Carnavales y perlitas

Carnavales

Parrulín tenía que ir disfrazado hoy al cole, y a pesar de mi insinuación no servía el disfraz de pastorcito de las navidades, que yo lo decía por aquello del reciclaje y tal. Tenía que ir disfrazado de un oficio o profesión, y a pesar de mi insistencia, no, no servía el disfraz de pastorcito de las navidades, que yo lo decía porque pastor es una profesión, que quizá no esté muy en auge últimamente, pero haberlos, haylos y también por aquello del reciclaje y la crisis que también haberla, hayla. Hoy tenemos un desfile de carnaval en el cole, a las 3, por eso de la conciliación, será, porque la profe no va a ver la cara que me va a poner mi jefa cuando le diga que tengo que salir un poco antes porque… tengo médico?

Parrulín tiene un chubasqueiro a punto de quedarle pequeño que es ideal para disfrazarlo de pescador, de hecho me lo pidieron prestado (el chubasqueiro, no el niño, ja, ja) para hacer el anuncio del capitán Pescanova, por aquello del reciclaje. Compramos en los chinos un diávolo, porque a pesar de ser fans del reciclaje no pensaba yo romper el mío para fabricar una caña de pescar para que el niño fuera disfrazado de pescador una tarde. [Ay mi diávolo, qué época más divertida aquella, de vida hippiosa, saliendo por Lavapiés, durmiendo en tiendas de campaña en los conciertos, aprendiendo a utilizar el diávolo en mi playa con aquellos pantalones cagaos tan poco favorecedores! Juventud divino tesoro, que decía mi abuela… Bueno, y Rubén Darío también lo decía.] Cortamos la cuerda del diávolo chinito y lo atamos a un pez cojín gigantesco, ya tenemos la caña y la pesca del día (y con el otro palo hemos ganado una varita mágica para otra ocasión). Además cogimos una redecilla que tenía yo guardada para tal efecto, previsora que es una, y la llenamos con un montón de peces del baño, bueno y alguna tortuga, pulpo, y pato por insistencia, suya en este caso, le hice un nudo para que no perdiera nada y voilá! Este es mi pescador! Coste del diávolo del chino: 2€, Ver al niño contentísimo disfrazado de pescador, no tiene precio!

Perlitas

Íbamos en el metro, gran fuente de inspiración para este blog, y teníamos enfrente dos universitarias de esas que ríen y hablan al mismo tiempo y a toda velocidad, y me dice Parrulín “Mamá, por qué no charlamos nosotros también?” Claro, cariño (ni que callara alguna vez) ¿de qué quieres hablar? “Pues… de los dinosaurios, los meteoritos y eso” Uf! De acuerdo… “Mejor no, que es una pesadilla” Ja, ja! Tienes razón cariño. Y se levanta y se acerca a las dos chicas y les dice “Chicas, por qué no habláis con mi mamá?” y yo pensando tierra trágame “Mi mamá se llama Parrulina” (Por ejemplo, al final me quedaré con Parrulina, pero sólo por culpa vuestra.) Las chicas le dicen que es que no me conocen y él insiste “Pero si ya os he dicho que se llama Parrulina” y yo que sigo pensando tierra trágame. Cariño, es que no nos conocemos, un día quedamos con ellas para tomar café y ya nos conocemos y charlamos y eso. “De acuerdo, y dónde vivís?” Le dicen la parada siguiente a la nuestra y como no le suena, pues se contenta con la intención de quedar algún día con ellas. Menos mal!

En la puerta del supermercado hay una rumana pidiendo dinero, por favor, o que le compre comida, por favor. Le digo que no y sigo caminando y tirando de la mano de Parrulín hacia dentro del súper. Fuera de la vista de la rumana, menos mal, me monta un pollo de cuidado. “Mamá, es que te lo ha pedido por favor! Y si te piden algo por favor hay que hacerles caso!” Bueno, cariño, es que yo tengo que comprar comida para la familia y no puedo comprar comida para todo el mundo “Pero es que te lo ha pedido por favor!!!” Bueno, que si, pero es que hoy no puede ser. Veo un paquete de fuet y voy hacia él como naufrago en busca de su tabla de salvación. Cariño, quieres que compremos este fuet tan rico? “Claro, cómo no? Adoooro el fuet!” Ja, ja! Pero qué cursi eres!

Esto mismo o parecido nos ha sucedido con gente de una secta (o una plaga) muy extendida, y que se reúnen cerquita de casa, una señora que quería que cogiera un folleto de sus creencias, por favor, y yo que no, y el niño “Mamá, es que te lo ha pedido por favor! Y si te piden algo por favor hay que hacerles caso!” Bueno, cariño, pero es que no se debe coger nada de lo que te de un desconocido por la calle “Pero mamá, si sólo quería darte información!” Yo a estos les huyo, no me gustan nada de nada, y menos desde el día que de la mano del niño me preguntan si sé lo que dice la biblia sobre mantener relaciones sexuales antes del matrimonio, que me pareció fatal y además sospeché que me creía madre soltera y más o menos lo consideraba castigo divino. Ahora cuando pasamos por allí Parrulín me dice “Mamá, aquí hay gente rara, a que sí?” Y yo le digo que sí, alto y claro, aunque nos estén oyendo perfectamente, o quizá por eso.

Mamá de Parrulín y Parrulinchi.

Otro día más. Buen finde!

Sean buen@s y felices.