La
pequeña Xoubiña no asusta a nadie, pobrecita mía. Es tan rubita, tan bonita,
con una carita tan dulce que la disfrazas de brujita y está preciosa. Amor de
madre, sí, con babeo incluido cada vez que la veo, pero no asusta. Va con un
vestido elegante y está preciosa, va con un chándal o unas mallas a la guarde y
está preciosa, se vuelca el cuenco de puré en la cabeza y está preciosa. Y su
madre en este caso babea también, pero se parece más a la espumilla blanca de la
rabia.
El
disfraz de mi pequerrechiña es comprado, no me daba la vida para hacerlo yo, es una falda de tutú negra y unas alitas negras,
con una camiseta roja y leotardos rojos. La falta de tutú era demasiado ligera
y se le transparentaba todo el culete. Será brujita, sí, pero decente, así que
le he puesto una falta de tutú roja debajo. Me encantan los disfraces con tutú!
No lo puedo remediar! El caso es que mi rubia bonita parece un repollito, se le
junta un tutú y el otro y tiene un volumen considerable la falda. Y no da
susto, está preciosa. La veo disfrazada y me la como a besos. Aunque si la veo sin
disfrazar también!
Pero le
pasa algo muy curioso. El día que compramos su disfraz se lo probé en casa.
Estaba encantada, se miraba en el espejo y le gustaba, iba directa a la puerta
para que le hiciera fotos, todo estupendo. Varios días después se lo probé para
que se lo enseñara a papá y se puso a llorar en brazos de su padre, asustada,
decía que la gente le daba susto y que no quería disfraz. La tranquilizamos, le
quitamos el disfraz y nos fuimos a dormir.
Pensé
que era mejor dejar pasar los días sin sacar el tema, contaba con la
posibilidad de que el día D no quisiera disfrazarse pero lo que me preocupaba era
que le asustara mucho su hermano. Supongo que como la careta de Parrulín ya
llevaba varios días por casa y ella misma ya se la había probado por eso no le
daba susto, así que por ese lado ningún problema. Avisé en la guardería que si
no quería disfrazarse en casa le traía el disfraz en una bolsa para que se lo
pusieran ellas si cambiaba de opinión.
Ayer le
probé el disfraz en casa, ensayo general, hicimos un montón de fotos otra vez,
estaba encantada de la vida, y lo dejamos todo preparado para mañana encima del
carrito. “Si, mañana, de buja”. Al ir
a acostarnos le recuerdo que papá la disfrazará mañana para ir a la guarde y se
pone a llorar otra vez, que la gente le da susto y que no quiere. Cuando llegó
mi santo le expliqué ponle todo lo rojo que no creo que tengas problemas y si
no quiere el resto, la falda y las alas negras se lo llevas en una bolsa a la
guarde, por si acaso al ver a los demás niños sí se lo quiere poner.
Bueno,
pues ha sido exactamente así. No ha querido que la disfrazara papá, se lo ha
llevado en una bolsa a la guarde y allí sí ha querido disfrazarse. No lo
entiendo. Si la disfraza papá le da susto y no quiere. Si la disfraza mamá está
feliz. Qué cosa más rara. Es típico de ella que vayas a darle algo y no quiera
que se lo des tú porque prefiera que se lo de su padre y viceversa. Entendería
que no quisiera que la disfrazara papá y sí quisiera que la disfrazara yo, pero
lo que no entiendo es por qué le da susto si la disfraza papá, que al fin y al
cabo es el que la viste todos los días para ir a la guarde.
Y Parrulín
ha ido con ella a la guarde, repitiendo modelito de vampiro-demonio asustando a
todo el mundo por la calle, la verdad es que las alas eran chulísimas pero sólo
la careta ya daba bastante susto. Al llegar a la guardería ha tenido que
quitarse la careta porque los niños se asustaron mucho al verle. Cuando los
recoja vamos a un cumple, de Halloween también, todos disfrazados de nuevo. Y mañana iremos a ver a mis suegros disfrazados también. Hay que ver lo que da de sí un Halloween!
Mamá de
Parrulín y de Xoubiña, feliz Samaín!
Otro día
más.
Sean
buen@s y felices.