Ayer era día de huelga ¿general? Porque aunque la televisión y la prensa digan noticias contradictorias, según lo interprete el gobierno o los sindicatos, la verdad es que yo salí de casa con dos cosas, con un poco de preocupación y con un poco más de tiempo, por si acaso. (Ah, y la tercera, una bolsa con ropa para dormir en casa de la abuela) A la ida no encontré ningún problema, las calles tranquilas, el bar del chino de abajo donde desayuno tranquilo… (poble chino me pleguntaba el día anterior si abría el bar o no. Tú verás, chino. ¿Tú vas a tlabajal? Si, yo tlabajal, muchos tlabajal, si no tlabajal no coblal. No está el holno pala bollos) el metro lleno pero bien, y llegué con apenas 10 minutos de retraso. Si, fuí a trabajar. Esquirola! Pues así es la vida. Si no vienes, no te molestes en volver. Ah, guay, gracias por avisar, iré, iré, sin duda. Y al llegar estábamos todos, algunos habían venido incluso más pronto de lo habitual. Se ve que eso de ir al paro no nos viene bien a ninguno en estos momentos.
Pero la vuelta… La vuelta fue un horror! Salí con tiempo por si había retrasos y no llegaba a recoger al niño al cole. Porque el niño fue al cole, si. Esquirol! De las tres líneas de metro que tengo que coger, los tres tuvieron más de 10 minutos de espera, iban absolutamente abarrotados, la gente empujando para poder entrar, empujando para poder salir… Un horror, un agobio, un calor, un miedo a un golpe o algo así… Claro, había tanta gente que era imposible ver una barriga y más imposible todavía que te cedieran el sitio. Practicando la respiración todo el camino. En fin, que cuando llegué a mi parada no tenía muy claro si recoger al niño o si desmayarme.
Hoy no hay cole, pero yo sí tengo curro, Parrulín volverá a la guardería. Bendita guardería! Hoy mi santo ha tenido guardia de noche. Así que nos hemos quedado a dormir con la abuela para que lo llevara ella a la guardería, que empieza a las 10:30. Bendita abuela! Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
El domingo mi santo vuelve a tener guardia, de día y de noche. Nos quedaremos el sábado con la abuela para que papá no nos despierte. Bendita abuela! El lunes no hay cole, pero yo sí tengo curro, pero hay guardería. Bendita guardería! Nos quedaremos el domingo con la abuela para que lo lleve ella a la guardería el lunes. Bendita abuela! Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
La abuela ya no recuerda la intendencia necesaria, la pobre se agobia. ¿A qué hora sales de casa? Yo me marcho a las 7:30, no te preocupes que no se despertará hasta más tarde. ¿Y si se despierta? No te preocupes, gritará Quiero leche!!! ¿Y si no le oigo? No te preocupes, gritará más fuerte QUIERO LECHE!!! ¿Y si no le oigo? No te preocupes, se levantará e irá a buscarte. Llámame a las 9 para que me levante. De acuerdo. ¿El uniforme de la guarde le cabe? Si, era crecedero, MUY crecedero, te lo dejo aquí preparado. ¿Qué desayuna, galletas o bizcocho? Dale cualquier cosa, en realidad suele desayunar manzana y pata (jamón serrano, sí, es así de sibarita el niño) pero lo que sea, no te preocupes. ¿Le pongo el estropajo? Hombre, pobre niño, mejor pásale una toallita por la cara, que me lo vas a estropear y el chiquillo es bastante mono. Ja, ja. Noooo… que si le pongo los dibujos del estropajo para desayunar. ¿? Este! Y me lo señala de un cuento. Ah! Bob esponja! ¿El estropajo lo llamas? Ja, ja! El estropajo, o Ana Rosa, lo que encuentres, que lo mismo da. No será lo mismo. Entiende lo mismo de los dos, chillan lo mismo, no te preocupes.
Mi madre, que me llama, desde la guardería y todo bien. Ya había hablado yo con la directora, claro, para pedirle permiso, pero al dejarlo allí mi madre me pasa el teléfono con la profe. ¿A qué hora vienes a recogerlo? A las 5-5:15 como siempre. ¿Le damos de comer? Mujer, si eres tan amable… ¿Y de merendar? Mujer, si eres tan amable… Yo flipo.
Mi madre, que me vuelve a llamar, que se ha quedado un poco triste. ¿Por qué no se queda conmigo? Pues porque toda la mañana es una paliza, por muy mono que sea el niño. No te preocupes que cuando lo recoja vamos a verte. Es que él quería quedarse conmigo! Ya me imagino, y tú con él, pero así es la vida. Es que conmigo se porta muy bien, sobre todo si tú no estás. Tócate los huevos!
Mi madre, que me vuelve a llamar otra vez, que ha visto una camiseta muy chula de un diplodocus, que se la va a comprar. Ay abuela, que ya hasta te sabes el nombre de los dinosaurios! No necesita más ropa, si te hace ilusión, tú misma. ¿Le gustará? Le encantará!
Mi madre, que me vuelve a llamar otra vez, que después de desayunar en casa el niño ha tomado un colacao en el bar y que si compra colacao para casa, que ella no sabía que el niño tomara colacao. A ver mamá, que tú no lo tomas, no compres para un par de noches, yo te traigo de casa. En el cole le dan un colacao con galletas a media mañana, por eso le gusta, que antes no lo había probado. Yo tengo colacao en casa, sí, pero es lo típico, cuando lo tengo no lo quiere, cuando se acaba, lo quiere.
Mi madre… ¿volverá a llamar? Pobre, se merece un altar.
El martes dormimos con la abuela también, pero en el tren, camino de Galicia. Yuju!!! Tres maletas diferentes en cinco días, mola, a que sí? Bueno llamar maleta para dormir en casa de la abuela igual es demasiado, pero su ropa, la mía, su bibe y el pañal, ya ocupan aunque parezca que no. Mi santo no viene porque tiene guardia el sábado santo. Qué bonita y divertida es la conciliación! A que sí?
Llegaremos el miércoles por la mañana, y disfrutaremos de cierta paz y tranquilidad hasta el domingo por la noche que volvemos a Madrid en un viaje de locos en el autobús. Ay madre la que me espera, que ya me estoy arrepintiendo! Será seguro mi último viaje en autobús por la noche, con más barriga no podré, con un bebé no podré, con un Parrulín y un Parrulinchi crecido ya no podré tampoco. Así que en el pecado de marcharme llevo la penitencia de volver. Pero… tengo tantas ganas de estar allí!
Camareroooo… un albariño para el niño,
una de berberechos que no estén muy hechos,
una de pulpo que siempre hace bulto,
una de calamares para todos los males,
una de pimientos… que estamos lentos!
Uy, me equivoqué, el albariño, uno sólo, es para mí, los berberechos son para el niño, que le vuelven loco, pero no rimaría. Lo malo va a ser beber uno solo! Habrá albariño sin alcohol? Estará bueno? Porque pulpo con coca cola… como que no, debe de estar prohibido por la santa compaña o algo así. Un mosto, quizá, que engaña al paladar. Mira sí, es buena idea.
Patricia Hernández, a Gallardón: "Ni una mujer es menos mujer por no ser madre, ni un hombre más inteligente por ser ministro" Tooooma! Genial Patricia! No puedo más que aplaudirte!
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen finde!
Sean buen@s y felices.