Esta estupenda mujer que escribe, que es una descerebrada, una ilusa y un poco paticorta, por parte de padre, se había imaginado un viaje tranquilo, bucólico, familiar... Y cuando una se crea ciertas expectativas llega la realidad y ¡zas! te da una patada en toda la boca, y nada es como habías imaginado, sino más complicado, más caótico, más triste...
Estar sola con dos niños ha sido todo un caos, Parrulín rebelde a más no poder y Xoubiña demandante a más no poder.
Imaginaba a los dos en el viaje de ida durmiendo como santos y a mi misma también, la realidad es que no fue así, y el de vuelta de mañana ya veremos, cruzo los dedos, tanto que me van a salir agujetas, tanto que tengo ya dedos de abuela artrítica.
Imaginaba a los dos jugando en la inmensa alfombra del salón, la realidad es que la alfombra no para de soltar pelusas, Xoubiña de intentar comerlas, y yo de perseguirla temiendo que me cague toda una alfombra persa para decorar mi salón, con sus flecos y todo.
Imaginaba que mejoraría el gateo, ya levantaba el culillo y lo intentaba, la realidad es que me persigue por toda la casa, voy al baño y aparece, voy a vestirme y aparece, voy a cocinar y aparece, es omnipresente la tía!
Imaginaba que dormir los tres juntos era una buena idea, la realidad es que ellos duermen pero yo no mucho, uno que se mueve, otra que duerme encima de mi, uno que quiere leche, otra que quiere teta...
Imaginaba que iba a llover y que estaba preparada, la realidad es que fui el jueves al centro comercial para desfogar al chiquillo y aún no se ha secado mi abrigo, lo pongo a secar, me lo pongo mojado, se moja más, lo pongo a secar, me lo pongo mojado, se moja más, lo pongo a secar...
Imaginaba que lo peor había pasado, ya había estado en casa de mi madre sin ella, la realidad es que he dormido en su cama, lo que ya es mucho pedir, que Parrulín ha roto uno de sus platos, que me ha dado mucha pena, que está lleno de fotos de ella de pequeña, que ya no sé quienes son esas personas en blanco y negro y que ya no puedo preguntárselo.
Imaginaba que la gente ya lo sabría, la realidad es que me preguntan mucho por ella. Cómo está tu madre, que hace mucho que no la veo? Murió. Cuánto lo siento! Yo era muy amiga suya, la quería mucho! Pues mire que lo dudo, nunca llamó ni la conozco de nada.
Imaginaba que con lo poco que veo a mi santo y dos guardias en semana santa poco lo echaría de menos, la realidad es que espero sus llamadas como agua de mayo, que le añoro, que quiero dormir abrazada y no aplastada y que necesito sus besos, sus caricias y su consuelo más de lo que creía.
Imaginaba un corazón tranquilo y un reposo del guerrero, la realidad es un corazón triste y reposo ninguno.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.