martes, 24 de mayo de 2011

Domingo de picnic, cremalleras rotas y elecciones

Amanecimos el domingo y habíamos quedado para comer en el retiro con unos amigos y sus hijos, cuatro niños en total, todos más pequeños que el mío. Parrulín se despierta, lo metemos en cama, intentamos convencerle de que se duerma un ratito más con nosotros, pero no fue posible. Así que nos levantamos, vamos al baño y le veo la cara. Ay Dios mío qué susto! Toda la cara llena de sangre, el pelo, la camisa con la que había dormido… (Si, la de lino blanco que había sobrevivido a una comunión) Casi me da algo al verle la cara. Le limpié todo y le había sangrado la nariz durante la noche, no se había dado cuenta, por lo que se había restregado toda la cara con la sangre. Menos mal que no era nada! Pero vaya susto me llevé!
Por cierto, que esta mañana me lo he encontrado en las mismas condiciones, pero estaba dormido y no lo he querido despertar, que se las apañe su padre cuando se levante. Tengo que comprar un humidificador YA.
“Ni de loca” pensaba lavar y planchar la camisa de lino blanca, así que me da igual, a la tintorería y punto. (Tenía mi madre una asistenta rumana que siempre decía “ni de loca”)
Hacemos juntos los sándwiches, nos vestimos y nos vamos al retiro. Yo llevo un bonito vestido campestre, largo, lleno de flores, y una chaqueta de manga corta. Cambio mi bolso de todos los días por uno tipo mochila que pensé que sería más cómodo porque entre comida, bebida y por-si-acasos llevaba dos bolsas de supermercado. Lo primero, que no perdono pase lo que pase, tomar un café, pues cuando voy a pagar se estropea la cremallera del bolso y ya no cierra. Mala suerte. En fin, qué se le va a hacer, pues ahora además de las dos bolsas, mi mochila en la mano y Parrulín de la mano también.
Los patos, como siempre le encantaron. La bolsa de palomitas y de gusanitos que llevábamos la comieron a medias. Después de acercarnos a los patos por n vez me dice “Vaya día nos están dando los patos, eh mamá?” Como si fueran ellos los que nos llamaban constantemente y no él el que se acercaba todo el rato. Las palomas tenían más hambre que los patos, eso estaba claro, y las tortugas muy aburridas, sólo tomaban el sol y no comían gusanitos ni nada, le decepcionó un poco. Y los peces, pues decía que eran tiburones, que son grandes pero no tanto.
En el retiro entre perseguirle, impedir que se tirara al lago de los patos y demás aventuras me muero de calor, me quito la chaqueta y… se me rompe la cremallera del vestido, entera, toda la espalda abierta de arriba abajo. Será posible qué me pasa hoy con las cremalleras! Vuelta a ponerme la chaqueta y todo el día con ella puesta, asfixiada y muerta de calor! Mal día para las cremalleras.
Comer, comió entre poco y mal, pero claro, entre el millón de gusanitos y que había demasiadas distracciones ya me he dado cuenta que el retiro no es un buen sitio para llevar al niño a comer. Al final, para que durmiera la siesta y porque voto allí cerca nos fuimos a casa de mi madre. Durmió, merendó y fuimos a votar.
Eran las 7:40 y cerraban a las 8:00. Le había explicado por el camino que ir a votar es elegir entre todos quién va a ser el jefe. Tenía preparado la papeleta del censo y los dos votos pero… lo olvidé en el otro bolso. Así que tuve que hacerlo todo desde cero. (Recuerdo: vestido roto, dos bolsas en una mano, bolso roto en la otra y Parrulín de la mano también) Primero se empeña en que coja una papeleta de un partido de esos desconocidos que no sé ni quiénes son, y yo, no, cariño, que a esos no los conozco, vamos a votar a este. Le convenzo y vamos a la mesa. Ponía que allí votaba mi calle del número 73 al 96. Yo vivo en el 78. Hago la cola y luego resulta que sólo eran impares. Bueno, pues a buscar la otra mesa. Llegamos a la otra mesa (7:50) y una cola tremenda. Cuando por fin votamos (por los pelos) Parrulín le cuenta a la Presidenta de la mesa “Esto es para elegir quién es el jefe” y la Presidenta, pues si, guapo, para eso es. Y Parrulín “Pues yo quiero que el jefe sea… papá!” Las risas de toda la mesa fueron considerables, luego me quedé pensando: Ay Dios mío, espero que no crean que es hijo de Gallardón…
Y terminamos el día cambiándome de vestido y saliendo a una terracita, tomando unas cervecitas los papás y patatas fritas el nené, los tres juntos. Para relajarme un poco del fin de semana tan agotador que tenía encima. Un poco de paz, buena compañía y un marido que perseguía al niño cuando se levantaba mientras yo me tomaba mi cerveza fresquita tranquilamente, que bien merecido lo tenía. Qué placer!
Mañana más.
Sean buen@s y felices!

10 comentarios:

  1. Jejejee... hija lo tuyo con las cremalleras es impresionante.
    Muy bueno Parrulín diciendo que quiere que el jefe sea su papá!...

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  2. Pues si que tienes mala suerte con las cremalleras! Que paciencia, a mi me hubieran llevado los demonios.
    En cualquier caso, parece que fue un gran fin de semana, sobre todo el final :-)
    Besos!

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  3. Lo que dio de si el domingo¡
    Lo del retiro bien para pasear pero todavia para ir de picnic.. como que no no???
    Lo tendre en cuenta.
    Las cremalleras tuvieron una lucha contigo.. que encima ganaron¡ Ya es mala suerte ;D jeje

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  4. Menudo domingo mas estresante!!! Lo del bolso aun... pero lo del vestido... fijate que tonteria que te estropea todo el dia... Y justita justita llegaste a votar, aunque con un peque tan gracioso seguro que te hubieran dejado votar pasada la hora, je,je...

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  5. me encanta tu blog, lo he descubierto hace poco y me lo he leido de arriba abajo. Por cierto te he enlazado en el mio sinó te sabe mal.

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  6. Vaya día! jajajaja y lo de las cremalleras... jajajaj es que Murphy es así de majo.

    Me alegra que lo pasarais bien!

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  7. Anda que la camisa de lino tenía un destino trágico sí o sí: la tintorería!!!!
    Parrulín es muy listo, quiere que el jefe sea su padre, normal, seguro que lo hace mejor,jijiji!!!
    Las cremalleras, que horror!!!

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  8. jajaja , me he reído en voz alta con lo de Gallardón!!
    Vaya tela con las cremalleras, pero lo bueno es que nada consiguió amargaros el día :D
    Es mejor tomarse las cosas con humor cómo tú haces!!

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  9. nena, lo mejor el fin de jornada, los tres relajaditos, en una terraza, con la buena temperatura que hacía y tomando una caña bien fresquita.....

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