Imagen de Orquidea dichosa |
Esta entrada no es para reivindicar la lactancia materna, no voy a hablar de los beneficios de la teta ni de lo contenta que estoy con mi lactancia prolongada. Porque no vengo a hablar de la teta que da leche, de la teta que alimenta. Vengo a hablar de la otra, de la teta que nos hace tener figura femenina, de la que nos sentimos orgullosas de adolescentes, la que se descuelga con los años, le salen estrías, esa que en algún momento de nuestra vida nos acompleja, por grande, por pequeña, por torcida, por lo que sea. Pero que es nuestra! Y tenemos derecho a ella!
Este blog forma parte de la iniciativa de Paris y de su blog, Diario de mi embarazo y de mi maternidad, del Twitter #NoSinMiTeta. Porque su entrada me ha revuelto las tripas y el alma. Porque por un momento he estado casi segura de que la foto que adjunta era mi madre, hasta tal punto que le he hecho un zoom para ver si esa marca de la axila era un golondrino que ella tenía, sigo sin estar segura de que no sea mi madre, la cicatriz, el color de su piel, los pliegues del cuello, todo me parece ser ella aunque supongo que sería mucha casualidad. He tenido esa vivencia cercana y quiero contarla porque quiero que deje de ser un tema tabú, porque quiero hacer ruido con este carnaval y poner mi granito de arena en él. Paris ha conseguido grandes cosas en este corto espacio de tiempo y su vivencia está teniendo gran repercusión en los medios. Hoy es el día de hacer ruido, pandeirada #NoSinMiTeta, compartir, twitear y retwitear todo lo que podáis sobre este tema para llegar a ser un top 10.
Quiero contar como una masectomía puede cambiar la vida de una persona y la de toda la gente que la rodea, cómo puede convertirse en un trauma para toda la vida e incluso llegar a alterar el destino de una persona, quien sabe si mi madre estaría hoy aquí si hace casi 20 años y "por si acaso" no le hubieran extirpado una teta y con ella su autoestima y su dignidad.
Yo tenía 18 años, era mi último verano antes de empezar la carrera de arquitectura. Había pasado el mes de julio en Irlanda y en el mes de agosto había sido la reina de las fiestas de mi pueblo, era joven y guapa, el día de fin de fiestas, subida en la carroza, lanzaba confetis y serpentinas y mi padre caminaba al lado de mi carroza, inflado de orgullo. Aquella noche mi padre tuvo algún tipo de ataque, empezó a hablar exclusivamente en latín y lo trasladaron al hospital provincial, a 30km de casa, al día siguiente vi cómo le recuperaban con unas palas tras sufrir una parada cardiorrespiratoria y entró en coma. No despertaba ni sabían qué tenía, no nos daban esperanza ninguna.
Llevaba una semana en coma, más o menos, cuando por casualidad o por estrés, a mi madre se le explotó una teta. Del agujero empezó a salir pus y otras cosas que prefiero no saber y los médicos nos recomendaron irnos a Madrid a operarla dejando a mi padre en la uvi, porque por él no podíamos hacer nada. Quedaban pocos días para empezar la universidad y tanto mi padre como mi madre estaban ingresados, cada uno en una ciudad distinta, y el pronóstico de ambos era malo, muy malo.
El médico decidió que tenía mala pinta y, por si acaso, a mi madre le hicieron una masectomía total, con ganglios incluidos. Mi padre despertó al cabo de 27 días en un coma inexplicable, fue mi hermano a buscarlo y acompañarlo a Madrid, donde estaba mi madre aún ingresada.
En aquella época los tumores se juzgaban a ojo, los analizaban después de extirparlos y te lo quitaba el mismo ginecólogo con el que nos había parido a los tres, después de unas semanas de angustia el resultado fue negativo. Sorprendentemente, y contra todo pronóstico los dos salieron bien de aquello.
Sin embargo mi madre nunca volvió a ser la misma. Ella se sentía "mutilada", esa era la forma tan brutal con la que lo definía. Durante años no fue capaz de ducharse sin tener los ojos fuertemente cerrados para no verse. Se compró prótesis e incluso un bañador adaptado pero teniendo una casa junto al mar jamás volvió a bajar a la playa por no ponerse el bañador. Su brazo izquierdo siempre estaba hinchado, no pudo volver a coger peso y le acomplejaba el uso de manga corta.
Por no preocupar a mi abuela nunca le contó la verdad, cuando estábamos en Galicia siempre dormía con la prótesis puesta para que no se enterara, angustiada de que pudiera entrar de noche en su habitación y duchándose cuando ella salía al supermercado o a hacer algún recado.
Su trauma era tan grande que yo nunca le vi la enorme cicatriz hasta que tuvo el cáncer "de verdad" y estaba ya tan grave que tenía que ayudarla a asearse. Se negaba a cualquier tipo de aseo por parte de las enfermeras que, siendo oncológicas, habrían visto más de una masectomía pero mi madre decía que era un asco y no quería que la vieran.
Nunca nadie le propuso una reconstrucción, no sé si hace 20 años se hacían y tampoco si lo hubiera aceptado, con el miedo que le tenía ella a los médicos y a entrar en un quirófano. Esa "mutilación", como ella lo definía, le cambió la vida.
Tenía un trauma tan grande que semanas antes de tener que hacerse una revisión se ponía enferma de los nervios por tener que enseñársela al ginecólogo. Cuando este señor se jubiló ella decidió que también se jubilaba, habían pasado más de 10 años de revisiones por un cáncer que no era tal y se negó terminantemente a acudir a otro que no fuera SU ginecólogo.
Quizá sin aquel trauma mi madre habría sido más feliz. Quizá sin su "mutilación" habría hecho revisiones anuales. Quizá, y sólo quizá, habríamos estado a tiempo de salvarla. Quizá seguiría disfrutando de sus nietos y yo de ella. Quizá habría visto a mi niña dar sus primeros pasos y decir sus primeras palabras. Quizá seguiría acariciando su pelona cabecita y llamándola el melocotón de su abuela. Quizá estaría ahora abrazándola en lugar de estar escribiendo este post.
#NoSinMiTeta, día de hacer ruido.
Carnaval #NoSinMiTeta
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
EDITADO
He editado este post para añadir la imagen y el listado de blogs que participan en este carnaval.
Quiero también expresar mi alegría por haber vivido la batalla de Twitter para conseguir que #NoSinMiTeta llegara a ser trending topic entre las 22 y 23 horas.
Sigamos haciendo ruido!
Mi madre tuvo cancer de pecho hace 10 años... y tampoco se lo reconstruyó. Desde entonces no quiere llevar manga corta, al tener el brazo super hinchado. Para colmo hace 3 años se tuvo que someter a una operación de corazón de urgencias, por lo que ahora se añade la cicatriz de arriba a abajo de esta operación, ahora no puede llevar nada un poco escotado.... Todo son pequeños traumas que tiene y no podemos quitarselos... Yo quiero pensar que poco importan las cicatrices, lo importante es que sigue con nosotros, con cicatrices de la vida, con cicatrices que muestran lo que ha luchado por seguir con nosotros...Eso si, nunca me he atrevido a preguntarle como lo lleva ella realmente, porque entiendo que no quiera hablar de ellas....
ResponderEliminarAins, no tengo palabras. Tengo el corazón encogido y hasta una ligera sensación de presión en el pecho. No puedo leer estas cosas. Siento que tu madre del alma haya tenido que pasar por esa experiencia :(
ResponderEliminarUff no he podido dejar de llorar al leerte, imagino lo duro que debió de ser todo esto para tu madre.Ojalá tu testimonio y el de Paris y otras mujeres ayuden a que toda esta situación cambie. Me permites compartir tu post por las redes.
ResponderEliminarMe ha emocionado muchísimo tu post, estoy aquí con la lagrimilla asomando... Ojalá el carnaval, la movilización en twitter, todo esto sirva de algo y podamos hacer que cambien las cosas...
ResponderEliminarMira que conozco casos de cáncer de mama, algunos casos duros, y mucho, pero el de tu madre me ha dejado en shock. Porque si ya es dura esta enfermedad, sufrir sus consecuencias sin haberla padecido de verdad debe ser demoledor. Y que nunca nadie le hablara de reconstrucción me parece ya el colmo de la crueldad.
ResponderEliminarGracias por compartir su historia.
Un abrazote gordo!
Joder tronca, es que no hay derecho, no lo hay
ResponderEliminarTe envío un beso nune. Te quiero.
ResponderEliminarRuth.
Qué duro preciosa...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me he quedado sin palabras al leerte ayer y hoy sigo sin saber que escribirte.
ResponderEliminarSólo que no es justo y que te quiero mucho mi reina . Un fuerte abrazo que rompa los km que nos separan.
A mi también me has revuelto el alma con lo que aquí nos has contando.
ResponderEliminary al igual que todas, me has dejado sin palabras y con las lagrimas brotando por mis mejillas...siento tanto que tu madre tuviera que vivir lo que vivió, pero es así de duro, sigue sucediendo casi lo mismo, es muy triste.
solo espero, que ya ni por mi, sinó por las futuras, que las habrá... se busque una solución y sobre todo se de la importancia que tiene el dejar "mutilada" a una mujer, y no se juzgue tan a la ligera, que es tan importante la salud mental como la salud física, le pese a quien le pese.
Te mando un fortísimo abrazo y te doy las gracias por colaborar y por contar tu historia, un besazo