martes, 16 de junio de 2015

Crónica del eterno cumple SIE7E


Yo soy muy “fans” que diría una amiga, de las celebraciones, las anticipo desde días antes y las estiro hasta más allá de lo razonable, porque SIE7E años sólo se cumplen una vez y Parrulín se merecía todo eso y más. Mi niño bonito!  

Comencé preparando las diversas curiosidades sobre el número SIE7E, encontré una página donde me contaba varias cosas del SIE7E pero luego tuve que haciendo búsquedas de SIE7E toneladas, SIE7E kilos, SIE7E metros, SIE7E estrellas… hasta tener un total de 28. Descarté algunas como las SIE7E maravillas del mundo antiguo, que había sido mi primera inspiración o los SIE7E pecados capitales que no venían a cuento, jeje. Imprimí en papel de pegatina las 28 fotos, los 28 textos y 28 veces Parrulín cumple SIE7E años, todos con forma de heptágono. El sábado me levanté a horas intempestivas para pegar las pegatinas, tres por vasito, 84 pegatinas recortadas y pegadas en su vasito correspondiente. Y el lunes por la tarde me dediqué a rellenar los vasitos con los huevos de chocolate, los ositos de goma y la magdalena superior, terminando incluso con agujetas de rellenarlos, pero deseando que mi hijo los llevara al cole, descubriera la sorpresa y me contara el resultado. 

Parrulín, además de los vasitos, quería llevarse a merendar a un Dunkin Donuts, que también es muy “fans” él de ir allí en las ocasiones especiales. Aunque en un principio accedí después me imaginé yo sola por la calle con Xoubiña en el carrito, Parrulín y otros diez cafres como él haciendo el jenízaro por la calle, me vino una cordura inesperada y deseché la idea prometiéndole ir a recogerle con una caja de 12 donuts para que pudiera compartir merienda con sus amigos, pero en el patio del cole.

A pesar de sus nervios y su dificultad para contenerse, conseguí que esperara toda la tarde hasta que llegara papá para darle su regalo todos juntos. La excusa para mantenerle ocupado fue remodelar toda su habitación por completo, quitamos colchones, eliminamos la alfombra, cambiamos juguetes y muebles de sitio, guardamos ropa y zapatos inservibles… Cualquier excusa era buena para mantenerle atareado, aunque así contado parece un trabajo poco apropiado para celebrar su cumple, la habitación quedó como nueva y los dos disfrutan muchísimo de poder jugar con más espacio para ello. Llegó papá y le dimos el regalo, la fortaleza del dragón de playmobil, todo lo que sean playmobil es un éxito asegurado, si además incluye armas mejor que mejor y si incluye dragones ya es el no va más de los juguetes para este niño! Los yayos le regalaron también un libro que le ha gustado tanto que en un par de días ya se lo había leído entero. Le advertimos que tenía un regalo estupendo que le daríamos en la fiesta que iba a celebrar con sus amigos el viernes. No sé por qué Parrulín pensaba que era algo que estaba haciendo yo, y no quise sacarle de su error.

Las invitaciones al cumple, compartido con otros dos cumpleañeros, estaban repartidas, lo celebraban en una bolera. Tuve que salir antes del curro para poder recoger antes a Xoubiña de la guarde y salir pitando desde el cole hasta la bolera, que además no quedaba precisamente cerca que digamos. Tanta prisa tenía por salir de trabajar que olvidé comer y además olvidé allí la comida, pero olvidé también el hambre que tenía hasta varias horas más tarde. Tres cumpleañeros, dieciocho niños invitados y tres padres para encargarnos de todo, uno era americano y la verdad que tenía ciertas dificultades con el idioma, pero oye, me invitó a unas cervezas y es de agradecer el detalle. Algunos hermanos de los invitados se quedaron también al evento, al final eran unos 25 niños y seguíamos siendo dos madres y un padre americano para cuidarlos. Distribuidos en tres pista tenían un “padre responsable” por pista. La música alta de la bolera dificultaba la comunicación, Xoubiña enredando por allí, en plena operación pañal y empeñada en hacer de bolo humano, fue un poco estresante. Parrulín, te toca, tiras otra vez, Fulanita ¿dónde está Fulanita? que te toca! Menganita, que no tiras tú, que tira Fulanito, Fulanito, por favor que vas a romper el suelo de la bolera y a lo mejor me lo cobran, Menganito, no te pegues con tu hermano que no es el momento… Así todo el rato y teniendo que gritar por encima de la música.

Antes de empezar Parrulín se llevó un golpe en el dedo por estar jugando con las bolas, yo estaba recogiendo el dinero de los padres y con un ojo en Xoubiña, así que no me enteré hasta que vino llorando, le pedí a un padre que acababa de llegar con el invitado que por favor pidiera hielo y al poco tiempo me viene un niños diciéndome que mi hijo se ha roto una vena de un dedo. Dónde está? En el baño. Coloco a Xoubiña con otra madre recién llegada y salgo corriendo imaginándome un chorro de sangre saliendo del dedo de mi hijo en plan película gore, sólo tiene un pequeño moratón pero se niega a jugar a los bolos en su fiesta de cumpleaños. Momento de crisis que aprovecha Xoubiña para abrir bien las piernas y hacer pis en el suelo de la bolera, con dos narices! Convenzo a Parrulín que si su mano lesionada es la derecha puede jugar porque es zurdo y cambio a Xoubiña antes de empezar a poner los zapatos de bolos a todos los niños. Estaban avisados, sí, pero varios no llevaban calcetines. Mujer previsora vale por dos llevaba varios pares por si acaso, presté calcetines a tutiplén. Todos calcetinados y calzados comienzan a jugar a los bolos por fin. Tres lesionados exactamente igual que Parrulín pero con menos drama por su parte, dos pises de Xoubiña exactamente iguales y esta mujer previsora no lleva más de tres bragas, le puse un pañal con gran drama por su parte, y entre dramas y gritos por encima de la música llegó por fin la hora de la merienda y la tarta.

Ver a 25 niños merendando y recordar que no has comido es todo uno. Como Carpanta pero con disimulo voy rebañando lo que puedo de platos ajenos. Yo no quiero el pan, yo me lo como, yo no quiero las patatas, trae pa’ca, yo no quiero la salchicha, pásamela… y voy llenando la barriga tontamente. Y llegó por fin el final de la fiesta y reparto de regalos. Parrulín, papá y yo miramos la estantería de tu habitación y pensamos… aquí falta algo! Y te hemos comprado esto. El niño convencido que el regalo es otro libro cuando lo abre y se encuentra… una Tablet! Su cara era la emoción personificada, ni siquiera se le había ocurrido pedirnoslo. Está feliz con su regalo. Ay mamá es que no me imaginaba yo que papá y tú podíais ahorrar los 500-600 euros que cuesta una Tablet! Ay pobre, no le dije que quitara un cero a la ecuación para que la cuide como se merece, pero qué lindo, no? Era lo que él quería pero pensó que era demasiado regalo, pobrecito mi niño, qué ternura.

En fin, que hemos sobrevivido a un cumpleaños más, queda algo más de once meses para prepararme para el siguiente! Qué será el cumple OCH8? Podemos empezar a pensarlo.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

6 comentarios:

  1. Estaba leyendo lo de la bolera y madre mía me estaba estresando hasta yo...Estoy segura de que se lo pasó genial y lo de la tablet.. .jaja que encanto. Un beso

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  2. Jaja ay por favor pero que agobio todo!!!Mi enhorabuena por haber sobrevivido a la bolera, no debió ser fácil. Parrulin pensando en vuestro ahorro, que monada de niño. Me alegro que lo disfrutara tanto y me parece increible que tenga ya 7 años, como pasa el tiempo. Besitos

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  3. madre mia! yo hubiera tenido 7 ataques cardiacos con sus 7 desmayos incluidos, y probablemente me hubieran quedado 7 tics y hasta me hubieran salido 7 canas al instante!
    jajajaja
    el 8 me gusta, es un infinito al revés ! <3 :)

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  4. En ello estoy. TEngo un cumple de 6 y otro de 9 este mes. He sobrevivido al de 6 y esta tarde toca el de 9 ( y de niñas!!! el horror...). Eso si, no tengo tiempo ni de mirarme al espejo. Asi voy.... Me encanta tu ilusion, tus ganas de sorprender y tu imaginacion!!

    Amaya y su libreta!

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    1. Amaya! Lo tuyo está chupado! Si sólo tienes que darle la vuelta a los carteles!!!! Jajajajajaja!

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  5. Ellos lo pasan fenomenal...pero para las mamás es como una carrera de obstáculos!!! nosotros también celebramos el último cumple en una bolera...pero yo contaba con tres amigas para ayudar con los peques!

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