Yo soy muy de entender las cosas, sí, yo lo entiendo todo,
tengo una empatía prodigiosa, y entiendo que los libros del cole me van a salir
por una pasta. Pero también soy muy de cabrearme, sí, me cabreo con facilidad, tengo
una facilidad prodigiosa para eso también, y no entiendo que entre un niño de 7
años y una niña de 3 sumen casi 500 euros de libros, uniforme aparte.
Entiendo que hayan cambiado la ley, otra vez, en algo tiene
que trabajar en ministro de educación de turno, aunque no haya entendido en qué
consisten esos cambios, ni los anteriores, ni los anteriores. Entiendo que
hayan tenido que cambiar los libros, entiendo que las editoriales hayan tenido
que volver a imprimirlos para introducir esos cambios tan importantísimos que
se la han ocurrido al ministro de educación de turno. Pero me cabrea que la ley
haya salido tan, tan tarde que no les haya dado tiempo a hacer todas las
ediciones necesarias, me cabrea que conseguir un libro de primaria sea más
difícil que escalar el Everest.
Entiendo que en el colegio no puede haber niños sin libros
cuando ya han pasado dos semanas desde el comienzo del curso, entiendo que
ralentizan la clase y que complica la vida a las profesoras, y quién quiere
complicarse la vida! Pero me cabrea que le echen la culpa al niño y le echen la
bronca, me cabrea que presupongan que él solito va a la librería, los encarga,
los paga y se los lleva a casa, los forra, pone el nombre y los lleva al cole
en la mochila. Me cabrea que no me echen la bronca a mí, que me puedo defender,
que puedo contarle que llevo más de quince días preguntando cada día por los
libros que le faltan y me explican que no se ha terminado de editar la tercera
edición y por eso aún tardarán, al menos, diez días más.
Entiendo que en la librería donde estaban encargados me digan que no me pueden
conseguir el de lengua, porque no se va a imprimir más y no hay proveedores con
existencias. Ojo, que son de Anaya todos, una editorial de lo más normalita. Me cabrea tener que ir a buscarlo a una librería de renombre, de
esas inmensas y abarrotadas en las que necesitas múltiples manos y múltiples
ojos para encontrar el libro que necesitas al mismo tiempo que controlar a dos
niños y un bolso enorme para que no se pierdan y no te roben ni a los niños ni
al bolso.
Entiendo que en la librería donde estaban encargados me digan que para conseguir el
de sociales y el de inglés tengo que esperar a que terminen la edición. Me
cabrea que ante la insistencia del colegio tenga que ir de nuevo a buscarlo a
la librería de renombre, me cabrea que en la librería de renombre tampoco lo
tengan y me manden a una librería rarísima de la calle arenal, me cabrea que me
adviertan que la cola va a ser enorme.
Entiendo que hacer aquella cola que llegaba al reloj de las
campanadas era una barbaridad, entiendo que si yo pudiera ir a primera hora al
día siguiente habría menos cola, entiendo que lo mejor es enviar a mi santo. Me
cabrea que el niño diga que lo necesita ya, que le han vuelto a echar la bronca,
me cabrea que insista en hacer semejante cola.
Entiendo que dos horas y media de cola en plena calle es
mucho para dos niños pequeños, entiendo que pedirles que estén de pie es
demasiado y les dejo sentarse en el suelo sin decirles que se levanten ni una
sola vez, entiendo que se aburran soberanamente. Me cabrea tener que decirles
ochenta veces que no puedo perderlos de vista, me cabrea tener que impedir que
Xoubiña entre a probarse unos zapatos camper o un vestido de pronovias, me
cabrea que Parrulín corra y grite sin parar.
Entiendo que me haya levantado esta mañana a las 5:30, media
hora antes de lo habitual, para forrar los dos libros restantes y terminar por
fin esta pesadilla. Me cabrea no haber tenido fuerzas para haberlos forrado
anoche.
Entiendo que el niño necesitaba los libros fuera como fuera.
Me cabrea que el año que viene se repetirá la misma historia. Yo, que todo lo entiendo aunque me cabree, en este caso ha ganado el cabreo! Y agradezco que ninguno de estos libros haya sido el de Macmillan Edelvives que sostiene que Esperanza Aguirre es la imagen de la España de hoy, eso sí que es de cabreo, cabreo, cabreo!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.
Puf, no entiendo que echen la bronca al niño pero no entiendo tantas cosas del sistema educativo... yo el otro día en la reunion de la asociación de padres flipe por las malas formas y los insultos al profesor y a la directiva de la asociación... un desastre. Un beso y ya ha acabado la pesadilla busca libros.
ResponderEliminarPues yo no entiendo nada la verdad...
ResponderEliminarTodo eso q me cuentas me recuerda al cole donde iba antes mi niño, donde los profesores parecía q pensaban q las mamás y papás no tenían nada más q hacer q preparar las cosas de los peques, y todo lo q pedían se necesitaba para ya! Lo de los libros es un asco y lo sufrí también en 1º.
ResponderEliminarQ diferencia con este año en el cole nuevo!!! aquí se pueden coger los libros en el cole, aunque nosotros este año como novatos los compramos en una librería. No ha habido problemas con los libros q no han llegado, el profe nos dijo ayer en la reunión q tranquilos, si algún niño aún no tenía algún libro, trabajaba con un compañero q sí lo tuviera.
Han pedido unos cuadernillos para mates y se pueden encargar en secretaría...yo por mi horario, imposible pasarme por secretaría...así q he llamado por tfno esta mañana...la respuesta ha sido inmejorable: "no te preocupes, se los llevo al niño hoy mismo a clase y mañana cuando dejes a los niños en madrugadores le das al profesor un sobre con el dinero y me lo da". Dicho y hecho, cuando he recogido al niñomi hijo ya tenía en la mochila sus cuadernillos, "mamá, me los ha llevado el director a clase". Q diferencia de un cole a otro!!!
¡Ánimo y suerte con los libros de Parrulín!
Hola. pues entiendo todos tus cabreos porque son los mismos que yo con mis dos hijas... tal cual... en mi caso tengo los libros reservados desde el mes de julio y me encuentro que aún no llegaron los libros porque se agotaron en edición!!! Lo del gasto entre libros y uniforme es mejor no pararse a pensar porque me falta el aire... Y lo de forrar libros ya esa una pesadilla porque ahora también hay que forrar las libretas... tengo que pedir un crédito para oder seguir comprando forro... esto es un no acabar y cuando lo cuento a amigas sin hijos me llaman ''exagerada''... las voy a mandar a que lean tu crónica... seguimos en contacto
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