De puente, y semana 22, una de
estas dos cosas es mentira, así que como podéis imaginar soy una más de las
pringadas que se encuentra trabajando en un puentazo como el de hoy.
Así que hoy vamos a jugar a la
máquina de la verdad, y si no os apetece pues juego yo sola que para eso es mi
blog ;) De puente. Eso es… mentira!
Con 22 semanas te puede dar el
síndrome del nido. Eso es… verdad!
Me he pasado todo el fin de semana limpiando, barriendo, apartando incluso el
sofá para encontrarme con una ingente cantidad de juguetes y zapatillas que
creí perdidas, pero que no me ha dado alegría ninguna encontrarlas puesto que ya
no le caben a Parrulín. Estaba por dejarlas allí. Capaz eres! Pero al final las he guardado en el armario de cosas
que no le caben ya. Menos mal! Por
cierto, otro que debes ponerte a ordenar por edades y embolsar al vacío. Es verdad, pero no me agobies! No soy
yo, es el síndrome!
He llevado dos bolsas enteras
llenas de revistas para reciclar en el contenedor de papel. Eso es… mentira! Estaba de camino al
contenedor y se me rompió el asa de las bolsas, no podía llevarlas ni bien ni
mal, las he dejado al lado de una papelera. Hija
la intención es lo que cuenta. Bueno, pero en este caso la verdad es que
cuenta poco. El que hace lo que puede no
está obligado a más. Cierto, eso lo decía mi abuela. Y la mía!
Entre limpiezas y otras
obligaciones caseras, entre síndrome del nido y lluvias persistentes, Parrulín
ha jugado con la tablet más de lo que yo quisiera. Sabe encenderla,
desbloquearla y poner el juego que quiere en cada momento. Eso es… verdad! Intento reducir el uso del mismo, pero de momento
no me veo capaz. Y la tranquilidad que te
da que parece que no hay niño? Bueno, si, pero no me parece bien fomentar
sus adicciones tan pronto.
Después de limpiar, comer y dormir
cinco horas de siesta. Cinco! Te levantas como nueva. Eso es… mentira! Pedazo de siesta, si, pero entre lo necesitada que
estoy de sueño, la ciática que me dio tanta limpieza y que me pasé toda la
siesta soñando que tenía contracciones y estaba en urgencias, cuando me
desperté aún estuve un buen rato pensando si lo había soñado por ser verdad o
no, atenta a cualquier tipo de movimiento de mi Parrulinchina. Y aún no tengo respuesta para ello, que es
peor.
De tener cuatro opciones posibles
para dejar al niño en un momento de apuro, o de puente, como es el caso, en
esta ocasión he pasado a ninguna. Eso
es… verdad! Una amiga está haciendo un curso del INEM, otra está trabajando
desde hace poco, otra está de puente y mi madre tiene hoy consulta con el
médico. Al final, la amiga del curso no tiene curso porque están de puente, así
que he conseguido colocarlo, pero de
milagro.
Desde que me enseñaron las
virtudes de la faja raruna sólo me la quito para dormir. Eso es… mentira! Coño qué cosa más incómoda! Es que no hay quien la
aguante! Cualquier excusa me sirve para no ponérmela!
El rosa ha llegado a mi vida. Eso es… verdad! Mi madre me ha regalado
un precioso conjunto de mini jersey y patucos, en rosa y blanco. Ya sabía yo
que mi madre se encargaría del rosa y de los lazos! Además hemos rebuscado
entre la ropita nuestra que tenía guardada aún mi madre y que no habíamos
utilizado con Parrulín ni con mi sobrinito del alma. Así que me he llevado
también dos faldoncitos que fueron nuestros y una chaquetita rosa cruzada que
es una preciosidad. Treintaitantos años
guardados y como nuevos, oye. Habrá que asumir que el mundo se volverá de
color de rosa, no?
Encuentros: Llevaba a Parrulín a una librería con cuentacuentos que
hay los sábados cerca de casa cuando me encontré con una amiga de la
universidad a la que hacía mucho, muchísimo tiempo, que no veía. Casualidades
de la vida que vive ahora al lado de casa. Estuvimos hablando un buen rato bajo
la lluvia. Resulta que todas mis compañeras de universidad están embarazadas o
recién paridas, todas a la vez. Ya es casualidad! A ver si es posible quedar
con ellas, que hace ya un montón de tiempo que no nos vemos y sería bonito
quedar con un montón de barrigas y de bebés! Hasta que no lo vea no lo creo,
que nos conocemos!
Desencuentros: Por ser puente la librería con cuentacuentos estaba
abierta, si, pero no tenía cuentacuentos, mi gozo en un pozo. Digo pues me
compro un libro. No lo tenían, lo he dejado encargado. Digo pues le compro a
Parrulín un cuento de pegatinas. No lo quiso, prefería un cuento de un elefante
que me ha costado bastante, bastante más caro. Cosas que pasan!
Semana 22:
Tu bebé mide 27 cm y pesa 450
gr. Esto son los mismos cm que la semana pasada? Me suena a tamaño
zanahoria!
Tu bebé tiene 20 semanas de
vida, mide 20 cm. y pesa alrededor de 500 gramos. Esto es de otro de los
boletines, vaya diferencia de tamaño y de peso con el anterior! Todavía no
llega al tamaño zanahoria!
El bebé mide 19 centímetros y
pesa 340 gramos. Esto es del tercero de los boletines que me he
suscrito. En este es la mitad de una zanahoria! Sólo con estos tres datos se
demuestra la enorme fiabilidad de los mismos, pero yo sigo a lo mío. Que es gerundio! Que no es! Bueno mujer, es una expresión! Te voy a
dar yo a ti expresión! Ni una licencia
poética le dejan a una!
Si tienes hambre entre las
comidas opta por alimentos sanos como: frutas frescas o secas (nueces,
almendras), yogur descremado, un trozo de queso descremado, gelatina. Para
evitar comer a cada rato es importante que realices como mínimo cuatro comidas
diarias. Bueno, cada uno hace lo que puede, las avellanas no fallan en
mi bolso, pero tampoco me vienen mal unas galletas de chocolate, o similar.
Cuando está despierto disfruta
escuchando tu voz o la música que le haces escuchar con el acompañamiento
permanente del latido de tu corazón. Según la psicología fetal, ¿Existe
la psicología fetal? se supone que puede tener
cambios en el estado de ánimo. Puede llorar, reír y hasta enojarse. ¿Por qué
no? Si su sistema límbico (lugar del cerebro que controla los sentimientos y
emociones) ¿Cómo el limbo de los tontos que decía mi abuela? está en pleno desarrollo. Yo siento cuando se
enfada, o al menos eso creo yo, y da patadas y patadas, cabezazos y cabezazos
sin parar. Aunque a Parrulín le aseguro que se ríe cuando le hace cosquillas a
mi barriga de eso no tengo ni idea, la verdad. Y lo de llorar, como que
prefiero no saberlo.
Ya notas que tu
movilidad está un poco comprometida, te sientes más pesada, con dolor de espalda si estás de pie mucho rato o al usar tacos altos. Los
“tacos altos” quedaron descartados hace tiempo ya, pero con la paliza que me
día a limpiar acabé con ciática!
Por la mañana puedes sentir un
poco entumecidas las articulaciones, ya que las hormonas de tu cuerpo, en
especial los estrógenos, pueden cargarlas con líquido. Bueno, entumecida
me despertaba ya antes de embarazarme, pero le echaremos la culpa si quieres a
las hormonas. Prefiero echarle la culpa a las hormonas que a la edad!
Dormir de un tirón es
absolutamente imposible, no encuentras posición y necesitas levantarte para
orinar. Que no encuentro posición es cierto, a pesar del cojín de
lactancia que tan útil me fue con Parrulín y al año siguiente, con la rotura de
costillas. Lo de hacer pis ya no tanto, mi santo y mi gine siempre me dicen que
bebo poco, que tengo que beber más, lo malo es que se refieren al agua y yo soy
más de coca cola, con o sin whisky, qué se le va a hacer!
Tus hormonas hacen que tu pelo y
uñas crezcan más rápido. El pelo parece como más sano. Las uñas… pss! me
fijaré.
Los párpados, que permanecerán
cerrados hasta el nacimiento, y las cejas de tu bebé se encuentran totalmente
desarrolladas al igual que las uñas. Sólo faltan las pestañas. La
especialización de las funciones de cada órgano continúa. Su piel todavía es
bastante delicada pero poco a poco la acumulación de grasa y peso la hará más
resistente. Ya está casi, casi, hechita del todo, sólo le queda madurar
un poco. Bueno, eso y.. 128 días más para nacer! Ahí es nada!
Mamá de Parrulín y Parrulinchina.
Otro día más. Buena semana cortita!
Sean buen@s y felices.