lunes, 28 de febrero de 2011

Pagagnini y Pocoyó

Vaya título, no? Pues es lo que ha salido al final de escribir el post, tendréis que seguir leyendo para descubrir de qué se trata…
El viernes fuimos a ver a Pagagnini, y ha sido todo un éxito! Le ha encantado, se reía con las payasadas que hacían y bailó mucho, muchísimo dando saltos encima de mis pobres piernas, porque las únicas entradas que pude conseguir eran en la primera planta y aunque intentamos subirlo encima de los abrigos no era suficiente.
Ha sido muy divertido, entre lo bien que tocan y lo payasos que son, se pasaba el tiempo volando. Hacían multitud de bromas a base de gestos y de sonidos que me recordó mucho a Pocoyo, como con un sonido y un movimiento de cabeza se entiende internacionalmente lo que quiere decir y se puede establecer casi una conversación. Es un arte que me parece super difícil de simple que es y tiene mucho mérito, lo entiende todo el mundo, en cualquier país en el que se encuentren y todas las edades.
Duraba hora y media que es demasiado para un niño de dos años y se le hizo un poquito largo, la penúltima obra que tocaron lo hicieron con un violín eléctrico (mi pobre cultura musical ni sabía que existían, ya ves tú) y resultaba demasiado alto el sonido. Ya empezó a preguntarme si nos íbamos. Pero la última de las obras era Las cuatro estaciones, se acordaba de cuando lo vimos la última vez y me lo explicaba! “Ves mamá? Estos son los pajaritos, estos los truenos, la lluvia…”.
Cuando acabó decía “Bravo Pagagnini, muy bien Malikian” y aplaudía como loco.
Fuimos acompañados de la yaya, mi suegra, a la que le encanta la música clásica. También disfrutó mucho y se reía un montón. Al día siguiente, en la merienda familiar que suelen hacer en su casa los sábados le preguntaban qué tal Pagagnini y respondía “La yaya se lo pasó pipa y se reía todo el rato” Le ha enseñado a su padre como tocaba Malikian, y que se le caía la cabeza. Y también cuenta lo del violín que se enchufaba pero que hacía mucho ruido.
Visto el éxito repetiremos cualquiera de los espectáculos de Malikian y estaré atenta a próximos estrenos.
Alguna recomendación para el fin de semana que viene?
Y ya que he hablado de Pocoyo diré que es verdadera obsesión lo que siente por esos dibujos, los tenemos que ver todos los días. Un dia especialmente agotador cuando llegamos a casa me pidió que le montara las vías del tren y le dije Parrulin, es que mamá está muy cansada, y me dijo “Ah, pues vamos a ver a Pocoyo para que se te quite el canso. Te parece bien?” Ahora usa la misma frase todos los días, y sea la hora que sea, esté cansada o no, me pide a Pocoyo para que se me pase “el canso”. Se sabe los diálogos de memoria, aunque me dá la impresión que aún no relaciona bien del todo, no sabe el final cuando lo está viendo.
Por ejemplo, el capítulo del regalo, intentando ponerle otro disco que no fuera este que me trae loca, le digo Parrulin, es que esto es un rollo, el regalo es para Elly, una gran fiesta ¿te acuerdas? Y me dice “noooo, ya verás ya, ahora Elly se va a subir al tren para quitarle el regalo” y sabe lo que va a ocurrir inmediato pero no el final. No sé, es raro, pero es que es pequeñito todavía mi parrulín.
No me quiero despedir sin desear toda la suerte del mundo a todos los niños del otro lado del océano que comienzan hoy el cole de mayores, o lo que ellos llaman jardín. Les deseo toda la suerte del mundo en esta nueva etapa, que no tengan problemas para dejarlos, y que tengan unas profes tan buenas como merecen. Mucha suerte amigas! Y no se pongan tristes!
Mañana más!
Sean buen@s y felices!

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