Días dos y tres

La entrada del primer día de cole ha sido publicada en bebesymas! Me ha hecho mucha ilusión, al final Parrulín se va a hacer famoso, y como siga así su club de fans va a ser mayor que el de… ¿Ronaldo? No sé, nunca ha sido fans de nadie y no me gusta el fútbol, así que no sé cómo hacer la comparación.

Día dos, es la primera vez que va en el autobús de ruta, lo ha llevado papá y se ha ido encantado, me ha contado que tiene una profe de autobús, que se llama N, “y me ha puesto el cinturón, por supuesto” Genial! Y te has sentado con I, tu compañero de clase que va en ruta? “No, he estado solito, pero me daba igual, es que no me importa nada, eh? pero nada” Bueno. Le diré a mi santo que hable con N, mejor si se sienta con un amiguito, no?

Cinco menos diez y yo puntual en la puerta. Pero si abren a las cinco! Bueno, pues por si acaso. ¿Por si acaso qué? Si vives a una manzana! Bueno, que tengo muchas ganas de verle! Eso sí.

Le voy a buscar al corralito y ha tenido la genial idea de unir las dos casas de plástico a través de la puerta para formarse un pareado con una nena. Le llamo Parrulín! Hola! Qué tal, cielo? Ni caso. Parrulín! Que soy mamá! Ni caso. Hasta que no le llama su profe no me dirige ni una mirada. “Espera un momentito que tengo que coger la moto” Pero bueno! Y por dónde vas a salir de la casita si las has unido? “Pos… por la ventana!” Así me gusta, un chico con recursos.

Mientras sube a la moto un ratito voy hablando con su profe. Me dice que es un niño bastante bueno aunque un poco enreda, que toca los papeles que tiene la profe en la mesa, aunque sabe que no puede, le llama la atención y lo deja, pero al ratito va a tocarlo otra vez mirándola de reojo, le llama la atención y lo deja. Su profe opina que es para que le hagan caso. No me parece muy bien lo que hace, pero en casa es algo parecido.

Hacemos galletas juntos, galletas que por cierto vuelan aunque él no se coma ninguna, le gusta cortar la masa con las figuras y echarle el azúcar glas una vez están hechas. Peero le gusta chupar el azúcar glas sin comerse la galleta, así que unta el dedo en la galleta, lo chupa y deja la galleta junto a las otras. “Mamá, cuando no me mires voy a chupar esta galleta” Pero bueno! Si sabes que eso no se hace! “Por eso lo hago cuando no me miras!” Inocente el niño, avisa y todo, cuando va a hacer algo malo… Angelito…

Me dice su profe que en el comedor, a la hora del postre, de repente se ha dormido. Si es que esto de madrugar no es bueno! Ya lo sabía yo, corazón, pero es lo que toca. Pobrecito mío, quedándose dormido en la comida, lo imagino y me muero de ternura.

Me ha dado la profe un dibujo de un oso, que va a ser su logo el primer trimestre, para el segundo ya reconocerán su nombre escrito, pero ahora su percha tiene un oso, su cuaderno tiene un oso y su no se qué tiene un oso. Me ha dado también el menú de comedor. Entre la moto y el charlar con la profe nos cierran el cole, así que nos vamos juntos el niño, la madre y la profe. Pues es maja esta chica.

Parrulín me va contando las cosas que han hecho en clase y que se lo ha pasado pipa. Han bailado, cantado, y pintado. De eso me da fé su polo lleno de manchas de rotulador. ¿Y los plastidecor de toda la vida? Esos no manchan! Que no voy a ganar para kh7!

Me cuenta que ha comido spaguetis y pescado, pero me extraña que un día coma macarrones y al siguiente spaguetis, miro el menú y ha comido puré y pollo, no ha dado una! Ja, ja! También me niega que haya desayunado pero su profe dice que si.

Día tres, vuelve a irse en el autobús, por lo visto va encantado, aunque luego me contará que otra vez sólo, pero no le importa. A ver, que tiene tres años ¿es que no vas a poner a nadie que se siente a su lado? Le insistiré a mi santo para que se lo diga a la profesora del autobús. Tampoco me hace ni caso cuando le recojo, también casi nos cierran el cole con el niño dentro. Hablo con la profesora y me dice que ha hecho caca. Pues bien ¿eso es noticia? Me quedo extrañada. Pero me lo comenta porque se ha ido solito, ha ido ella detrás y preguntado dónde iba y le ha respondido que a hacer caca, solito. Así me gusta! Niño independiente y púdico! Descubrimos que en el patio hay una fuente. Descubrimos que si pone el dedo en la fuente sale toda el agua para todos los lados. Descubrimos que le encanta y descubrimos que debemos tener una camiseta de repuesto en casa de la abuela porque me parece que esto de la fuente va a ser habitual.

¿Periodo de adaptación? Al mío le ha bastado con diez minutos! Perfectamente adaptado desde el primer día. Eso si, voy descubriendo las diferencias con la guarde, para el post de mañana.

Otro día más.

Sean buen@s y felices!