martes, 10 de diciembre de 2013
Dos que no son padres
lunes, 2 de diciembre de 2013
La navidad, como el que se mete en el mar en Galicia
viernes, 29 de noviembre de 2013
Cuento de Adviento
viernes, 22 de noviembre de 2013
Niños lectores
jueves, 14 de noviembre de 2013
Enésima odisea
sábado, 2 de noviembre de 2013
Tradición
“Porque a verdadeira tradición non emana do pasado nin está no presente nin se albisca no porvir. Non é serva do tempo. A tradición é a alma eterna que vive no instinto popular e nas entrañas do chan. A tradición non é a historia, a tradición é a eternidade“, esto dice una cantante gallega que acabo de descubrir de la mano de Yaiza. Se llama Sés, y esta canción es Canto aquí, canto na Habana. Orgullosa de sus raíces, Sés adora decir, “eu non escollín ser muller e galega; simplemente tiven sorte”.
La tradición era viajar a Galicia con mi madre para ponerle flores a mi padre, que murió un día de difuntos, hace ya 16 años. Sólo dejamos de ir cuando se iniciaron los ciclos de quimioterapia. Hoy cumplo sola con la tradición.
Tantos viajes juntas con mi madre, tantas conversaciones en el restaurante del tren, tantas risas en el compartimiento, tanta complicidad juntas. Hoy cumplo sola la tradición.
Recordar, la recuerdo todos los días. La recuerdo y la añoro todos los días y la lloro todas las noches. La festividad de difuntos es una tradición para honrar su memoria. Hoy cumplo sola la tradición.
Le pido que me de fuerzas, que su recuerdo me acompañe siempre, que su amor permanezca en mí, que sus enseñanzas perduren en mi corazón, que su sabiduría guíe mis pasos como madre. Pero por favor, por favor, por favor, que dejen de dolerme las entrañas, que deje de costarme respirar, que encuentre la paz en mi alma.
Tengo el corazón destrozado y mi madre se marchó con el pegamento para arreglarlo. Tienes que espabilar, cariño. Eso me estaría diciendo. Sin ti no sé, sin ti no puedo, pero seguiré intentándolo, te lo prometo.
Su recuerdo, su amor, sus enseñanzas y su sabiduría vive en mis entrañas. Sus tradiciones también. Hoy cumplo sola la tradición.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
jueves, 31 de octubre de 2013
DIY Halloween o cómo conseguir tres disfraces por el precio de dos
La historia de este Halloween se remonta hace ya muchos meses atrás. Una mañana de sábado Parrulín y yo nos fuimos al cine a ver Monstruos University. Fue muy divertido y el niño salió del cine súper contento, diciendo que quería disfrazarse de Monstruos S.A. y empachado de palomitas, que eso también. Cuando se acercaba la fecha hablamos sobre los disfraces para llevarlos a la fiesta del cole y de la guarde y se acordó. “Yo quiero que vayamos de Monstruos S.A, yo de Sullivan y la niña de Mike” Y no te vale el de esqueleto que compramos el año pasado en el lidl? “No, quiero ir de Monstruos S.A.!” Bueeeeeno…
Mi idea inicial era reutilizar el de esqueleto y hacerle a la niña uno con un tutú, que estoy enamorada de las niñas disfrazadas con tutú, naranja para ser una calabaza, aunque también había visto uno de monstruo de las galletas con un tutú azul… Empecé a darle vueltas en la cabeza, y cuando dejé de marearme pensé, pues los dos con tutú, uno grande para Parrulín que lo lleve en el cuello y uno chiquitito para Xoubiña que lo lleve bajo los brazos.
Materiales: Dos tutús del chino, uno azul y otro verde; fieltro azul grande para hacer la cola, del chino y trozos de fieltro de varios colores que tenía en casa.
Durante la primera semana fui recortando todos y cada uno de los trozos de fieltro del disfraz que iba a necesitar. Recortaba en el metro y en el cercanías, si conseguía sentarme pero también si estaba de pie, recortaba por los pasillos en los transbordos, recortaba por las escaleras mecánicas… Yo recortaba y la gente me miraba raro. Al entrar y salir del vagón me guardaba las tijeras en un bolsillo para que no se pensara nadie que le quería agredir.
Con todas las piezas de fieltro recortadas las pegué con pegamento de tela pero como no me fiaba mucho, ni del pegamento, ni de los niños que no lo arrancaran antes de estrenar el disfraz, empecé a coser los trozos. Cosía en el metro y en el cercanías, si conseguía sentarme pero también si estaba de pie, cosía por los pasillos en los transbordos, cosía por las escaleras mecánicas… Yo cosía y la gente me miraba raro. Al entrar y salir del vagón ya no me guardaba la aguja y el dedal en un bolsillo, no creía que fuera a pensarse nadie que le quería agredir.
La cosa empezó a complicarse cuando llegó el momento de coserlo al tutú, que no me veía yo en el metro ni en el cercanías, tutú en las rodillas… Jolín, que ya me miran raro habitualmente! El disfraz de Mike conseguí coserlo en casa un día que extrañamente me dejaron un poquito de paz.
Al llegar este momento así estaba la situación:
Además necesitaba unos leotardos y un body verde-verde, para la niña, pero no fui capaz de encontrarlo. Lo que sí que encontré fue un tinte Iberia, así que por primera vez en mi vida me dispuse a teñir un body y unos leotardos que casi, casi le están pequeños, de verde-verde. Fue muy sencillo y quedó muy bien, no las tenía yo todas conmigo, y aunque decía que debía remojarlo 40 minutos yo lo dejé 10 porque ya me parecía suficiente verde-verde. Cómo se llama este verde? Yo siempre lo llamo verde-verde.
Cada vez quedaban menos días y aún tenía que terminar el de Parrulín, que era un poco más complicado por la cola, las púas… Me lo tengo que llevar al metro, no hay más remedio! Conviene aclarar que mis viajes en metro y cercanías son muy, muy cortos, a la ida cojo una parada del cercanías, transbordo, dos paradas del cercanías, transbordo y una parada de metro. Una media hora, no más. A la vuelta una parada de metro, transbordo, otra parada de metro, transbordo y tres paradas de metro. Otra media hora.
En una de estas entra en el vagón un chico cantando con una guitarra y pidiendo. Yo ahí, cose que te cose, que viene mi parada y me tengo que bajar. El chico canta, pasa la gorra, y se para conmigo. Qué haces? El disfraz de Halloween de mi hijo. Ah, pues te está quedando muy chulo! Gracias! Y eso que no le di propina ni nada! Y añade… ahora sólo te falta que no se lo quiera poner! Ay, sería vidente? O agorero?
De momento sí, sí, se lo quiere poner, y además decide que necesita garras en las manos y en los pies para dar más miedo. Recorrimos múltiples chinos hasta encontrar unos guantes azul claro y unas zapatillas azul claro para andar por casa, que por cierto no le venían mal. Apañada que es una!
Pero dos días antes del día D, a falta sólo de rellenar la cola con algodón y cerrar la costura central, y de ponerle las garras en los guantes y en las zapatillas… Día nihilista, que dice mi santo, de esos que el niño niega todo, todo le parece mal y se enfada por todo. Y decide que no le gusta el disfraz! Que no da miedo y que no se lo va a poner! Esta crisis le duró hasta que fuimos una tarde a ver a los yayos, como lo llevaba en la bolsa del metro se lo hice probar allí y la yaya fingió tanto, tanto, tanto susto que el niño se quedó encantado.
Ayer, seis de la mañana, relleno la cola de algodón y cierro costura central. En el metro le pongo las garras a los guantes. Hoy, seis de la mañana, le pongo las garras a las zapatillas. Y voilá! Disfraces de Halloween terminados!
Por la tarde hicimos ensayo general, a falta de las zapatillas, es una pena mi obsesión particular por la privacidad, porque están de guapos los dos con el disfraz! Pero todo sea por su protección, os quedáis sin fotos de los niños, sólo de los disfraces vacíos. Los que vieron fotos, que me lié a mandar las fotos a todo el mundo, jeje, me dijeron que estaban muy lindos. Qué lástima, lo que habría disfrutado mi madre viéndolos así de divertidos.
En resumen, DIY Halloween o cómo conseguir tres disfraces por el precio de dos. Hemos conseguido, con dos tutús y unos trozos de fieltro tres disfraces terroríficos! Los niños van de Monstruos S.A. y esta estupenda mujer que escribe tiene unas ojeras reales, tan bien hechas, tan bien hechas, que parecen pintadas y que va de zombie! Jaja!
Feliz Halloween!
Ahora me voy corriendo a recogerlos a cada uno de su fiesta y a casa a hacer las maletas! Yuju! Que nos vamos a Galicia! Yuju! Una semana! Yuju!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
viernes, 18 de octubre de 2013
Lactancia prolongada y disfrutada
Hoy voy a desahogarme un poco hablando de lactancia. Que le des el pecho a tu bebé y te saques una teta en cualquier momento y en cualquier lugar parece que le da a todo el mundo patente de corso para hablar de lactancia, opinar sobre MI lactancia, sobre MI decisión y sobre MI bebé.
Las dos últimas veces que he ido al pediatra, una vez al privado y otra al público, han opinado, no muy bien, sobre la lactancia prolongada. ¿13 meses es muy prolongado? ¿Cuándo se empieza a llamar prolongado? No tengo ni idea. ¿A partir de los 6 meses? Puede ser, pero lo mío no me parece prolongado, aún. El pediatra privado me hace todo tipo de preguntas de alimentación, lo que come, lo que no, pero la niña come de todo, la verdad. Y al final le digo que todavía toma pecho. Y me mira extrañado y me dice… Será de postre, no? Esa pregunta expresa su grado de conocimiento del tema. Por sus preguntas los conoceréis. Ante esa pregunta no le voy a dar un cursillo de lactancia, que se informe él solito, si quiere. Y le respondo… Claro, claro, de postre, como las natillas.
En otra ocasión la pediatra de la seguridad social me hizo las mismas preguntas y cuando le dije que tomaba pecho me preguntó de buen rollito, para disimular… Toma el pecho cuando quiere, a demanda? Eh… sí. Ay, ay, ay, me temo que esto es una pregunta trampa! Y me suelta, de buen rollito, que el pecho a demanda es sólo hasta los seis meses, que si sigo así estoy “estropeando su metabolismo”, que no le doy tiempo a que se le vacíe el estómago y eso no es bueno para ella, que “la voy a hacer gorda”. Pero si es una sardinita! Si está en el percentil 5 desde que nació! Pesa lo que pesa, y si se mantiene en la curva que tuvo al nacer, pues estará bien, no? No le voy a dar a esta tampoco un cursillo de lactancia, que se informe ella solita, si quiere. Como el episodio anterior era muy similar y en ocasiones me divierte hacerme la tonta le digo… Ah, vale, vale, no lo sabía, entonces sólo de postre mejor no?
En varias ocasiones desde mi incorporación me han dicho… Bueno, ahora que ya trabajas ¿le quitarás por fin la teta, no? Pues mira, no es el mejor momento, no, tanto ella como yo lo necesitamos más que nunca, para compensar las ausencias, para reencontrarnos, para consolarnos. ¿Y por fin? ¿Cómo que por fin? A esta ni cursillo ni nada, porque el que sí debería saberlo es el profesional. Así que le contesto… Ya veremos.
La ginecóloga, la de la óptica que dice que no me puede graduar la vista hasta que deje la lactancia, la que me encuentro cuando tomo café, la mamá del parque, la amiga de mi madre, la de la panadería, la del kiosco… Mucha gente me ha mirado extrañada y ha preguntado… ¿Hasta cuándo piensas darle la teta? ¿Y yo pienso pero a ti que te importa? ¿Me meto yo en tu vida? ¿Por qué le voy a poner un límite a algo que hacemos a demanda? Así que le contesto… Hasta que ella y yo queramos.
En ocasiones me han dicho… Claro, tiene esa mamitis porque todavía le das el pecho! Yo me pregunto si Parrulín tiene un vínculo menos fuerte por no haberle dado el pecho, y creo que no. No creo que ninguno de mis hijos tengan una dependencia excesiva de su madre. ¿Qué es dependencia excesiva? ¿Quién define ese “excesiva”? Porque en mi caso son muy sociables los dos, desde siempre, no se esconden bajo mi falda cuando llega un desconocido, más bien lo contrario. Cuando un niño tiene un vínculo fuerte y seguro con su madre no le da miedo perderlo, porque sabe que lo tiene. Es quizá cuando el niño no se siente preparado para ser independiente cuando se aferra aún más a su madre.
Y yo recuerdo una vez que me encontré con una amiga que había sido destinada en Costa de Marfil. Xoubiña tenía apenas un par de meses, su niño algo más de un año. Me contó que todavía le daba el pecho y lo diferente que es allí este tema. Se me quedó grabada una frase que dijo. En Costa de Marfil si comentas que vas a destetar a un niño de menos de dos años te miran extrañados y te preguntan ¿pero qué te ha hecho el bebé?
Imagino que algunos que no sean de Costa de Marfil me mirarán y pensarán ya está esta “loca de la teta” o “talibana de la teta” que de dónde habrá salido esa expresión tan desafortunada, me pregunto. Pero yo no voy por ahí obligando a nadie a que dé el pecho, ni intento convencer a nadie de las ventajas o desventajas. No soy ni mejor ni peor madre que la que no quiere dar teta. Sólo hago lo que me apetece y con lo que nos sentimos a gusto las dos.
Yo no me planteaba cuánto tiempo iba a darle el pecho. De hecho, ni siquiera estaba segura de si sería capaz de hacerlo, ya que con Parrulín no llegué ni a los dos meses de lactancia mixta antes de dejarlo definitivamente.
En mi caso en lugar de lactancia prolongada prefiero decir lactancia disfrutada. Es mucho más fácil y más gratificante para mí la lactancia de ahora que la lactancia exclusiva de un bebé de poquitos meses. Porque ya no me preocupa si toma o no lo suficiente, qué teta me toca, si se llena o no, si aumenta de peso… Ya come todo tipo de alimentos, pero sigue teniendo un montón de ventajas, está siempre listo y a la temperatura adecuada, si tiene sed, si tiene hambre, si se ha dado un golpe, si está cansada, si tiene sueño… incluso si se aburre!
Me he quedado con la duda de cuándo empieza a llamarse prolongada, y no la he resuelto. Unos dicen que más allá de los doce meses, otros que más de los dos años que es lo que mínimo que recomienda la OMS. Hay datos que dicen que el período de amamantamiento natural del ser humano se puede fijar entre los dos años y medio y los siete años, por lo que quizá no tiene mucho sentido hablar de lactancia prolongada. Parrulín, con cinco años, se trinca cada biberón por la noche que si hubiera tomado teta no me extrañaría que siguiera con ella todavía.
Cuando la lactancia no supone un sacrificio ni un esfuerzo titánico, cuando no se trata de una obligación ni de una imposición, no se deben poner límites. Por eso en lugar de lactancia prolongada prefiero decir lactancia disfrutada.
Otro día más.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
jueves, 17 de octubre de 2013
Vergüenza para el que la tenga!
miércoles, 16 de octubre de 2013
Ha sido duro
jueves, 3 de octubre de 2013
Currando de nuevo
jueves, 19 de septiembre de 2013
Sobre deberes y pulgas
Parrulín no tiene deberes, todavía, no tiene deberes propiamente dichos pero de vez en cuando resulta que tiene que llevar algo al cole y me lo dice siempre en el último momento. Y no tenemos disponible en casa hojas de otoño, ni nombres en chino, fósiles si, una buena colección, pero no tenemos tampoco setas, ni pulgas, ni impresora para imprevistos.
"Mamá, los niños de mi clase han llevado ya hojas y frutos de otoño y yo todavía no!" Hijo, es que no me lo habías dicho! Por qué no habrá una agenda de esas en este cole? Hala, a recoger hojas. Vaya! Pues han debido limpiarlas justo hoy y no hay. Pues nada, me acerco a la frutería y compro nueces, avellanas y una pequeña calabaza. Solucionado! Luego resultó ser el único en llevar una pequeña calabaza y fue todo un éxito.
"Mamá, los niños de mi clase han llevado ya su nombre en chino y yo todavía no!" Hijo, es que no me lo habías dicho! Por qué no habrá una agenda de esas en este cole? Papá de Parrulín se lo busca y lo transcribe en un folio. Solucionado! Luego resultó que los niños habían impreso el nombre directamente de Internet.
"Mamá, los niños de mi clase han llevado ya un fósil y yo todavía no!" Hijo, es que no me lo habías dicho! Por qué no habrá una agenda de esas en este cole? Papá de Parrulín saca algunos fósiles de su colección y se los da. Solucionado! Luego resultó que querían fotos de fósiles, también resultó que se le rompieron los fósiles pero fue después de enseñarlos y total... sólo tenían unos millones de años!
"Mamá, los niños de mi cole han llevado ya unas setas y yo todavía no!" Hijo, es que no me lo habías dicho! Por qué no habrá una agenda de esas en este cole? Otra vez recurrimos a la frutería, compramos diferentes setas y las pegamos con su nombre en una cartulina. Solucionado! Luego resultó que hicimos una cena riquísima!
Pero ayer... el colmo de los colmos. "Mamá, los niños de mi clase han llevado ya una pulga y yo todavía no!" Hijo, es que no me lo habías dicho! Por qué no habrá una agenda de esas en este cole? Una pulga? Una pulga? No tenemos de eso en casa, lo siento. Y para qué quieres tú una pulga? Me cuenta no se qué movida de unos científicos y un collar de pulgas. Mi primera opción era mandarle un sms al padre, imprime por favor en el curro una foto de una pulga. Pero lo iba a flipar y puede que no lo leyera. No tenemos ningún sitio cerca que vendan pulgas, ni los chinos! Ay estos chinos, que ya no son lo que eran! Eh... collar de pulgas, collar de pulgas... Ya lo tengo! Corre! Vamos a la nueva clínica veterinaria que han abierto aquí abajo que van a cerrar ya! El de la veterinaria va a flipar!
Buenas noches, mire, es que necesito para mañana una foto de una pulga. Ya sé que es raro pero pensé que igual tendríais un folleto de un collar de pulgas. El de la veterinaria no flipa, debió de parecerle lo más normal del mundo, flipo yo. El veterinario era uno de los tíos más guapos que he visto en mi vida! No estoy muy puesta en veterinarios, sólo he tenido peces y cuando se morían, que siempre se morían, los tiraba y punto. Guapísimo, super amable, simpatiquísimo, todo estupendo el veterinario! Todo estupendo pero sin folletos de collares de pulgas. Pero se lo busca en Internet, le deja elegir cuál le gusta más y se la imprime.
Eh... que aún sigo flipando de guapísimo que es... Muchas gracias, y buenas noches.
Espero que mañana el niño me pida una foto de garrapata! O una foto de un veterinario guapo! Si, eso estaría mejor!
Y es que Dios prometió a la mujer un hombre guapo, bueno, rico y amable en cada esquina. Y luego... hizo el mundo redondo!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
martes, 17 de septiembre de 2013
En la mochila
Cuántas cosas puede traer un niño en la mochila del cole? Qué ha sido lo más extraño que han traído tus hijos en la mochila o en los bolsillos?
El viernes fui a buscar a Parrulín al cole. Nada más verlo, con ese olfato que te da ser madre, digo Ese baby no es tuyo, cariño. "No, es de Federico, pero es que me gusta más que el mío!" Anda, anda, tira para arriba a ver si está el tuyo en clase y lo vuelves a cambiar. Y sabéis por qué? Porque ha roto los bolsillos del suyo y el de su amigo todavía los tiene intactos.
Se baja del autobús y me grita encantado "Mamá, mira cuánto blu tack he podido robar hoy!" Parrulín, eso no se hace! Y la verdad, que lo hace muy a menudo. Hasta le he comprado blu tack, pero nada, que le gusta más si es robado! Como a mí los mejillones, que no me saben igual si los compro o si remo hasta una mejillonera!
Viene un día con un dibujo muy bonito, muy bien hecho. Nada más verlo, con ese olfato que te da ser madre, digo Este dibujo no lo has hecho tú. "No, es de Lucas, pero a que es bonito?" Y ahí lo tenemos, en el lugar de honor de los dibujos bonitos. Osea, en la puerta de la nevera.
Los sábados vamos a unos cuentacuentos en una librería, al final, suelo comprar algo y te ponen siempre en la bolsa unos caramelitos. Nada más llegar entra detrás del mostrador y coge un paquete de caramelos. "Así tiene menos trabajo el señor!"
Tengo que registrarlo cada vez que volvemos del parque, y siempre encuentro piedras, cuanto más feas más le gustan, palos, semillas, hojas... Vale que en Galicia recogiera todo ese tipo de cosas, y conchas, pero es que allí, tenemos jardín!
Lo peor, lo peor, es que se ha traído del cole un montón de mocos que le ha contagiado a la niña, pobrecita mía. Parrulín no se ha puesto malito, todavía, y la pequeña Xoubiña no tiene fiebre, pero mocos los tiene todos. Anoche vomitó mocos hasta tres veces. Hoy la llevo al pediatra.
Y me voy a sentir afortunada porque de momento nunca ha venido con piojos! Tengo preparado el inex pediculicida soap, pero de momento no nos ha hecho falta.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Crónica de un viaje
Ya estamos de vuelta de Galicia! Más que nada, porque empezaba el cole, bendito cole, que si no, seguíamos aún por la terriña. Mi santo se había vuelto ya pero nosotros aún nos quedamos diez días más solitos allí.
El viaje, con los dos, bien gracias. Como soy un poco descerebrada, pero no del todo, esta vez me fui en tren. Recordé aquel viaje en avión, con Parrulín pequeñito, pequeñito y sin dni, que no nos quedamos en tierra de milagro. Recordé también aquel viaje en coche, embarazadísima, que empezó en coche y terminó en grúa y en taxi y Parrulín vomitando. Recordé aquel viaje en bus, la ida de noche, Parrulín vomitando, la vuelta de día, interminable... Qué me depararía el destino esta vez?
Y después de tanto recordar digo, mejor me voy en tren que Xoubiña ya no para quieta, Parrulín no se mareará... Más barato por la mañana, pero sale a las 7:30 a 30 km de mi casa, la hora fatal, pero la pela es la pela, digo venga, madrugón, adjudicado!
Me recoge un taxi a las 6:45 y pongo el despertador a las 5:30 para recoger la cocina, que el resto de la casa estaba listo, y dar un último repaso. Ilusa de mi, pensé que Xoubiña seguiría durmiendo, la pasaría al carrito cual bella durmiente, y Parrulín le despertaría en el último momento. Mec! Fallé! En las dos cosas! A los diez minutos de levantarme aparece Parrulín en la cocina y berrea la otra desde la habitación.
En una hora consigo darles el desayuno a los dos, vestirnos, recoger la cocina, las camas, que Parrulín vuelva a recoger todos los juguetes que había vuelto a sacar y cerrar la casa. Comienza el viaje. El taxista, conocido, me ayuda a bajar el maletón y nos lleva a la estación sin problemas.
Bueno, sin problemas para nosotros, porque la pobre maleta se rompió y perdió una pata. Pero no había sido la cremallera lo que se te había roto? Si, pero de la otra maleta, compré una nueva, pero no resistió ni un viaje! La pela es la pela, si, pero los chinos son los chinos.
La estación, muy maja ella, el tren a Madrid sale de la vía 8. Cómo? Que no hay ascensor? Genial! Con carrito, maletón cojo y niño pequeño. Bajo a Parrulín y el carrito y subo a por el maletón cojo? Y si me roban la maleta? Coja, pero llena de ropa. Y si me roban a los niños? A veces me desesperan pero les tengo cariño. Y si me sale una hernia? Que una ya no está para esos trotes. Y si viene un chico muy amable y me lleva la maleta y además me ayuda a bajar el carrito?
Ole! Aún quedan caballeros! El carrito entre los dos, y el maletón cojo, él solito, resoplando, pero solito. Como se ha roto una pata, no se mantiene en pie, se cae a cada rato, para más comodidad. Cuando por fin estamos en el andén, el caballero ni siquiera iba en nuestro tren, ni a nuestra vía! Vaya usted con Dios, caballero, con Dios.
Me encuentro con otro caballero, esta vez revisor del tren, que me ayuda a meter los niños, el maletón cojo y el carrito, que incluso me dobla y sube arriba. Vaya usted con Dios, caballero, con Dios. Ah, no, que este se queda, claro.
Yo pensaba que en el talgo ponían pelis, pero ponen un documental de esos de animales, como los de la dos. Bueno, a Parrulín le interesa y digo yo que se dormirá, que para eso sirven los documentales de la dos, no? Pues no. Le interesa y además va contándomelo todo el rato, a gritos porque tiene cascos. Parrulín, no grites. Parrulín, no grites. PARRULÍN, QUE NO GRITES!
Mientras tanto, Xoubiña de excursión, gatea por todo el vagón, saluda a la gente, les grita si no le hacen caso, se levanta agarrada a los asientos... En su línea, vamos.
Cuatro horas después, al borde de la desesperación, Parrulín se duerme porque terminó el documental y la peli que venía después era insufrible. Yo decido bajar el carrito y pasear a Xoubiña para que se duerma, visto que el traqueteo sólo no le funciona. En diez minutos ha caído.
Meto el carrito entre mi asiento y el de delante, porque no me atrevo a sacarla no vaya a ser que se despierte y paso dos horas sentada, pero de lado, con las piernas al pasillo, que no me caben.
La peli es un horror pero hay un tipo con un portátil viendo Lo imposible. Para imposibles estoy yo! Veo su peli, sin oírla, y con reflejo en la pantalla, pero mucho mejor que la del tren.
Despiertan, me recompongo, que me había quedado cuadrada, subo el carrito y les doy de comer a los dos. Después se van los dos a hacer amigos en el vagón y me quedo tranquilamente viendo, y oyendo, la segunda peli del tren, Argo, me encantó, sobre todo por verla en paz.
Tachán! Llegamos! Siete horas después! Madrid! Madrid! Madrid! Dónde estará mi buen caballero? U otro cualquiera? Ah, pues no quedan. Vaya! Niño, carrito, maletón cojo, todos para fuera, incluida mi lengua, porque así llegué al ascensor, con la lengua fuera. Pero llegué.
Ahora estará chupado, sólo tengo que llegar a la parada de taxis. Ah, pues no es tan fácil. Parrulín va con un globo, que se le vuela en sentido contrario al que vamos, por supuesto, y la parada está más lejos de lo que recordaba. De hecho, con lo que pesa el maletón cojo la estoy viendo hace rato y cada vez me parece más lejana.
Conseguimos llegar y cargar, pero al llegar a casa había dos camiones que no dejaban entrar el taxi y tiene que dejarme en la esquina. Niño, carrito, maletón cojo, todos para fuera, incluida mi lengua, porque así llegué a casa, con la lengua fuera. Pero llegué. Llegamos a casa!
Y al abrir la puerta es cuando Parrulín me dice: "Mira, mamá, la fregona, que te estaba esperando!"
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.