Me gusta el número
veintinueve, hay números en esta vida que dan suerte. Aunque eso de la suerte
es muy relativo y yo no soy supersticiosa, más que nada porque estoy convencida
que ser supersticiosa trae mala suerte, jejeje. El caso es que hay números que,
por casualidad o no, se repiten en tu vida y en mi caso es el veintinueve.
Vine al mundo un
veintinueve de julio, no porque yo lo decidiera, más bien lo decidieron las
vacaciones del ginecólogo y mi madre, que se negaba rotundamente a que le
atendiera otro médico que no fuera el suyo, pero así sucedió.
Mi hija vino al
mundo un veintinueve de agosto, porque ella lo decidió, más bien lo que ella
decidió fue romper aguas y el ginecólogo decidió que no me dejaba dilatar y me
rajaba de lado a lado por la cesárea previa, algo que por cierto habíamos
hablado y había dicho que no, pero así sucedió.
Y hoy, veintinueve
de enero Xoubiña cumple veintinueve meses! Xoubiña, mi niña con nombre de
reina, mi currusquita, mi pequerrechiña, mi amor, mi compañía, mi consuelo, el
melocotón de su abuela.
Mi pequeña niña ya
no es un bebé aunque para mí lo seguirá siendo toda la vida, como su hermano
mayor. Pero ha crecido, ha aprendido un montón de cosas y es una niña muy bonita. Qué voy a decir yo si soy su madre! Es una preciosa niña rubita, con
poquito pelo, que le hago un kiki de milagro y porque me empeño mucho, su piel
es muy blanquita, sus ojos son grandes y expresivos como los de su hermano, siguen
teniendo un color muy peculiar que no tiene Parrulín y ya no sé si cambiarán o
se quedarán así, son marrones pero el borde es de color gris, y su naricilla es
pequeñita y respingona.
Se parece mucho a su
hermano y su relación con él sigue siendo estupenda, le adora. Cuando le
preguntas quién es la más bonita de todo el reino te dice “Tato!” por su hermano, y se parte de risa. Antes decía “la buja mala, mala” y yo intentaba que
dijera que era ella, pero no, es el hermano. Además da igual lo que te pida que
siempre te lo pide por duplicado, “do
galletas, una para tato” o “do abú (yogur), uno para tato”, esté o no esté el
hermano ella siempre cuenta con él. Me encanta verlos jugando juntos y dándose
besos y abrazos mutuamente.
Es muy cariñosa, me
pregunta varias veces al día si soy su amija,
yo le digo que sí, que mucho, y me llevo un abrazo, jejeje. Me da muchos besos
y yo a ella mogollón pero no le gusta nada de nada que le hagas una pedorreta,
dice “una pululeta no, que soy mu guapa!”
ella se enfada y se lo borra y yo me parto de risa.
Los Reyes le
trajeron un bebé al que ha puesto de nombre Marcelino, lo mejor de todo este asunto
es que ella dice Marselino y que en
realidad es una niña! Tiene su biberón, su orinal, y su carrito para sacarlo a
pasear, los fines de semana tenemos que llevarlo de paseo, varias veces, con
manta y todo. Le encanta pasear el carrito! Este fin de semana me dice “Mamá, un bebé da mucho tabajo…” Si
hija, no lo sabes tú bien. “Tene pis, y
caca, hay que darle el birón, leer un cuento… mucho tabajo!” y estaba muy
graciosa en la conversación.
El lunes les compré
un juguetito del chino, me pillaron blandita de corazón, les dejo elegir y
Xoubiña escoge una espada. Y tú para qué quieres una espada, cariño? “Pos… para disparar a Marselino mamá, que da
mucho tabajo!” y con esa explicación cómo no se lo iba a comprar! Me la
imagino en plan reina de corazones Que le coooorten la cabeza! Jajaja!
Mi Xoubiña, mi niña
con nombre de reina, mi currusquita, mi pequerrechiña, mi amor, mi compañía, mi
consuelo, el melocotón de su abuela. Todos esos sobrenombres que tienen los
sigue cumpliendo a la perfección. Muchas felicidades reiniña mía, felices
veintinueve meses mi amor!
Ya conté una vez que hay un dicho budista que dice: Siempre
que ayudas a otro ser vivo a crecer descubres que la verdadera sanación se
produce en tu interior.
Pues eso.
Mamá de Parrulín y
de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y
felices.