jueves, 18 de diciembre de 2014

Noche de crisis y gatillazo



El sábado era día 13, quizá el número ya era un presagio, pero sin pensar en ello me levanté emocionada, me puse una camiseta de algún concierto de Sabina y estuve tatareando sus canciones desde bien temprano. Llevé a Parrulín a clase de astrofísica mientras cantaba Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar, mientras un servidor, le levanta la falda a la luna… La clase está en la plaza de Jacinto Benavente y yo disfruto dando una vuelta la hora y media que dura cada clase, entro en tiendas de telas, veo escaparates, un paseo entre los puestos, las sonrisas, la música y el consumismo navideño. En la esquina de la calle Carretas veo chicas en minifalda esperando cliente, Magdalenas. Con ese corazón, tan cinco estrellas, que hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella, y nunca le cobró, la Magdalena.

Recojo al niño, mientras me cuenta cosas que ha aprendido acerca de la materia oscura, los agujeros negros y el bosón de Higgs mi mente desconecta de una conversación que no comprendo y bajamos andando hasta Atocha mientras tarareo A mitad de camino entre el infierno y el cielo, yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid…He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan, he crecido en La Habana, he sido un paria en París, México me atormenta, Buenos Aires me mata, pero siempre hay un tren que desemboca en Madrid… En el cuaderno de bitácora de Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal…

Comemos, dormimos la siesta y llegó el momento… Qué me pongo? Uy, ya no estoy acostumbrada yo a esto de salir de noche. Una blazer negra? Uy, cómo se notan los treintaytantos, una jovencita no sale con blazer. Vale, no soy una jovencita, adjudicada. Pendientes nuevos y… maquillaje? Venga, sí. Que el maquillaje no apague tu risa, que el equipaje no lastre tus alas, que el calendario no venga con prisas, que el diccionario detenga las balas. Que las persianas corrijan la aurora,  que gane el quiero la guerra del puedo,  que los que esperan no cuenten las horas,  que los que matan se mueran de miedo… Vamos, que nos vamos, concierto de Sabina! De camino voy twiteando Hoy salgo! Y me darán las 10, y las 11, y las 12, y la 1, y las 2, y las 3… Siete años desde mi último concierto. Es lo que tiene la maternidad! Hoy quemo Madrid! Y canturreo por lo bajini Hay un peligro de incendio esta noche, en el asiento trasero de un coche,  se quema una pareja en el tercero,  no seré yo quien llame a los bomberos…

Encuentro a mis amigas y rememoramos viejas historias de largos veranos aderezados con queimadas y con Sabina como eterna banda sonora, en la playa o frente a la chimenea, pero siempre Sabina O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento, y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda. O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra, a la orilla de la chimenea a esperar... que suba la marea…

Puerta del Palacio de Deportes, BarclayCard dicen que se llama ahora, impronunciable. Una fila interminable de gente aguanta bajo la lluvia para entrar al concierto, 14.000 personas, que disminuye rápidamente al tiempo que aumenta la fila de paraguas que obligan a dejar abandonados a su suerte en la entrada  Me echó un cable la lluvia, yo andaba con paraguas y ella no -”¿A dónde vamos rubia?”. -”A donde tú me lleves”. -Contestó. Abarrotado, pero bien organizado, el público espera nervioso el inevitable retraso que siempre se produce, Sabina se hace esperar. Se apagan las luces y se enciende el escenario "Contra el olvido, contra el ébola y el isis, para tiempos de tormenta, bienvenidos a 500 noches para una crisis", anuncia Sabina con su voz medio ronca de canalla y calavera, el público se viene arriba. Canta Ahora y saluda a su público "Buenas noches Madrid"

Tantas veces había visto el vídeo del concierto en Luna Park que me sabía hasta los chistes, aparentemente improvisados, que repiten un guión perfectamente aprendido y coordinado. Cuánto dura el concierto? Me pregunta mi amiga. Dos horas 11 minutos, le respondo, y nos reímos las dos. Recuerdo a mi madre, me gustaría estar aquí con ella, disfrutando de un concierto de Sabina como tantas veces hicimos juntas, oír su risa, sentir su alegría. Pero ya no era ayer, si no mañana… La maldición del cajón sin su ropa… Así que se fue, me dejó el corazón en los huesos… Mucho me recuerda los buenos momentos que pasamos juntas, los viajes y hoteles, las proposiciones indecentes… Mamá, toca Sabina. Dónde? En Zaragoza. Vamos! En Granada. Vamos! Mucho me duele su ausencia. Mueve tus caderas, cuando todo vaya mal, mueve tus caderas, alante y atrás, alante y atrás… Tengo que recordar esta canción más a menudo, y no estaría mal aprender a moverlas como Mara Barros, qué arte!

Llega el momento de tomarse un descanso, Sabina deja que "su mejor rockero" cante solo El caso de la rubia platino, el guitarrista de Alarma Jaime Asúa, y yo aprovecho para salir a comprar una cerveza y la camiseta del concierto. Volvemos del baño y encontramos al gran Pancho Varona cantando Conductores suicidas, Sabina no ha vuelto ¿del baño? Esta no es la que tocaba ahora, qué raro, le digo a mi amiga. Pero vuelve y explica que le ha dado un Pastora Soler, frase que me suena desafortunada, el público en pie le aplaude hasta que se le saltan las lágrimas a un Sabina emocionado y arranca con una nueva canción.

Sabina vuelve a cantar, con ánimo y energía, pero su voz se queda atrás, arropado por la profesionalidad de su banda, parece renovarse. Pero no, su semblante es cada vez más triste, cada vez más blanco, cada vez más viejo… Al cabo de poco más de hora y media dice que no se encuentra bien, se marcha con lágrimas en los ojos y sin los bises. Sin los bises! Pero si quedan 45 minutos de concierto! Es una broma. Faltan muchas. Aún tiene que cantar Mara Barros Y sin embargo, que te pone los pelos de punta con esa forma de personalizar la canción y hacerla suya. Y no es una broma, es un gatillazo.

El público en pie espera que vuelva, las luces se encienden, los músicos se van, el público espera, es una broma. Y no es una broma, es un gatillazo. El público en pie espera al menos que suene La canción de los viejos borrachos que anuncia siempre el final definitivo del concierto, que anuncia que no es una broma, pero no suena. No desalojamos hasta que no nos lo indican los de seguridad y sólo entonces nos damos cuenta de que no es una broma, es un gatillazo. Entre el enfado y la incredulidad salimos del Palacio de Deportes, me da igual cómo quieran llamarlo ahora, y tuiteo Coitus interruptus de Sabina en Madrid. Twitter echa humo, los periódicos digitales ya lo tienen en portada. Y llueve.

Vuelvo a casa haciendo recuento entre el número de conciertos a los que he ido y se han suspendido y/o puesto malo que el número de conciertos que sí he visto. Y recuerdo que canceló en Vigo, por haber comido algo en mal estado, y recuerdo que canceló en Granada, porque no se encontraba bien, y siempre me he sentido indignada, pero al menos lo repetía días más tarde. En esta ocasión han sido 60 eurazos de entrada (en gallinero!), más la peluquería que aproveché para ponerme todos los pelos del mismo color (consecuencia de la maternidad y falta de tiempo) y nos deja a la mitad sin ninguna compensación! Y me voy con mal sabor de boca, y me siento defraudada e indignada, y triste, ese no era mi plan.

Yo quería disfrutar, pasarlo bien y cerrar los bares! Y vuelvo en un taxi después de un concierto inacabado, Parrulín tiene anginas y Xoubiña quiere teta. Es lo que tiene hacerse mayor, es lo que tiene la maternidad. Gatillazo de Sabina, es lo que tiene hacerse mayor, es lo que tiene… mejor me voy a callar mi opinión acerca de las verdaderas razones de su noche de crisis.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña. Perdón por la tristeza.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.

12 comentarios:

  1. Qué guay, lo que hubiera dado por ir pese al gatillazo y pese a todo. Llevo la vida queriendo ir a un concierto suyo y nunca ha coincidido. Y de Serrat y nada, ni lo he conocido aún pese a que tenemos dos buenos amigos comunes.

    Espero que Parrulín esté mucho mejor de las anginas.

    Un beso

    31+4

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    1. Ya están todos curados, por lo visto ;)
      Fue una maravilla aquella gira con Serrat, fui con mimadre al primero, en Zaragoza, y a dos de los tres que hicieron en Madrid, uno con mi madre y otro con una amiga... Y con Parrulín dentro, aunque aún no lo sabía! Fue mi última gran juerga aquella.
      31+4 besos!

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  2. es lo que pasa cuando se es fan de alguien propenso a las "crisis"
    pero con esa propensión y todo nos gusta!

    yo tuve la suerte de verlo junto a serrat hace 2 años que vinieron a Ecuador. primera y única vez... acá no venden camisetas del concierto... pero fue un conciertazo!
    esperemos no tengan q pasar muchos años antes de que lo vuelvas a ver y que pronto puedas cerrar los bares ;)

    abrazo Parrulina

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    1. Es grande Serrat, hacían buena pareja, y además creo que le llevaba por el buen camino, pero eso es una opinión mía...
      Un abrazo, guapa!

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  3. Lo vi en la tele y me acorde que tu ibas a uno pero no sabia.si era a ese o al otro. Cuanto siento q acabara asi el concierto, que llegaras triste a casa y que no fuera la noche como esperabas. Tambien considero desafortunada su expresion de "un pastora soler", tendria que haberlo pensado mejor y creo qu solo el sabe lo que paso realmente aquella noche.
    Que se mejore el peque. Besitos

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    1. Era este, era este, el del martes creo que estuvo estupendo y tocó casi tres horas, para compensar, pero ya no estaba yo allí.
      Un beso!

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  4. Mira que pensé en ti al ver la noticia! Que pena que os dejara a medias...

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    1. Pues sí, pena, descontento e indignación, qué se le va a hacer!

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  5. Jo, es que menuda putada. Alguna recompensación sí que debería haber, que 60 euros cuestan mucho de ganar, jolines.
    Toca buscar otra noche de chicas, que esto no puede quedar así!!
    Besotes!
    PS: Y entiendo tan bien la nostalgia... <3

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    1. Debería buscar otro buen plan, tienes razón.
      A ver si lo consigo en el 2015.
      Besos!

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