Entre premios y duendes

Hoy he recibido un nuevo premio, y me ha encantado! Me lo han dado además por partida doble, Nita de Dimes y diretes y Yo y mis mini yos de… ¿de dónde era esta chica tan maja? de Yo y mis mini yos! Claro! Ja, ja. Gracias chicas! Este es el premio, tu blog tiene duende. ¿A que es bonito? Cumplo el número 18, ya soy mayor de edad! Ya puedo votar! Esto sí que es un premio bonito!

Y para recibirlo tiene un “castigo” muy bonito, elegir la palabra preferida. Nita ha elegido achuchar, me encanta esa palabra! Arrechuchame un poco, suelo decirle a Parrulín cuando quiero un abrazo. Me gusta su elección. Yo y mis mini yos ha elegido familia, una palabra bonita donde las haya, tanto como su familia. Drew ha elegido alegría, claro, con la alegría que sé que se llevó ayer no me extraña nada. Irene elige vida, por vivir cada momento y disfrutarlo. Mientras que Trax se queda con PAZ, preciosa palabra, que tanta falta hace en un mundo como este.

Pues bien yo he elegido… redoble de tambores… he elegido MAMÁ.

Si, no es que sea muy original, lo sé. Pero es que madre sólo hay una. Quizá por mis raíces gallegas mi familia ha sido siempre muy matriarcal, los hombres llevaban la voz cantante pero la madre era el cobijo, el apoyo, la seguridad, el cariño, la educación…

Por mi madre, a la que adoro, con la que tantos buenos ratos he pasado, a la que espero tener tiempo suficiente para seguir pasándolo y agradecerle todo lo que me ha enseñado. Porque siempre ha estado ahí y ha sido un referente en mi vida, mi guía, mi luz, mi faro…

Por mi abuela, a la que adoraba y sigo adorando, que a pesar del tiempo transcurrido sigo teniéndola presente y siento que me cuida y me protege desde su nube o desde donde quiera que esté. Era una persona dulce y entrañable. El otro día descubrí que mi sobrino se ríe igual que se reía ella y me llenó de ternura.

Por mi hijo, que dice que soy su mejor regalo. Y es que el regalo que te da la vida al convertirte en madre es algo que no se puede explicar. Los sentimientos de una madre son indescriptibles. Recuerdo que mi madre siempre me decía: No sabrás lo que se quiere a un hijo hasta que lo tengas. Y tenía razón! El descubrimiento del embarazo, las primeras sensaciones, las patadas, el nacimiento... Y cuando el pequeñín, de pocos meses, nos llama mamá por primera vez! No creo que haya madre capaz de olvidarlo.

Desde aquí mi recuerdo y mi cariño a todas vosotras, las que sois madres, las que estáis en camino de conseguirlo, las que están en la lucha por llegar a serlo y las que algún día lo seréis.

Y le paso la pelota a Gema, por su ilusión.

A Mo, por el día de descargas que tuvo ayer.

A Chitin, porque me ha encantado la entrada de su hermano.

A Juliete, que se está estrenando en la maternidad.

A Butterfly, para que sonría un poco y se recupere.

Y a Arual, para que le ayude a sanar sus heridas.

Otro día más.

Sean buen@s y felices.