domingo, 29 de julio de 2012

De cumpleaños

Tal día como hoy esta estupenda mujer que escribe nació en Madrid. Hace ya taitantos años. Fue una niña querida y deseada.
Tal día como hoy hace un año de aquella primera quimio, de aquella tarta de hospital y aquellas lágrimas imparables.
Tal día como hoy mi madre ha hecho el esfuerzo de venir a Galicia para pasar mi cumpleaños conmigo. Ha sido una gran sorpresa y una gran alegría. Espero pasar muchos cumpleaños a tu lado.
Gracias madre, por darme la vida, por ser como eres, por tu generosidad, por tu amor, por todo.
Ha sido mi mejor regalo de cumpleaños. Te quiero!

miércoles, 25 de julio de 2012

viernes, 13 de julio de 2012

Preparando la huida


Piando piandito llegamos al final de la semana, de la última semana, llevo días contando los madrugones que me quedan y se ha acabado por fin la cuenta atrás. Tengo por delante quince días de vacaciones. En Agosto ya veremos, espero no tener que volver a incorporarme y tener la baja para poder descansar, prepararme, preparar sus cosas, preparar la casa, empezar a ir a monitores y todas esas cosas que hay que hacer antes del parto.
Hemos tenido una semana movidita, mi madre ha comenzado el nuevo tratamiento y eso le obliga a hacerse análisis diarios, varios, para lo que tiene que desplazarse al hospital, no tiene efectos secundarios, al menos de momento, y todo queda en la incomodidad de llegar hasta el hospital que está en el quinto pino. A pesar de estar informadas de las escasas posibilidades que tenemos de que funcione el tratamiento experimental he vuelto a llenar la mochila de esperanza. Si es que no aprendo! Pero no encuentro otra forma de enfrentarme a los problemas que no sea con esperanza.
Parrulín acabó el cole y lo estamos llevando a la guardería, bendita guardería, va muy contento, cosa que no esperaba, la verdad, porque al principio no parecía muy dispuesto, pero hay niños de su edad, lo pasa bien, y son muy poquitas horas las que va. Ha aprendido a bailar como un robot, cosa que le encanta, y también a bailar flamenco, aunque de esto último no he conseguido que me hiciera una demostración. Bueno, tras mucho rogarle lo que me ha enseñado tiene que ver con las castañuelas, que hacen cla, cla, y levanta los brazos, pero a mí me parece más una jota aragonesa que flamenco.
Le encanta levantarme la camiseta y hablar con la hermanita, a veces tengo que luchar por impedirlo, porque ciertamente el metro no es el mejor lugar para hacerlo. Le dice que la quiere mucho, le da besitos, le canta… Y la verdad es que Parrulinchi reacciona un montón, si ya de por sí es tan inquieta que a veces me pregunto cuántos pies tiene, si oye cantar a su hermano no para de moverse, no sé si porque le gusta o para que se calle, que el pobre niño ha sacado el oído de su madre y no acierta una nota ni de casualidad. Pero me produce una ternura indescriptible.
En breve ponemos rumbo a Galicia. Tengo más ganas que nunca, más necesidad que nunca de estar allí. De sentir el espíritu de mi abuela que pervive en esa casa, de estar en mi jardín que hemos creado juntos a base de amor y esfuerzo. Reencontrar la conexión con la naturaleza, con el ser humano, y conmigo misma.
Si algún día desaparezco, buscadme allí donde huele a mar.
Buscadme donde están mis raíces, donde me siento renovar.
Buscadme en casa de mi abuela, donde aprendí lo que es amar.
Buscadme jugando con mi hijo, descubriendo la naturaleza al pasar.
Buscadme donde se haya la paz en mi corazón, donde no duele recordar.
Buscadme entre el jazmín, las hortensias y las adelfas, donde puedo respirar.
Buscadme donde encuentro el sosiego que me falta, la tranquilidad de ver el mar.
Buscadme entre la bruma y la lluvia, en un paseo entre los eucaliptos o por el pinar.
Si algún día desaparezco, buscadme allí donde huele a mar.

Mamá de Parrulin y Parrulinchi.
Otro día más.

Sean buen@s y felices.

jueves, 5 de julio de 2012

Un regalo de cumpleaños


Como sabéis hace unos días fue el cumpleaños de Parrulín y un alma cándida y de buena voluntad decidió regalarle este juguete de Playmobil, ignorando tal vez que la especie de dragones, pese a guardar cierto parecido, no es de la misma familia que la especie de dinosaurios. Afortunadamente Parrulín no parece darse cuenta de ello.


En apariencia, si no se percata el niño de la diferencia familiar o lo hace pero logramos convencerle de que se tratan de ciertos primos lejanos, el regalo parece estupendo. Como todos los paquetes de regalos de niños estaba lleno de celos, de precintos y todas esas cosas por lo visto imprescindibles que obligan a los padres a sacar toda la caja de herramientas cada vez que tenemos que abrir un regalo.
Como el alma cándida no pudo estar el día del cumple le dio el regalo el día del cumple del primo, lo que vino muy bien también para evitar celos y traumas infantiles variados. Atendía yo a otras cosas mundanas y no me percarté de la cara de Parrulín, pobrecito mío, hasta que viene con la caja en la mano, una lágrima en la mejilla, y me dice que no encuentra el dragón. Pero lo has sacado de la caja? “No mamá, te lo prometo.” Bueno, no es que no me fíe de su palabra, o sí, pero miro primero debajo del parquecito del primo por si se hubiera escondido allí. Nada. Será un timo de esos que hay que comprarlo por trozos? Busco y rebusco la advertencia Dragón no incluído. Pero no aparece. Encuentro un despiece pormenorizado del contenido de la caja y descubro que falta el dragón, un trozo de la isla, uno de los caballeros y el tesoro. Pero bueno, esto qué es?
El regalo había sido comprado en unos grandes almacenes de conocido nombre británico, así que el alma cándida que lo había regalado y que al ver la caja casi vacía se había llevado casi el mismo disgusto que Parrulín, salvando la distancia de la edad, que le impedía poner morritos y gritar y llorar como si no hubiera vecinos. Consuela a Parrulín, consuela al alma cándida, consuela al sobrino que se ha asustado con el disgusto del otro. Hecho esto, el alma cándida se lo queda para cambiarlo.
No disponían del mismo juguete, así que fue cambiado por este otro, de Lego, y que efectivamente contiene un dinosaurio. Mola, que no? A Parrulín también le gusta nada más ver la caja.
Al abrirla vemos que contiene varias bolsitas de plástico con diferentes piezas. Los Playmobil tira que te va, pero los Lego son muy difíciles para montarlos él solito, así que esta estupenda mujer que escribe se enfrenta a la sencilla tarea de montarle el juguete. En la caja pone claramente 5-12, tengo entre siete veces la edad mínima y tres veces la máxima, no será complicado, y cuento con la ventaja añadida de ser arquitecta, que para algo servirá, no?
Pues bien, empiezo a montarlo y es bastante más difícil de lo que parece, además de tener al niño y a mi madre metiendo presión, lo cual no ayuda. Parrulín no hace más que quitarme piezas e instrucciones, lo que complica el asunto, alguna de las diminutas piececitas se le caen al suelo (esto queda secuestrado en cuanto nazca la niña, por mis muertos) y se confunden con los dibujos de la alfombra.
Empiezo a pensar en el 5-12. Tal vez no sean los años del niño sino el tiempo que se tarda en montarlo. En minutos no puede ser porque ya llevo más del doble y esto aún ni se parece a un coche. Será el tiempo en horas? Sus muertos! Será el tiempo en años? No sé si tendré tanto tiempo. Debajo del 5-12 pone 5882. Espero que eso no sean ni los años del niño ni los años que se tarda en montarlo, porque definitivamente no tendré tanto tiempo. Y como sea el número de piezas que contiene, ciertamente he perdido bastantes. Puedo desistir directamente. Anda! Y si es la fecha de caducidad? Pues ya ha caducado, a la basura que va!
Tras armarme de paciencia consigo montarlo. Bueno, me sobra alguna pieza para ser sincera, pero faltar no parece que falte ninguna y eso es lo importante. Se lo doy al expectante Parrulín y me voy a coger una coca de la nevera para recuperar fuerzas, cuando vuelvo ya falta medio coche. “Mamá, me lo arreglas?” Pero Parrulín, con lo que me ha costado hombre! Volvemos a empezar.
Y digo yo, por qué no seguiría el ejemplo de una sabia amiga y cambiaría este tipo de regalos por un chaquetón de piel para mí? Si tiene cien mil juguetes el niño! Bueno, tal vez no me da para un chaquetón, pero para una toquilla rosa para Parrulinchi quizá sí. Ya que irá vestida de azul con la ropa de su hermano, al menos que la mantita sea rosa para que no me estén preguntando todo el rato, no? Y para un faldón? Se puede llevar un jersey azul con un faldón blanco o azul y seguirá pareciendo una nena.
Advertencia para el futuro. Si alguien se le ocurre regalar al niño otro jueguecito como estos, porque ya no existan más regalos en el mundo entero, porque haya habido un desastre nuclear a nivel mundial y sólo resistieran los Lego, o por cualquier otro motivo justificado por escrito, se ruega a la parte regalante que le arme el juguetito a la parte regalada, y que disponga de cierto periodo de garantía, cuanto más largo mejor, en el que se pueda acudir con todo tipo de dudas sobre el juguete en cuestión y efectúe, sin coste alguno, cuantas reparaciones del mismo sean necesarias.
Se advierte que en caso de incumplimiento de esta norma, la madre de la parte regalada se reserva el derecho a lanzar miradas asesinas a la parte regalante y a fingir una gran ignorancia para poder insistirle al niño que se lo debe arreglar el alma cándida, que es la que sabe montar ese tipo de regalos.
Se advierte también que en caso de repetir este tipo de regalo la madre de la parte regalada se reserva el derecho de regalar al churumbel de la parte regalante una réplica exacta de un camión de bomberos, para montar en casa, a ser posible a escala 1:1 y con sonido de sirenas y de animales si puede ser, que además le machaque los oídos a sus progenitores. Mi venganza será cruel, eres de letras, ja, ja, ja, ja! He dicho.
Mamá de Parrulín y Parrulinchi
Otro día más. Buen jueves.
Sean buen@s y felices.

lunes, 2 de julio de 2012

Todo le dará igual


Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses un ordenador nuevo e instálese el Windows 7. Es preferible que no funcione para mayor desesperación de la mujer. Es preferible también que tenga que llamar todos los días a los informáticos para que se lo arreglen y que la solución sea no apagar el ordenador. Además hacerlo coincidir con un cambio de edificio y su correspondiente mudanza. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses a hacer cajas de mudanza, de esas que hace falta un máster para poder armar la caja, y un montón de paciencia y ganas para llenarla, cerrarla, ponerle el nombre, armar otra, llenarla, cerrarla, ponerle el nombre…  tener una contracción, parar, volver a empezar, y estar así casi una semana. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses a embalar también las carpetas de Registro y demás cosas comunes, puesto que no le funciona el ordenador. Es preferible que ninguno de sus compañeros le ayude a pesar de pedirlo expresamente, puesto que todos están demasiado ocupados con su propio ego. Es preferible también que coincida con un técnico de la impresora que se quede sorprendido con que el tamaño de la barriga sea inversamente proporcional al de la ayuda recibida y se ofrezca amablemente a ayudarme con las cajas. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses en la avanzadilla de la mudanza. Es preferible que al llegar no estén los muebles montados, ni los cables disponibles para poder enchufar el ordenador. Es preferible también que su puesto de trabajo esté lleno de mesas desmontadas y sea imposible el acceso al mismo. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses temporalmente en un puesto de trabajo que no es el suyo. Es preferible que al volver a enchufar el ordenador no funcione otra vez. Es preferible también que los informáticos del nuevo edificio no tengan ni idea de cuál es el problema en cuestión. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses un portátil provisional y organice un pique generalizado entre los informáticos para resolver el problema. Es preferible que al devolver el ordenador arreglado a su dueña correspondiente éste dure menos de un día y se vuelva a escacharrar. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses a desembalar cajas durante toda una semana, tener una contracción, parar, volver a empezar y estar así casi una semana. Es preferible convivir además con las obras, gente montando muebles, desmontando, levantando el falso suelo para meter los cables y peleas varias entre la gente de la mudanza. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses a desmontar de nuevo su ordenador cuando llegan el resto de los trabajadores, dejar su puesto provisional y abandonarlo todo en mitad del pasillo hasta que su puesto esté disponible. Es preferible que no sepa si a la vuelta del fin de semana tendrá sitio disponible. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses a volver a montar su ordenador en su nuevo puesto de trabajo. Es preferible que no vuelva a funcionar. Es preferible también que a pesar de tener ya la mesa y el cableado no disponga todavía de sus correspondientes armarios y no pueda desembalar muchas de las cajas. Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses una revisión ginecológica en mitad de la mudanza. Mira qué mona va esta gine siempre. Es preferible que a pesar de asistir a la consulta esta se realice a ojo. Que estoy agotada. Seguro que es el hierro a estas alturas, tómate hierro. Que creo que tengo una infección de orina. Seguro que la niña te presiona la vejiga, tómate monurol. Que tengo contracciones muy a menudo. Seguro que son de Braxton Hicks, es normal. Bueno, pues nada, podía haberlo hecho por teléfono y me ahorraba el paseo, dime cuándo vuelvo. Vuelve el 2 de agosto si no has parido aún. Perdón? Si salgo de cuentas el 1 de septiembre, cómo que si no he parido aún? Me puedo ir de vacaciones del 15 al 30 de julio? Si, tranquilamente. Cómo que tranquilamente con lo que me acaba de decir? Y tú cuándo estás de vacaciones? Del 15 al 30 de agosto. Cojonudo, y si sale antes con quién doy a luz? Con el otro doctor. Ese que no conozco? Si ese. Cojonudo. Me vas a dejar tener un parto natural o será una cesárea programada por tener ya una? Pues en principio no debería ser cesárea a no ser que surgiera alguna complicación durante el trabajo de parto. Cojonudo,  a ver si el otro piensa lo mismo.  Y todo le dará igual.
Ponga usted a una encantadora mujer, de taitantos, con una barriga de siete meses, vacaciones dentro de dos semanas, con viaje a Galicia incluido. Es preferible que a la vuelta ya puedan concederle la baja y no tenga que volver a trabajar. Y a pesar del estrés, de la mudanza, de las incompatibilidades del Windows 7… todo le dará igual.
Mamá de Parrulín y Parrulinchi.
Otro día más. Buen lunes!
Sean buen@s y felices.