miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sudores fríos

Esta estupenda mujer que escribe es muy de tener sudores fríos en esta época del año, y los sudores fríos no son por la menopausia, que todavía no me ha llegado aunque llegará algún día, que es ley de vida y no me voy a librar. Los sudores fríos comienzan matemáticamente el día 1 de noviembre.

Es entrar a un chino a comprar algo que necesitamos, tipo un lápiz que ha perdido Parrulín, tipo una goma que ha perdido Parrulín, tipo un sacapuntas que ha perdido Parrulín, tenemos varios tipos pero todo son variaciones de lo mismo. Voy pensando en mi pequeño genio despistado cuando descubro de repente que han cambiado las calabazas y los esqueletos de Halloween por los espumillones y los papá Noel chillones de la Navidad. Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Decido que esto no va conmigo, que puedo ponerme unas orejeras de burro (que no de reno, aunque serían más apropiadas), y me voy derechita a comprar la enésima cosa que ha perdido Parrulín en este curso. Pero mis hijos no llevan orejeras e inevitablemente se fijan en las luces, y en las bolas, y en los árboles, y en los espumillones, y en los belenes, y en… ay qué hartura! Y, espontáneamente aliados, comienzan la batalla “Mamá me compras? Mamá mira qué mono! Mamá quiero esto! Mamá este baila? Mamá! Mamá! Mamá!” Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

A partir de entonces esos sudores fríos se quedan enquistados en mi espalda una temporada, hasta que se hace bola y de ahí sale una tenia que sube a mi cerebro y le da por crecer, por derretirlo y por causarme daños irreversibles. Y esta estupenda mujer que escribe, que ahora se vuelve más descerebrada que nunca por culpa de la tenia, comienza a pensar en el calendario de Adviento, y en los disfraces de Navidad, y en las luces por las calles, y en las multitudes de gente, y en las comidas de empresa, y en las elecciones navideñas que tenemos este año, y en la lotería que no le tocará, y en la cantidad de gastos que se avecinan, y en la pena de la que no se va a poder librar, y en las cenas familiares que tampoco… Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Me estrujo el cerebro con la tenia enquistada para hacer un bonito calendario de Adviento, y ya tengo muchas ideas y todas las actividades pensadas, pero el calendario sin hacer por no decidirme definitivamente por ninguna de las opciones. Y Parrulín contribuye generosamente a mis sudores diciéndome que él no quiere ir de pastorcillo, que quiere algo original. Original como qué? Busco inspiración y encuentro un disfraz de árbol de navidad con sus bolas y espumillones cosidos a una sudadera verde y la tenia cerebral hace que me pregunte cómo quedaría si le añado una guirnalda de luces que tenga una batería de pilas, y me emociono y le lo cuento a Parrulín que vamos a hacer un disfraz con luces, y se emociona, y me pongo a pensar en la sudadera, en cómo coserlo, en la dichosa batería… Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Entonces llega ella, mi querida Mo, y me envía unas fotos de su casa ya decorada de Navidad, y además de los sudores fríos me entra angustia y taquicardia ventricular, o de la otra, no sé, pero algo malo es seguro. Y pienso Mo, sáltatelo, sáltatelo, vete directamente a la operación bikini si es que haces tú de eso, aunque falta no te hace, porque ya te veo en pleno mes de febrero intentando ir a nadar en la playa! Y me entran unos sudores fríos que ríete tú de las saunas finlandesas.

Ojalá pudiera saltarme la Navidad, meterme en la cama y despertarme… no sé, en semana santa o así que con el sueño que tengo falta me haría! Y me repito a mí misma que las peores Navidades de mi vida ya las he pasado, que no pueden ser peores que las que se pasamos en el hospital acompañando a mi madre en su último viaje. Y me recuerdo a mí misma que mi lema y propósito de año nuevo de este año había sido “No te prometo que será fácil, te prometo que valdrá la pena.” Y me recuerdo que lo estoy cumpliendo y que no caeré tan profundo como la navidad pasada y que estoy mejor a pesar de los sudores fríos.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña, prenavideña a mi pesar.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

9 comentarios:

  1. Hola.me encanta esta época de Navidad y más desde que soy madre.Creo que disfruto más que mis peques... ánimo que aún ni entramos en diciembre. Seguimos en contacto

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  2. Bueno...todo paso a paso y sin exigirte demasiado a tí misma...tampoco tienes q ser la más feliz del mundo en navidad, ni la q mejor tenga decorada la casa...trata de descansar un poquito, que se ve el mundo mucho mejor.
    Un abrazo!

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  3. Un abrazo muy fuerte, espero que sean mejor de lo que te esperas... y toda mi admiración por ser capaz de realizar tantas actividades

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  4. Pues te diría que te vuelques en los peques, sus disfraces y su calendario de adviento. Pero sé que lo harás.
    También se que en estas fechas la tristeza ataca más fuerte y se notan más las faltas y las carencias.
    Ojalá pudiéramos adelantar el tiempo y llegar a febrero sin pensarlo.
    Pero hay que pasarlas y disfrutarlas, por los que si están.
    Besos

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  5. Ayyyyy, que yo no quería que te pusieses triste!! :(
    Venga, hay que animarse, que tú siempre me has dicho que del pozo nada, que hay muchos que nos tiran para arriba y nos sacan sonrisas cada día. Como dice Trax, toca disfrutar por los que están. Y también por los que no están, porque ellos nos querrían ver felices.
    Un abrazo hermosa.
    PS: Probé con la "felicitación luminosa" y ni te cuento los chillidos de Peque diciéndome que estaba majara, jajajaja! Va a ser que no se deja. XD

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  6. Yo se que es unevitable que te sientas así y demasiado valiente eres. Pero no olvides que tienes dos poderosas razones para sonreir, y claro que no dejarás de echar de menos a tu madre y sentir esa pena tan profunda. Pero tienes unos hijos maravillosos, no te arrepientas en un futuro de no disfrutar estos pequeños momentos, aunque haya recuerdos dolorosos que siempre estén presentes. Un besazo guapa. Mi pequeño genio también pierde lápices, gomas y sacapuntas a diario, ¿estás seguro de que no son mellizos o algo?

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  7. tu no te preocupes ni te entren sudores frios por no preparar o no llegar a todo (que a lfinal llegas) , piensa en mi que no hago nada de eso (ni calendarios, ni disfraces ni nada de nada ) y bueno..aún no cambiaron de madre.
    pero si ves necesario hivernar, llámame que hivernamos juntas :) :) . Bicos mil

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  8. Jajajaja. Yo los tengo incrustados por las figuritas del Belén, por los disfraces del cole, por las cholocientas actuaciones, por las comidas familiares y las niñas hiperexcitadas por los regalos. Ya no estoy mu navideña. Cinco años han hecho falta para hacerme tan minimalista como el estilo nórdico, oye. Pfff

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  9. Besetes! Que hace mil que no me pasaba por aquí! :)

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