Estos días ha corrido mucho entre los blog un post de una
tal Bunmi Laditan, madre y escritora (perdonen mi ignorancia, pero yo no la
conocía) que se titula Estoy harta de hacer que la infancia de mis hijos sea mágica.
Cuando estamos llegando a casa muchos días me dice Parrulín
“Ay, que me estoy haciendo pis!” y yo le contesto “Ay, que yo no!” y nos reímos
los dos, a la señora doña Bunmi Laditan, quiero decirle lo mismo “Ay, que yo
no!”
Terminaba mi última entrada diciendo: Operación señor Perez
finalizada. Magia realizada. Objetivo cumplido.
Yo no estoy harta de hacer que la infancia de mis hijos sea
mágica, es más, yo estoy intentando estirar todo lo posible la magia de los
Reyes Magos, de Papá Noel y del señor Perez. La magia de los cumpleaños, de las
sorpresas planificadas y las fiestas improvisadas, de las risas a carcajadas y
de las experiencias vividas, de los juegos inventados y de la complicidad
compartida.
Una de las mayores satisfacciones que me ha dado la
maternidad es la de volver a redescubrir la magia en los ojos de mis hijos.
Cuando era pequeña las navidades eran mágicas, y los veranos en casa de mi
abuela también. Recuerdo la desilusión al descubrir que los Reyes eran los
padres, recuerdo el momento y las palabras exactas “Mamá, en el cole dicen que
los Reyes son los padres, es verdad?” y me contestó “Qué quieres que te
conteste la verdad o la mentira?” y con el corazón encogido le contesté “Con
eso ya me lo has dicho todo”. Con el tiempo la magia fue desapareciendo, la
ausencia de niños en la familia, la acumulación de años, problemas y sinsabores
que te da la vida hicieron que las navidades dejaran de ser mágicas. Hasta que
un día de reyes, sin esperarlo, murió mi abuela querida, y dejaron de serlo del
todo.
Parrulín fue el primer niño de la familia y todos revivimos
las fiestas con él, volvimos a cantar villancicos repitiendo su preferido hasta
la saciedad, volvimos a comprar panderetas y a celebrarlo con alegría. El
nacimiento de mi sobrino coincidió con la grave enfermedad de mi madre y el
nacimiento de Xoubiña prácticamente con su muerte. Aun así yo sigo empeñada en que
vivan una infancia mágica y hago todo lo que está en mi mano para conseguirlo
dejando de lado mis propios sentimientos, recuerdos y tristezas para vivirlo
con la emoción con la que lo viven ellos.
Porque en mi casa los Reyes Magos son unos cochinos que dejan
miguitas en el salón y sus camellos se beben el agua tirando un poco por fuera,
en mi casa el ratoncito Perez se ha tenido que reconvertir en el señor Perez
para no desaparecer, en mi casa celebramos incluso los cumpleaños de mascotas
imaginarias, en mi casa intento que cada día sea especial, maravilloso y
mágico. Mis hijos disfrutan con ello y yo también, a veces incluso más que
ellos porque los planes no siempre salen bien, pero la planificación y la
ilusión que pongo en ello me llena de alegría.
Y no son sólo las fiestas de Navidad, o del señor Perez, sino
la magia de la vida, de las cosas cotidianas. La infancia es ya mágica de por
sí y yo quiero vivir con mis hijos la magia de encontrar una luciérnaga por la
noche, la magia de ir a cazar gamusinos con una linterna, la magia de pedirle
un deseo a una estrella fugaz, la magia de observar cómo sube la marea, la
magia de ver un cangrejo esconderse bajo las rocas, la magia de esperar a que
florezca el jazmín, la magia de encontrar formas en las nubes, la magia de ver
volar las golondrinas… Y sobre todo quiero que perdure en ellos la magia incluso
cuando sean adultos y que a mí no se me vuelva a olvidar la magia de soñar por
muchos años que pasen.
Señora doña Bunmi Laditan, quiero decirle otra vez lo mismo
“Ay, que yo no!” y una cosita más “Usted se lo pierde!”
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. No hay nada más bonito que ver esos ojitos llenos de emoción ante una sorpresa, un regalo inesperado o la cabalgata de los reyes.
ResponderEliminarQue la vida ya les dará luego amarguras. Dejémosles soñar!
Muaks
Totalmente de acuerdo, a mí me pareció una petardo, la verdad. A mí me encanta planear tardes de cocinar, de hacer manualidades, de decorar con cosas nuestras, de regalar recuerdos en los que participan ellas, de hacer cumpleaños temáticos y ver cómo disfrutan, de hacer calendarios de adviento para la cuenta atrás, de ir a la cola para ver a los reyes en la cate en pleno enero y después a tomar churros con chocolate, incluso pintar huevos de Pascua y leer sobre una tradición que me queda lejos, sólo para poder festejarla con las niñas. Y te juro que si algún día tengo dinero...me las llevo a Laponia a ver la casa de papá Noel. En esta casa cualquiera que reparta regalos, caramelos o ilusión es bienvenido :) No sé si la habéis visto, pero seguro que la pelo de "El origen de los guardianes" le mola a Parrulín. :) Un besote!
ResponderEliminarPues mira...yo ni siquiera he leido el post, ni se quien es la susodicha...pero según iba leyendo tu post estaba pensando q ella se lo perdía...y mira por donde es como acaba tu post ;-)
ResponderEliminarEso sí, hay días q llego muerta a casa y no estoy para muchas magias...son días de "una cena rápida y a la cama"... pero en general, me encanta ver sus caritas de felicidad y trato de q tengan una infancia feliz, con mucho cariño como yo tuve y con algún plan más q quizá yo eché de menos...
TOTALMENTE DE ACUERDO.
ResponderEliminarOTRA QUE ESTÁ DISFRUTANDO COMO UNA ENANA DEL MUNDO MÁGICO DE SUS HIJOS
Creo que has malinterpretado por completo la entrada de la que hablas. La he leído desde el enlace que has publicado y estoy completamente deacuerdo con ella. Es más, creo que tú también estás deacuerdo con ella pero no has sabido entender el mensaje, porque tanto ella como tú (que te sigo desde hace tiempo) habláis de encontrar magia en lo cotidiano, ella lo que critica son las fiestas de cumpleaños en parquesd e bolas gastándonos 500€ cuando puedes hacer algo divertido ytranquilo sin hacer creer a tu hijo que hay que gastar para conseguir que sea inolvidable. Creo que deberías releer la entrada porque considero que no has entendido el significado en absoluto de lo que esta mujere stá queriendo transmitir
ResponderEliminarPUes fíjate que yo no he leído e post... directamente leyendo el título imagino que dirá una serie de tonterías.... vamos a ver señores si quitamos la magia de la infancia ¿con que coño nos quedamos? (con perdón). A mi me encanta ver la cara de ilusión de mis hijos cuando fuimos al trabajde Papimelli a ver a los Reyes magos, me encanta sus caritas de alucine con cualquier cosa novedosa, su imaginación, su alegría innata lo contentos que se ponen con cosas simples como que en el cole les pongan una corona de cartón y sus compañeros les regalen un dibujo.
ResponderEliminarLa infancia es magia, es ilusión.... ya tendrán toda su vida adulta para toparse con la realidad.
Un besote
Lo que yo diga, otra que habla sin saber de lo que habla. Si no os habéis molestado en leer la entrada, con qué derecho os sentís para opinar si es equivocada o si dice tonterías?? pero bueno, opinar sobre algo sin tener ni idea de lo que se habla es un clásico en este país, después de todo.
ResponderEliminarEn qué cabeza cabe que una madre diga que la infancia de los niños no debería tener magia?? por qué no os documentáis sobre lo que vais a hablar antes de abrir la boca? en ningún caso esta mujer dice eso, lo único que dice es que la magia viene implícita en la infancia y que no deberíamos forzarla con regalos caros o fiestas descomunales, que lo que deberíamos enseñar a nuestros hijos es a vivir la ilusión en los pequeños detalles cotidianos, que son muchísimos (soy madre de dos hijos, sé de lo que hablo).
No sé muy bien si esque estáis a la defensiva o esque leeis las cosas sin enteraros de lo que estáis leyendo, pero las mayores tonterías sobre el tema no están ni en la entrada en cuestión ni en la entrada de la mamá de Parrulín y Xoubiña, pero los comentarios que ponéis las que no os habéis molestado en leer el texto son de traca, desde luego...