Tengo
el corazón encogido al recordar las navidades pasadas, comprendo que ya nunca
volveré a disfrutar de las navidades, que siempre serán para mí una época de
dolorosos recuerdos, de pena infinita, de nostalgia y desconsuelo.
A pesar
de todo, tengo la intención de que mis niños disfruten todo lo posible de estos
días. El año pasado enterramos a mi madre el día de Reyes y después nos fuimos
a la cabalgata, qué ironía, parecía una broma cruel. Hasta se me olvidó por un
momento que acababa de enterrarla y estuve a punto de llamarla para contarle lo
que estaba disfrutando Parrulín viendo a los Reyes. Si el año pasado conseguí
dentro del calvario que estábamos pasando que el niño disfrutara de las fiestas,
este año tiene que ser más fácil, o eso me repito a mí misma para convencerme.
Nos
hemos metido en la navidad de cabeza, como el que se mete en el mar en Galicia,
deprisa y corriendo para no pensarlo mucho, que si no, no lo hago. Hemos
empezado por colocar el calendario de Adviento, el árbol y el belén no nos ha
dado tiempo todavía, a ver si podemos hacerlo esta tarde. Tachán! Este es
nuestro calendario de Adviento!
Y un
cachito de Xoubiña que pasaba por allí!
Tienen
dentro cositas variadas, casi todas de los chinos o del tiger, principalmente dinosaurios
y bichos asquerosos, muy del gusto de mi niño, y muy difíciles de envolver por
cierto. Ay lo que me ha costado! Sobre todo colocarles los lazos una vez
envueltos, al ser irregulares es lo que tiene.
A ver
el año que viene cómo me lo monto para que los regalitos les puedan gustar a
los dos. Xoubiña no se entera todavía mucho este año. Bueno, no se entera pero
le llama la atención lo brillante, como a las urracas, y tan bonito, tan bonito
me ha quedado el calendario que no he podido ponerlo en el salón porque me
arriesgaba a no llegar al día 2. Parrulín abre el regalo, se emociona, le da a
su hermana el papel brillante y se emociona ella también.
Como el
que se mete en el mar en Galicia, deprisa y corriendo para no pensarlo mucho, que
si no, no lo hago, he ido a Cortilandia. El sábado fuimos a comprar un par de
jerseys a Parrulín, que crece a toda velocidad y no le quedaba ya ninguno de un
tamaño decente. Fuimos a Sol y estuvimos viendo la decoración, los árboles de
Navidad y nos acercamos a Cortilandia “Cortiladia, cortilandia, vamos todos a
cantar, la alegría de este día porque ya es navidad!” Cancioncilla consumista
clásica de estas fechas y toda una tradición. El 30 de noviembre ya no había
quien se moviera por el centro de Madrid, el 30 de noviembre!
Fui por
primera vez embarazada de Parrulín. Hacía que no iba desde que era pequeña y
nos llevaba mi padre, puede que hiciera treinta años. Pasé por allí, oí la
cancioncilla y me acerqué acariciándome la barriga. Volví a ir cuando Parrulín
era un bebé de seis meses, por supuesto no se enteró, a la siguiente se quedó
dormido nada más llegar, a los dos años y a los tres años ya lo disfrutó y el
año pasado no encontré el momento para llevarle.
Este
año hay unos ositos muy lindos, les ha gustado mucho a los dos. Parrulín
descubriendo el mecanismo que les hacía abrir la boca y volviéndose loco intentando
coger la nieve que cae al final del espectáculo. Y Xoubiña, aplaudiendo la
canción y señalando a los osos mientras decía “Bau, bau, bau, bau” Bueno, vale,
aceptamos perro, pero que conste que eran osos.
Estoy
predispuesta a las panderetas y los villancicos, a la nieve y al espumillón, a
los turrones y mazapanes, a las comilonas y los excesos. Como el que se mete en
el mar en Galicia, deprisa y corriendo para no pensarlo mucho, que si no, no lo
hago.
Mamá de
Parrulín y de Xoubiña.
Otro
día más.
Sean
buen@s y felices.
Esa es xoubiña! Ya? Tan mayor! Madre mía como crecen!
ResponderEliminarPues adentro del agua Parrulina, que tus niños disfruten de la Navidad contigo tanto como tu lo hiciste con tus padres!
Millones de besos!
Mi niña....te entiendo...no es comparable, pero mi abuelo ingresó un 26/diciembre y falleció un 13/enero....mis abuelos siempre habían vivido en casa y para mí con 14 años, se me cayó el mundo...las navidades ya no eran lo mismo...no he vuelto a ir a una cabalgata...no te digo más. Yo cuando algo me entristece mucho, lo escribo...como si fuera una carta, es como si sacara la pena de mí, al menos un poquito...por supuesto son textos q no incluyo en el blog...escribo una carta a una amiga y luego nunca jamás la echo al correo...no sé, quizá te pueda servir el escribir a tu madre todo lo que vives...está sin cobertura...pero el "correo" a lo mejor llega.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte fuerte.
Y pensabas que a Parrullín se le iba a escapar que faltaban números? ay, con lo listo que es mi niño!!
ResponderEliminarAunque no sirva de consuelo, o sí, tienes esas dos preciosidades de hijos por las que seguir peleando.
Y mientras, pasaremos las navidades como quien se baña en el cantábrico, corriendo para no pensarlo mucho. Porque si lo pienso...
Muaks
Estoy segura de que habrá momentos en los que ellos te contagien la felicidad que sienten los niños por la navidad y desconectes un poco. Pasad muy buenas fiestas. Un beso enorme
ResponderEliminarAnimo bella!
ResponderEliminarÁnimo preciosa, tienes una familia grande con la que celebrar estas fiestas, disfrutad todo lo que podáis.
ResponderEliminarUn besote gordo.
Pero, ¿y lo feliz y orgullosa que te sientes una vez dentro?. Seguro que tus peques te dan muchos motivos para sonreír.
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Que fusite a Cortilandia el 30??? Estuve por la zona el 29... Jo....
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