martes, 22 de diciembre de 2015

No es Navidad!

La pequeña Xoubiña no se cree que estemos en Navidad, es más, sospecha que hay algún tipo de complot judeo másonico contra ella para hacerle creer que es Navidad, pero no lo piensa permitir. Es comentar algo acerca de la Navidad que, a veces muerta de risa y a veces realmente enfadada, dice que no estamos en Navidad. Se niega terminantemente a admitir ni si quiera  la posibilidad de que sea Navidad. No es Navidad!

No es Navidad aunque su santa madre se haya currado un estupendo calendario de adviento contando los días para que aprendiera cuánto quedaba y viera cómo iban quedando cada vez menos sobres, aprendiera que el 1 y el 6 son 16, aprendiera a compartir con su hermano… (Si, santa madre y además ilusa, así soy, pero ya no tengo edad para cambiar esto.)

No es Navidad aunque hayamos puesto el árbol, el belén y toda nuestra mejor intención en decorar la casa, aunque hayamos comprado panderetas y cantado villancicos como posesas, aunque hayamos sacado los gorros de papá Noel, aunque me haya visto hacer el disfraz de Parrulín, aunque le encante su disfraz de oveja y no quiera quitárselo ni para dormir. No es Navidad!

No es Navidad aunque me haya aplastado varias vértebras por cogerla sobre mis hombros para que viera Cortylandia durante 15 interminables minutos, aunque hayamos ido al acuario de Madrid, cita obligada en cada Cortylandia, aunque haya tenido pesadillas durante días después de ver el acuario. Y es que no sé yo qué demonios me pasa que cada vez que vamos al acuario tengo pesadillas con tritones y otro tipo de bichos acuáticos tipo anguilas, sueño que tengo un acuario en casa con bichos de esos y se me escapan por la casa. Ya me vale! A mi edad! Que no les tengo ni fobia ni miedo ni asco ni nada, pero es ir al acuario y tener pesadillas, no me lo puedo explicar, debería hacérmelo mirar.

No es Navidad aunque hayamos elegido juguetes y hayamos escrito la carta, ni aunque hayamos ido a ver a los Reyes Magos. Porque ayer fuimos a ver a los Reyes Magos! Con quién quieres hablar? Yo… con Melchor! Vale, pues el que más cola tiene, esperamos y hablamos con él. Con lo emocionada que estaba, fue acercarse al falso barbudo blanco y entrarle un miedo terrible. Xoubiña es muy charlatana pero necesita cinco minutos de adaptación, luego ya lo da todo, pero necesita su tiempo, tiempo que no teníamos. Accede a sentarse en las rodillas del rey, pero fuertemente agarrada a mi cuello al mismo tiempo, cual boya salvavidas. Qué quieres de regalo? Un unicornio morado, dice bajito, bajito, bajito, tan bajito que se lo tengo que traducir al rey a punto de asfixiarme de lo fuerte que me agarraba el cuello. Es que unicornios no tengo a mano, no te sirve un camello? Pero bueno! Estos voluntarios falsos barbudos, que ya no son lo que eran! No me vaciles a la niña, hombre, lo que le faltaba a la pobre! Así me borro yo también de la Navidad!

Y es que a pesar de calendarios y de luces, de belenes y de árboles, de intenciones, canciones y falsos melchores… para Xoubiña no es Navidad… y nada la va a convencer de lo contrario ¡porque no nieva!

Mamá de Parrulín y de Xoubiña,
Sean buen@s y felices.

Otro día más.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Un disfraz navideño impresionante!!!!


Día 1, Empezamos a preparar el disfraz cosiendo espumillón sobre una sudadera verde


Día 2. Cosemos todo el decoro, que dice Parrulín


Día 3. Añadimos unas luces led que van a pilas


Día 4, Así ha quedado el mejor disfraz navideño que hemos hecho nunca!

Ha sido una pasada, Parrulín va a ser el rey del cole mañana, la verdad es que causa sensación, 
Sólo ver su sonrisa compensa las horas pasadas cosiendo cada detalle.
Una vez más es una pena esta privacidad autoimpuesta y no poner una foto con el niño dentro, pero os podéis hacer una idea.
Os gusta?

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

jueves, 3 de diciembre de 2015

El motor de mi vida

Que mi santo esposo llegue de trabajar y me encuentre empantanada entre la casa y los niños y medio histérica es algo habitual, pero que me encuentre riñendo a la niña,  remojando su ropa interior y hablando por teléfono al mismo tiempo con la guardia civil ya no es tan habitual. Así terminó el día de ayer, pero empezó de otra manera.

A media mañana, inconsciente yo de lo que se me avecinaba, suena el teléfono, es el chico que me cuida la casa de Galicia. Tengo que darte una mala noticia. QUÉ? Han entrado en casa. POR DÓNDE? Por la ventana de tu habitación. Y QUÉ SE HAN LLEVADO? La lavadora… LA LAVADORA! El microondas… EL MICROONDAS! El motor del pozo… EL MOTOR DEL POZO! El reproductor de cd… EL REPRODUCTOR DE CD! Y creo que nada más, te envío fotos para que me lo confirmes porque está de camino la guardia civil para abrir un atestado. JODER, JODER, JODER! Otros daños? La contraventana, la ventana y el cristal por donde han entrado y el candado del garaje. Y el candado de la puerta? Ese no, ese está puesto. Y cómo coño se han llevado una lavadora sin abrir la puerta, por encima del muro? Eso parece.

A tomar por culo el día de hoy, histérica perdida me ha dejado. El disgusto ha sido muy grande, es la segunda vez que entran a robar en mi casa, el año pasado entraron en esta misma época pero sólo se llevaron el cortasetos y me pareció hasta poco, que podía darme con un canto en los dientes, reparamos la ventana y me sentí agradecida porque sólo hubiera sido eso.

Pero este robo ha sido mucho peor, y no es sólo por los electrodomésticos que no sé cómo voy a comprar otros, ni por los daños, que además han roto toda la instalación del motor arrancando incluso las tuberías, sino que es la sensación de impotencia, de rabia, de no poder hacer nada. Pensar que unos desconocidos se han paseado por mi habitación, por mi casa, por mi santuario, ese lugar en el que me siento segura y protegida. El sitio donde atesoro todos mis recuerdos, mis sueños y esperanzas. Es desolador.

Me permito un tiempo de histeria y de llanto mientras hablo con mi santo esposo. Y me digo a mí misma que esto no es lo peor que me ha pasado, que he pasado cosas mucho más terribles, trato de autoconvencerme de que sólo son cosas materiales. Llamo al seguro, una panda de cabrones, que sólo me cubren el cristal dicen, y me callo por no decirles por dónde se pueden meter el cristal. Me compro la bolsa de chuches más grande del mundo por si me ayuda a borrar el disgusto, que no me lo borra y además me deja dolor de barriga, consigo terminar mi jornada laboral y me voy a recoger a los niños.

Parrulín ni hola qué tal, ni buenas tardes, ni un beso, ni nada, que si se puede ir a casa de Fulanito. Hoy no, cariño, es que… Y se pone a llorar, ahí aflora mi histeria mal contenida con chuches. Hijo, han entrado en casa de Galicia, nos han roto la contraventana y la ventana, nos han robado la lavadora, el microondas, el motor del pozo, el reproductor de cds… No te parece que es motivo más que suficiente para no poder ir a casa de nadie y marcharnos a la policía para poner una denuncia? Sí mamá. Hijo que sabes que siempre te dejo, cuando no te dejo no te pongas a lloriquear, pregunta por el motivo que será importante! Me he pasado, lo sé, y lo lamento, y se lo digo, y le digo que estoy muy disgustada y muy nerviosa, que por favor intente comprenderme y ayudarme. Nos vamos a poner la denuncia.

La espera es larga en comisaría, larga e inexplicable porque es que además no hay nadie más que nosotros. Para entretener a los niños les doy un sello con forma de pato que tenía en el bolso para emergencias como esta aunque no me imaginaba que fuera a ser esta, y les permito estampar el dichoso pato infinidad de veces en el único papel que dispongo, un informe urgente que tengo que entregar mañana. A mi jefa le va a encantar el informe lleno de patos con corazones, queda ideal. Cuando al fin entramos el policía va de colegueo con los niños, contándoles que es amigo de los reyes magos. Déjate de pamplinas que estos prefieren empatatar mi informe, al lío hijo, al lío. Hora y media después salimos de allí con la denuncia que tengo que enviar al seguro.

Camino a casa tengo que comprar un cuaderno a Parrulín en el chino, aprovecho para pasar por la tintorería a recoger un vestido y un abrigo de Xoubiña, y por la costurera para recoger unas chaquetas de Parrulín, mi vestido no está arreglado todavía. Que llevo pocas cosas en la mano? Pues Xoubiña se empeña en ir al súper a por unas galletas de perrito, que parecen ser indispensables para ella.

Ilusa de mí que creí que me iba a sentar. Suena el teléfono, es la vecina de Galicia. Por la mañana había avisado a su hija, somos buenas amigas, me ha pasado esto quizá debería ir alguien de confianza por vuestra casa también. A la hora de comer me cuenta que les han robado también pero sólo la tele, se ve que como no pudieron abrir la puerta sacar la nevera por la ventana les debió parecer demasiado porque es lo único que les falta para montar una casa completa! La desgracia compartida reconozco que me hizo sentir algo mejor.

Me llama su madre, y me cuenta que la guardia civil que ha ido a su casa les ha comentado que habían intervenido unos objetos robados y que tenían un motor. Coño! El mío! Y no iría acompañado de una lavadora por casualidad? Pues no sé, llama a la guardia civil. Mil gracias! Busco el tlf de la guardia civil del pueblo al que pertenece la casa, me sale un pitido espantoso de esos que te dejan sorda, busco el tlf de la guardia civil del siguiente pueblo más cercano, después de oír un montón de opciones para marcar consigo hablar con alguien, no tiene el tlf de sus compañeros de mi pueblo, que llame al otro pueblo más cercano al otro lado, que ese tlf sí lo tiene. Llamo al otro pueblo más cercano, después de oír un montón de opciones para marcar consigo hablar con alguien, le cuento lo del robo y lo del motor pero no tiene ni idea de lo que le estoy contando, me pone a la espera.

Viene Xoubiña mira mamá cuánta caca tengo aquí! NO! Y por qué? Por qué decide precisamente hoy hacerse por primera vez en su vida caca encima! Y sujetando el tlf con el hombro mientras estoy a la espera la llevo al baño, le quito la ropa, la limpio, la riño, remojo la ropa manchada y… llega al fin mi marido para ayudarme con el caos. Qué le ha pasado a la niña? Que se ha cagado. Y a ti? Que parece que han encontrado el motor. Qué motor? El motor de mi vida, hijo, el motor de mi vida.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña,
Sean buen@s y felices.

Otro día más.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sudores fríos

Esta estupenda mujer que escribe es muy de tener sudores fríos en esta época del año, y los sudores fríos no son por la menopausia, que todavía no me ha llegado aunque llegará algún día, que es ley de vida y no me voy a librar. Los sudores fríos comienzan matemáticamente el día 1 de noviembre.

Es entrar a un chino a comprar algo que necesitamos, tipo un lápiz que ha perdido Parrulín, tipo una goma que ha perdido Parrulín, tipo un sacapuntas que ha perdido Parrulín, tenemos varios tipos pero todo son variaciones de lo mismo. Voy pensando en mi pequeño genio despistado cuando descubro de repente que han cambiado las calabazas y los esqueletos de Halloween por los espumillones y los papá Noel chillones de la Navidad. Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Decido que esto no va conmigo, que puedo ponerme unas orejeras de burro (que no de reno, aunque serían más apropiadas), y me voy derechita a comprar la enésima cosa que ha perdido Parrulín en este curso. Pero mis hijos no llevan orejeras e inevitablemente se fijan en las luces, y en las bolas, y en los árboles, y en los espumillones, y en los belenes, y en… ay qué hartura! Y, espontáneamente aliados, comienzan la batalla “Mamá me compras? Mamá mira qué mono! Mamá quiero esto! Mamá este baila? Mamá! Mamá! Mamá!” Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

A partir de entonces esos sudores fríos se quedan enquistados en mi espalda una temporada, hasta que se hace bola y de ahí sale una tenia que sube a mi cerebro y le da por crecer, por derretirlo y por causarme daños irreversibles. Y esta estupenda mujer que escribe, que ahora se vuelve más descerebrada que nunca por culpa de la tenia, comienza a pensar en el calendario de Adviento, y en los disfraces de Navidad, y en las luces por las calles, y en las multitudes de gente, y en las comidas de empresa, y en las elecciones navideñas que tenemos este año, y en la lotería que no le tocará, y en la cantidad de gastos que se avecinan, y en la pena de la que no se va a poder librar, y en las cenas familiares que tampoco… Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Me estrujo el cerebro con la tenia enquistada para hacer un bonito calendario de Adviento, y ya tengo muchas ideas y todas las actividades pensadas, pero el calendario sin hacer por no decidirme definitivamente por ninguna de las opciones. Y Parrulín contribuye generosamente a mis sudores diciéndome que él no quiere ir de pastorcillo, que quiere algo original. Original como qué? Busco inspiración y encuentro un disfraz de árbol de navidad con sus bolas y espumillones cosidos a una sudadera verde y la tenia cerebral hace que me pregunte cómo quedaría si le añado una guirnalda de luces que tenga una batería de pilas, y me emociono y le lo cuento a Parrulín que vamos a hacer un disfraz con luces, y se emociona, y me pongo a pensar en la sudadera, en cómo coserlo, en la dichosa batería… Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Entonces llega ella, mi querida Mo, y me envía unas fotos de su casa ya decorada de Navidad, y además de los sudores fríos me entra angustia y taquicardia ventricular, o de la otra, no sé, pero algo malo es seguro. Y pienso Mo, sáltatelo, sáltatelo, vete directamente a la operación bikini si es que haces tú de eso, aunque falta no te hace, porque ya te veo en pleno mes de febrero intentando ir a nadar en la playa! Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Ojalá pudiera saltarme la Navidad, meterme en la cama y despertarme… no sé, en semana santa o así que con el sueño que tengo falta me haría! Y me repito a mí misma que las peores Navidades de mi vida ya las he pasado, que no pueden ser peores que las que se pasamos en el hospital acompañando a mi madre en su último viaje. Y me recuerdo a mí misma que mi lema y propósito de año nuevo de este año había sido “No te prometo que será fácil, te prometo que valdrá la pena.” Y me recuerdo que lo estoy cumpliendo y que no caeré tan profundo como la navidad pasada y que estoy mejor a pesar de los sudores fríos.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña, prenavideña a mi pesar.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Los derechos del niño son una tontería!



Hoy es el día de los derechos del niño, los derechos del niño son un conjunto de normas jurídicas que protegen a las personas hasta determinada edad. Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia. La primera declaración de derechos del niño fue la Declaración de Ginebra del 26 de diciembre de 1924, redactada por Eglantyne Jebb fundadora de Save the Children. Las Naciones Unidas aprobaron en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, implícitamente, incluía los derechos del niño, el 20 de noviembre de 1959 las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. Se llevó a cabo por iniciativa de la UNICEF.

Ayer al recoger a Parrulín en el cole le habían hablado sobre los derechos del niño en clase. Ah, qué bien cariño, eso es importante. “No es importante mamá, es una tontería!” me responde enfadándose. Hombre! Tanto como una tontería… Por qué dices eso?

“Dicen que los niños tenemos derecho a ser iguales, al amor, a la educación, a la ayuda y a otras cosas más que no me acuerdo pero es una tontería!” Pues a mí me parece importante, cariño. A ver, cuéntame, por qué son una tontería.

“Tenemos derecho a ser iguales pero no lo somos porque cada uno es diferente” Bueno, sí, pero eso en realidad significa que no se puede discriminar a ningún niño por razones de religión o de color de piel o esas cosas. “Pero se hace” Sí hijo, se hace, desgraciadamente se hace.

“Tenemos derecho al amor, y ese es el derecho que más me ha gustado pero esos bebés que dejan recién nacidos en la basura también tienen ese derecho y no se cumple!” La verdad es que prefiero las conversaciones sobre polímeros o sobre agujeros negros antes que las conversaciones filosóficas con este niño, al menos esas las puedo buscar en google pero para cuestiones como estas no tengo respuesta.

“El derecho a la educación y a la salud es otra tontería, porque en los sitios en los que no hay coles o no hay médicos no importa nada ese derecho!” Sí hijo, tienes razón.

“¿Y lo peor? El derecho a la paz! Porque un niño que vive en una ciudad que está siendo bombardeada… EL ÚNICO DERECHO QUE TIENE ES A TAPARSE LOS OÍDOS Y METERSE DEBAJO DE SU CAMA REZANDO PARA QUE NO LE MATEN!” Tienes toda la razón, hijo mío, y le abrazo y le lleno de besos para que no vea cómo se me cae una lágrima.

Las preguntas de los hijos no siempre son fáciles de responder, las preguntas de mi hijo en ocasiones no tienen ni siquiera respuesta. Y para esto no te prepara nadie. Su inteligencia, su sensibilidad y su empatía a los problemas ajenos son algunos de sus grandes valores y probablemente los que más dificultades le van a causar en el futuro. Me asusta. Ya hemos tenido conversaciones complicadas respecto a los atentados de París, sólo me faltaban los derechos del niño para rematar la semana! No sé muy bien cómo hacerle comprender o aceptar  el mundo en el que vivimos, y está bien que se pregunte y que me pregunte, pero si ya es difícil de entender para los adultos tanta barbarie explicárselo a un niño es imposible.

En el día de los derechos del niño me quedo con Mafalda: Y estos derechos… a respetarlos, eh? ¡No vaya a pasar como con los diez mandamientos!


Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.

Otro día más.

martes, 10 de noviembre de 2015

El test de altas capacidades más sencillo del mundo


Después del órdago a la grande de la semana pasada (y no sin antes dar mi más sentido pésame aquellos que no aprendieron a jugar al mus durante su época universitaria), he tenido varias conversaciones con otras madres del colegio al respecto. Entre estas y otras conversaciones en diferentes asociaciones y en el PEAC, he sacado varias conclusiones. La primera, que gracias a Dios estamos bien, que es una suerte, que otros niños de altas capacidades se encuentran en los colegios en una situación infinitamente peor que Parrulín, y eso es de agradecer. La segunda, que la falta de atención, de conocimientos y de formación del profesorado es una constante en todos los centros. Y la tercera, que se podría hacer un test de altas capacidades muy, muy sencillo.

Tan sencillo es el test de altas capacidades que yo propongo que se basa en una sola pregunta ¿Le asusta ver la inteligencia de su hij@? Si la respuesta es sí, no me cabe duda ninguna. Se siente miedo, frustración, inseguridad, no sabes qué hacer ni a quién acudir. Si tu hij@ es listo, inteligente, ves que resuelve las cosas con facilidad y te sientes orgullosa de su inteligencia, es estupendo, y puede serlo o no. Si escuchar a tu hij@ y ver sus razonamientos te preocupa y te asusta, probablemente será de altas capacidades. Yo lloré el día que me lo dijeron y más de una ha acudido a hacerme preguntas llorando, para mí no hay duda, si la madre está agobiadísima y siente que “le viene grande” es que tiene un hijo de altas capacidades. Y es un razonamiento poco científico, lo sé, pero está basado en la experiencia, propia y ajena.

Coincido en el parque con la madre de un amigo de Parrulín, me cuenta su preocupación con la hija mayor, de unos 10 años, porque no tiene amigas y se pasa los recreos leyendo sola en un banco (actualmente el Quijote en versión original!) y le pregunto si no se le ha ocurrido que esta niña pudiera tener altas capacidades. Me cuenta que sí, que se le ha ocurrido, que en su momento fue a hablar con la orientadora de estudios y esta le dijo que era mejor no hacerle los test, que eso la señalaría como diferente frente a sus compañeras, así que consideraba que era mejor no hacerlo. Y yo no salgo de mi asombro, le recomiendo que pida cita con la nueva orientadora, a ver si le responde igual de bien que a mí. Primero porque considero que esta niña necesita ayuda (y es un amor de niña), y segundo porque cuantos más vayamos, más visibles seremos. La orientadora me dijo que había un total de dos niñ@s de altas capacidades en el centro, lo que estadísticamente no es posible, así que si “descubro” a los demás, mejor. Que no se trata de convertirme en Sherlock Holmes, pero si sospecho de alguien se lo comentaré a la madre o padre del susodicho y le comentaré el buen trato que hemos recibido de la nueva orientadora.

Coincido en un cumpleaños con la madre de un amigo de Parrulín, me cuenta que su hija mayor va al PEAC. Anda mira! Esta es la otra! Qué casualidad! Saludo a la niña y me dice que le gusta mucho hablar con Parrulín, porque se puede mantener una conversación racional con él. Me parto de risa, si es que son tal para cual! Aunque esta niña también es mayor, tiene 9 años. Su madre se empeñó en que la orientadora le hiciera los test, a pesar de su negativa inicial y con la misma excusa que le dio a la otra madre, que iban a señalar a la niña como diferente. Pues si es que ya lo es, si ya lo son! Esta madre insistió e insistió y le hicieron las pruebas, aunque mal porque recibió una llamada del EOEP (Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica) diciéndole que no podía entrar porque su expediente estaba incompleto, faltaban por realizar dos test, que finalmente consiguió que se realizaran deprisa y corriendo el último día de plazo. Esta niña fue la primera (y Parrulín el segundo) en entrar en el PEAC desde este colegio. Los dos están en el PEAC exclusivamente por cabezonería materna, superando innumerables trabas y pruebas.

Madre, compañera, amiga, lectora o desconocida. ¿Descubres cada día cosas increíbles que puede hacer tu hijo a una edad muy temprana? ¿Te parece que no va al mismo ritmo que los niñ@s de su edad? Y lo que es más importante y la pregunta básica de mi test ¿Estás asustada? Si la respuesta es sí, adelante, infórmate, asóciate (o no) pero pregunta y lucha. Echa pa’lante, tienes muchas puertas por abrir, unas se cerrarán en tu cara, pero en otras conseguirás meter el pie, mantente firme, esfuérzate y lucha cada día por conseguir a lo que tu hij@ tiene derecho legal, porque pasito a pasito vamos a hallar la salida.

(…) y vamos abriendo puertas, y vamos cerrando heridas, pasito a paso en la senda, vamos a hallar la salida (…) Abriendo puertas, cerrando heridas, que en la vida hay tanto por hacer, deja tu llanto y echa pa'lante con fe (…)

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Órdago a la grande!

Órdago: Jugada del mus en la que se apuesta todo lo que falta para ganar


Como cualquier universitario que se precie, esta estupenda mujer que escribe aprendió en los primeros años de la carrera a jugar al mus. Me gustaba mucho pero a mis amigos les gustaba más que a mí, yo iba pasando de curso y ellos se iban quedando atrás, dejamos de coincidir tan a menudo y dejé de jugar al mus. Hasta hoy.

He jugado, he echado un órdago a la grande, al colegio de mi hijo concretamente. No tenía nada que perder y aposté a ciegas. Aposté por luchar por sus derechos, aposté porque me oyeran, por hacer ruido, por no caer en el olvido. Y aposté a la grande, todos sabemos que jugador de chica, perdedor de mus. Así que órdago a la directiva!

Con cara de buena chica acudí a una reunión de la directiva, el propósito era presentar el colegio a las nuevas familias pero yo pensé aunque no soy nueva, voy, me presento y expongo mis problemas, a ver qué pasa. En la reunión hablan de las directrices del centro, los objetivos, los valores, etc… En la ronda de preguntas algunos padres quieren saber más acerca de las atenciones a TDA, dislexia, etc… y se les asegura el trato personalizado de cada alumno en función de sus necesidades. Era el momento de intervenir pero me acojono y no pregunto por no hacerlo en voz alta en el salón de actos, que impone y con micrófono más todavía, prefería dejarlo para cuando se terminara la reunión, un poco más personal. Al finalizar cojo al director por banda y no lo suelto hasta que cierran las puertas y nos enseñan la salida. Y la impresión… regulera sólo. Aquí pensé que perdía la partida y la sensación de que me estaban invitando a marcharme del colegio. Estuvo de acuerdo conmigo en que al menos debían orientarme y decirme qué se podía hacer y que no, los pros y contras de cada una de las opciones para poder tomar una decisión. Pero este señor estaba jugando con las cartas de su compañera, la nueva orientadora de estudios.

Ayer tuve la reunión con la orientadora de estudios, iba la verdad muerta de nervios, he echado un órdago que es un farol como una casa, ellos tienen dúplex de reyes (o cuatro cerdos, jeje) y qué hago? Me he pasado? No tenía nada que perder, pero la incertidumbre me estaba matando. Una buena actitud es lo primero, así que tranquilidad fingida y adelante. Toc, toc!

Estoy encantada, esta mujer ha aceptado el órdago, me ha tratado estupendamente, ha sido una conversación muy cordial y me ha hecho las siguientes propuestas: Flexibilización de contenidos, aprendizaje por proyectos, niño tutor y refuerzo de aquellas áreas en las que pueda estar menos desarrollado.

En cuanto a la flexibilización de contenidos empezaremos por adaptar las lecturas a sus capacidades, el libro de lectura del Lobo Lupas se lo leyó ya el primer día, y le van a proporcionar en esas clases otro tipo de libros que le incentiven más.

El aprendizaje por proyectos es una propuesta muy interesante y una opción educativa de muchos centros (no este) con la que estoy francamente de acuerdo. Le van a proponer a Parrulín un proyecto, que tendrá que ir planificándose y realizarlo por etapas, tanto en el cole como en casa, con búsqueda de información, desarrollo de contenidos, análisis de respuestas, control de tiempos… Me ha parecido espléndido.

El papel de niño tutor, que ha empezado preguntándome si le gustaría (punto para ella) consiste básicamente en ayudar a otros niños de su clase con los problemas de aprendizaje que tengan. Creo que sí le gustaría y que sería un papel que beneficiaría a ambos.

Y el refuerzo de las áreas en las que pueda fallar más no sé muy bien como lo van a realizar, está un poco más por debajo en psicomotricidad, tanto gruesa como fina. Es un niño torpón, muy grandote, el año pasado mejoró bastante con el baloncesto y este año ha querido cambiar a judo, a ver qué tal, y en psicomotricidad fina la verdad es que es un desastre coloreando, yo creo que porque no le interesa. Pero si le incentivan y mejora, pues vale, no es un tema que me preocupe.

Lo que sí me preocupa que si en alguna ocasión le han llamado sabiondo, como se pueden meter con el que lleve gafas, nada grave de momento, pueda agudizarse la diferencia entre él y los demás. Me responde que no, que hay que explicar a los demás niños que a todos se nos dan mejor unas cosas que otras, que los hay que son muy buenos corriendo, o dibujando, y todos tenemos algo que se nos da especialmente bien. Me ha gustado su respuesta.

He salido de la reunión muy, muy contenta. Tanto que tengo que recordarme a mí misma que ya hemos pasado por esto en otra ocasión y aquellas buenas palabras no se materializaron en nada, que debo contener mi euforia hasta que de verdad vea que se ponen en práctica. Me la he jugado, he echado un órdago a la grande. El director ha declinado, la orientadora de estudios ha aceptado el órdago pero ¿quién tiene de verdad las cartas? La tutora. Y es mano. Seguiremos informando.

Órdago: Jugada del mus en la que se apuesta todo lo que falta para ganar

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Tengo miedo!

Este año, como siempre en estas fechas, he estado volcada en la celebración de Halloween. Aunque al principio me parecía una fiesta absurda, una americanada importada para beneficio de comerciantes, tengo que reconocer que cada vez me gusta más a mí este asunto. Yo es que me apunto a un bombardeo, celebro todo lo celebrable y donde haya una jarana allá que voy, de cabeza! Ha sido una semana realmente terrorífica, en varios aspectos, voy a empezar por lo lúdico y dejar las malas noticias para el final, que también dan bastante miedo y espanto.

El sábado pasado estuve con la pequeña Xoubiña en un cuentacuentos de Halloween en inglés, nos contaron varios cuentos de lobos y uno de una araña. Inexplicablemente Xoubiña decía que el que más le había gustado era el de la bruja, no había ninguna bruja. Así es ella, imprevisible hasta para esto. Con ello dimos el pistoletazo de salida a la celebración de Halloween de este año. Durante toda la semana hemos comprado algunas chuches de cerebros, de calabazas, galletas decoradas, etc, hemos pintado las mandarinas calabaza para llevar al cole, ya son un clásico en mi casa, y como novedad unos chupachus fantasma. Estas es la idea de las mandarinas, sólo que yo he tenido que hacer nada más y nada menos que 50! Ole! Y los fantasmas, que aunque sólo he hecho para Xoubiña, han sido 25, son unos cuantos!



La estrella de este año ha sido, como no, el disfraz de Parrulín. Le hago muchos vestidos a Xoubiña y me siento algo culpable de no hacer lo mismo con él, así que por lo menos en Halloween y carnaval me vuelco con el disfraz de mi niño, que sea original, fácil, divertido… Parrulín reconoce el esfuerzo y valora los disfraces hechos en casa, mucho más que comprar uno en un chino! Era difícil superar el disfraz del año pasado de vampiro, con aquellas alas hechas con un paraguas, pero después de mucho buscar inspiración el disfraz elegido ha sido el de Aquí y si pincháis podéis ver el paso a paso. Sin bote, porque me daba miedo que le faltara el aire, o que se cayera mientras lo llevaba puesto y se clavara algún borde en un ojo, o cualquier otra cosa peligrosa que mi imaginación de madre no tiene límites. A pesar de esta obsesión mía por la privacidad os pongo una foto porque está el niño terroríiiiiiiiiiifico con ese disfraz, ha quedado chulo, chulo, chulo. Un disfraz facilísimo de hacer! Y el niño llamaba la atención por la calle, en el cole fue el protagonista absoluto! Estaba feliz!



Xoubiña fue de bruja reciclando el disfraz comprado el año pasado, con un tutú negro y rojo, lo típico de niñas de esta edad, que sea de bruja pero parezca una princesa. En el último momento quería llevarse una varita. Pues no tenemos, tenemos tutú, alas negras, cuernos con luz y/o gorro de bruja. En el baúl de los disfraces hay varitas pero son de hada, si quieres coge una. Y es que esta niña antes muerta que sencilla! Esa tarde hacen siempre un desfile en el patio del cole y esta madre descerebrada se disfraza para el desfile, que si hay una juerga cómo voy a perdérmela! Después fuimos al cine a ver Hotel Transilvania 2. Me encantó! Divertidísima! Y con otro cuentacuentos de Halloween el sábado dimos por finalizado el Halloween de este año, lo malo es que empezaremos a preparar la navidad que el calendario de adviento está ya a la vuelta de la esquina. Si es que no aprendo! No tengo mucho remedio yo tampoco!

La otra historia que os tengo que contar no tiene nada que ver, aunque la verdad es que como da miedo también, es muy propia de estas fechas. Tal y como me había propuesto fui a la reunión de la directiva del colegio y al finalizar la charla me acerqué a hablar con el director para comunicarle mis inquietudes y dificultades. Estuvimos hablando muchísimo tiempo, de manera informal, finalizamos con el compromiso por su parte de hacer un seguimiento de este tema con la tutora y la orientadora de estudios. Lo que da miedo, pero miedo, miedo, es que mi impresión personal ha sido que quiere quitarnos de en medio, ha dicho textualmente que el colegio no está capacitado para atender las necesidades de más de un 140 de CI. Amablemente, porque hay que reconocer que fue amabilísimo, nos ha invitado a marcharnos si es que queremos que se haga algo significativo con el muchacho. Y me ha comentado también que la madre de un niño como el mío les había pedido NORMALIDAD en su educación, ya que esta madre (cito textualmente) estaba más preocupada por el desarrollo social y afectivo de su hijo que por el desarrollo intelectual, y todo había salido bien. ¿Si? ¿Seguro? Y lo que es peor ¿Me estás insinuando con eso que yo NO me preocupo por su desarrollo afectivo? ¿Me estás acusando de algo tan grave como esto sólo por intentar que reciba la educación a la que TIENE DERECHO LEGAL? Es posible que esta haya sido mi impresión, subjetiva, paranoica, no lo descarto. Espero a ver qué sucede en la reunión con la orientadora pero ya estoy viendo que de momento la cosa sigue sin marchar nada bien, y tengo miedo, ya no voy disfrazada de Halloween, no, pero es verdad que tengo miedo.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

viernes, 23 de octubre de 2015

Las madres podemos con todo, o casi

Las mujeres somos polifacéticas, polineuronales, y otros muchos poli-, me apunto a todos los poli- de mujer (menos polígama, que me daría mucha pereza, jajaja) y si añadimos los poli- de madre tenemos muchísimos más. Y es que las madres podemos con todo, o casi.

Martes por la noche, esta estupenda mujer que escribe siente o presiente un ligero hormigueo en una muela, me conozco, me tomo un ibuprofeno y me voy a la cama cruzando los dedos. Al despertarme me duele de verdad, o se me han descruzado los dedos mientras dormía o algo no va bien. A lo largo de la mañana la cosa va a peor, cada vez me duele más, hasta el oído y el cuello me duelen, el ibuprofeno apenas me da una hora de tregua, el paracetamol no me hace nada. En lugar de darme cabezazos contra la pared que es lo que realmente me apetece me voy a buscar a los niños. Por el camino le escribo a mi santo pidiendo ayuda. Como las madres podemos con todo voy cantando en el metro con Xoubiña, algo de unos monkeys saltando en la cama y espero a ver a mi santo para llorar un poco de lo muchísimo que me duele.

Miércoles por la noche, me tomo todo lo que me ha traído mi santo esposo pero no duermo en toda la noche, nada me hace efecto. Al levantarme en lugar de darme cabezazos contra la pared que es lo que realmente me apetece me voy al ambulatorio a pedir una baja. Me la dan, no puedo aumentar nada de la medicación, estoy en máximas dosis y aun así me quiero morir, me voy al dentista. Tengo un implante con endodoncia, para cuando ha empezado a dolerme es porque la infección llega hasta el hueso, pero no puede hacer nada hasta que no baje la infección. Me sobra un tiempo antes de recoger a los niños, pero no tanto como para volver a casa, me voy a casa de mi madre a llorar un rato abrazada a su almohada. Me llega un wachap del cole. Hoy es la reunión de padres! Carita feliz. No, no, no, hoy no, que lo cambien al lunes que ya habré mejorado. Pero no es un concierto de los Rolling ni un anuncio de Cofidis. Como las madres podemos con todo me voy a la reunión con la profe de Parrulín. Buena intención le pongo al asunto, lo prometo, pero estoy de nolotil hasta las orejas, algo de sinónimos y algo de centenas, no puedo decir que me haya enterado de mucho más, la verdad. Mi objetivo en realidad es pedir una tutoría para hablar de una vez por todas de la adaptación curricular de Parrulín  y ponerle cara para poder saludarla y/o tirarla de las orejas por el pasillo, según las circunstancias. Tan buena intención le pongo al asunto que hasta me parece buena idea que nos reunamos al día siguiente, aprovechando que estoy de baja, así no pido favores en el curro. Como las madres podemos con todo me voy el viernes a una tutoría con la profe de Parrulín.

Más que dormir esa noche me quedo traspuesta a ratitos, con un sueño ligero repleto de pesadillas, me despierta muchísimas veces el dolor, que ha cambiado y es diferente. Amanezco Frankestein, me sigue doliendo horrores, se me ha hinchado la cara de forma monstruosa, ha salido un absceso en la encía y empieza a salir por ahí un líquido indescriptible. En lugar de darme cabezazos contra la pared que es lo que realmente me apetece me voy con mi santo a la tutoría en el cole. Hablamos mucho tiempo, le hemos llevado el informe de Parrulín, quinta vez que lo entregamos en el cole a profes diferentes. Y digo yo, no podrían pasárselo unas a otras? No debería la orientadora hablar con la tutora antes de comenzar cada curso? Nos propone pasarlo a tercero en mates y lengua, porque aunque destaca en todas las asignaturas hacer una adaptación parcial es más sencillo en estas y seguiría estando con sus amigos en la mayoría de las clases, recreos y comedor. Debéis  como padres decir qué queréis hacer, el tipo de adaptación, significativa o no, aceleración o no, lo que queráis hacer lo hacemos. Como las madres podemos con todo, o casi, pues esto va a ser un casi, un CASI como una casa. Soy arquitecto, ni siquiera sé qué significa una adaptación significativa o no significativa, soy madre, por mi hijo soy capaz de cualquier cosa, o CASI. No puedo tomar yo esa decisión, qué fácil para ellos! No, no, y no. No tengo los conocimientos necesarios, la pedagoga eres tú, tú eres la que tienes que formarte o al menos informarte, tú eres la que tienes que decirme las cartas con las que jugamos y yo valorar y aprobar (o no) tus decisiones.

El surrealismo de la situación, la frustración, o quizá el nolotil, me hacen pensar en una consulta médica, tiene usted un tumor en un brazo, que puede ser bueno o malo, decida usted si quiere que se lo quite o no, si quiere darse quimio o no, si quiere darse radio o no, decida usted lo que quiere hacer con su tumor y nosotros se lo hacemos, no hay problema, lo que usted quiera. Aún así el optimismo de esta mente descerebrada, o quizá el nolotil, hace que salga esperanzada de la reunión, se compromete a estudiar el informe, hablar con la orientadora y volver a realizar una reunión. Pues a lo mejor no está mal, al menos nos ha propuesto algo, ya es más que en años anteriores. Lo comento por las redes sociales. La madre de una compañera del PEAC me cuenta que eso que me proponen se llama aceleración parcial (tiene nombre!) que tiene muy buenos resultados y que se solicita en Abril. En Abril! Pues para una vez que me ofrecen algo no saben ni cómo ni cuándo se hace. Se me cae el alma a los pies. Creo que ahora sí que sí voy a darme cabezazos contra la pared, entre la muela y las facilidades que tiene Parrulín no me dejan otra alternativa.

Sábado, me duele todo, sigo pareciendo Frankestein, pero es la primera sesión del PEAC e incluye reunión de padres. El plan era ir todos como una familia feliz, pero es temprano, Xoubiña duerme, mi santo también. Parrulín me dice que mejor que Xoubiña no vaya que igual la lía, jajaja. Como las madres podemos con todo, empiezo a estar un poquito harta de poder con todo cuando lo que quiero es darme cabezazos, pero  me voy a la reunión del PEAC con Parrulín. Tengo un rato de lucidez, incluso me entero de la charla, pues pinta bien esto, esperemos que cumplan sus objetivos. Conocíamos a tres niños, de quince, no está mal, al final en estas cosas siempre somos los mismos! Somos nuevos todos, pero al menos nos conocemos.

Domingo, ¿me duele menos? pues no sé, no tengo cabeza para valorarlo, a este paso el nolotil me va a freir el cerebro. Como las madres podemos con todo nos vamos al teleférico, que se lo habíamos prometido a los niños y están muy ilusionados. Xoubiña no había ido nunca, le hemos dicho que era como volar, está entusiasmada. Volamos al otro lado, les dejamos jugar un rato en el parque, hasta que se pone a llover providencialmente y volamos de vuelta. Se lo han pasado genial aunque haya sido un poquito corto.

Y bueno, pues como madre puedo con todo, y a pesar de la muela del demonio, he hecho muchas cosas en estos días. He ido a otra reunión de una extraescolar del cole para AACC, aprovechado para hablar con el profesor, es químico y experto en AACC, yo soy arquitecto, puedo hacerme experta en AACC? Sí, me traerá todo tipo de libros la semana que viene. Ya he estado mirando masters en AACC on line y masters de habilitación para docencia. Como madre puedo con todo, así que a estudiar. Además me he apuntado al Ampa, que se supone me ayudarán con la orientación, he ido a la reunión y ya he visto que no tienen ni idea, me meto en el grupo de trabajo de Educación del Ampa, ya estoy viendo que ayudaré yo a los AACC que vengan detrás, pero bien está si así algunos tienen la información y apoyo que yo no he tenido. La semana que viene hay una reunión con la directiva, iré, me presentaré y pediré una reunión, se van a enterar estos, no se van a enterar en plan amenaza (o sí?) sino en plan informativo. Y la próxima tengo una cita con la orientadora, a ver qué me dice, me veo informándola yo de opciones y plazos. Qué triste tener que orientar a la orientadora! Qué complicado pueden hacerlo todo! Como madre puedo con todo, si he podido hacer todo esto en esta semana de horror puedo con todo, juro que no pararé de insistir hasta que Parrulín tenga la adaptación curricular que merece y a la que, no me cansaré de decirlo, tiene DERECHO LEGAL!!!!!

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

viernes, 9 de octubre de 2015

Tarde de chicas

Ayer tuve el enorme placer de compartir la tarde a solas con mi rubia despeinada, una tarde que estuvo llena de risas y sorpresas, alguna que otra lágrima puntualmente también, pero una bonita tarde madre-hija.

Cuando fui a buscarlos al colegio Parrulín me dijo que quería ir a casa de un amigo que le había invitado. A mí esto no me hace ninguna gracia, no vivimos cerca del cole y dejarle ir a casa de alguien supone tener que entretener a la niña de alguna forma hasta que sea la hora de recogerle, luego el metro a casa y terminamos llegando tardísimo y ya tenemos que hacer todo corriendo para intentar que se acuesten a una hora decente. Siempre pienso que tiene buenos amigos pero que en un futuro es posible que se complique este tema por sus altas capacidades, por si le consideran un listillo o un friki o un rarito o cualquier otra crueldad típica de los niños. Creo que cuanto más firmes sean los lazos infantiles, mejor para él, así que muy a mi pesar siempre le dejo ir.

Y es que no sé yo qué afición tiene el chiquillo a las casas ajenas pero no hay nada que más le guste que pasar la tarde en una casa que no sea la suya! Y se lo pasa fenomenal, y luego voy yo a buscarle y me deprimo viendo casas ajenas con su decoración nórdica, su cocina integrada, su ambiente cálido y acogedor, su amplitud de metros, que parecen sacadas de revistas de decoración y que tanto contrasta con nuestra casa de escasos metros cuadros llena de estanterías, libros y juguetes tirados por doquier. Siempre que voy a casa ajena me sorprenden dos cosas, qué mono y qué pocos libros.
Xoubiña se queda llorando porque se ha ido su tato. Le digo que no importa, que luego vamos a buscarlo, que vamos a pasar ella y yo una tarde de chicas, que para empezar la invito a un zumito. Se le pasan las lágrimas con el soborno del zumito y de camino me pregunta “Si mi tato no vuelve a casa ¿me puedo quedar con su tablet?” Jajajaja! Luego iremos a buscarle, cariño, tato sí va a volver a casa pero le diremos a papá que te compre una tablet para ti también, vale?

De camino vamos charlando, Sabes que me he encontrado con tu amigo J de la guarde? “No me digas! Me he quedado afónica!” Afónica? Pero si tienes voz! Qué significa afónica? “Pues… muy sorprendida” Ah! Atónita! Jajajajaja! Atónita yo de oírte hablar así con tres años! Me partía de risa, entramos en el bar de siempre y le dice a la chica “Hola! Estoy atónita!” La otra, que entiende afónica, la niña que se lo explica, y atónita atónita, la del bar. Me reía yo tanto que tuve que llamar a mi suegra para contárselo.

Luego nos tomamos un zumito las dos hablando como dos mayores, contándome cosas del cole, hablando de su profe, que ya es maja, menos mal, y enseñándome canciones nuevas. Es un placer esta niña, siempre alegre y contenta, con ese desparpajo y esa luz que desprende, un tesoro y ahora que ya se puede “tener conversaciones” con ella todavía mucho más. Luego nos fuimos a una juguetería, estaba empeñada hace días en que quería que le comprara el amuleto de la princesa Sofía, ella se planta una corona en la cabeza y dice que es Xoubiña primera, y su mayor aspiración con sus tres años es la de ser princesa. Una tarde de chicas bien podía terminar con la compra del ansiado amuleto!

Entramos en la juguetería y la rubia despeinada a grito pelado “Mamá, mira, no me lo puedo cre-er!” El qué cariño? (Siempre dice Cre-er, y marcando bien las r, tiene mucha gracia esta expresión suya) “No me lo puedo cre-er, un giratorio!” Jajajaja! Un qué? “Un giratorio!” Ah! (Era un juguete tiovivo) Un giratorio porque gira. “No mamá, un giratorio porque da vueltas!” Ah! Jajajaja! La dependienta muerta de risa, la rubia despeinada de estantería en estantería “Mira mamá, no me lo puedo cre-er, una doctora doc!” “Mira mamá, no me lo puedo cre-er, el abalorio de la princesa Sofía!” Ole! Lo encontramos, viene con corona y pendientes incluidos y se lo lleva bajo el brazo mientras sigue recorriendo estanterías con su no me lo puedo cre-er.
Mientras pagamos sigue con su cantinela “Mira mamá, no me lo puedo cre-er, mi Marcelino!” y es que ha llegado a la sección de nenucos y ella tiene uno que aunque es niña le llama Marcelino, vete tú a saber por qué, pero extrañada de ver allí a su querido Marcelino. “Mira mamá, no me lo puedo cre-er, mi Marcelino con un fonendo, qué tontería!” Se escacharra de risa ella sola, la dependienta también, parece que le hemos alegrado la tarde a esta chica, eso está bien!

Nada más salir obviamente tenía que ponerse la corona, los pendientes y el abalorio, ahí todo junto, con su chándal de uniforme del cole le quedaba bárbaro, os podéis imaginar, pero ella se veía toda una princesa y estaba encantada mientras yo le aseguraba que estaba guapísima, la gente la saludaba por la calle, y ella feliz con su papel de princesa con corona, pendientes y abalorio. Llegamos a un semáforo y en plena calle se baja los pantalones y las bragas Pero qué haces!? “Bueno mamá, es que me pica el culo!” Anda que… vaya princesa! Jajajaja!

Recogemos a Parrulín de casa ajena. Qué mono! Qué pocos libros! Y corriendo para casa. Ha sido una bonita tarde. La verdad que me ha encantado esta tarde madre-hija, ha sido muy divertida. Mi niña, qué bonita es! Xoubiña, mi niña con nombre de reina, mi currusquita, mi pequerrechiña, mi amor, mi compañía, mi consuelo, el melocotón de su abuela, nunca sabrás sumar lo que te quiero…

“No es que la casa no tuviera techo, pero si algo faltaba lo tenemos. Nada me gustaría como saber cierto a qué o a quién tendré que agradecerlo. No es que los días no estuvieran llenos, para la ternura siempre hay tiempo. Ya está el rompecabezas amarrado, fue la pieza que andábamos buscando. No viniste del frío ni la lluvia, llegaste del amor y de la luna... Niña de agua, te crecerán las alas y tu vuelo, niña de agua, quizá oscurezca el sol así lo creo, niña de agua, nunca sabrás sumar lo que te quiero, nunca sabrás sumar lo que te quiero... Desde el alba dispuesta hasta la aurora descubres todo y todo te impresiona, del perro hasta la hormiga laboriosa, la vida a veces luz a veces sombra. Niña de agua, nunca sabrás sumar lo que te quiero, nunca sabrás sumar lo que te quiero...”


Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

martes, 29 de septiembre de 2015

El PEAC de la Comunidad de Madrid


Iba Caperucita por el bosque conduciendo un Ferrari cuando se encontró un cartel que decía Programa de Enriquecimiento de Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid, esta Caperucita pensó a lo mejor esto me interesa, dio un volantazo (en este bosque se permite dar volantazos) y se dirigió rápidamente hacia allí (en este bosque se permite aumentar la velocidad)
El Programa de Enriquecimiento de Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid, a partir de ahora PEAC, que es muy largo el nombre este, (casi no cabía en el cartel que encontré en el bosque) es lo que nos ofrece la Comunidad de Madrid para nuestros niños AACC, lo único que nos ofrece. Intentamos entrar el año pasado pero habiendo entregado la valoración del muchacho en mayo estábamos fuera de plazo para entrar en septiembre, así que hemos tenido que esperar un año más. Eso, y la confirmación de la valoración, aquella en la que me decían que tenía que mejorar en cuestionar la autoridad.
En principio pienso, para algo que le dan… pero eso de que sea un sábado cada quince días me parece francamente insuficiente, un lavarse las manos y un cumplir expediente, porque su día a día en el cole seguirá siendo igual de frustrante. No me convence, para algo que le dan… Hablo con la persona que mejor conozco de estos temas, la encantadora Fátima de Arca, y me asegura que voy a estar muy contenta con el PEAC, que el niño se lo va a pasar fenomenal, que están súper bien preparados y que va a resolver todas las cuestiones emocionales que son lo que más me preocupa. Bueno, pues me lo voy a creer un poquito más. Obtengo referencias a través de terceros que dicen estar muy satisfechos, la mayoría, y me dicen además que los niños están más equilibrados, más centrados y más felices desde que van al programa, aunque también hay alguno del que me dicen que ha abandonado el programa porque no les gustaba a los niñ@s.
Y llega el día de la reunión de padres de nuevos alumnos admitidos en el PEAC. Llamo previamente para confirmar si puedo ir con niño/s. No, mal empezamos. Mi santo se pide el día libre para que yo pueda asistir. Y menos mal que asistí! Porque lo primero que me encuentro es que me dan la inscripción del niño y si no firmo mi consentimiento no entra. Debe de ser la tercera vez que firmo mi consentimiento para lo mismo, pero por lo visto esta era la definitiva.
El PEAC de la Comunidad de Madrid, en su edición nº17, y con el título Cambiando el rumbo: La realidad desde otro ángulo, tiene un total de 1.800 alumnos de los cuales 250 son nuevos. Echo cuentas, si tengo en cuenta los que se van a la universidad y no pueden seguir el caso es que la mayoría repiten, eso es muy positivo. Nos presenta la reunión el director del PEAC y el director de la D.G. de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
Me resulta curioso que lo primero que dice el director del PEAC es que este programa es complementario a la atención que TIENEN que recibir por parte del sistema educativo, que el primer implicado en dar la respuesta adecuada a las AACC debe de ser el centro del mismo modo en que se atienden otras necesidades. Bien, pero como no me lo lleve yo de la mano a este señor a hablar con la tutora y orientadora de estudios del cole… Aunque no he tenido todavía la reunión con la tutora de este año me basta con decir que a sus siete años Parrulín no haya aprendido NADA en el cole que no supiera ya.
Nos explican las bases del Programa, voluntario y gratuito, 1800 alumnos en 5 sedes, con 5 equipos de coordinación y 112 profesores. Lo paga la Comunidad de Madrid, obviamente, y la CEIM. Que no nos explica quién es pero me informo después que es la Confederación Empresarial de Madrid.(¿?)
Los principios del programa dicen que son el desarrollo equilibrado de las capacidades y personalidad de los alumnos, protagonismo de los alumnos como inspiradores de su propio plan de trabajo, desarrollo del pensamiento creativo, desarrollo de habilidades sociales adecuadas, fortalecimiento del compromiso y la motivación hacia las tareas y evaluación continua y formativa del misma. He marcado en negrita lo que estaba marcado en negrita, y hay algo que me extraña enormemente. Las habilidades sociales adecuadas. Adecuadas? Hay unas que son adecuadas y otras que no? Adecuadas según quién? Mmmmmm… puede que sea propia paranoia pero el término adecuadas no me ha gustado en absoluto, creo que sobraba en esa frase. Y más todavía cuando en el personal no nos han mencionado ningún equipo de psicólogos. Adecuadas? Todavía ando dándole vueltas a ese tema. Les enseñamos a mejorar sus habilidades sociales o les encarrilamos para que sean los corderitos adecuados?
El programa se divide en cuatro ámbitos de trabajo: Habilidades sociales, Artístico, Humanístico-Literario y Científico-Tecnológico. Esto parece que está bien también, no sé yo si mi Parrulín lo Humanístico-Literario le va a interesar mucho, la verdad, quizá sí, ya veremos de qué va, pero suena muy bien en general cubre todos los campos. Nos advierten que no cubren ni deportes, ni idiomas, ni música, bueno ni falta que hace, eso lo podemos cubrir nosotros pero insisto, nadie cubre el día a día que es en realidad lo que nos haría falta.
La reiterada petición de que firmemos el Sí en el formulario llega a despertar otra de esas alarmas paranoicas. ¿Por qué tanto empeño en venderme algo que ya estaba vendido? Si he firmado tres veces el consentimiento! Por lo menos pidió diez veces que por favor dijéramos que Sí y entregáramos la inscripción a la salida. Tampoco nadie nos había advertido que si no íbamos a la reunión esta renunciabas a la plaza. Y amablemente se despide. En líneas generales me ha caído bien este señor.
Le cede la palabra al otro señor, el D.G. de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, este señor nos lee su propio discurso, cosa que nunca me ha parecido bien ¡apréndetelo al menos! a mí eso de que me lean en voz alta no se me da bien, desconecto automáticamente. Observo mientras lee al primero de los señores, el del PEAC, y su lenguaje corporal me resulta mucho más interesante que la lectura del señor político, no se encuentra a gusto, tiene los brazos cruzados en actitud de protección, no de aburrimiento, porque se le escapan muecas de desacuerdo con comentarios del otro. Puede que sea paranoia también, que tengo unas cuantas, pero me parece que la relación entre estos dos es un tanto tirante, y cada vez me cae mejor el director del PEAC, si se lleva mal con el político de turno, para mí es un punto a su favor, probablemente paranoia también.
Y ahora, deseando empezar, a ver qué nos ofrecen, en qué se traduce, si me puedo llevar a este señor al cole, si en el cole le atenderán de otra forma al estar en el PEAC, y encantada porque… para algo que le dan en líneas generales suena bien! Ahora sí que canta Caperucita! Tralará, tralará!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Iba caperucita por el bosque conduciendo un Ferrari, tralará, tralará…


La educación, ese derecho fundamental de los niños que cada vez está más torcido, y cada vez más retorcido, la educación que este año ha comenzado con un gasto de 450 eurazos en libros! Sí, que yo sigo erre que erre con lo mío, que me ha dolido. La educación a cada uno según sus capacidades, esa es la educación que nuestros hijos merecen, y a la que tienen derecho legal.
Y como no es fácil conducir un Ferrari hoy vengo a contar cómo afrontamos este curso la adaptación curricular de Parrulín, mi querido Ferrari, a la que tiene derecho legal, que nunca me cansaré de repetirlo.
Lo poco, poquísimo, escasísimo, insuficiente y decepcionante que le adaptaron el año pasado fue avanzar un libro de una especie de pasatiempos matemáticos que le encantan, Dale al coco se llama. Su profesora del año pasado me dijo que como le gustaba tanto hacer eso y se le daba tan bien le comprara el Dale al coco 2 para que pudiera hacer algo que le gustara cuando terminara las tareas, una especie de entretenimiento-premio-aprendizaje.
Este año Dale al coco 2 estaba en el listado de libros, pero necesitaba preguntarle primero a su nueva profesora para saber qué íbamos a hacer. Ayer hablo por fin con ella y me dice que le vuelva a comprar el Dale al coco 2. Repite libro entonces? Sí, el Ferrari repite libro, alucinante. Según su profesora no debe avanzar tanto en la materia que cada año tengamos el mismo problema, ella entiende que haberle dejado hacer el cuadernillo 2 el año pasado no fue una medida muy acertada por parte de la profesora anterior, me dice que ha hablado con ella y le ha dicho que sólo hizo aproximadamente la mitad y que en esa mitad le hará unos ejercicios especiales para él, para que no se aburra. Bueno, vale, aceptamos barco, aunque sea muy, muy difícil aceptar barco siendo un Ferrari. Acordamos tener una tutoría cuando ya tengan el horario completo y conozca más al niño para hablar más detalladamente de cómo tiene pensado abordar su adaptación curricular.
Parrulín se muestra decepcionado por tener que repetir el Dale al coco 2, le pregunto si es verdad que hizo sólo la mitad y me cuenta que no. Cuando la profesora le veía, él hacía el cuadernillo 2 por el principio, pero que como era tan fácil que le aburría en cuanto podía hacía las páginas del final que eran un poco más complicadas y le divertían más. Y menos mal que es un niño de buen conformar, porque la verdad es que tener que repetir el libro debe de ser aburridísimo. Hala, otro curso perdido para el pobre chiquillo! Que nos sobran los genios, señores, podemos derrocharlos! Para qué nos vamos a preocupar por ellos! #NoPisoteesLasAACC
Y todo esto lo hablaremos con calma cuando tengamos la tutoría. Es difícil el equilibrio entre tener la mejor educación posible para tu hijo, a la que tiene derecho legal aunque este derecho quede en manos de la libre interpretación del profesor que le toque cada año, y la convivencia con el colegio donde pasa muchas horas al cabo del año. Como madre iría como una loba a defender sus derechos y sin embargo debo disfrazarme de caperucita porque es la única forma en la que puedo ganar algo y es más lo que tengo que perder. Iba caperucita por el bosque conduciendo un Ferrari, tralará, tralará…
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

El cabreo de los libros


Yo soy muy de entender las cosas, sí, yo lo entiendo todo, tengo una empatía prodigiosa, y entiendo que los libros del cole me van a salir por una pasta. Pero también soy muy de cabrearme, sí, me cabreo con facilidad, tengo una facilidad prodigiosa para eso también, y no entiendo que entre un niño de 7 años y una niña de 3 sumen casi 500 euros de libros, uniforme aparte.
Entiendo que hayan cambiado la ley, otra vez, en algo tiene que trabajar en ministro de educación de turno, aunque no haya entendido en qué consisten esos cambios, ni los anteriores, ni los anteriores. Entiendo que hayan tenido que cambiar los libros, entiendo que las editoriales hayan tenido que volver a imprimirlos para introducir esos cambios tan importantísimos que se la han ocurrido al ministro de educación de turno. Pero me cabrea que la ley haya salido tan, tan tarde que no les haya dado tiempo a hacer todas las ediciones necesarias, me cabrea que conseguir un libro de primaria sea más difícil que escalar el Everest.
Entiendo que en el colegio no puede haber niños sin libros cuando ya han pasado dos semanas desde el comienzo del curso, entiendo que ralentizan la clase y que complica la vida a las profesoras, y quién quiere complicarse la vida! Pero me cabrea que le echen la culpa al niño y le echen la bronca, me cabrea que presupongan que él solito va a la librería, los encarga, los paga y se los lleva a casa, los forra, pone el nombre y los lleva al cole en la mochila. Me cabrea que no me echen la bronca a mí, que me puedo defender, que puedo contarle que llevo más de quince días preguntando cada día por los libros que le faltan y me explican que no se ha terminado de editar la tercera edición y por eso aún tardarán, al menos, diez días más.
Entiendo que en la librería donde estaban encargados me digan que no me pueden conseguir el de lengua, porque no se va a imprimir más y no hay proveedores con existencias. Ojo, que son de Anaya todos, una editorial de lo más normalita. Me cabrea tener que ir a buscarlo a una librería de renombre, de esas inmensas y abarrotadas en las que necesitas múltiples manos y múltiples ojos para encontrar el libro que necesitas al mismo tiempo que controlar a dos niños y un bolso enorme para que no se pierdan y no te roben ni a los niños ni al bolso.
Entiendo que en la librería donde estaban encargados me digan que para conseguir el de sociales y el de inglés tengo que esperar a que terminen la edición. Me cabrea que ante la insistencia del colegio tenga que ir de nuevo a buscarlo a la librería de renombre, me cabrea que en la librería de renombre tampoco lo tengan y me manden a una librería rarísima de la calle arenal, me cabrea que me adviertan que la cola va a ser enorme.
Entiendo que hacer aquella cola que llegaba al reloj de las campanadas era una barbaridad, entiendo que si yo pudiera ir a primera hora al día siguiente habría menos cola, entiendo que lo mejor es enviar a mi santo. Me cabrea que el niño diga que lo necesita ya, que le han vuelto a echar la bronca, me cabrea que insista en hacer semejante cola.
Entiendo que dos horas y media de cola en plena calle es mucho para dos niños pequeños, entiendo que pedirles que estén de pie es demasiado y les dejo sentarse en el suelo sin decirles que se levanten ni una sola vez, entiendo que se aburran soberanamente. Me cabrea tener que decirles ochenta veces que no puedo perderlos de vista, me cabrea tener que impedir que Xoubiña entre a probarse unos zapatos camper o un vestido de pronovias, me cabrea que Parrulín corra y grite sin parar.
Entiendo que me haya levantado esta mañana a las 5:30, media hora antes de lo habitual, para forrar los dos libros restantes y terminar por fin esta pesadilla. Me cabrea no haber tenido fuerzas para haberlos forrado anoche.
Entiendo que el niño necesitaba los libros fuera como fuera. Me cabrea que el año que viene se repetirá la misma historia. Yo, que todo lo entiendo aunque me cabree, en este caso ha ganado el cabreo! Y agradezco que ninguno de estos libros haya sido el de Macmillan Edelvives que sostiene que Esperanza Aguirre es la imagen de la España de hoy, eso sí que es de cabreo, cabreo, cabreo!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.

Otro día más.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Un Héroe y demasiados villanos


El post de hoy va a ser un poco diferente, sabéis que no soy yo de meterme en camisas de once varas pero en esta ocasión no puedo evitarlo. Vengo a hablar de héroes y villanos. Héroes hay pocos, desconocidos en su mayoría, pero villanos, villanos hay muchísimos, algunos con nombres y apellidos, y anónimos también. Demasiados villanos para tan pocos héroes.
 
Tenemos un Héroe, con mayúsculas, uno solo. Su nombre es Aylán Kurdi, tiene tres años y está muerto, muerto también su hermano de cinco, Galip, y su madre Rehan. La foto de Aylán en la playa ha dado la vuelta al mundo, portada de periódicos y cabecera de informativos ¿era necesaria? Sí, es el Héroe, el Héroe de esta mierda de mundo que está plagado de villanos. Era necesario crear un Héroe, no le ha tocado al bebé de unas semanas que perdió la vida el sábado pasado en idénticas circunstancias, le ha tocado a Aylán ser nuestro Héroe. Mierda de mundo este que necesita un Héroe, que necesitaría también un Héroe de Sudán y de otros muchos países africanos que están en la misma situación. Si tuviéramos un Héroe de cada uno de los países en conflicto dejarían de ser Héroes, ya no removerían conciencias pero qué caro nos saldrían tener tantos Héroes! Y cuántos villanos!
 
Villanos los políticos que han tenido que esperar a tener un Héroe para empezar a hacer algo o para que parezca que están haciendo algo. Villanos los políticos que no saben resolver el problema de la inmigración y menos aún el de los refugiados. Villanos los políticos que no intervienen en esta guerra porque no tienen petróleo que ganar. Villanos los políticos que denegaban el 80% de las peticiones de asilo. Villano, villano y villano el diputado polaco Janusz Korwin-Mikke llamando a los refugiados “basura humana que no quiere trabajar”.
 
Villanos todos los periodistas que publicaron en portada la imagen de Aylán porque su propósito no era el de la necesidad de encumbrar al Héroe, si no el de explotar su dolor. Villanos algunos de los periodistas que acuden a recoger la información de forma morbosa que sólo buscan aumentar las audiencias. Villana, villana y villana la reportera húngara Petra Laszlo, pateando a un padre con su hijo en brazos.
 
Villanos los que sacan beneficio económico de semejante drama humano. Villanos los que les cobran un dineral por un pasaje en precarias condiciones. Villanos los que les explotarán después por un sueldo miserable. Villanos, villanos y villanos los que se enriquecen a costa de ellos, antes, durante y después.
 
Villanos los que comentamos el éxodo de refugiados con los amigos en el bar pretendiendo arreglar el mundo con un botellín en la mano. Villanos, villanos y villanos los que comentan que habría que ayudar primero a los españoles en crisis.
 
Villanos los que lloramos desde casa al ver las imágenes del telediario, que no sabemos cómo contestar las preguntas de nuestro hijo y  agradecemos no encontrarnos en semejante situación. Villanos los que lloramos y no nos levantamos del sofá. Villanos, villanos y villanos todos!
 
Villanos casi todos, casi, porque también tenemos héroes, héroes de verdad, anónimos y desinteresados. Yo conozco a una, está recogiendo ropa para enviarla a donde más la necesitan, se ha ofrecido como traductora, ofrecido su casa como acogida para los refugiados, una casa que es tan pequeña como grande su corazón. Y además lo hace sin publicarlo ni alardearlo, lo que tiene infinitamente más mérito.
 
Amiga, he hablado contigo, te admiro tanto como me avergüenzo de mí misma. Me he sentido igual de villana que todos los demás. Porque yo… yo también soy villana, villana de bar, villana de sofá y villana de post.
 
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Comienza el cole de mayores


Empezaron los coles en Madrid, nuevo curso, nuevos amigos, nuevas emociones y para nueva, nueva, Xoubiña, que se enfrentaba a esta aventura por primera vez. Y se enfrentaba, como siempre, con la sonrisa que la caracteriza.
Estaba mentalmente preparada para ir al cole de mayores, llevábamos meses hablando de ello, me había acompañado a recoger a su hermano en numerosas ocasiones, había jugado en el patio, se había quedado en la guardería en cada reunión de padres... Entre su desparpajo cuando iba de visita y el desparpajo de Parrulín que habla hasta con las paredes, había muchas profesoras que ya conocían a Xoubiña. Y si no, la verdad es que sólo hay que verla para saber que es hermana de Parrulín, clavadita me ha salido!
Había comprado el uniforme con ella, se lo había probado, habíamos comprado los libros juntas también, estaba preparada para ir al cole de mayores! Durante meses ha estado afirmando súper convencida que para ir al cole de mayores había que llevar calzoncillos pero gracias a Dios se le olvidó montar un numerito para que le pusiera calzoncillos para ir al cole y las braguitas de Hello Kitty fueron suficientes.
Madrugaron, y yo más, desayunaron, y yo no, y mi santo nos llevó a todos al cole. Me habían dado permiso en el curro para ir a llevarlos el primer día, que me hacía ilusión. Nos perdimos por culpa de unas obras, todo un clásico del primer día, pero salimos de casa con tiempo suficiente hasta para hacerles fotos a los dos, otro clásico del primer día.
Feliz Xoubiña con su mochila llena de mudas por si acaso, entra en el colegio saludando Hola cole, hola niños, hola profes! la profe que cuida la puerta ya la conocía, la del pasillo de su clase también, para todas tuvo una sonrisa y unas palabras. Xoubiña, a tu clase nueva, Parrulín, que este año tienes que subir ya al segundo piso! Encontramos su clase, era la clase de las brujas, dentro había niños, muchas madres y algún padre incluido el nuestro. Mi niña entra, se da una vuelta explorando y decide sacar un cajón de cacharritos de cocinitas y ponerse a cocinar tan feliz ella sentadita en el suelo de su clase nueva. Un par de niños lloraban y la profe… la profe llegó 20 minutos tarde, otro clásico del primer día.
Llega la profe, da dos palmadas y dice Madres fuera! Así, directamente, sin un buenos días ni un disculpad que llegue tarde. Es el pistoletazo de salida, los dos niños que lloraban discretamente empiezan a llorar a grito pelao, más o menos la mitad de los demás se contagian y empiezan a llorar a grito pelao también. Xoubiña levanta la cabeza y al ver llorar a tanto niño se encoge de hombros y sigue jugando con sus cacharritos, nos cuesta trabajo incluso conseguir que nos dé un beso, ahí a lo suyo, tan feliz estaba.
Nos marchamos cuando empezaban esos momentos tan traumáticos y desagradables de arrancar literalmente a los niños de los brazos de sus madres. Nunca he tenido que pasar por ello, y lo agradezco porque no respondo de mis actos en esa situación, creo que hay infinitas formas mucho mejores de hacerlo, de hecho creo que hacerlo así es la peor forma posible.
Nos despedimos de la profe del pasillo, majísima ella, un niño berreando en cada brazo. Qué tal se ha quedado Xoubiña? Llora? Voy a por ella? No, no, tranquila, está fenomenal. Salgo con mi santo, le presento algunas madres que estaban en la puerta y él no conocía, y todas me preguntan cómo se ha quedado la pequeña. Pues feliz! Qué alivio!
Llego tarde a trabajar, permiso que agradezco pero que tendré que recuperar y que me ha costado entrar ayer y hoy a las siete de la mañana, cuando no estaban puestas ni las calles. Paso la primera mañana acordándome de mis hijos como toda madre primeriza y wachapeándome (palabra tan castellanizada ya que hasta le pongo acento! Jajaja!) con la madre de un niño de la clase de Xoubiña que ya conocía porque es madre de una niña de la clase de Parrulín, su niño lo ha pasado fatal con todos los momentos traumáticos incluidos.
Llegan las cinco y estoy allí para recogerlos. Xoubiña está jugando tan contenta y me recibe con una sonrisa, me dice que bien, pero me cuenta poco, voy sacándole las palabras a cuentagotas a lo largo de la tarde. Qué tal el cole? Bien. Qué tal tu profe? Bien. Es maja? Mmmmmm…. No. Jajajajaja! Esto tengo que indagar más, pero se me despista con un perro que pasa.
A media tarde. Oye, y qué tal tu profe nueva? Bien. (Al menos dice bien) Es maja? Mmmmmm…. No. Y por qué? Porque habla mucho, habla todo el rato y habla tanto que me marea! No puedo evitar soltar una carcajada, nunca había empleado esa expresión y ninguno de la familia es lo que se dice calladito precisamente. Seguiremos investigando.
Y qué has hecho en el cole? Pues… yo corría mucho pero siempre me decían Xoubiña veeeeen! Jajajaja! Me la estoy imaginando corriendo por el patio, con el pelo despeinado al viento y ese gesto que hace ella para retirárselo de la cara, feliz en su espíritu libertario. Me entra la duda, no sé si corría por afición o por ganas de huir.
Y qué más has hecho? Has hecho algo en inglés? Pues… Bailar en inglés. Ah, qué bien. Y cómo se baila en inglés? No me dejan bailar como a mí me gusta, se baila moviendo los pies para arriba. Xoubiña baila mucho girando sobre sí misma y con los ojos cerrados, según ella es igualita a la Princesa Sofía pero es verdad que es un poco peligroso.
Segundo día, yo ya no puedo llevarlos, según mi santo se queda tan contenta. Paso la segunda mañana acordándome de mis hijos, un poco menos, y wachapeándome de nuevo con la madre de su amigo, fatal también el pobre. Le ofrezco quedar en el parque, quizá si juegan juntos se le haga menos difícil.
Llegan las cinco y estoy allí para recogerlos. Xoubiña está jugando tan contenta y me recibe con una sonrisa. Qué tal el cole? Bien. Qué tal tu profe? Bien. Hoy ha sido más maja? Mmmmmm…. No. Jajajajaja! Y por qué? Porque baila tanto que me duelen los pies. En fin, que no me cuenta mucho pero parece que su relación con la profe no es muy cordial de momento. Por la tarde habla por teléfono con su yayo. Qué tal tu profe? Es muy cansina, está todo el rato hablando y bailando sin parar. Jajajaja!
Tercer día, según mi santo se queda tan contenta. Paso la tercera mañana acordándome de mis hijos, cada vez menos, y wachapeándome de nuevo con la madre de su amigo, fatal también el pobre el tercer día.
No sé, parece que de momento las cosas no van mal del todo, que hable mucho y baile mucho no parecen malos hábitos para una profe de infantil. Es posible que la queja de que hable mucho quiera decir en realidad que la manda callar a ella, para la queja de bailar aún no tengo explicación, quizá que no la dejen bailar girando con los ojos cerrados. Seguiremos investigando el caso porque esa respuesta de que no es maja me extraña mucho.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Es el fin de una larguísima etapa


Hace seis años, en el mes de julio, comenzamos a llevar a Parrulín a la guardería. No teníamos experiencia en guarderías, ni de amigos ni conocidos, primero miramos alguna cerca de casa, la impresión fue de “aparcamiento de niños en espacio reducido” y luego miramos una cerca de casa de mi madre, la impresión fue de “gran familia con buenas instalaciones y mejor trato” y nos decidimos sin dudarlo.
Hasta que cumplió un año Parrulín fue cuidado por su abuela, no podía estar en mejores manos, pero cumplió un año, estaba en ese momento en el que todavía no andan pero quieren estar todo el rato de pie, además llegó el verano y mi madre se quería marchar a Galicia y decidimos dejarlo en la guardería. Con el corazón encogido, lágrimas en los ojos y total indiferencia por parte del chiquillo, afrontamos ese primer día.
Desde entonces han pasado algo más de seis años en los que nos ha sucedido casi de todo y siempre hemos encontrado ayuda y apoyo en la guardería. Desde el horario especial que han llevado los dos, entrando a la hora de comer, hasta estar siempre accesibles para cualquier imprevisto o necesidad especial. Se dieron cuenta de las capacidades de Parrulín y lo adelantaron de clase cuando lo sugerí, también se dieron cuenta de las capacidades de Xoubiña y la adelantaron de clase sin que lo pidiera.
El verano en el que mi madre estuvo ingresada y nos dieron el terrible diagnóstico y pocas esperanzas de vida, le dieron su primera quimio y la enviaron a casa, semicomatosa, más muerta que viva. Parrulín no tuvo vacaciones, yo lo recogía, estaba con él, le llevaba a dormir con su padre y volvía a casa de mi madre, a quedarme con ella poniendo el despertador cada hora para comprobar si seguía respirando. Qué época más terrible aquella! Y cada vez que iba a recogerle, con el corazón hecho trizas y fingiendo una sonrisa, encontraba una directora preguntándome cómo estaba yo, si había comido, ofreciéndome cada día un bocadillo y un abrazo.
Le pedí ayuda a su profesora sobre cómo explicarle a Parrulín lo que iba a suceder, me encontraba totalmente perdida, preocupada y desorientada. Ella habló con un psicólogo especializado y estuvo contándome que debía hablarlo con naturalidad, no mentirle, dejar que lo viviera a su manera, dejar que se expresara, resolver sus dudas, acompañarle pero sobre todo, no transmitirle mi propio drama, él debía elaborar su propio duelo. Es sin duda lo más difícil que he hecho nunca y sus consejos me ayudaron infinitamente.
Empezó Parrulín el cole pero cada vez que era no lectivo lo llevaba de nuevo a la guardería, también las vacaciones de semana santa, de navidad y las de verano mientras nosotros trabajábamos. Las últimas navidades de mi madre, mientras ella se moría, Parrulín estaba en la guardería también, y yo me sentía tranquila al saber que él estaba a salvo.
Pasaron aquellas terribles navidades de su muerte, a finales del mes de enero tenía que incorporarme a trabajar y tuve que dejar a Xoubiña con apenas cuatro meses, tampoco tuve nunca ningún problema, ni con su horario especial ni con dejarle biberones de leche materna, todo facilidades. Cada día un cómo estás, un abrazo, un no llores más.
Apenas quince días más tarde me despiden del trabajo y deja de ir a la guardería. Después de ganar el juicio me mandan un burofax un viernes para que me incorpore el lunes, Xoubiña tenía ya algo más de un año. De nuevo ningún problema para incorporarse a la guarde a toda prisa, de nuevo ningún problema para dejar a los dos aquellos días en los que no hay colegio y las vacaciones mientras nosotros trabajamos.
Y ha terminado esta etapa, mañana Xoubiña comienza el cole de mayores. Salgo de la guardería igual que entré, con el corazón encogido, lágrimas en los ojos y total indiferencia por parte del Xoubiña, a ella no le da pena, está emocionada con el cole de mayores y Parrulín... un poco harto ya de la guarde, el pobre, ya es muy mayor para eso.
Se acaban seis largos años de guardería, si ha habido algún problemilla o desacuerdo en todos estos años, francamente no me acuerdo. No tengo más que buenas palabras de la guardería. Y sé que no es un adiós, que es un hasta luego, que seguimos teniendo las puertas abiertas los días sin cole y las vacaciones, pero me da pena despedirme. Se cierra un largo capítulo que ha sido muy importante en mi vida y en la de mis hijos.
Una buena guardería es un tesoro, y hemos tenido mucha suerte en la elección. Una buena guardería es un segundo hogar para los niños y una segunda familia también. Los echaremos de menos. Y sé que en el cole va a estar bien, que es un cole estupendo, ya hemos pasado por ello, Xoubiña está muy contenta, ha jugado a menudo en las instalaciones, y recuerdo que el resumen de Parrulín del primer día fue “Lo he pasado chupi lerendi!”
Este adiós a la guardería tiene también un importante aspecto emocional, se acabó esta etapa, se acabaron los bebés. Ayer los veía dormir y pensaba lo increíble que me parece haberlos criado a los dos, ya no me quedan bebés. Parrulín fue criado durante la mejor etapa de mi vida, con mucha alegría, acompañada por mi madre, Xoubiña en cambio fue criada en la peor etapa de mi vida, la más triste, la más sola, la más difícil, y los dos han salido adelante.
No quiero otro bebé, me siento totalmente incapaz de criar un hijo más, me imagino con un bebé en brazos y no sabría qué hacer con tres hijos. Sí, saldría adelante también, supongo, pero mi pena de dejar de tener de bebés no incluye el anhelo de volver a empezar. Siento que mi familia está completa, y los niños crecen, como debe de ser. Y por un lado me da mucha pena, por otro lado me da cierto alivio y, en el fondo, en el fondo, lo que me parece increíble es haber logrado tener unos hijos tan alegres, buenos y cariñosos.
Cerramos un capítulo, quién sabe qué nos deparará el siguiente.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.