miércoles, 11 de marzo de 2015

Mueve tus caderas






Mi niño precioso está aprendiendo a patinar. Ah, pues muy bien y qué tiene eso que ver con el título del post? Hay que mover las caderas para patinar? Pues no sé, que no sé patinar. Pero paciencia, paciencia. El caso es que le compré unos patines en un gran centro comercial de corte británico, me entendéis. Y ha tenido ya su primera clase de patinaje en el cole. Mola un montón, ojalá lo hubieran tenido en el mío! Que le he apuntado a patinaje en un clarísimo y asumido caso de frustración maternal, como siempre quise aprender a patinar, que aprenda él! Se supone que me enseñará a mí a continuación.

En su primera clase me dijo la profesora que fatal, fatal no el niño, que también, sino los patines, que además de quedarle pequeños eran como de juguete y que el niño no podía patinar con eso. Que le comprara unos patines de verdad en esa tienda con nombre de conjunto de diez pruebas de atletismo. Mmmmm… teniendo en cuenta lo poco deportista que es esta familia no es de extrañar que jamás hubiéramos entrado en una tienda de esas, así que no tenía ni idea de los precios que se barajaban allí. Me dice que cuestan 18€ unos normalitos. Contra! Que en el corte británico me han costado 50 pavos!!!! Bueno, con protecciones incluidas. Sí, pero de juguete según la profe. Así que me fui al corte británico y cambié unos patines pequeños y de juguete por… el disco de Sabina!!!! Eh! Aquí está Sabina! Bueno, y por un libro de Bob Esponja porque no me quedó más remedio.

La versión de Parrulín es que los patines del corte británico tenían vida propia, y claro, iban para delante y para atrás sin ton ni son, y se pasó la hora y media de la clase agarradito a la canasta. Imagino que vida propia no tenían, más que nada porque ni nos saludaron ni nos dieron los buenos días ni nada de nada y eso que dicen que los británicos son educadísimos, pero nada. Imagino también que después del primer culetazo abandonó. Esto lo imagino porque me ha pedido que además de las protecciones habituales le compremos en la tienda con nombre de conjunto de diez pruebas de atletismo una culera, que dicen que existen. Y si, existían, pero para mayores que hacen más el cabra, según palabras textuales de la amable vendedora que nos atendió, muy maja para estar currando un domingo por la mañana.

Después del des-concierto, del des- concierto, jejejeje, ay que lo voy a repetir que me ha hecho mucha gracia, del des-concierto de Sabina, estaba yo cabreadísima con el sujeto en cuestión, y no es que haya hecho las paces pero como es el único disco que me falta, no me lo voy a perder, no? A estas alturas de la vida! Desde 1978 comprando discos de este señor! Ya os veo haciendo cuentas con los dedos para calcular mi edad. Que yo no, mi madre, que yo era muy chica! Hasta hoy, más de 20 discos en mi (y su) estantería.

Sábado por la mañana, tengo el disco en mis manos por fin. Pero no encuentro el momento de ponerlo, entre obligaciones varias y lavadoras múltiples, no encuentro el momento. El domingo tampoco lo encuentro, entre obligaciones varias, lavadoras múltiples y acompañamiento del chiquillo para que no se rompa los dientes intentando aprender a patinar. Me lo llevo al curro, a ver si tengo un día tranquilo y lo oigo el lunes con calma.

Ni calma ni ná. Lunes de acumulación de trabajo horroroso, que salgo a mi hora no por casualidad, sino porque me empeño en salir a costa de llevarme un par de cosas para casa. En fin, que el lunes también fue un día especialmente estresado. Ya no puedo más de las ganas. Esta noche lo escucho sí o sí, aunque suponga echar un pulso al insufrible Bob Esponja.

Parrulín, cariño, te acuerdas que el sábado mamá compró un disco? Pues aún no he tenido tiempo de verlo. Qué te parece si lo ponemos durante la cena en vez del insufrible Bob Esponja? Y yo, que esperaba un NO tajante, acompañado de lloriqueos varios, me sorprendo con su respuesta “Si a ti te apetece, lo vemos juntos.” Ole! Este es mi niño, qué majo! Y lo pusimos. Parrulín no prestaba mucha atención, la verdad, pero tampoco me propuso cambiar a Bob Esponja.

En cambio Xoubiña se queda pegada al televisor cual groupie de los 70, que sólo le falta tirarse de los pelos, llorar de la emoción y terminar desmayándose de pura histeria. Pasar de los cantajuegos a un directo de Sabina supone toda una conmoción para ella. Cambiar “el buen Ramón” por el Buen Panchito Varona y cambiar a “la brujita Tapita” por Mara Barros le supone un auténtico shock. Absolutamente embobada con el movimiento de caderas de Mara Barros se pone a imitarla mientras canta con su lengua de trapo “Mueve tus caderas”. Yo no salía de mi asombro. A Xoubiña le encanta! Se puede cenar con algo que no sea el insufrible Bob Esponja o la cansina de Peppa Pig! Ole!

Al día siguiente voy a recogerla a la guardería. “Mamá, a cantá la escalera.” Y yo no caigo, no se me ocurre ninguna canción con una escalera, pruebo con la araña que sube por el canalón, pero no cuela, no es una escalera. “Mamá, a cantá! La escalera!” Es que no sé cuál me dices cariño. “Mira mamá, voy a bailar la escalera!” La niña, teatrera y artista, se pone las manos en las caderas y empieza a cantar “Mueve tu escalera, cuando todo vaya mal, cuando todo vaya mal” Jajajaja!

Mamá de Parrulín y de Xoubiña, madre de la artista.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

5 comentarios:

  1. Otra como mi princesa...q se baila hasta las canciones de los anuncios!!

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  2. Hola: mis hijas también patinan y yo cuando era niña aprendí a patinar sola, sin ritmo y con muchas caídas, porque en mi cole tampoco había ese tipo de actividades.... lo mejor es que le compres los patines en una tienda de deportes porque son los mejores patines para los niños... mira que le queden tirando a grandes y así les pones doble calcetín.... es un deporte muy completo... además no se suelen romper y seguro que tu hija los podrá heredar. Qué suerte que tus hijos te dejaron poner el disco de Sabina... es una suerte que la peque se haya quedado con la canción así ya tienes excusa para ponerlo... seguimos en contacto

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  3. Mara Barros, a esa la conozco, es de mi tierra adoptiva jajaja. Oye, pues mi niña tiene unos patines del Hipercor y son la mar de majos y muy bien de precio, los domina que da gloria. Yo este año pretendía retomar el patinaje y reciclarme, o sea, yo era patinadora clásica de bota blanca y ruedas en paralelo, pero la moda son los roller y no los domino. Iba a comprarme unos para patinar con mis herederos y menos mal que no lo hice, al día siguiente me enteré que estaba preñá again, hubiera tirado 60€ a la basura jajaja.

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  4. Jajajaj Xoubiña es graciosisima!!! Mueve tu escalera!! El caso es que la tradición de Sabina está perpetuada con la peque, mola. Besitos

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  5. jajajjajja, ya sabes que hacer con la escalera :)
    Sabina en tu familia pasa de generación en generación de féminas.
    muacksssss

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