Revisiones, cleptomanías y semana 24

Ayer tuvimos la revisión del otorrino. Uf, no me gustó nada! Era del tipo Qué guay soy, qué guapo soy, cómo molo que soy otorrino! Ni era guay como él creía, ni tan guapo como él creía, ni mucho menos un buen otorrino. Le digo que gangosea y me dice que ahora después de la operación mejorará. Hace semanas de la operación y se me ha quedado así, sólo cuando habla lloriqueando, pero no mejora. Mil veces le llamo y como que no me oye, que yo creo que es porque está embelesado con la tele, o con lo que esté jugando, pero casualmente ha sido después de la operación y debía decírselo. Me contesta otra vez que ahora después de la operación mejorará. Le repito que nada de esto le pasaba ANTES de la operación. Pasa de mí. Le mira la boca con un palito ¿Las vegetaciones no son en la nariz? Y los oídos con una luz. Me dice que está todo bien y que vuelva en julio a revisión. Yo flipo, su otorrino, que es una chica, le habría metido la fibra por la nariz, que era lo que yo esperaba, pero este pasa de todo. En julio pido cita con ella y punto.

Volvíamos a casa, en el autobús, yo agotada, Parrulín charlando sin parar un momento. Traía un cuento de la biblioteca del cole y se empeña en que se lo lea. Un cuento aburridísimo de la granja, en plan, doy leche, espanto las moscas con el rabo ¿quién soy? Y abrías la pestañita para descubrir por sorpresa a… una vaca! Muy bien chic@s, lo habéis adivinado! Se lo leo con esa desgana de madre cansada que lee un cuento petardo, llego a la página del pato y leo (en el autobús y en alto) tengo el pito naranja. Y yo uy! Y me muero de risa, otra pasajera también. Parrulín, obviamente no lo ha pillado. El pato tendría el pito naranja, pero lo que es yo… toda la cara colorada!

Llego a casa y cuando lo voy a meter al baño encuentro en su bolsillo un lápiz gordo que claramente no es nuestro. Parrulín ¿y este lápiz? “Pues… lo he robado del cole!” Parrulín! Pero cómo que lo has robado? “Si, mira mamá, que te voy a contar cómo se hace” Y yo, muda ¿qué le digo? Bueno, primero que me cuente cómo lo hace para estar prevenida. “Ví que había un lápiz debajo de la mesa y despacito, despacito, fui acercándolo con el pie sin que me viera la profe” Y el jodío niño me lo escenifica! Y hasta le pone suspense al relato! Y luego qué? “Luego, esperé a que la profe se diera la vuelta y como ya estaba el lápiz debajo de mi silla, pues lo cogí!” Tócate los huevos con la estrategia del niño! Pero Parrulín, eso está muy mal, mañana mismo lo devuelves al cole! Y además no tiene punta! Y eso qué tendrá que ver con el robar? Pues al menos que robe algo útil!

Ya que estamos, miro el otro bolsillo. Saco una cosa indefinible. Parrulín esto qué es? “Es glack, lo he cogido del cole también” Glack? Cómo que glack? Ah! El glue-tack de toda la vida, como una especie de chicle que en realidad sirve para pegar cosas en la pared sin dejar marca. Y tú para qué quieres esto? “Es glack, es como la plasti” Si, ya veo. “Y además se come!” Cómo que se come? Esto no se come Parrulín! “Todos los días cojo un trozo pequeñito sin que me vea la profe, y se puede comer.” Ay Dios mío, que no es la primera vez! Y que además de robar resulta que se lo come! Y con esto qué le digo? Que lo devuelva también? Si es un trozo muy pequeño! Parrulín, tú sabes que no se debe robar, que eso está muy mal. “Pero si no me ha visto la profe!” Lo que importa no es si te ha visto o no, sino que robar está mal y no se debe hacer. Entendido?

Ay Dios mío que ha salido al abuelo! Siempre presumía que tenía en casa más de cien libros de ética… y que todos eran robados! Era un chiste, no era verdad, pero lo decía a menudo y ayer me hizo recordarlo.

Seré una mala madre que no le inculco bien el no robar? Será una etapa más? Será muy larga? Será la influencia negativa de ver a Dora por las mañanas? Swiper, no robes! Eso sí que se lo sabe! Querrá ser Swiper? Prefería que fuera pirata, la verdad, al menos roban a la cara!

Semana 24: 

Notáis en la foto cómo va sutilmente creciendo la mano? Tu bebé mide 29 cm y pesa 630 gr. Ole mi niña cómo crece! Guapa!

Las manos de tu bebé ya están formadas, se completan las huellas dactilares y el sentido del tacto está casi totalmente desarrollado. Ya le puedo hacer el dni!

Su tubo digestivo se desarrolla más y más y algunos órganos como el páncreas, comienzan a producir sustancias importantes para su vida futura, como la insulina que permite que sus células puedan incorporar la glucosa del alimento. Ya puede abrir sus ojos y diferenciar perfectamente la luz de la oscuridad. Sus ondas cerebrales son similares a las de un recién nacido. ¡Imagínalo pensando! Ay pobriña, qué pensará? Que está haciendo esta mamá que no para quieta?

En la semana 24 los primeros estímulos del exterior van llegando al feto. Casi todos sus pequeños órganos sensoriales (oído, olfato, papilas gustativas y nervios del tacto) están ya maduros. Esta etapa es clave porque tu bebé empieza a interpretar el mundo, a interactuar, explorar, aprender. Para empezar, se va familiarizando con olores y sabores del exterior y de la propia madre (como los de la leche) a través del líquido amniótico. Si le gustan, esto lo animará a comer cuando nazca. Y si no le gustan? La hemos líado? Cómo no le va a gustar?

Aunque el bebé todavía está muy pequeño, se considera que si nace a partir de la semana 24, el bebé prematuro tiene una oportunidad del 85% de sobrevivir y llevar una vida normal con la ayuda y cuidados intensivos de profesionales del área. Sin embargo, no es el momento ideal para nacer ya que aún le falta desarrollar la capacidad de regular su temperatura, respirar solito y poder succionar. Bueno, un 85% por ciento está bastante bien, no? Me sigue pareciendo muy pronto, pero me tranquiliza un poco el dato.

Sugerencias: Averigua e inscríbete en un curso de preparto. Ya? Tendré que acordarme del anterior, aunque hice más pellas que nada, porque no tengo tiempo, ni fuerzas, ni dónde colocar al hermano mayor.

Algunas embarazadas sufren calambres en las piernas. Muchos médicos recomiendan tomar magnesio para evitarlos mientras otros indican aumentar el consumo de productos que contengan calcio. Pues fíjate que yo pensaba que lo que había que tomar era potasio. Vamos, los famosos plátanos, no? Es que me he confundido de metal o es que el plátano tiene magnesio?

Sientes que te olvidas de las cosas. Tu poder de concentración puede estar afectado. No es debido a las hormonas sino a la falta de descanso adecuado o a preocupaciones y miedos que distraen tu mente de las tareas habituales. La falta de memoria durante el embarazo es otro de los síntomas normales de este período. Cualquier día me olvido la cabeza en algún sitio, eso es verdad! Muchas, muchísimas veces, vuelvo a casa a ver si he dejado cerrada la puerta. Parrulín se ríe de mí.

Todavía estás en la etapa "dorada" del embarazo, por lo que aprovecha la energía que tienes para prepararte para la llegada de tu bebé. Más que etapa dorada es más bien etapa botijo. A ver si encuentro las fuerzas esas que dice, que no sé dónde las he dejado. Ja, ja!

Mamá de Parrulín y Parrulinchi.

Otro día más. Buen finde!

Sean buen@s y felices.