Se me escapa

Últimamente siento que todo se me escapa.

Se me escapa la inspiración entre la rutina y el tiempo entre las manos. Hace tiempo que tengo el blog abandonado, que no tengo ni ideas ni lucidez para escribir. Hace siglos que no tengo estímulo ni motivación. No tengo tiempo para hacer ninguna de las cosas que quiero hacer, incluido el blog, aunque en realidad el blog es lo de menos. Mi lista de asuntos pendientes parece interminable y mis asuntos personales terminan siempre arrinconados al final de la tabla, desdeñados, despreciados y condenados al olvido.

Se me escapa la vida entre las obligaciones y la energía entre las responsabilidades. Paso los días trabajando, ocupándome y preocupándome por los niños, pendiente siempre de ellos, desde que los recojo al salir del cole hasta que acuesto al niño y me duermo con la niña de puro agotamiento en el mismo instante en el que mi santo llega a casa. Soy madre por elección propia, lo he querido así y los adoro con toda mi alma, no hace falta decirlo. Soy una madre que sobrevive al día a día pensando que ya descansará el fin de semana y cuando llega el fin de semana las obligaciones se multiplican y no llega nunca un momento de tranquilidad ni de soledad. Soy una madre que busca sin encontrarlo unos momentos de soledad cuando en realidad lo que le ocurre es que se siente sola, infinitamente sola, a pesar de llevar un niño en cada mano.

Se me escapan los vínculos, los lazos y los nudos, familiares, emocionales y de todo tipo. Vínculos que parecen diluirse si no hago nada por fortalecerlos, lazos de los que estoy cansada de sentirme responsable, nudos que nadie parece tomarse la molestia de apretar de vez en cuando. Me he cansado de estar pendiente de todo el mundo, de preocuparme por todos y sentirme sola, me doy por vencida. Rendirme significa perder los lazos, puede que sólo temporalmente, quizá sea para siempre. Rendirme significa para a mirar si de verdad existen esos vínculos o si soy yo la única idiota en empeñada en mantenerlos. Rendirme será descubrir si las conexiones son reales o anhelos personales, relaciones unidireccionales basadas en la propia necesidad de cariño.

Me rindo. No quiero rutinas ni supuestos, no quiero imposiciones ni delegaciones, no quiero promesas incumplidas ni responsabilidades no asumidas, no quiero compromisos obligados ni juramentos olvidados.

Necesito un descanso, necesito dormir y soñar, necesito descubrirme y descubrir mi sitio. Necesito vaciar la mochila de lastres, la mente de preocupaciones y el alma de soledad. Necesito recuperar la ilusión. Necesito que alguien me cuide, que se preocupe por mí. Necesito un abrazo y un cariño sincero. Necesito dejar de sentirme sola, compartir sonrisas, alternativas, aventuras y soluciones.

No recuerdo la última vez que alguien se tomó la molestia de preguntar ¿Cómo estás? aunque casi cada día alguien me pregunte ¿Qué tal los niños?

Mamá de Parrulín y de Xoubiña.

Otro día más.

Sean buen@s y felices.