Reunión de padres

La semana pasada, por sorpresa y con alevosía, cuando tenía un millón de cosas que hacer, me gasto mi último euro a las cinco de la tarde en un sándwich y una coca cola y llego a recoger al niño mientras como corriendo por los pasillos y me dice su profesora Te quedas a la reunión de padres, no? Ehhhh… Claro, mujer. Cómo no. ¿Qué hago con el niño? Tenemos la opción de guardería. Genial. ¿Cuánto cuesta? Seis euros (Exclamación mental: Joder! Se me atraganta el sándwich ¿Cuánto durará la reunión? Porque por seis pavos… No tengo un duro encima!) ¿Me lo pueden pasar a la cuenta? Claro. Pues vale. Si quieres puedes merendar en la clase. Genial, porque es mi comida, que no me ha dado tiempo. Pobre, pues come tranquila mientras vienen los otros padres.

En fin, que todo sea por mi niño. Mientras como y vienen los demás padres voy cotilleando las cosas que tienen colgadas por ahí y veo los dibujos de los demás niños y los de Parrulín. Me doy cuenta que aunque no es el peor, casi, colorea fatal. Alguno hay que, super perfeccionista, tiene pintado con los colores exactos al pirata, la carita, la ropa, la pata de palo y hasta el loro. Yo no pido tanto, por salirse a los tres años no pasa nada, tampoco vamos a ser obsesivos. En cambio el pirata de Parrulín tiene cuatro rayajos azules en el medio y punto, casi todo lo deja en blanco. Me pregunto si no sabe o si es que se cansa y pasa de colorear.

La reunión fue muy provechosa. Nos han contado cómo organizaban los días y lo que hacían, las excursiones que van a realizar, algunas de las normas de conducta, cómo resuelve ella los problemas que se presentan en clase, etc. Su frase favorita es que digan A mi no me gusta a sus compañeros si les quitan un juguete o similar. En principio no está mal la idea, y es cierto que Parrulín lo está utilizando, especialmente si se me escapa un grito en un momento dado. Pero también lo está utilizando cuando tiene que recoger los juguetes, cuando tiene que bañarse, cuando tiene que cenar… y eso ya no me convence.

La clase se ha convertido, desde hace un par de semanas, en la cueva de los piratas. Con mucha imaginación y curro su profe ha decorado la clase con cartulinas y colores para que parezca de piratas. Me consta que los niños estaban muy emocionados con el cambio. Y todas las actividades son con esta temática.

Comienzan el día nombrando un encargado, casi, casi, le va a tocar ya a Parrulín y sé que está emocionado con eso de ser el encargado. Le ponen un sombrero de pirata para designarle encargado y pasa lista. Ha impreso fotos de todos los niños con un velcro detrás y están todos juntos en un barco pirata, el encargado pregunta por sus nombres (y así van conociendo los nombres de todos) y si alguno no ha venido lo despega del barco y lo pega en una isla. Parrulín faltó la semana pasada un par de días porque estuvo malito y me decía “Mama, es que me van a poner en la isla, yo quiero ir al cole” pero no lo decía triste, ni como que fuera un castigo, menos mal.

Y después cada uno cuenta una noticia de algo que le haya ocurrido la tarde anterior. Me encantaría saber las noticias de Parrulín, pobre, porque como no sea que ha ido al súper, o a la tintorería, o al hospital, tú me dirás. Los fines de semana sí hacemos muchas cosas, pero entre semana no. Y si su noticia del lunes es haber ido a un concierto metal de Biosfear, el grupo de Gema, imagino que su profe fliparía. Tanto como mi suegra, ja, ja, teníais que haberle visto la cara el domingo cuando el niño le cuenta que ha ido a un concierto ¿de violín? Dice ella “Mmmm… de música heavy” le dice Parrulín, “Yaya, el de Biosfear, Biosfear, esa Gema, esa Gema, eh, eh!”  y yo mientras muerta de la risa. Bueno, pues esto de contar una noticia favorece la comunicación y el aprender a escuchar las noticias de los demás. El que cuenta la mejor noticia pinta de colores el día de la semana en el que estamos.

Y hacen otra actividad pirata super chula, y es que el lunes empieza la semana con el pirata en blanco, el lunes el encargado le pone un sombrero al pirata, el martes no se qué, y así, y el viernes por fin la pata de palo, los niños saben que la semana está completa y que le quedan dos días en casa. Es tan chulo que me estoy planteando hacerlo en casa. La opción de bombero, podría molar, y puede que incentivar a cenar en condiciones, que andamos un poco regular últimamente, podríamos vestir al bombero después de cenar.

Mañana les van a llevar de excursión a la granja de los cuentos, ay, su primera excursión, me hace mucha ilusión, espero que le guste, he estado cotilleando la web y tiene un aspecto fantástico! Si pudiera llevarle un fin de semana yo sola, lo haría sin duda alguna. A ver lo que me cuenta cuando vuelva. Lo malo es que le va a hacer un tiempo fatal, sin parar de llover, qué pena. Se lo he estado contando, que iba a ir de excursión, todos los niños de la clase en el autobús, que iban a comer allí… y lo que le ha preocupado es… si le iban a dejar dormir la siesta!

Otro día sigo contando cosas interesantes de la reunión, que me dejo muchas.

Es que esta tarde se me ha líado el asunto y no tengo quien lo recoja, así que tengo que recogerle, ir a ver a mi madre al hospital con él, volver a casa, baño, cena y cuento, todo en unas tres horas y media. Cuando le recoja del cole tengo que convencerle que va a ser superdivertido tener que coger tres metros y un autobús para ir a ver a la abuela, y a la vuelta un autobús, un metro y dos cercanías. Suena genial, a que sí? Menos mal que para el fin de semana estará en casa mi madre, es una buena noticia que ayuda a coger fuerzas de donde no las hay. Esta crisis ya parece superada, la próxima, ya veremos. Se descontrolan todos los horarios, se descontrola el niño, me descontrolo yo…

Otro día más.

Sean buen@s y felices!