Superman, ese gran desconocido. Parrulín no conoce a Superman, no sé si es porque no ha surgido nunca o por ese miedo inconfesable que tenemos todas las madres de que el niño, intentando emular a Superman, salte por la ventana, el pijama no tenga la misma capacidad voladora que la capa y se nos escabeche en el suelo. El caso es que sus amigos del cole sí deben conocerlo. Parrulín viene todo contento el otro día y dice “Mamá, mira cómo corro, mira lo que he aprendido” y se dedica a correr por el parque con una mano arriba. Lo primero que pienso es que se va a poner a cantar La Internacional, que es un comunista con prisa, pero no. Me doy cuenta a tiempo, antes de ponerme a cantar con él y que me miren mal las otras madres, que es Superman. Y le pregunto que qué es lo que hace corriendo con la mano así. El pobre, en toda su ingenuidad, me dice que es un camión de bomberos, y que el brazo es la manguera, ja, ja, me partía de risa. Ahora sigue haciéndolo y lo acompaña con sonido de bombero ni, no, ni, no, ni, no… lo que ayuda a identificar que no es un comunista con prisa como yo pensaba, sino un camión de bomberos con prisa.
Donuts para mamá. Nos encontramos a la mamá de sus amigos que salía del súper. Ahora no dan bolsas en el súper, yo me las apaño para meterlo todo en el bolso, porque para planear las cosas con antelación y llevar las bolsas de casa, pues qué se le va a hacer, no sirvo. Esta mamá lo llevaba todo en los brazos, se ve que tampoco sirve para esto. Entre otras cosas, un paquete de donuts, de los que vienen seis. Parrulín la ve, se acerca a saludarla y le dice que le dé dos donuts. Yo, sonrojada, le digo que no se los va a comer, que no le gustan, es poco dulcero el chaval, que no se los dé. Y suelta el niño “Pero es que no son para mí, mama, son para ti, para que te los lleves al trabajo, que pasas mucha hambre!” La madre se descojona, no sé si del niño, o de mí, o de ambos, me los da e insiste en que me los lleve. Así que hoy he desayunado un donuts!
Buscando a Rufus. El bebé rinoceronte bueno se nos ha perdido. Qué mala madre de rinocerontes debo de ser porque no me había dado cuenta, pero es verdad que hace días que no viene por casa. Y Parrulín me lo comenta por la noche, un tanto compungido. Bueno, no te preocupes, vamos a buscarlo. Estuvimos buscándolo un buen rato. A mí se me ocurrían buenas ideas, o malas, según se mire. ¿Debajo de la cama? No estaba, pero había unas pelusas enormes, esas sí que eran tamaño rinoceronte. ¿En el armario? No estaba, pero ya es hora de guardar la ropa de verano por lo que veo. ¿En la nevera? No estaba, tengo que hacer la compra urgentemente. ¿En la terraza? No estaba, la de tiempo que hacía que no salía yo a la terraza, pobres plantas, tengo que abonar todas y trasplantar algunas. ¿Detrás de las cortinas? No estaba, las cortinas se lavan, tendré que recordarlo y convencer al santo para que me las descuelgue. ¿En el baúl de los juguetes? No estaba, madre mía, tengo que hacer una limpia de excavadoras medio rotas pero ya. Parrulín miraba, pero siempre decía que no. Es lo malo de los amigos imaginarios, que cuando se pierden no hay quien los encuentre. Al final, pude convencerlo de que se habría ido al súper. Espero que hoy vuelva porque por lo que he visto me toca zafarrancho de limpieza el día festivo y no voy a tener tiempo de buscarle. Estoy pensando en comprarle un busca a Rufus. Mientras tanto, si alguien lo encuentra por favor que nos lo mande, se ofrece recompensa (imaginaria, claro) Si alguien se anima a ayudarme a limpiar se ofrece… ¿un café?
Algo terrible. Al recogerle del cole me cuenta que había pasado “algo terrible”. Me imagino lo peor, pero antes de asustarme demasiado le pido que me lo cuente. “Estaba yo en el baño y de repente, empezó a caer agua, agua, agua y parecía un río!” Madre mía! (¿Se habrá roto una bajante? A ver si me van a pasar a la cuenta la factura del fontanero, lo que me faltaba) Y qué pasó, cariño? “Pues que todo el patio se llenó de agua y llovía, llovía, llovía sin parar.” Ah, si, dímelo a mí, que ha caído una tormenta tremenda, he tenido que comprar un paraguas por el camino y aún así he llegado empapada. “Y sabes qué pasó después?” Qué pasó? “Que el cole se convirtió en un barco” Ala, qué chulo ¿un barco pirata? “Nooo, mamá, que me lo estoy inventando, es un cuento chino” y se parte de risa por haberme engañado. Vaya, pues me gustaba ese cuento.
Un dinosaurio en la carnicería. Me cuenta Parrulín que estaba un día en la carnicería “Y sabes mamá? Entró un dinosaurio de esos que tienen el cuello muy largo, como las jirafas!” Vaya susto! Y qué pasó? “Pues que echó raíces en el suelo y no se quería mover” Raíces? Como los árboles? “Si, y además en la puerta había un plástico y yo me quedé atrapado” No me digas! Y qué pasó? “Que cogiste un cuchillo de la carnicería y rompiste el plástico para salvarme” Uf, menos mal! Esta historia me la ha contado a mí, a la abuela, a papá… incluso a los amigos de la carnicería. Le he intentado explicar que es un sueño, que los dinosaurios no existen hace muchos, muchos años, que cayó una piedra grandísima y se murieron todos a la vez. Pero me insiste en que se murieron todos menos uno, porque este entró en la carnicería. Le he contado que los sueños a veces parecen tan reales que nos lo creemos, pero que lo hemos inventado mientras dormíamos. Bueno pues no, no hay manera. Un día entró un dinosaurio en la carnicería de nuestros amigos, si o sí. “Sucedió de verdad mamá, de verdad!” Lo que me salva es que en el sueño le rescaté del dinosaurio, porque si no, me recordaría todos los días que no le había salvado del dinosaurio. Creo que se nos ha acabado la era de las excavadoras y comienza la era de los dinosaurios.
En mi larga vida. Un día vemos una excavadora pequeña, en una calle pequeña, en una obra pequeña. Evidentemente, tenemos que acercarnos a verla. Parrulín la mira y me dice “Mamá, yo nunca había visto una excavadora así, en mi vida, en mi vida, eh?” Me reí de la expresión y porque si, sí la había visto, las hemos visto ya de todos los tamaños y colores. Y le digo en tu larga vida, no hijo? Y desde entonces usa esa expresión. “Yo nunca había visto tal cosa, en mi larga vida” y nos reímos todos. También suele empezar historias diciendo “Hace muchos, muchos años, muchísimos, cuando yo era pequeño…” y nos reímos también de su larga vida.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
Da gusto empezar la mañana con unas historias tan fantásticas :-) que tengas un buen día!!
ResponderEliminarVaya, qué pena que Rufus se haya perdido! Igual se ha ido de paseo, a la puerta del Sol!
ResponderEliminarYo aceptaría gustosamente café y donuts por echarte una mano a limpiar y la cháchara correspondiente, pero aquí el viernes no es fiesta ;)
Este niño tiene una gran imaginación, y unos sueños horribles, un dinosaurio que echa raices?
Pero vamos, lo de ir pidiendo donuts para que no pases hambre, jajaj, me parto!!
Un besote.
Que bueno Parrulín!
ResponderEliminarNada, que si hay que ayudarte con la limpieza y la búsqueda de Rufus, se hace, eh? Tu pones el café y nosotras los donuts.
Oye, y los de la carnicería no habrán cazado al dinosaurio y os lo están vendiendo por piezas???
Y el comunista con prisa es genial :-)
Viva parrulín!!!
Que imaginacion!!! y que labia!!! Tienes un novelista en potencia.
ResponderEliminarMe moría de risa con lo del donuts, me imagino la situacion.
Me encanta lo de la larga vida y lo de hace muchos muchísimos años cuando yo era pequeño....yo le oígo decir eso y me mato de risa....
ResponderEliminarlo de los donuts, no me puedo creer parrulina que te llevaras un donuts....qué habrá pensado esa mujer...pues eso, que pasas hambre....parrulín cualquier día dice cualquier otra cosa que te deja de piedra delante de terceros...que tu niño es super listo...así que ojo con lo que largas por esa boquita.....
que no boba...que me lo estoy inventando, que es un cuento chino....
Con Parrulin en casa es imposible aburrirse, ¡qué imaginación! Lo de buscar por casa a Rufus...si te consuela, mi casa está mucho peor, porque Peque aún no tiene amigo imaginario, pero sí tiene un perraco de treinta kilos que me deja pelo por tooooodas partes. Por suerte el pelo de Rufus también es imaginario, jejeje!
ResponderEliminarLa verdad que te veo entretenida a todas horas... eso si intenta alimentarte bien, que Parrulin esta preocupado por ti y va pidiendo donuts por ahi, je,je... Menuda situación mas embarazosa... Y el dinosaurio? Y el bebe de Rufus? Pero cuantas cosas le pasan por la cabeza a tu peque??
ResponderEliminarMe encanta, tengo que seguir tu ejemplo y apuntarme las cosas para que no se me olvide :)
ResponderEliminarParrulina:
ResponderEliminarQue agradable debe ser compartir la vida (larga, larga jajajaja) con tu maravillosos hijo.
Si de todo inventa..., imagina... o reflexiona...
Es un creador en potencia de novelas, cuentos, est...
Buen futuro proyecta el niño jejejeje y simpre entretenido, que es lo mejor.
¡Abrazos!
larga vida a Parrulin!!!!!!!!! :-)
ResponderEliminarNos estábamos leyendo los blogs al mismo tiempo, qué casualidad no?
ResponderEliminarEstaremos conectadas cósmicamente?
El nene precioso ahora está en la etapa coches, excavadoras, trenes, etc...
Me encantan vuestras perlitas, sigue contando.
Lo dicho, fan incondicional de Parrulín, qué cielo!!!
Un besito
mujer !! Me encanta tu hijoooo :)
ResponderEliminarsoy fan adicta a parrulín, que alegria empezar el día leyendo estas cosas...que majo es!!! yo quiero un parrulin!!!!!!
ResponderEliminarTe he dejado un premio en mi blog.....Pasate a buscarlo anda!
ResponderEliminarhttp://dimesydiretes-nita.blogspot.com/
Yo también soy de las que lleno el bolso con las compras del super! Si es que una va a por 2 cosas y termina cargando! Y eso de pagar por las bolsas.... Grrr!
ResponderEliminarTu chico es lo que yo llamaría un conseguidor! vamos que hacerse con un par de donuts para su mamá! Este chico llegará lejos!
Me ha encantado tu búsqueda de Rufus y los pensamientos de limpieza y orden en paralelo!
Que rabia me da cuando no quedan los comentarios que escribo! Dichosas prisas!
Jajajaja, ajajajaj me encanta lo de los donuts! Los has disfrutado al menos? jajaj Un besito
ResponderEliminarJajajaja! Lo del cuento chino me ha encantado! Es genial cuando engañamos a los peques haciéndoles creer que nos creemos sus historias! Qué lindos son!
ResponderEliminarDesde luego que tienes un tesoro en casa jeje que encanto!! Por cierto si el vio el dinosaurio es que lo vio eh?? jajaj besitos y felicidades por tu peque y la diversion que os crea. Muakkk
ResponderEliminarjajajja nena, yo tampoco me puedo creer que cogieras los donuts...jajaja
ResponderEliminarMe encanta tu hijo y sus salidas. son geniales. Va a tener el mismo sentido del humor que su mamá. Ya lo verás.
Un besazo.
Chitin, me alegro que te hayan gustado y alegrado la mañana.
ResponderEliminarTrax, ya sabemos dónde estaba Rufus, se había quedado en el cole, trabajando.
Drew, tal vez la carne de dinosaurio se ponga de moda, quien sabe.
Mama Encantada, si que tiene imaginación, espero que la conserve.
MdB, hay que tener cuidado con lo que se le dice, que nunca se sabe, ja, ja.
Mo, aproveché bien el día festivo, casa limpia e impoluta. Menos mal!
Irene, lo del donuts y las raíces tiene su explicación, otro día la pondré.
Siempre mamá, apunta, apunta, que merece la pena.
Mama Nortina, siempre entretenida y siempre agotada también, je, je.
Yo y mis mini yos, y tú que lo veas!!!!
ResponderEliminarLocurademama, si, ya te ví a la vez. Nene precioso ya llegará a los dinosaurios, me temo que es etapa ineludible en el desarrollo.
Cesa78, me alegro que te guste, un placer tu visita!
Marta, gracias reina, otra fan para él!
Nita, acabo de descubrir tu blog, mil gracias por tu premio!
Nenica, cada vez que muevo un mueble me asusto de lo que hay debajo!
Maria, disfruté los donuts con una sonrisa, como debe de ser.
Silvia, el caso es disfrutar con lo que nos cuente, e implicarnos en todas sus aventuras.
Rocio, cualquiera le convence de que no existía el dinosaurio!
Porfinyomisma, y qué le voy a hacer si la otra mamá me los da muerta de risa! Me lo como, tan a gusto.
Me encanta esta sección, disfrutar de vuestros momentos de complicidad y risas. Ay que ver cómo es Parrulín, para comérselo!! Y a ti también, me sacas siempre unas risas! Gracias por compartir!
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