Perlitas reivindicativas

A que echábais de menos las perlitas de Parrulín? Pues aquí van unas pocas. Que parece mentira que este rubio pequeñajo apunte ya maneras de indignado y de perroflauta, dicho desde el cariño, y dicho también desde la añoranza de mi juventud, de manifestaciones, del no a la guerra, del nunca mais, de veranos de playa, de diábolos, de queimadas y de conversaciones sobre cambiar el mundo, y dicho también desde la esperanza de que ellos tengan un mundo mejor, y dicho también desde la alegría y desde el asombro de verlo indignado, cuatro años e indignado!

Uno de los días que estuvimos en Galicia tenía que ir al ayuntamiento a pagar unas tasas del cementerio. Parrulín, te quedas con papá? "No, voy contigo, mamá!" Y yo me pregunto que para qué pregunto, y me pregunto que para qué pregunto que para qué pregunto, y dejo de preguntarme por ser una ecuación irresoluble. En fin, que llegamos al ayuntamiento. Buenas, vengo a pagar esto. Ah, pues es que eso lo lleva Mariucha y ha salido a desayunar. Eh... tardará mucho? No sé, ven en un par de horas. Tócate los huevos! Dos horas! Qué buen desayuno! Volvemos a las dos horas. Buenas, vengo a pagar esto. Ay, pues es que eso lo lleva Mariucha y ha salido a desayunar. Eh... otra vez? No será el aperitivo? Yo con retintín. No sé, pues estará en una reunión. Si, será eso, vuelvo luego. Al final la encontré, aunque al día siguiente. Buenas, eres Mariucha? Es que ayer vine y estabas desayunando a las 11, y a la 1, yo con retintín. Si, soy yo, sin inmutarse, debe de ser normal este horario. Y Parrulín, más directo él, le suelta "Pues qué buen desayuno!" No se inmuta, debe de ser normal ese horario. Mientras hago el papeleo Parrulín coge a un funcionario por banda para hablarle de dinosaurios. Cojonudo, este hoy en vez de desayunar dos veces hace algo útil como entretenerme al niño. Que no digo que sean todos así, pero desde luego los de allí... Salimos del ayuntamiento con un papel. Parrulín, ahora tenemos que ir al banco a pagar esto. "No mamá, que eso es muy peligroso, que los bancos son todos unos ladrones!!!" Jajajajaja! Quién te ha dicho eso? "Pues papá" Y yo me pregunto que para qué pregunto, y me pregunto que para qué pregunto que para qué pregunto y dejo de preguntarme por ser una ecuación irresoluble. Cariño, cómo le dices esas cosas al niño? Para que vaya aprendiendo. Coño, mejor enseñale a sumar! Es que ya sabe. Pues a multiplicar! Es que ya sabe. Pues a... Coño, que no le enseñes esas cosas! Y punto!

En casa de una amiga de mi madre, de una amiga que se ha portado como una hermana, que no puede ser mejor persona ni tener el corazón más grande, vienen los Reyes para los niños y lía la de San Quintín. Regalos, globos, confetis, todo debajo de unas telas para que lo descubran los chiquillos. Pone siempre un palito y una cartulina con el nombre de los niños para que sepan cuáles son sus regalos, como una pancarta. Y cuando acabó la fiesta, y la merienda, y los recuerdos, y algunas lágrimas, y los agradecimientos, salimos a la calle para marcharnos. Parrulín lleva en la mano su pancarta y la de su hermana y cuando se cruza con unos chicos de repente levanta las pancartas y se pone a gritar "Sanidad, pública!!!" Ni los chicos ni yo podíamos parar de reír. Y el niño tampoco paró de reclamar sus derechos hasta llegar a casa, donde se lo dijo a su padre, y el padre encantado, claro. Quién te ha enseñado eso? "Pues el tío y la tía" Bien, pero siendo profe mi cuñada pegaba más otro tipo de reivindicación. Coño! Enseñale a... Que no le enseñes esas cosas! Y punto!

Ayer vamos por la calle y hay un señor durmiendo en un banco. Parrulín, directo hacia él, para variar. Cariño, no te acerques, déjale, que está durmiendo. "Y por qué duerme en la calle?" Pues... porque no tendrá casa, cariño. "No mamá, eso no es así, te equivocas" Y cómo es? "Este señor sí tiene casa, pero no ha podido pagarla y se la han quedado los del banco, porque son todos unos ladrones!" Eh... Pero de dónde se saca estas cosas! De su padre? De sus tíos? Del telediario? "Podemos despertarle y que venga a dormir a casa!" Eh... "En la cama que hay debajo de la mía!" Eh... Pues no me faltaba a mí nada más que un okupa en casa! Bueno, si me ayuda a limpiar y hacer la comida... Que no, que no, que sólo me faltaba eso. Cambio de tema, rápido, piensa, piensa. Eh... Parrulín, quieres un chupachus? Hala, despistado! Ay mi niño, el indignado, el perroflauta, y en lugar de vender sus principios a cambio de un sobre bien repleto se vende a cambio de un chupachus! Así no, eh? Que no salimos de pobres!

Coño! Que para perroflauta yo, o experroflauta, pero no le explico esas cosas a un niño de cuatro años! Que luego se vuelve un indignado, y un perroflauta, y está bien eso, no digo que no, pero tiene que llegar a la indignación por su propio camino! O somos nosotros los que marcamos su camino? Pues no sé, tal vez no esté mal que siendo tan pequeño vaya descubriendo de qué va la vida, que hay que protestar por las injusticias, que juntos podemos, que unidos venceremos. O no, pero hay que intentarlo. Decidido, este fin de semana le compro un diábolo! Eso si, ni rastas ni piercings hasta los 18!

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

PD: Se acerca mi cumpleblog, se acerca una fiesta por todo lo alto, se acerca una sorpresa, se acerca, se acerca.