Hemos asistido al evento del año, la graduación de Xoubiña
en la guardería! La no-necesaria graduación de la niña, que no hay guardería
que se precie que no termine el curso con una graduación a lo americano con
birrete, banda, orla y todo!
Recibimos con tiempo la invitación. Mierda! Otro evento!
Cuando tus hijos tienen más vida social que tú, cabrea un poco, y cuando
incluyen en la invitación a tíos y abuelos y tú no tienes quién vaya contigo,
apena un poco. Prometen un “vino español” para finalizar, a modo de
compensación, supongo. Por mi hija, lo que haga falta, pero como además soy
altamente corruptible, incluso a cambio de un “vino español”, me apunto.
Aquí te gradúan aunque hayas suspendido en tiempos verbales,
que dicen que no sabe lo que es ayer y lo que es mañana. También ha suspendido
en delante-detrás, que dicen que tampoco lo sabe, que le sólo lo entiende si le
dicen delante-de-qué o de quién, que en abstracto no lo ha comprendido todavía.
Yo me parto de risa con las notas, desde que el primer año suspendió en ojos la
primera evaluación y en amarillo la segunda ya me creo cualquier cosa. La graduación si la vas a hacer, la haces bien, y esta tenía todos los clásicos. Hacía una solana para morirse y el evento lo organizaban en el patio, yo con un vestido y tacones para dar la imagen de madre molona no zarrapastrosa, los padres que se pelean por la primera fila (es curioso y proporcional que cuanto más se pelean los padres por la primera fila, más pequeño tienen el cerebro y más grande tienen la cámara, móvil, ipad y tecnologías varias). El evento comienza con retraso, niños que lloran asustados desde el principio hasta el final de la actuación y niños con más desparpajo que ciertos actores con experiencia, el altavoz que no funciona y el altavoz que se acopla y chirría hasta dejarnos sordos…. Lo tuvimos todo!
Este era el primer año que hacían una fiesta de graduación en la guardería, de hecho Parrulín no está graduado y es de la misma guardería, me pregunto si lo tiene pendiente todavía. Había una fiesta y un baile o algo así que la rubia despeinada no lo tenía nada claro pero lleva hablando de la fiesta varias semanas. “Y voy a bailar en la fiesta, y voy a llevar mi taje de pincesa de los tres enanitos poque es mi taje de bailar!” Ah, claro, claro. El disfraz de Blancanieves, que le tiene un cariño que no hay fiesta en la que no se lo quiera poner, y los tres enanitos, que a pesar de mis esfuerzos y mi insistencia no han llegado todavía a ser siete.
Me cuentan por fin lo que van a hacer en la graduación, su clase va a cantar la canción de los indios sioux y tengo que llevarle una camiseta blanca y pantalón marrón para que se lo pongan allí. “Vale, pero te aviso que Xoubiña está convencida que va a bailar y quiere ponerse el traje de Blancanieves, yo te traigo la ropa que me has pedido en una bolsa y tú verás.” No sería la primera vez que se niega a disfrazarse en casa, lo llevamos en una bolsa y luego allí sí que se lo pone. Llega el día D, le he dejado preparado el traje de Blancanieves, no vaya a ser que se la líe al padre por la mañana, y cuando llego a la graduación no tengo muy claro todavía qué me voy a encontrar. Están en fila preparados para salir al patio y… está disfrazada de indio! Lo han conseguido! Y está peinada! Anda que lo que no consigan en la guarde!
Yo saludando eufóricamente por encima de las cámaras ajenas y los padres de cerebro pequeño. “Hola mi amor! Que estoy aquí!” Y Xoubiña me busca con la mirada hasta que me ve y sonríe más tranquila. “Procurad que no os vean los niños para que no se quieran marchar”, dice la directora. Nos escondemos ahora que ya nos han visto o qué? Porque no sé cómo hacerlo pero como tarden mucho en empezar con este sol me derrito y no quedará de mí más que un triste charquito en el suelo que mi hija sería incapaz de reconocer, pero chapotearía bien a gusto, seguro.
Salen por fin todos los indiecitos y la profe nos dice que se han hecho muy mayores, que han aprendido muchas cosas, que ya no llevan pañal… Xoubiña se toca el culo y dice “Ay, yo sí” lo dijo bajito y todo quedó ahí, esta estupenda mujer que escribe ya se estaba imaginando que se lo iba a quitar delante de todo el público, que capaz es! Y sí, ya me había dado cuenta que llevaba pañal, no se fían un pelo de ella, una cosas es que hayan conseguido que se vista de indio y otra muy distinta que no se vaya a hacer pis en mitad de la función! Porque sí, sigue haciéndose pis por las esquinas diciendo “Pero no pasa nada, mamá, no pasa nada!”. Cantaron muy bien la canción, dos veces, y eran todos unos indios fabulosos. Qué somos? Indioooos! Estuvo muy divertido. Dijeron cada uno su nombre, nos enseñaron que habían aprendido a contar hasta el 10 y los colores en inglés. Aquí hicieron una trampa como un piano, sabérselo se lo saben, pero Xoubiña llevaba ya dos semanas diciéndome “¿A que rosa es pink?” Sí, mi amor. Y casualmente le toca el rosa! Eso es que cada uno se sabía al menos UNO! Tooooongo!
Luego le tocaba el turno a los piratas que cantaban Patapalo, es un pirata malo. Era la otra mitad de la clase y me gustó mucho ver que había una profe detrás de Azul, la niña con autismo, para que participara en la canción. Xoubiña también quería participar aunque no fuera su función, me costó trabajo impedir que se la reventara con su empeño en participar y bailar en cualquier sarao! Aun así desde mis brazos cantó la canción entera, a grito pelao, con la discreción que caracteriza a mis dos hijos, Parrulín también las cantaba todas a grito pelao, la de los indios y la de los piratas. Les pusieron una banda, un birrete (este era para compartir, hacían la foto con birrete y se lo daban al siguiente) y les dieron la orla y un diploma de haberse graduado con éxito en la guardería (a pesar de haber suspendido en tiempos y en delante-detrás).
Yo que estaba asfixiada de la vida, a pleno sol, con tacones, sufriendo lo indecible, pero por mi hija, lo que haga falta. Y me consolaba pensando en el “vino español” que decía la invitación. Pero no, el “vino español” se convirtió de repente en café con pastas. Me río yo de los que convierten el agua en vino! De vino español a café caliente bajo el sol, con pastas derretidas bajo el sol, va a ser que no, gracias. Nos fuimos a comprar un helado, que lo teníamos bien merecido y había que celebrarlo.
Se va Xoubiña con la banda puesta y la pluma de sioux en la cabeza, en el metro descubre que le puede dar la vuelta a la cartulina poniendo la pluma boca abajo para que le tape un ojo y convirtiéndose así en pirata, y va cantando alternativamente la canción de los sioux y la de los piratas. Los viajeros del vagón llegaron hasta aprenderse la canción de las veces que la repitió y con un montón de público jaleándola, ella encantada!
Y así nos graduamos, así, así, y así os lo hemos contado!
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Otro día más.
Sean buen@s y felices.
Menos mal que Nenebatallas no se graduó porque no tendría ni vestido ni tacones que ponerme, que una ya vida social nula... En fin. Me alegro de que todo saliera bien. Un beso
ResponderEliminarPues hubiera molado que la rubia despeinada sacara su esencia, se quitara el pañal y se hiciera un pis ahí en medio, pero no pasa nada, jajaj.
ResponderEliminarVaya fiestón que montaron!
Lo del vino español, me ha recordado a las juras de bandera...
Muaks
hala chomino...pues ya tienes una graduada ;o) Verán mis ojos un evento así algún día?? Por lo pronto no lo he vivido en las guardes... ni en el paso de infantil a primaria de ninguno,.... ni en el paso de primaria a secundaria de Ale , jajajjajjja Me toca esperar....
ResponderEliminar¡Me parto! XD
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