña escribo este post.

Un día en el metro, fuente inagotable de perlitas, que parece que sólo charlamos en el metro, pero no es así. En fin, que un día en el metro me pregunta “Mamá, dónde está aquí el vagón del carbón?” Me río, sé lo que me está diciendo, pero me apetece vacilarle un rato. Cómo que el carbón? “Si, mamá, los trenes llevan carbón” Ah, bueno, cariño, pero eso era antes. “No, ahora también!” Vale, voy a vacilarle. Pero eso no lo llevan los Reyes Magos? “Si, pero para los niños que se portan mal” Ah, ya entiendo, el tren lleva carbón por si los pasajeros se portan mal, no? “No, mamá, es otra cosa” Y para qué llevan carbón entonces? “Pues…” Ah, ya lo sé, para que Ramón pierda su zapatilla! ♫ En un vagón, cargado de sandías… ♫ “No, mamá, es otra cosa!” Ya se va enfadando el chiquillo. Oye, y si en vez de carbón llevan madera? Para poder decir Más madera! “Que no, mamá, que es otra cosa!” Ah, bueno, pues dime entonces para qué usan el carbón los trenes. “Bueno, es que eso… en realidad nadie lo sabe!” Ah, en ese caso…

Un día me dice no sé qué del demonio. Qué demonio? Qué es el demonio?  Veo que escoge las palabras “Es… como… un hombre…  pero extraño” Ah, cómo que extraño? “Pues sí, porque tiene cuernos y es de color azul” Ah, lo de los cuernos lo he visto alguna vez. “Has visto al demonio alguna vez?” No cariño, sólo en los cuentos y eso. (Afortunadamente sólo sé de cuernos a través de los libros, je, je) Lo de azul ya no me convence mucho, suelen dibujarlo de color rojo, pero si a ti te gusta más en azul no importa. “Y sabes qué es lo que más me gusta del demonio?” Qué? Sorpréndeme! “Qué va a ser mamá? Pues que es carniiiiivoro!” Jajajajaja!

“Mamá, sabes que los libros son un tesoro?” Pues sí, cariño. “Me lo dijo un día la abuela” Pues es verdad. “Y sabes por qué?” Por qué? “Pues porque puede haber muchos tesoros diferentes, como de amor, como yo, que soy tu amor y soy un tesoro!” Claro que sí cariño! Mi mejor tesoro! Mi tesooooooro! Jajajajaja!

“La abuela a veces era un poquito mentirosa…” Pues… no creo, cariño, por qué lo dices? “Porque siempre me decía que los niños guapos salen de madres feas” Ah, juro que en mi vida he oído decir eso a mi madre. “Y tú hoy estás muy guapa!” Hombre, pues muchas gracias mi amor! “Y si tú eres guapa yo tendría que ser feo y soy muy guapo también!” Hombre, claro, guapísimo! “Así que la abuela era un poquito mentirosa” Bueno, igual era una bromita, hijo.

Estaba con Xoubiña en el sofá, haciéndola cariños y mimitos mientras Parrulín jugaba distraído a las construcciones a mi lado en el suelo y le digo a la nena Ay, que te como! Y Parrulín, que andaba a su bola, o eso parecía, pero no, me salta rápidamente diciendo “Bueno, mamá, no será de verdad, no? Será a besos!” Jajajajaja! Claro, a besos, a ella y a ti, a los dos os voy a comerrrrrr!

Y la pequeña Xoubiña, con sus cinco mesitos recién cumplidos, más guapa que nada, esta niña promete y promete ser aún peor que su hermanito. Vamos en el metro, ella va en el mei tai y Parrulín de la mano. Pues se estira, se estira, se estira, como para salirse del mei tai, y mira a alguien, y le hace pedorretas, pompitas y sonrisas insistentes al que haya elegido como víctima. Es una provocadora! Y cuando la víctima le sonríe va la muy caradura y esconde la carita en el mei tai como si le diera vergüenza! Vaya morro tiene!

Un día que llevaba yo una camisa un poquito desabrochada ella iba en el mei tai protestando, no recuerdo por qué protestaba, pero daba grititos y me daba cabezazos a la vez, eso suele hacerlo cuando tiene hambre, quizá tenía hambre. El caso es que descubrió que podía hacer como los indios contra mi cuerpo, y le gustó un montón. Como cuando te pones la mano en la boca para hacer el sonido de los indios, pues lo hacía contra mi cuerpo, y se reía, y lo hacía más, y se reía más y así estuvimos todo el camino hasta casa.

Ayer le daba la cena a Parrulín, una carne con verduritas y no sé qué, y Xoubiña quiere cogerme la cuchara todo el rato. Vale, si quiere, yo le doy. Podrá comer esto? Psss… supongo que sí. Le doy un poquito del caldito que queda en el fondo del tupper y le encanta! Se pone toda nerviosa de lo que le gusta! En cuanto le quito la cuchara berrea. Termina tomando todo el caldito antes de cenar su papilla de cereales. Y cada vez que le quito la cuchara para coger más suelta un gritito y dice algo que es como una cosa intermedia entre Oye! y Oh, yeah! Me parece a mí que esta niña va a comer de todo, todo le gusta, todo te pide, le llama mucho la atención cuando comemos y todo lo quiere probar.

La niña se quiere sentar, aún no se sostiene, son sólo cinco meses, pero Xoubiña lo intenta con todas sus fuerzas, se agarra a lo que sea para conseguir sentarse. A mí me da no sé qué tenerla sentada, son sólo cinco meses! Estábamos los tres en el sofá y se agarra a la funda para sentarse y se nos quiere salir del sofá cuando dice Parrulín “Pero dónde vas, hermanita? Si no tienes un euro!”  Jajajajaja!

Otro día más.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.