Hay cosas en esta vida que se escapan de mi entendimiento, por
ejemplo la teoría de cuerdas, yo es que soy más bien de la teoría del caos, qué
se le va a hacer, pero también hay multitud de cosas cotidianas que no alcanzo
a entender por mucho que lo intente, y hoy me pregunto por una de ellas.
Una madre como yo, todo el día trabajando y lidiando con los
chiquillos, que llega agotada y estresada al final de la jornada, que consigue
por fin que se queden dormidos los niños y se concede diez minutos de relax delante
de la tele, antes de que le venza el agotamiento o llore alguno de los dos y
tenga que salir corriendo. Entonces se le ocurre que el complemento perfecto
para esos diez minutos es un fantástico helado de chocolate que le trajo su
santo esposo, un detalle por su parte.
Vas a la cocina, abres la nevera y ves perfectamente los yogures
de los niños, la leche con cereales, la desnatada, la entera, el jamoncito, el
lomo y el queso para las meriendas, la fruta, los tomates, los huevos pero
abres el congelador y no ves absolutamente nada, tienes que rebuscar entre los
tupper de comida, la carne, el pescado, los botes de caldo y cien mil cosas con
formas extrañas mientras vas abriendo los diferentes cajoncitos y se te quedan
las manos heladas. Y terminas de rodillas en el suelo, procurando que tu cabeza
no haga sombra en el interior del cajoncito, que parece un agujero negro que
todo lo absorbe, apartando todos y cada uno de los paquetes hasta que
encuentras, o no, el helado de chocolate. Que no hay derecho hombre, tanto cuesta
poner una bombilla?
La nevera, fantástico invento, qué sería de nuestra vida sin
nevera. La nevera puede ser grande o pequeña, con congelador arriba o abajo,
con dos puertas, con tele incluida, pueden hacer hielo, picarlo, hasta hacer la
compra con una pantalla táctil, una pasada! Hay un montón de opciones y todas
ellas incluyen una luz que se enciende cuando la abres, incluso las de las
neveras del minibar de los hoteles.
Esa luz que parece que se enciende y se apaga mágicamente, esa luz
que hace alucinar a los niños y subir la factura cuando la descubren, esa luz
que no se funde nunca jamás, o casi nunca. Es curioso, no sé a quién se le
ocurriría poner una luz dentro de la nevera. Y además una luz inteligente que
sabe si está cerrado y se apaga sola, porque una de dos, o es inteligente o hay
un enanito dentro que se encarga de apagarla y el enanito este no solicita días
libres, no renegocia su contrato, ni pide paga extra, ni nada de nada, esto va
a ser que enanito no hay. Quién no ha probado a cerrar despacito, despacito
para ver en qué momento hace contacto y se apaga la luz? Lo que no entiendo es…
por qué no tiene luz el congelador? Hay congeladores de todo tipo, incluso
arcones congeladores, pero nunca, nunca, he visto uno con luz, que igual sí los
hay, no digo yo que no, y sólo es cuestión de dinero, como todo en este mundo.
Que luego viene el señor de bricomanía y con cuatro herramientas en
cinco minutos te instala una luz en el congelador, pero claro, ese señor te
coge una retroexcavadora y en cuatro sencillos pasos te hace una piscina en el
jardín con su estructura, su encofrado, su revestimiento, con un millón de azulejitos
chiquititos de esos de piscina, su depuradora… en cuatro sencillos pasos y un briconsejo para poner las
plantas correspondientes alrededor. Me imagino que lo hago yo, sale ardiendo el
congelador entero y tenemos carne asada con salsa de helado de chocolate para
cenar hasta hartarnos durante al menos dos semanas seguidas.
Tan difícil es instalar una luz en el congelador? Que más difícil
debe de ser poner las luces del árbol de navidad y no hay nadie que tenga un
árbol de navidad sin luces, porque se queda en simple árbol cutre de los
chinos, que sin luces no es de navidad ni es ná.
Y hago un inciso para contar un chiste de Parrulín:
- Mamá sabes qué dice un perro debajo del árbol de navidad?
- Mmmm… guau?
- Dice Vaya! Por fin me han puesto luz en el water!
Señores fabricantes de neveras, por favor, hago un llamamiento
desde mi humilde blog, ya sé que llevan un poquito de ti y de ti y de ti, que
lleven también un poquito de luz en el congelador, un poquito de por favor!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña, sin luz en el congelador.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
Fíjate que no me había parado a pensar que el conge no tiene luz... Será que nunca lo abro a oscuras, jajajajaja!
ResponderEliminarSólo para tus ojos: http://www.smithsonianmag.com/smart-news/why-does-the-refrigerator-have-a-light-and-the-freezer-doesnt-8076825/?no-ist
Muas!
Yo tampoco lo intento a oscuras, debe de ser que necesito más watios en la cocina!
EliminarGracias por la info, lo leeré!
Un beso!
jajaja me ha encantado el chiste de Parrulín :)
ResponderEliminarA él también, lo repite a todas horas!
EliminarA tu hijo le gustará también.
Pero encontraste el helado o no? ;-P
ResponderEliminarSi, justo al mismo tiempo que se despertó Xoubiña! X'P
EliminarEso, encontraste el helado?
ResponderEliminarPues sí, los hay, congeladores con luz y arcones también. Que yo no los tengo, pero los he visto.
Muaks
Si lo has visto pero no lo tienes, como el que tiene un tío en América, mi amor, que ni es tío ni es nada!
EliminarLo encontré, lo encontré, pero tuve que salir corriendo. Buuuuuu...