Masajes y perlitas del niño

Hemos tenido un buen fin de semana, intenso, pero bueno. Comenzó el sábado con la estupenda experiencia del spa, qué maravilla! Salí del circuito termal como nueva, incluso pensando que ya no necesitaba el masaje, pero salí del masaje totalmente encantada! Mi espalda está bastante mejor, era fisio el chico, y no me dio el masaje relajante que tenía contratado sino que se dedicó a intentar mejorar mis contracturas, que eran más de las que creía, por cierto. Me ha dejado con una sensación como de pequeñas agujetas agradables. Y lo que es más importante, ahora soy más consciente de mis posturas, procuro sentarme mejor, tumbarme mejor, caminar mejor… Todo es cuestión de entrenamiento, si ahora me esfuerzo en controlar las posturas en breve adoptaré esas posturas de forma natural, espero.

Os dejo una colección de perlitas del niño, algunas como consecuencia del masaje, dignas de quedar aquí reflejadas, para disfrute y envidia del personal:

Cuando salí del masaje le dije a mi santo que era el mejor regalo que me había hecho nunca, que ya sólo quiero ese regalo siempre, por navidad, por mi cumple y por todas las celebraciones que haya en el año, yo… al spa! Parrulín se quedó con la frase y cuando le leía un cuento por la noche me dijo pensativo “Sabes mamá? Tú eres mi mejor regalo!” Ay, me lo como a besos! No es un amor? Sube su club de fans?

Al día siguiente estaba en el sofá de casa de mi madre sin hacer nada. Me preguntó mi madre si me pasaba algo y le dije que no, que sólo estaba relajada. Por la tarde Parrulín adopta la misma postura que yo y me dice “Mira mamá, estoy relajado!“ con una sonrisa de oreja a oreja.

Me estoy poniendo la gabardina para salir y me dice “Mamá, con ese abrigo estás muy guapa!” le doy un besazo, me abrocho el cinturón y me dice “Y ahora muy elegante!” Ja, ja! Le sube el ánimo a cualquiera!

De repente me pregunta “Mamá, cuando vamos a ir al Guadalquivir? Yo quiero ir!” Uf! Al Guadalquivir? Eso está muy lejos Parrulín. “Es que quiero pescar como Pinocho” Ah, que ya se sabe la canción Pinocho fue a pescar, al río Guadalquivir…

En la reunión de padres nos contó su profe que casi todos los niños le tiran del pelo a la niña C, eso me dejó un tanto preocupada ¿Acoso a los tres años? Y tuve una charla con Parrulín, me dijo que él no le tira del pelo, pero que otros niños sí, como no sé si es verdad o no le expliqué que tenía que ser un caballero, que si alguien tiraba del pelo a C él tenía que defenderla. Pues bien, mientras desayunábamos el domingo tiene la siguiente charla con la abuela “Abuela, ¿sabes? Yo soy un caballero” Claro que sí, como debe de ser ¿y por qué eres un caballero? “Pues porque defiendo a las niñas, porque pido las cosas por favor, porque siempre digo muchas gracias muy amable, porque presto mis juguetes a todos los niños, porque ayudo a mamá… por eso!” Y la señora que teníamos al lado nos miraba asombradísima y al marcharse hasta le dijo Adios caballero!

Estaba tomando algo en un bar y Parrulín hablaba con un señor mayor desconocido. Tras asegurarme que no le molestaba, que el señor estaba encantado charlando con él, le dejé un ratito. Cuando nos marchábamos el señor me hizo la típica pregunta ¿y cuántos años tiene? Tres. Pues habla muy bien. Y después me dio las gracias por tenerlo tan bien educado, que estos niños son el futuro y da gusto encontrar a uno tan educado. Mi trabajo me cuesta, pero hay que reconocer que el niño es un verdadero cielo. Me sorprendió que me dieran las gracias por su educación! Nunca me había pasado!

Otro día más.

Sean buen@s y felices.