Visitas al ginecólogo. 2º Capítulo. 2ª Temporada.

Resumiendo el primer capítulo de esta segunda temporada de la apasionante serie de Visitas al ginecólogo. Esta estupenda mujer que escribe tenía cita para una revisión rutinaria que terminó siendo revisión de embarazo, gracias a la inestimable e indispensable ayuda de los soldaditos de mi santo que en esta ocasión acertaron el camino correcto en el momento adecuado.

Buenos días (mira qué mona va esta gine siempre), me da la enhorabuena, se relee mi primer embarazo, y me manda subir al potro de la tortura para hacerme la citología de rigor. Procuro relajarme y recordar que el raca, raca, que oigo es sólo el pico pato para abrir la zona, que coger la muestra no duele, que coger la muestra no duele, que coger la muestra no duele… Y ya que estaba en esa bonita postura me dice que me va a hacer una eco vaginal. Eh… perdona bonita, pero es que no he querido hacérmela nunca, ¿no puedes hacerla abdominal? ¿No te has hecho nunca una eco vaginal? No puede ser! Como lo oyes, bonita. Pero si es tu segundo embarazo! Como si es el quinto, es la primera vez. Pero yo te he mandado alguna. Eh… es que siempre conseguía convencer al ecografo de turno para que me la hiciera abdominal. Mira no, estás de siete semanas y ahora mismo no se vería nada, para saber si está bien implantado o la hacemos vaginal o esperas a las nueve semanas. Como no estaba yo de ánimos, ni en una cómoda postura para discutir, ni quería esperar aún dos semanas, dejé que me la hiciera. Coge el cacharro, le pone un condón, lo llena de cremita y pa’dentro. Todo bien aunque no tiene papel y no puedo llevarme la foto de recuerdo. Pero lo principal es que ya sé que está bien. Después me manda el análisis, la eco de las nueve semanas y pa’casa. O pal’curro, que viene a ser lo mismo.

Segundo capítulo. Segunda temporada.

El principio: Después de toda la semana dudando qué hacer con el chiquillo para ir a la eco de las nueve semanas resulta que estaba confundida, el médico de mi madre era por la mañana, así que el plan es dejarle a ella el niño. Voy antes de tiempo al cole para recoger a Parrulín. Hola cariño, mira, es que mamá tiene que ir al médico, que le van a hacer una foto de la barriga, te dejo un ratito en casa de la abuela. “Noooo, yo voy contigo!” Cariño, es que no puede ser, es que el médico no te va a dejar pasar. “Pues te espero solito en la calle” Que no, cariño, cómo vas a quedarte sólo? Te quedas con la abuela. “Noooo, yo voy contigo!” Ay, Dios mío, este niño, que siempre le sale la mamitis en los momentos menos oportunos. Vaaale, ya me apañaré con la enfermera, con otra embarazada o con una monja que pase por allí. Llamo a la abuela, que no quiere el niño quedarse contigo, que me lo llevo. Y mi santa madre me dice que si quiero que viene con nosotros. Por mí genial, la recogemos y nos vamos a la clínica. Por el camino me va echando la bronca típica de madre Es que este niño está muy mimado, que le consientes todo… y yo le voy dando la razón mientras pienso Mira quién habla! Si la que más le consiente es ella! Al llegar le decimos a Parrulín, aquí sentado, quietecito, sin levantarte y sin gritar. Demasiadas ordenes para un niño chico. Busco mi agenda para coger el volante de la eco y quiere cogerla. Mea culpa, la compré de un color verde pistacho muy llamativo, al niño le gusta, qué se le va a hacer. Empieza a lloriquear porque quiere la agenda. Al final mi madre le convence y se marchan los dos a la cafetería, me esperan allí. Por mí genial.

La trama: Me llaman y entro a la consulta. Un médico muy amable, no lo recuerdo de ningún capítulo de la temporada anterior. Buenas tardes, mire usté, es que en el volante pone vaginal pero como ya estoy de nueve semanas pues he pensado que a lo mejor sería usted tan amable de hacérmela abdominal, le digo con mi mejor caída de ojos. Me mira extrañado, no sé si por la caída de ojos, por mi enorme amabilidad, por mi deslumbrante belleza, por la petición que le hago o... por cualquier otra cosa. Bueno, pero es que se ve mejor vaginal. Mire usté, buen doctor, es que ya sé que está bien implantado, me hicieron una vaginal a las siete semanas y ahora sólo es comprobar que sigue bien. Vale, túmbate. Mientras el buen doctor prepara el aparato me va preguntando ¿última regla? 26 de noviembre. ¿Y por qué no quieres la eco vaginal? Pues… mire usté, buen doctor, la verdad es que me parece una prueba un tanto… invasiva (toma ya! Pero qué fina soy!) Pues la mayoría de las mujeres están encantadas con la vaginal (en serio?) porque así no tienen que beber agua (por favor! No puede ser esa la razón!) Vaya, no pertenezco a la mayoría! (Mira qué lástima, con lo que me gusta a mí el papel de borrego y nunca lo consigo! Leñe!) Mire usté, buen doctor, yo es que estas cosas... mejor en la intimidad, entiende? Aquí en la clínica, mejor por la barriga. Vale, vale, como tú quieras.

El minuto de oro: Echa la crema, se lía allí a dar vueltas con el aparatito un rato que se me hace un poco largo ¿todo bien, buen doctor? ¿late? Si, todo bien, perfecto, mide… 24mm. Entonces gira la pantalla para que pueda verlo. Yo no veo más que manchas, que me parecen preciosas y casi se me sale la lagrimilla, pero es amor de madre, porque en la pantalla sólo veo manchas. Lo ves? Mire usté, buen doctor, la verdad es que no veo nada. ¿No ves cómo late el corazón? Veo que lo gris se mueve. Vamos por partes por favor que no me acuerdo de este capítulo de la primera temporada ¿el útero es lo negro y el niño lo gris o el niño es lo negro y el corazón lo gris? No mujer, el niño es lo gris, dentro de la mancha gris fíjate que hay otro matiz de gris (para matices estoy yo!) que también se mueve, ese es el corazón. Ah… ya veo. Me puedes poner el audio por favor? Enchufa los altavoces y lo oigo. Esto sí que lo recuerdo de la primera temporada! Caballito desbocado lo llamaba yo! Ay, que se me cae la lagrimilla otra vez. Este buen doctor fijo que piensa que soy primeriza, no le saco del error y me permito emocionarme todo lo que quiero. Sigo mirando la pantalla y… de repente… me dice hola! Mi Parrulinchi! Que me ha dicho hola con la manito! Hola mi amor, mi Parrulinchi querido! Cómo estás? Y le digo al buen doctor, ya tiene manos!? Si, y las piernecitas casi. Anda! Me avergüenza quedarme toda la tarde allí, aunque lo hubiera hecho, y me marcho con la foto y el recuerdo del audio pa’casita. Y más feliz que una perdiz.

El desenlace: Esta mañana temprano, consulta con mi gine. Buenos días (mira qué mona va esta gine siempre), traigo la eco, los análisis y tienes los resultados de mi citología. Eco bien, análisis bien… no has pasado la toxo. Ya, ya lo he visto ¿Es verdad que puedo comer jamón si lo congelo 48 horas? Si, es verdad, aunque no sé cómo te quedará el jamón al descongelarlo. (Coñe, haber avisado! Esta noche, bocata de jamón, rectifico, dentro de 48 horas, bocata de jamón!) la citología bien? Si, todo perfecto. ¿Cuánto pesas? He adelgazado dos kilos. Claro, al principio se come mal con las nauseas y eso. Mira bonita, es que yo de eso no tengo, como por tres, pero estoy muy estresada que operan mañana a mi madre, supongo que es por eso. Vale, en la próxima cita veremos a ver qué pasa. Te doy el volante para la eco de las 12 semanas y el análisis de riesgo. ¿Dónde te hacías tú las ecos? Bueno, a mí me mandabas al quinto pino, pero a mi hermana le mandabas a un quinto pino diferente que mola porque te las hacen también en 3d. Vale, si quieres puedes ir al quinto pino de tu hermana, pero pide cita ya que están abarrotados. Trato hecho.

Próximo capítulo… de la serie Visitas al ginecólogo... en este blog a partir del próximo 5 de marzo.

PD Digo tantas tonterías porque estoy de los nervios. Esta noche ingresamos en el hospital con mi madre, la operación será mañana temprano. Os pido por favor que os acordéis de ella, le mandéis energías, le encendáis una vela o pongáis cualquier tipo de iconografía, clásica o no, cada uno según su costumbre, pero acordaros de ella por favor. Procuraré hacer una entrada cuando tengamos noticias. Mil gracias, siempre me habéis apoyado, y sé que mañana se notará toda vuestra fuerza. Gracias.

PD Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic! RIAU!  Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic! RIAU! Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic! RIAU, RIAU, RIAU! Aupa Athletic!

Hay que aprender de la naturaleza para poder aprender de la vida. Goethe.

Mamá de Parrulín y Parrulinchi.

Otro día más. Buen miércoles!

Sean buen@s y felices.