Padres que no merecen serlo

Aún escribo impresionada por lo que me sucedió ayer. Llegué a recoger a Parrulín a la guarde y coincidí con la mamá de una niña preciosa y encantadora a la que conozco de charlar a la salida. No se puede decir que seamos amigas y de hecho, hasta ayer no conocía su nombre, para mí era la mamá de A y yo para ella la mamá de Parrulín. Nuestros niños se llevan bien, se tienen mucho cariño y cuando coincidimos charlamos un rato. Nada personal, sólo cosas de la guarde, de los niños y eso.

Los niños habían hecho el regalo del día del padre y salían contentísimos cada uno con el suyo.

La mamá de A no tenía buena cara y presentaba varias heridas en el labio. Le pregunté si le pasaba algo y me cuenta que le ha puesto una orden de alejamiento al papá de A y que ver el regalo la ha dejado un poco pasmada ya que ni se acordaba siquiera. ¿Eso te lo ha hecho él? “Si, me dio una tremenda paliza delante de la niña, me intentó ahogar e incluso apuñalar con unas tijeras teniendo a la niña en brazos. Hasta que conseguí encerrarme en el baño.”

El papá de A está casado, con otra, aunque lleva años con mamá de A. Nadie de su entorno conoce la existencia de A y tal vez los problemas legales que deriven de todo esto hagan que salga todo a la luz, lo que le asusta y pretende tapar todo el asunto con dinero. Que tiene, y mucho.

Gracias a Dios, mamá de A ha denunciado. Tiene las cosas claras, un buen abogado, la custodia de la niña y tremendas ganas de ser libre después de tanto tiempo. Sólo quiere la pensión que le corresponda y nada más.

Y digo yo, cómo puede hacer eso un padre delante de su hija? Se puede discutir con la madre de tu hijo, puedes no estar de acuerdo, puedes separarte en caso de matrimonio si las cosas no van bien. Pero cómo puedes intentar ahogar a tu mujer delante de tu hija de dos años? Mientras la ahogaba tenía a su hija agarrándole la pierna “No le hagas daño a mamá”. Cómo puedes apuñalarla en el sofá con unas tijeras y teniendo a la niña en brazos? El instinto de proteger a la niña la hizo girarse y terminaron las tijeras clavadas en el sofá.

Terminó escapando, ella sola, pero al llegar abajo le oyó gritar “Te recuerdo que tengo a tu hija” y subió corriendo otra vez.

Papá de A no merece ser padre, no merece el cariño de su hermosa hija. Pero sobre todo, A no merece el padre que le ha tocado. La niña pregunta por qué papá quiere matar a mamá, pregunta también por qué ya no lo ve. Le ha salido urticaria, han tenido que ir a urgencias y tienen pendiente una cita con el psicólogo infantil.

La vida es dura, pequeña. Menos mal que tienes a tu madre. Saldréis adelante, tu mami vale mucho. Se ha ocupado de ti sola durante todo el embarazo, sola mientras eras un bebé ya que papá de A aparecía de vez en cuando y poco más, sola todas las veces que te ha tenido que llevar a urgencias por tu alergia a la leche, sola cada vez que te ingresaban, sola porque su familia está al otro lado del gran océano. Es una mujer fuerte, te adora. Saldréis adelante.