Hoy ha sido el primer día en casa. No, no estamos infectados,
ni en aislamiento, ni histéricos con este tema. Y no, tampoco hemos comprado
toneladas de papel higiénico, vivimos al límite!
Lo que ocurre es que han cerrado los colegios y gracias a
Dios en mi empresa nos han dado teletrabajo a los que tenemos menores de 16
años. Teletrabajo. Eso significa trabajar, y con el horario habitual, pero
desde casa. Y sucede que mis hijos no han debido de entender todavía este
concepto del teletrabajo.
La noticia del cierre de los colegios ha sido recibida en
casa con mucha inquietud, mi santo es médico, tiene que seguir trabajando sí o
sí, y no estaba claro que me permitieran teletrabajar. Finalmente, nos lo han
concedido a los que tenemos hijos menores de 16 años. Ha sido un poco
estresante hasta que me lo han confirmado, la verdad es que en mi caso era
posible tecnológicamente, pero dudaba si me lo iban a permitir y no tenía
ninguna otra alternativa posible salvo tirar de vacaciones, días libres, o
permisos sin sueldo.
Parrulín, con 11 años y en primero de la ESO, ha recibido la
noticia con mucha alegría, en su clase el cierre de los colegios ha sido muy
celebrado, con la inconsciencia propia de esa edad. Está como unas castañuelas.
En cambio, Xoubiña, que tiene 7 y está en segundo de primaria, es una niña
mucho más sensible y está un poco más preocupada.
El año pasado diagnosticamos a Xoubiña, sabemos que las
altas capacidades tienen un componente genético y que las niñas son más
difíciles de detectar que los niños. Es muy diferente a su hermano, son
perfiles distintos, más reflexiva, más perceptiva y más constante. Eran más
algunas frases que nos decía que no nos parecían propias de su edad, porque
ella no aprendió a leer sola ni son unas altas capacidades tan evidentes como lo
son en Parrulín. Me preocupaba que no estuviéramos dándole las mismas
oportunidades que a su hermano y me empeñé en hacerle el test. El resultado, de
más de 150, nos sorprendió a todos, es un resultado superior al de su hermano, tenemos
otra Ferrari en la familia.
Xoubiña es una niña artista, más sensible, más tierna, es perseverante
en sus objetivos y muy trabajadora. A veces parece ensimismada y te dice Es que estoy hablando con mi cerebro. Canturrea,
baila y pinta todo (toooodo) el rato. Prefiere pasar desapercibida y huye de
los conflictos, esto es muy típico de las chicas de altas capacidades.
Socialmente, se deja llevar por sus amigas, le cuesta decir que no, y esto le
hace sufrir a veces. Su asignatura pendiente es la asertividad, que la
trabajamos cada día.
Mamá, han cerrado el
colegio? Sí, mi amor. Entonces esto
es mucho más grave de lo que tú quieres hacerme creer. De lo que quieres
hacerme creer, y esta frase suya me preocupa un poco también. Hay mucho
alarmismo con el tema y he intentado contárselo rebajando el nivel de tensión.
Me parece fundamental no mentir a los niños, es la base de la confianza y
parece que en este caso la confianza se ha tambaleado un poco. He vuelto a
explicarle que no somos un grupo de riesgo, que hay que prevenir, toser en el
codo, no tocarse la cara, lavarse las manos, evitar los sitios con mucha gente,
etc. Que vamos a intentar así no ponernos malos y no hacer que los demás se
pongan malos, pero que si nos pusiéramos malos lo normal sería que nos
recuperáramos en unos días.
Han suspendido también la clase de Astrofísica del sábado,
cosa que Xoubiña lamenta profundamente. Y la sesión del PEAC del fin de semana
siguiente, le tocaba la salida cultural y era al observatorio de Fuenlabrada.
Xoubiña estaba muy emocionada, hace años que quiere ser astronauta y es la fan
nº1 de Valentina Tereshkova, también lo ha lamentado mucho.
Y yo me enfrento a 14 días de teletrabajo, con los niños en
casa, y mi santo trabajando fuera. Hemos superado el primero, pero tengo serias
dudas de mi capacidad mental para aguantar otros 13. El coordinador de Alertas
y Emergencias Sanitarias ha dicho esta mañana que las medidas tomadas
ayer no se verán reflejadas en las estadísticas hasta dentro de 9/10 días. Entre
que se vea un descenso de contagio y tomen las decisiones oportunas, me temo yo
que esto va a durar unos dos meses. Al menos uno no nos lo quita nadie, como
poco hasta el lunes de después de Semana Santa tendremos los colegios
suspendidos, y si no, al tiempo.
A los diez minutos de empezar a trabajar aparece Xoubiña. Mamá, qué haces? Estoy trabajando,
cielo. Me puedo sentar a tu lado? Si
estás calladita sí. Y eso qué es? Un
Excel, mi amor. No entiendo nada. Y a ti
quien te ha entrenado para hacer eso? La vida, hija, la vida. Pero calladita!
Desayunan, como prefieren la leche fría se sirven solos y después se va uno al
ordenador de papá y el otro a la habitación con el móvil. Quedo tranquila y
trabajando al menos un par de horas seguidas. Nota mental: El exceso de uso de
móvil ya lo trataremos en otro momento. Nota mental 2: No había dicho el cole
que les mandarían tareas por mail? Pues ya están tardando en enviar algo!
A media mañana aparece Xoubiña Mamá, Tato me está llamando niña calva! Pero tú eres calva? No. Entonces, dónde está el problema?
Déjame trabajar porfi. Episodios parecidos se repiten en varias ocasiones.
Un poco más tarde les oigo discutiendo por el ordenador de
papá. Ahí sí que me veo obligada a levantarme y establecer un poco de paz y de
orden en el asunto, establecemos unos turnos rotatorios para su uso. Nota
mental 3: Debo de hacer un horario de actividades y tiempo libre para ellos, con
uso de ordenador y móvil incluido.
Me duele la espalda de estar trabajando desde el sofá, necesito
estar cerca del router y de los enchufes. Tenía guardada desde hace mil años
una bandeja de cama de madera, que había sido de mi abuela, una de esos
proyectos aplazados que tenía la intención de lijar y pintar en algún momento. He
estado trabajando con ella, tecnología del sXX sobre una bandeja de madera de
mediados del sXIX. Ole! Nota mental 6: Debo de habilitarme un sitio cómodo para
trabajar todos estos días, sean los que sean, igual debería cambiar los muebles
de sitio y poner la mesa de comedor junto a la ventana.
Para comer deben que esperar, salgo a las 3:45 y no tengo
descanso para comer, teletrabajando he de cumplir mi horario, por lo que ellos
deben esperar a que termine de trabajar para comer. Y eso que llevan haciendo
viajes a la cocina toda la mañana. Nota mental 7: Deberíamos hacer algo de
ejercicio en esta crisis o terminaremos pareciendo la familia Botero.
Desde la
1 más o menos hemos tenido el típico momento de Mamá tengo hambreeeee. Mamá cuándo comemooooos? Y no es que yo
pretenda matarlos de hambre, sólo que comprendan que TELETRABAJO es tele, pero
es TRABAJO. Ah, pues mira, les pongo la tele un rato. ¿Cuál es la peli más
larga que tenemos? Decido ponerles Shrek, 1, 2, 3, 4 y 5. Aguantan 1 y medio.
Nota mental 8: Hacer una búsqueda de películas muuuuuy largas.
Nota mental 9: Tanta histeria por el papel higiénico no la
entiendo yo mucho. No sé si somos más cochinos que el resto de la gente, menos
alarmistas o si saben algo que yo no sé. Igual debería comprar alguno, no?
Hasta aquí el primer día en casa por el coronavirus, hemos
sobrevivido.
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.