Nuevo cole

El viernes nos tuvimos que despedir de la guarde, creí que no lloraría, pero sí lo hice. Su profesora y yo nos dimos un gran abrazo y después pasamos por el resto de las clases para darle a todas las profes un beso “de los que no se borran”. Qué penita me dio, nos despedimos también de todos sus amiguitos. Es raro, porque está muy cerca, pero no coincide en el cole con ninguno de ellos, van casi todos al mismo y luego unos cuantos desperdigados, pero no coincide tampoco con ninguno de los desperdigados.

Parrulín sabía que era el último día, sabía que no los iba a volver a ver, pero no le ha importado, se ha despedido con un beso de los que se han dejado besar y se ha marchado tan contento. Aunque es verdad también que se habían ido marchando durante el verano y que de sus amigos “de verdad” pocos quedaban.

El jueves le probamos el uniforme del cole de mayores. Menos mal que sólo había comprado un polo, porque por lo que veo le queda justito el de tres años, el resto de ellos se los compraré de talla 4, si los compro. Hoy he visto que hay muchos que llevan un polo blanco sin la insignia del cole. De momento lo voy a llevar con unos blancos, si no me dicen nada, eso que me ahorro. Los calcetines de uniforme, también descartados, ya me imaginaba yo que eso sólo lo compraban los primerizos pardillos. Efectivamente los llevan blancos simples, incluso los he visto rosas a juego con las deportivas en algunas niñas.

Le hemos hablado repetidamente del cole, de su profe nueva, de sus amigos nuevos… y estaba muy contento. Hoy lo hemos despertado tempranito, no le ha costado mucho, lo hemos vestido y lo hemos llevado papá y mamá juntos al cole. Estaba muy emocionado, con su mochila, su baby y su uniforme. Hemos estado cantando y bailando una canción de cole de mayores que se ha inventado esta misma mañana. Estaba feliz! Hoy hemos ido en coche, pero a partir de mañana irá en ruta, sólo a la ida, a la salida le recogeré yo.

De camino al cole ha habido un momento en el que parecía que no le hacía mucha gracia, “Y por qué no vamos a la guarde?” Pues porque ya eres mayor, tienes 3 años. “Pero antes tenía también 3 años e iba a la guarde igual” Pues si, pero ahora es Septiembre, y es cuando empieza el cole de mayores. “Pero… mira! Una grúa! Has visto esa grúa?” Si, cariño, la he visto, qué chula! Y se acabó la conversación, benditas grúas.

Al pasar por casa de la abuela me ha dicho “Tengo que fijarme mucho en el cole de mayores porque le he prometido a la abuela que le contaría todo, todo, cuando saliera”. Más lindo! Hemos llegado bastante pronto porque no calculábamos el tiempo de atasco que nos iba a llevar. Se ha fijado en los bancos que había en la puerta y me ha dicho que le esperara en esos bancos hasta que saliera. Pobre…

Cuando hemos llegado estaba abierta la clase de 3ºA, pero todavía cerrada la de 3ºB, que es la suya. (Me gusta que esté en B, en mi cole los que estaban en A eran todos hijos de antiguos alumnos, pijos y empollones, aunque no tenga nada que ver, me ha gustado) y hemos tenido que esperar todavía un buen rato. Un lío horroroso de padres, niños, mochilas, libros nuevos… Algunos lloraban, imagino que los que no han ido a la guarde, otros se reencontraban con sus amigos del año pasado, los que habían ido a la guardería del cole.

Ha sonado una campana y ha venido por fin su profe, ha entrado el primero en clase, y nos ha sorprendido porque en lugar de irse directamente a los juguetes se ha sentado en una silla como un niño bueno! Nos ha dado mucha ternura. Luego han ido entrando los otros niños y los padres también. He intentado que hablara con uno que lloraba mucho, pero no ha querido. He intentado que hablara con uno que también va a ir en ruta, pero no ha querido tampoco. Supongo que a lo largo del día irá charlando con ellos, pero hoy estaba demasiado asombrado con la clase.

“Ya podéis marcharos” nos ha dicho en varias ocasiones, pero nos daba no sé qué, hasta que ha venido una auxiliar, le ha dicho que escogiera un juguete y se lo ha llevado junto con otro niño a la zona de juguetes. Ha elegido un barco pirata, se ha puesto a jugar y nos hemos ido. He soltado alguna lagrimilla por la calle. Me dice mi santo ¿emocionada? Pues sí, un poquito de pena, ya es mayor. Bueno, si es igual de mayor que ayer. Ya, ya lo sé, pero me da penita. Estos hombres es que no entienden lo que es ser madre.

Tiene horario completo, ni adaptación ni nada, primero porque no podemos cuidarlo y mi madre no está en condiciones, y segundo porque total viene de la guardería y aunque sea nuevo está acostumbrado a horarios y eso. Así que está apuntado a comedor y a las tardes de ludoteca durante el mes de septiembre, en octubre ya tendrá clase por la tarde también.

Aunque estoy convencida de que se va a adaptar fenomenal tengo un poco de nervios y estoy deseando que lleguen las 5 para ir a recogerlo y que me cuente un montón de cosas! Mi niño mayor! Snif!

Otro día más.

Sean buen@s y felices!