Este ha sido un
viaje exprés a Galicia, triste y agotador, que ha supuesto además para mí un
viaje de despedida del ayer, de reconciliación con el presente y confianza en
el porvenir. Con la cantidad de viajes que he hecho este ha sido diferente, por
la soledad que he experimentado, por la rapidez, porque he reflexionado mucho, pero
también por otras muchas cosas.
Ha sido el viaje más
rápido que he hecho, cuando mi padre estaba ingresado allí iba todos los fines
de semana en autobús el viernes por la noche y volvía el domingo por la noche,
y era agotador. Una vez también acompañé a mi madre a un entierro y nos fuimos
en coche el sábado y volvimos en coche el domingo, recuerdo que al aparcar en Madrid
le dije Tenemos un problema. Cuál? Me he quedado cuadrada y no puedo salir del
coche. Yo tampoco, dijo ella, nos tiramos hacia un lado y saldremos. Y recuerdo
cómo nos reímos. Pero ir y volver sin descansar no recuerdo haberlo hecho
nunca.
Generalmente me
tocaba una monja como compañera de autobús, puede que decir generalmente sea un
poco exagerar pero sí me ha ocurrido muchas veces. En esta ocasión era una
chica funcionaria de prisiones, carcelera, vamos, y ha sido muy curioso las
cosas que me iba contando. No deja de sorprenderme la capacidad de la gente
para contar su vida a una total desconocida en determinadas circunstancias.
Tampoco me había
ocurrido nunca que el autobús nos dejara tirados en mitad de camino. Oí que
alguien decía Trata de arrancarlo, por Dios, trata de arrancarlo! Emulando la
famosa situación de Carlos Sainz. Abrí un ojo y el conductor estaba girando la
llave, pero nada, y me desperté del todo. Subiendo una cuesta, en curva, en
carretera nacional y en plena noche, nos dejó tirados. El conductor se baja,
pone luces de emergencias, triángulos y toda la pesca. Tendrá 60 chalecos
reflectantes para nosotros? Los pasajeros esperábamos pacientemente mientras
pedía una grúa y un autobús de repuesto. Qué ocurre? Y un abuelo me dice
Inexperiencia del conductor, cree que se ha averiado, pero sólo ha ahogado el motor.
Efectivamente, un buen rato después arrancó y continuamos la marcha sin
problemas.
Dormí muy poco,
hacía frío y estaba muy incómoda. Pero esta noche a la vuelta he disfrutado de
un mega autobús de super lujo, un asiento individual, de cuero, con mi propia
tele donde podía elegir entre un montón de pelis, series y documentales, aunque
me dormí en seguida. En mi vida había visto algo así, era una pasada! Me había
traído una manta y aunque no hacía tanto frío como a la ida, me envolví bien, estaba
muy cansada y he dormido casi todo el camino.
En el pueblo me he
visto sorprendida por la cantidad de gente que me ha parado por la calle, me ha
dado el pésame, me ha preguntado por la hora del entierro y… me han invitado a
comer a su casa! Gente que conozco de vista, que saludaban siempre a mi madre y
a mi tía, pero que realmente me costaría hasta recordar el nombre. Un señor me
ha dicho que podría ser mi padre, que no se casó con mi madre porque ella no
quiso. Y me gustaría habérselo contado a la Nenina y sé que me contestaría con
su característico Vaya señores, vaya! Y se habría reído mucho. Me han dicho varias
veces que me parezco mucho a mi madre físicamente, y en lo personal también,
que ella tampoco habría faltado al entierro de su prima y hubiera hecho lo que
hiciera falta para estar allí.
He saludado a otra
tía mía con la que no tengo trato muy a menudo, iba vestida de leopardo, como
casi siempre. Hay que ver lo que le gusta a esta buena mujer ir vestida de
animal! Incluso a un entierro! Se me ocurre pensar que abrir su armario debe de
ser como entrar en un zoológico, leopardos, cebras, serpientes… y sólo verla me
da la risa. Hablando de cebras también he visto una gaviota caminando por la
calle y esperando en el paso de cebra a que cambiara el semáforo para cruzar. Ver
para creer!
Una amiga de mi
madre también me invitó a comer a su casa, la rechacé amablemente, y me dice
que me trae unas croquetas y leche frita para llevar de vuelta a Madrid. Puede
hacer casi 20 años que no como leche frita y recuerdo cómo me gustaba. Espero
emocionada el tupper y me lo trae… crudo! Para que lo fría en Madrid! Vaya
señores, vaya!
Ha sido extraño
estar sola, he echado mucho de menos a mis niños. Esta mañana he pasado por casa
para dejar la maleta e irme a trabajar. No he podido resistir entrar en la
habitación de Parrulín mientras dormía y darle un montón de besos. He resistido
a darle un besito a Xoubiña porque se me engancharía a una teta y no me
soltaría durante horas. Parrulín me ha pedido que no volviera a marcharme
nunca. Bueno, si es algo como esto, sí, pero si es por una tontería no vuelvas
a marcharte que te he echado mucho de menos. No te preocupes, amor, no volverá
a suceder, ya no me queda nadie. Y si se muere el señor que nos cuida la casa?
El jardinero? No, no me iría cariño, ya no me marcharé nunca más, tranquilo.
Hoy queda atrás todo
mi pasado. He viajado hasta allí, he recorrido mi infancia, he atravesado de
puntillas por mi complicada adolescencia y he caminado en paz por todos los caminos del
recuerdo. Puedo decir que sigo cumpliendo mi propósito para este año. No me he
derrumbado, he cambiado la pena por el cariño, lo he superado, he ganado, estoy
remontando. Ha sido difícil el sendero que he tenido que caminar desde que
murió mi madre. He sufrido, he cedido, he admitido y finalmente he aceptado. Estoy
contenta de haber ido a despedirme de la Nenina, ha sido bueno para mí, me ha
servido para despedirme de todo, o casi todo. Mi futuro está delante, las
puertas están abiertas para mí, y la compañía de mis hijos y de mi marido está asegurada,
recorreremos juntos nuevos caminos.
Mamá de Parrulín y
de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y
felices.
Eres grande mi niña. Ahora queda construir recuerdos nuevos, para que tus hijos tengan unas raices tan fuertes como las tuyas. Un beso muy fuerte.
ResponderEliminarQuizá sea mejor que tengan alas en lugar de raíces, para no aferrarse tanto.
EliminarLo pensaré...
Un beso!
Leo poco y comento casi nada, pero esta entrada me ha parecido tan bonita... Lo que queda por delante va a ser maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Lo que queda por delante... está delante!
EliminarUn beso corazón!
Mucha suerte, seguro seguro que lo que tiene que venir es buenísimo. Un beso
ResponderEliminarMujer, habrá de todo, que digo yo, no?
EliminarJajaja! El caso es ser optimista.
Un beso preciosa!
Me encanta que, pese a lo ocurrido hayas podido buscar un camino de salida hacia delante a tu pena. Me encanta también la idea de tu madre y Nenina riéndose juntas.
ResponderEliminarUn beso grandisimo
Tu nombre, obviamente, siempre me recordaba al suyo...
EliminarDe las risas estoy absolutamente segura!
Un beso gordo, gordo!
No es facil pero has sabido veŕ mas alla y saberte afortunada por todo lo que has tenido que te acompañará sienpre. Construir con tus hijos Esos recuerdos que como a ti, le acompañaran siempre me parece una aventura estupenda. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha llevado su tiempo, pero sí.
EliminarUn beso gordo, mi niña de rizos!